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Revista de Gastroenterología del Perú

Print version ISSN 1022-5129

Rev. gastroenterol. Perú vol.35 no.2 Lima Apr. 2015

 

Editorial

Ética y bioética en gastroenterología y el alto desarrollo tecnológico

Ethics and Bioethics in Gastroenterology and the great technologic development

 

Dr. César Soriano A.

Editor Asociado de la Revista de gastroenterología del Perú. Lima, Perú.

En años recientes, el desarrollo explosivo de la biotecnología y de las ciencias de la computación han influenciado tremendamente en la medicina y en nuestra especialidad. El gastroenterólogo moderno no es solo un médico sino también un endoscopista intervencionista; diagnosticando, tratando y paliando una variedad de enfermedades que afligen el tracto gastrointestinal, el hígado y el páncreas. Cada año somos testigos de la emergencia de nuevas técnicas endoscópicas terapéuticas y de diagnóstico.

La medicina no es una profesión u oficio como cualquier otra. Como en ninguna otra actividad, está en directa y cotidianamente en juego la salud y en último término, la vida de los seres humanos: por su naturaleza la sociedad hace mayores exigencias éticas a la Medicina que a otras profesiones.

Ningún conocimiento, habilidad o tecnologías médicas tendrían sentido si la Medicina no tuviese un sistema de valores que defina su finalidad propia: servir al hombre y la humanidad. Es este sistema de valores al que llamamos ética médica y que es un conjunto de preceptos que indican los derroteros por los cuales el médico ha de conducir el ejercicio de su profesión. La ética médica se refiere, fundamentalmente aunque no exclusivamente, a este quehacer específico y diario de los médicos en su relación con los pacientes.

Para Potter V.R. y Englewood Cliffs "La Bioética debe ser un puente entre las ciencias y las humanidades y una forma de enfatizar los dos componentes más importantes para llegar a un nuevo saber, tan desesperadamente necesario: conocimiento y valores humanos".

A raíz de la inquietud generalizada por estos asuntos, es que surgió en las últimas décadas un nuevo campo de estudio llamado "Bioética" que para algunos es sinónimo de ética médica.

El término Bioética, fue acuñado por el oncólogo norteamericano Van Renssealaer: "Elegí (bio) para representar en conocimiento biológico la ciencia de los sistemas vivientes, elegí (ética) para representar el conocimiento de los sistemas de los valores humanos". Entendió la bioética como un nuevo paradigma intelectual y cultural, consistente en la confrontación entre los hechos y valores. La bioética como disciplina, se origina en los Estados Unidos a comienzos de la década de los 60, a raíz de la preocupación moral frente a los avances del conocimiento médico y biológico. El progreso científico había permitido el nacimiento de tecnologías que permitían sobrevivir a pacientes, resolver situaciones antes insolubles, mejorar o paliar complicaciones con similar o mayor éxito.

La bioética se rige bajo cuatro principios fundamentales:

1) Principio de Beneficencia: búsqueda del bien.

2) Principio de no maleficencia: evitar daño o lesión.

3) Principio de Autonomía: respeto por las decisiones de pacientes competente, en función de su proyecto de vida.

4) Principio de Justicia: distribución equitativa de recursos.

Hoy en día, en la Sociedad de Gastroenterología estamos registrados más de setecientos miembros, la mayoría con una práctica cotidiana institucional y/o privada en diversos procedimientos diagnósticos y terapéuticos con distintos niveles de complejidad.

Enmarcado bajo estos criterios y en consideración del momento actual de nuestra especialidad en el país, parece pertinente generar una corriente que promueva la permanente difusión y práctica de estos principios, desde la Sociedad de Gastroenterología, a través de todos sus estamentos y actividades (Congresos, cursos, sesiones científicas, publicaciones, etc.), con especial énfasis en la enseñanza de estos valores en los procedimientos endoscópicos.

De otro lado, las distintas universidades nacionales o privadas, los hospitales del MINSA, de EsSalud, de las Fuerzas Armadas o Policiales e incluso centros privados han desarrollado convenios a través de los cuales se "forman" a futuros gastroenterólogos. Sin embargo, lo más común es que los centros de entrenamiento padezcan de las restricciones de infraestructura, equipamiento, presupuestarias, etc. Esto crea escenarios no ideales, como los vistos en los llamados "centros de excelencia", ante esto, nuestra Sociedad muestra sus esfuerzos para suplir estas deficiencias a través de sus cursos internacionales de gastroenterología y endoscopía (con demostraciones en vivo); nacionales u otros con invitación de profesores extranjeros para demostraciones que nos son hechos rutinariamente o cursos locales con expertos para procedimientos específicos con reducida cantidad de asistentes, etc.

Es decir, los objetivos a plantear en la propuesta incluye: instruir a los endoscopista no solo en un alto nivel de práctica, sino también de los principios bioéticos, de forma que no se perjudique al paciente, respetando su derecho de autodeterminación.

Por estas razones y desde este espacio, nos atrevemos a sugerir que liderados por la Sociedad de Gastroenterología se impulse adicionales actividades o metodologías bien adecuadas a nuestra realidad que nos permita reducir el margen de error aplicando estos principios, aun considerando que éstos no tienen valor absoluto, pero si nos garantizaría el respeto por la dignidad de las personas y el derecho de todos de ser tratados de la misma manera (por ej. el abuso tecnológico).

A continuación, anotamos algunas pautas a considerar:

  • La calidad y acreditación de las unidades de enseñanza.
  • Las normas de enseñanza y la evaluación del practicante.
  • La ética de la supervisión.
  • El compromiso del personal de enfermería en la enseñanza.
  • El consentimiento del paciente.
  •  El uso de simuladores en la enseñanza, etc.

Comprendemos que la enseñanza requiere tiempo, mano de obra e idealmente sesiones separadas que involucre a personal experimentado y entusiasta.

"AYUDAR O AL MENOS NO PERJUDICAR"

Hipócrates

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