IN MEMORIAM

In Memoriam

José Watanabe Yamamoto

 

Maria Pilar Villanueva Campos

Gastroenteróloga de la Clínica Centenario Peruano Japonesa y de Oncosalud. Lima, Perú.

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He recibido el altísimo honor de compartir con ustedes una semblanza de la deslumbrante trayectoria de nuestro querido profesor Dr. José Watanabe Yamamoto. Uno de los seres humanos más inteligente y productivo que hemos conocido y que tuvimos la dicha de mantener un lazo de amistad entrañable, en mi caso por casi 30 años.

Imposible tarea resumir todos sus logros; sin embargo, lo intentaremos:

• Nació en 1945 en Barranca en el seno de una familia de inmigrantes japoneses, siendo el tercero de cinco hermanos.

• Viene a Lima para desarrollar sus estudios secundarios en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe, graduándose con honores en 1961.

• Ingresa con solo 16 años a la Facultad de Medicina de San Fernando de la que también egresa con honores en 1969.

• Consigue la beca de JICA emigrando por casi seis años a Japón estudiando varias áreas de la gastroenterología desde Rayos X a doble contraste incluyendo la endoscopía incipiente de aquel momento.

• A su retorno al Perú ingresa a trabajar al Hospital Arzobispo Loayza.

• Con el apoyo del Gobierno de Japón promueve y desarrolla el centro endoscópico del Hospital Loayza desde 1977, iniciando una de las mejores escuelas de Gastroenterología convirtiéndose actualmente en un centro de referencia a nivel nacional. Es allí donde une esfuerzos con el grupo de Fisiología Gastrointestinal de la Universidad Cayetano Heredia iniciando su colaboración en el estudio del Helicobacter pylori. Este es uno de los grupos de investigación más fructíferos de la medicina peruana, con los cuales logra reconocimiento internacional y además el más prestigioso Premio Nacional de Medicina, el Hipólito Unanue en el año 2000.

• Formó parte también del Primer Comité Editorial de la Revista de Gastroenterología del Perú en 1981 y en ese mismo año se convierte en médico fundador del Policlínico Peruano Japonés que inicia labores solo con 4 especialidades y gracias a su empeño y alto nivel, convierte al servicio de Gastroenterología en pilar fundamental del prestigio que ostenta actualmente esta institución

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• Vuelve a Japón en 1985 para entrenarse con el profesor Fujita exclusivamente en procedimientos endoscópicos terapéuticos, convirtiéndose en uno de los primeros gastroenterólogos peruanos en realizar endoscopía terapéutica de vías biliares.

• Fomenta la creación de la Dirección de Investigación Científica del PPJ desarrollando los Congresos Internacionales de esta institución desde 1991, los que continúan hasta la fecha y que llevará su nombre el próximo año. En 1998 dentro del desarrollo del Congreso Internacional del PPJ promueve la transmisión de procedimientos endoscópicos en vivo a cargo de profesores de gran prestigio internacional.

• Con toda esta experiencia acumulada, el Comité Organizador del Congreso Panamericano realizado el 2001 en Lima, le encarga la presidencia del Congreso Panamericano de Endoscopía Digestiva, convirtiéndose en la primera sede en realizar transmisiones en vivo de procedimientos endoscópicos. Con el auspicio de los profesores extranjeros contactados durante el Panamericano funda el Club Peruano Japonés de Endoscopía digestiva.

• Promueve la construcción de la Clínica Centenario Peruano Japonesa, consiguiendo el apoyo para su diseño de prestigiosos arquitectos brasileños.

• Este brillante gastroenterólogo entra al nuevo milenio con su permanente inquietud y capacidad innovadora consiguiendo realizar la primera intestinoscopía de doble balón en el Perú en el 2006.

• Como fue su más importante característica: la generosidad de compartir capacidades, dirigió el equipo que inició en nuestro país los entrenamientos en modelos animales desde el 2004, priorizando el entrenamiento de gastroenterólogos jóvenes o en formación.

Pero José Watanabe Yamamoto, nuestro querido doctor Pepe, fue para su entorno más cercano, para sus hijos académicos, que sumamos muchas decenas y para sus entrañables amigos de toda una vida; muchísimo más que una mente brillante, más que el gran maestro de gastroenterología, más que un extraordinario endoscopista. Fue el que nos brindó la protección de padre, la complicidad del amigo, el de la diversión a carcajadas, el palomilla que disfrutaba intensamente las aventuras.

Fue y será el padre generoso en lo académico y aún más generoso en el amor que nos regaló y nos enseñó a compartir y nos unió en torno a él.

Doctor Pepe donde quiera que estés, te entregamos nuestro inmenso cariño y ten la certeza que estarás siempre con nosotros.