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Revista de Gastroenterología del Perú

versión impresa ISSN 1022-5129

Rev. gastroenterol. Perú v.27 n.1 Lima ene./mar. 2007

 

REPORTE DE CASOS

 

Quiste de Colédoco en la Gestación y Puerperio: reporte de dos casos y Revisión de la Literatura 

Choledochal cyst in pregnancy and puerperium: report on two cases and review of literature

 

R Prochazka, M Ojeda, H Cedron, S Vila, A Piscoya, R De los Rios, JL Pinto, J Huerta-mercado, A Bussalleu 1

1 Servicio de Gastroenterología Hospital Cayetano Heredia, Lima Perú.

 


 

RESUMEN:

El quiste de colédoco consiste en la dilatación quística de la vía biliar intrahepática o extrahepática. Según la teoría mas aceptada, es causado por una anormalidad de la unión biliopancreática. Sus complicaciones más importantes son colangiocarcinoma, litiasis biliar, y pancreatitis, y su terapia es la resección quirúrgica. Sólo 20% a 30% de los casos se diagnostican en la vida adulta. Se reportan dos casos de quiste de colédoco en pacientes femeninas adultas, una de ellas al final de la gestación, y la otra puérpera. El diagnóstico de quiste de colédoco en la gestación y puerperio es un evento inusual que tiene consideraciones propias en cuanto a presentación y manejo.

PALABRAS CLAVE: quiste de colédoco, adulto, gestación, puerperio.

 


 

SUMMARY

A choledochal cyst is a cystic dilation of the intrahepatic or extrahepatic biliary tract. According to the most accepted theory, it is caused by an anomalous pancreatobiliary junction. The most important complications are cholangiocarcinoma, lithiasis, and pancreatitis. Current therapy is surgical resection. Only 20% to 30% of cases are diagnosed in adult life. Two cases of choledocal cysts are reported in female adult patients, one of them in late pregnancy and the other in puerperium. Diagnosis of choledochal cyst in pregnancy and puerperium is an uncommon event, entailing particular considerations regarding symptoms and treatment. 

KEY WORDS: Choledochal cyst, adult, pregnancy, puerperium.

 


 

INTRODUCCIÓN

El quiste de colédoco consiste en la dilatación quística de la vía biliar intra o extrahepática. La mayoría de casos se presentan en la infancia. Es infrecuente en la vida adulta y pocas veces se ha diagnosticado durante la gestación o el puerperio. Presentamos los casos de una paciente gestante y una puérpera con quiste de colédoco y revisamos la etiología, complicaciones, y las particularidades de la presentación y manejo en la gestación. 

CASO 1: Mujer de 29 años con antecedente de colecistectomía realizada 6 años antes por dolor en hipocondrio derecho y fi ebre, con hallazgo de piocolecisto y adherencias de la vesícula a hígado y órganos vecinos. Luego quedó asintomática hasta la enfermedad actual. Esta se inició en la semana 35 de su segunda gestación con dolor epigástrico intenso y persistente, irradiado a la espalda y al hipocondrio derecho, asociado a náuseas e hiporexia. El dolor progresó y en los días cuarto y quinto de evolución se acompañó de vómitos biliosos, por lo que acudió al hospital y fue admitida. 

La paciente lucía moderadamente pálida y deshidratada, sin ictericia, adenopatías ni edema. El útero, con altura de 34cm, era adecuado a la edad gestacional. Presentaba dolor intenso a la palpación en el epigastrio, sin rebote. Los ruidos hidroaéreos estaban presentes y no se encontró hepatomegalia ni esplenomegalia. La actividad y los latidos cardíacos fetales eran normales. Los exámenes de ayuda diagnóstica se muestran en la tabla 1.

 

La ecografía mostró una masa quística de 7cm de diámetro en la región subhepática. La tomografía mostró una imagen quística hipodensa, redondeada, de 7x7cm, homogénea, y de pared delgada, que se extendía desde el hilio hepático hasta la cabeza del páncreas (figura 1).

 

En el cuarto día de hospitalización se dio término a la gestación por cesárea, con un recién nacido vivo normal. En los días siguientes el dolor disminuyó notablemente. Posteriormente se realizó una colangiografía retrógrada endoscópica (CPRE) en la que el contraste inyectado en la vía biliar no fue visible en la fluoroscopía. Inmediatamente después una nueva tomografía mostró material de contraste dentro de la imagen quística subhepática (figura 2). Se confirmó así el diagnóstico de quiste de colédoco.

 

En el decimosegundo día de hospitalización la paciente fue operada. Se encontró un quiste de colédoco fusiforme de 12x11x10cm y se realizó quistectomía con anastomosis hepatoyeyunal en Y de Roux, dejando un dren bilioentérico. Después de una colangiografía a través del drenaje, éste fue retirado, y en el día de hospitalización 30 la paciente fue dada de alta 

La pieza resecada fue una cavidad quística de 9.5x6.5 cm. con superfi cie congestiva con focos de hemorragia, impregnada por pigmento biliar. En la microscopía se observó focalmente epitelio cilíndrico con áreas de hemorragia e inflamación crónica, sin neoplasia.

CASO 2: Mujer de 23 años procedente de Ancash. En la semana 32 de la gestación presentó dolor cólico epigástrico irradiado a hipocondrio derecho, asociado a náuseas y vómitos. Cuatro días después se produjo parto vaginal pretérmino luego del cual se hizo evidente una masa palpable dolorosa en hipocondrio derecho. Al día siguiente presentó ictericia leve. Se evaluó con ecografía y tomografía abdominal en las que se evidenció quiste complejo con tabiques internos en lóbulo hepático derecho. Posteriormente el dolor disminuyó y la ictericia desapareció. Llegó a Lima diez días post parto y fue admitida. Al examen se encontraba estable y afebril. No tenía edema, adenopatías, ictericia, ni estigmas hepáticos. El hígado era doloroso y se palpaba a ocho centímetros debajo del reborde costal con superfi cie regular. Los exámenes auxiliares se muestran en la tabla 2 y la tomografía en las figuras 3 y 4.

 

En el quinto día de hospitalización fue operada con la sospecha diagnóstica de quiste hidatídico. El hallazgo fue un quiste de colédoco fusiforme de 15x15x10cm con adherencias a páncreas y duodeno, que desplazaba las estructuras vecinas. Se realizó quistectomía total con derivación hepa-toyeyunal en Y de Roux. En el postoperatorio presentó infección de herida operatoria que se resolvió con antibióticos y curaciones. 

La pieza resecada fue una cavidad quística de 13.5x12cm de superficie parda con áreas de hemorragia. En la microscopía se observó pared de quiste tapizada focalmente por epitelio cúbico y cilíndrico con áreas de inflamación y erosión, sin neoplasia.

DISCUSIÓN 

Aunque es conocida como quiste de colédoco, esta condición consiste en la dilatación quística de los conductos biliares intra o extrahepáticos1. La primera descripción fue hecha por Vater en 17232, y la primera resección fue realizada por Mac Worter en 19243. Es una condición infrecuente, con incidencias entre 1/13000 y 1/2000000 en países occidentales y de 1/1000 en países asiáticos4,5. Las mujeres son afectadas más que los hombres en proporción de 4 a 16. 60% de los casos son diagnosticados antes de los 10 años de edad y sólo 20% a 30% se diagnostican en la vida adulta 1,7. 

ETIOLOGÍA 

Existe controversia en cuanto a la etiología y la naturaleza congénita o adquirida del quiste de colédoco. La teoría más aceptada es la del conducto biliopancreático común largo, propuesta por Babbitt en 19731. Una vía final común pancreático-biliar anormalmente larga haría que la unión biliopancreática quede demasiado alta, fuera del control del esfínter de Boyden, o esfínter coledociano superior, que es una banda muscular gruesa en el extremo proximal del esfínter de Oddi6. Esto permitiría el ingreso de jugo pancreático a la vía biliar. La presencia de enzimas pancreáticas en la vía biliar provocaría daño de la mucosa y debilidad de la pared, llevando finalmente a la dilatación.

Esta teoría tiene varios elementos de sustento. Se ha encontrado quiste de colédoco en 38% a 78% de los pacientes con conducto común largo8,9,10,11. Se ha encontrado conducto común largo en 93% a 100% de los pacientes con quiste de colédoco12,13,14. Se han documentado altas concentraciones de amilasa en el contenido de quistes de colédoco15. Finalmente, estudios experimentales en animales han mostrado dilatación de la vía biliar y cambios histológicos en la vía biliar luego de inducir refl ujo pancreático hacia el colédoco16,17. 

La pared está formada por tejido conectivo denso con fibras de músculo liso, con infiltrado inflamatorio. La superficie es erosionada con islas de epitelio columnar18. 

La clasificación aceptada actualmente es la propuesta por Todani en 19775. La variedad mas frecuente es el tipo I, o fusiforme, en el 79% de los casos, seguida por el tipo IV1 (tabla 3, figura 5). La distribución es similar en adultos y niños con excepción del tipo IV que es mas frecuente en adultos19,20.

 

85% de los niños presentan la tríada de ictericia, masa, y dolor en hipocondrio derecho. Los adultos en cambio manifiestan síntomas vagos en hipocondrio derecho, presentes en promedio desde 6 años antes de realizarse el diagnóstico1. Entre 10% y 50% de los adultos presentan ictericia, y 20% a 60% desarrollan complicaciones como colecistitis, pancreatitis, o colangitis1. Es notable que entre 10% y 50% de los casos diagnosticados en la adultez tienen antecedente de cirugía, con frecuencia colecistectomía1. 

El estándar actual para confi rmar el diagnóstico es la colangioresonancia, que permite una buena visualización de la vía biliar sin los riesgos de un estudio invasivo1,6. La CPRE es un buen examen con el inconveniente que en quistes grandes el contraste se diluye y puede no ser visible en lafl uoroscopía o no llegar adecuadamente al árbol biliar alto, además del riesgo de complicaciones y el discomfort propios de un estudio invasivo6. La tomografía, si bien permite una alta sospecha, no da detalles de la anatomía biliar. 

La complicación más importante es el colangiocarcinoma. El riesgo es 20 a 120 veces mayor que en la población general y aumenta con la edad: 0.7% en menores de 10 años, 7% entre los 10 y 20 años, 14% en mayores de 20 años, y 50% en mayores de 50 años1,6,21. La edad promedio de los pacientes con colangiocarcinoma es 32 años1. Otras complicaciones frecuentes son litiasis en 70% de los pacientes, y pancreatitis en 30% a 70% de los pacientes, especialmente si el quiste es de más de 5cm o en casos con unión biliopancreática anormal1. También pueden presentarse colangitis, absceso hepático, cirrosis biliar secundaria, hipertensión portal, y, en niños y gestantes, ruptura del quiste con peritonitis biliar1. 

El tratamiento actual para quistes Todani I consiste en la resección completa del quiste con colecistectomía y derivación hepático yeyunal en Y de Roux1,18. Esta cirugía reduce el riesgo de colangiocarcinoma a 0.7% y tiene bajo riesgo de colangitis, litiasis y estenosis, aunque 30% de los adultos operados pueden desarrollar complicaciones postoperatorias como fístula biliar, sangrado, dehiscencias, y colecciones abdominales18,22. 85% de los pacientes permanecen asintomáticos después de la cirugía1. Los quistes de los tipos II a V de Todani tienen diferentes alternativas quirúrgicas de manejo1,6,18,23,24 (tabla 3). La cistoenterostomía ha sido abandonada porque no reduce el riesgo de cáncer y tiene una morbilidad importante por colangitis, litiasis, y cirrosis1,6,18. Después del tratamiento todos los pacientes requieren seguimiento de por vida por riesgo de desarrollar cáncer, con especial énfasis en los que tienen quistes tipo I y IV, los que tienen unión biliopancreática anómala, y los que tienen una resección incompleta1.

El diagnóstico de quiste de colédoco durante la gestación o puerperio es raro. En la literatura se pueden encontrar los reportes de veintiún casos diagnosticados en la gestación y cuatro en el puerperio25-41. Entre los casos diagnosticados en la gestación trece se han presentado en el segundo trimestre y ocho en el tercero, y la mayoría han sido pacientes nulíparas. 75% de las pacientes manifi estan dolor abdominal, 50% ictericia, y 50% náuseas o vómitos. La mayoría han sido quistes de gran tamaño, entre 5x5cm y 20x20cm. El tipo Todani I ha estado presente en 82% de los casos. Una paciente tuvo desprendimiento de placenta, una tuvo preeclampsia, y dos tuvieron amenaza de parto prematuro. 14% de los casos terminaron con la pérdida del producto, 43% en parto por cesárea, y 43% en parto vaginal. Los abortos ocurrieron en pacientes con peritonitis biliar, colangitis, y sepsis postoperatoria25-41. 

Se ha sugerido que la gestación, por fenómenos obstructivos inducidos por el tamaño del útero grávido, y tal vez también por fenómenos no obstructivos, podría favorecer la dilatación y precipitar o incrementar los síntomas de quistes de colédoco previamente no manifi estos25. En dos casos se ha reportado peritonitis biliar33,37. La ruptura del quiste puede estar relacionada al aumento de la presión intra-abdominal inducida por el útero, especialmente durante el trabajo de parto. Otras complicaciones reportadas en gestantes son pancreatitis, colangitis y colecistitis26,27,28,34,35,39. 

En gestantes se recomienda observar los quistes asintomáticos hasta después del parto, y en los casos sintomáticos intentar descomprimir el quiste por vía percutánea transparietohepática o CPRE, postergando en lo posible la cirugía definitiva hasta el 2° trimestre o después del parto, cuando el riesgo de la cirugía es menor. Aunque la vía de parto es controversial, por la posibilidad de ruptura del quiste en el trabajo de parto, con riesgo de muerte para el feto y la madre, se ha sugerido terminar la gestación por vía abdominal25. 

CONCLUSIONES 

El quiste de colédoco es una patología infrecuente en adultos que tiene alto riesgo de colangiocarcinoma, litiasis biliar, y pancreatitis. A diferencia de los niños, los adultos suelen tener síntomas abdominales vagos de larga data. Rara vez es diagnosticado durante la gestación, circunstancia en la cual se recomienda la terapia conservadora con la posibilidad de drenaje percutáneo o endoscópico, y postergación de la resección hasta el 2° trimestre o después del parto, el que preferentemente debe ser por cesárea. 

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