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Anales de la Facultad de Medicina

versão impressa ISSN 1025-5583

An. Fac. med. vol.76 no.2 Lima abr./jun. 2015

http://dx.doi.org/dx.doi.org/10.15381/anales.v76i2.11144 

ARTÍCULOS ORIGINALES

 

Vocación psiquiátrica

Psychiatry as a vocation

 

Alberto Perales Cabrera1,2, Alfonso Mendoza Fernández1,2, Elard Sánchez Tejada1,2,Eric Bravo Basaldúa1,2, Lorenzo Barahona Meza2, William Aguilar Rivera2

1 Instituto de Ética en Salud de la Facultad de Medicina, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú.
2 Departamento de Psiquiatría, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú.

 


Resumen

Objetivo: Describir y delimitar el proceso de vocación psiquiátrica y las variables que se le asocian. Diseño: Estudio de casos, transversal, cualitativo, descriptivo y comparativo. Metodología: Previo consentimiento informado se realizaron entrevistas en profundidad, audio-grabadas, en dos grupos seleccionados por criterios de heterogeneidad: 45 psiquiatras en ejercicio actual y 61 médicos residentes de psiquiatría. Resultados y conclusiones: La vocación psiquiátrica comprende varias dimensiones. En ella destaca la consideración integral de la persona, el interés por el aspecto psíquico del paciente y el deseo de aliviar el sufrimiento que causa la enfermedad mental. En el grupo de psiquiatras en ejercicio, la vocación psiquiátrica se aprecia más consolidada y genuina. En el grupo de residentes, ella impresiona más debilitada y, en algunos casos, inexistente. Varios de los residentes entrevistados escogieron la psiquiatría como especialidad por motivos de conveniencia personal, al no haber alcanzado una vacante en la de su preferencia.

Palabras clave. Vocación psiquiátrica, vocación médica, educación médica.

 


Abstract

Objective: To describe and delimit the psychiatric vocation process and its associated factors. Design: Transversal, qualitative, descriptive and comparative study of cases. Methodology: Previous informed consent in depth audio-recorded interviews were carried out in two groups selected by criteria of heterogeneity, 45 psychiatrists currently in practice and 61 residents in psychiatry. Results and conclusions: Psychiatric vocation includes several dimensions. It considers the person as an integral being, showing strong interest on the psychological part of the patient and a need to reduce the suffering caused by mental illness. In the group of psychiatrists, the psychiatric vocation showed itself as more consolidated and genuine. In the group of residents, psychiatric vocation appeared as a weak and in some cases inexistent process. Several residents chose psychiatry as a career on account of personal convenience because they did not reach vacancy in their preferred specialty.

Keywords: Psychiatric vocation, medical vocation, medical education.

 


INTRODUCCIÓN

Existe preocupación mundial por el decremento de médicos que eligen la psiquiatría como especialidad (1,2), hecho que plantea un serio problema para la salud pública y la atención psiquiátrica en la próxima década (3). Una explicación inicial para este hecho tendría que ver con la declinación de la vocación psiquiátrica en los médicos actuales.

A nivel internacional, la presencia adecuada de especialistas se mide por una tasa que resulta de determinar el número que de ellos se requiere por cada 100 000 habitantes. En el caso de la psiquiatría, las cifras no son homogéneas, aun en países desarrollados pues, por ejemplo, Suiza cuenta con 30 especialistas mientras que Estados Unidos de Norteamérica dispone de 7,79 (4).

Psiquiatras en el Perú

El número exacto de psiquiatras que ejercen en el Perú no es fácil de precisar. La cifra más aproximada lo ofrece, con limitaciones, el Registro de Especialistas del Colegio Médico del Perú (Registro de Especialistas del Colegio Médico del Perú, 2013, proporcionado por el Colegio Médico del Perú para el presente trabajo). Tal documento señala un total de 637. De ellos, se estima que casi el 80% trabaja en Lima. Según esta información el Perú, como país emergente, contaría con 2,12 psiquiatras por 100 000 habitantes.

Por otro lado, el número de residentes en programas oficiales de adiestramiento psiquiátrico, vinculados a 8 universidades, es de 78, no habiéndose alcanzado a cubrir el total de plazas ofrecidas para el adiestramiento remunerado en el 2014, que fue de 90 (Información proporcionada por MINSA, Unidad de Salud Mental, 2014).

Necesidad de investigar científicamente la vocación psiquiátrica

El problema señalado por la OMS respecto a la elevada prevalencia de trastornos de salud mental, que en el 2020 constituirán gran parte de la carga de enfermedad a nivel mundial (3), refleja la importancia de conocer cuáles son los factores que inducen o estimulan a un médico a especializarse en psiquiatría, puesto que, al disminuir el número de psiquiatras en el mundo, tales necesidades no podrán cubrirse.

¿Por qué escoge un médico la psiquiatría como especialidad? ¿Cómo se forma tal vocación? no son preguntas banales. En la literatura internacional se intenta responder a tales interrogantes, tema que abordaremos más adelante. En el ámbito nacional, sin embargo, no hemos encontrado trabajos de investigación científica sobre vocación psiquiátrica, aunque sí reflexiones al respecto de psiquiatras y médicos notables de otras épocas que, al amparo de su experiencia personal, ponen de relieve factores y variables que constituyen líneas interesantes de investigación sobre el problema de la vocación médica en general, y de la psiquiátrica en particular.

Así, por ejemplo, Honorio Delgado respecto a la vocación médica señala "…Ciertamente que hoy no creemos estar en comunión con fuerzas mágicas… en el ejercicio de nuestro arte, pero toda nuestra vida profesional es dirigida e iluminada por una fe íntima en la idea de la medicina. Esta fe es la sustancia esencial e inmutable de la vocación médica… sustancia gracias a la cual ser médico no constituye simple ocupación utilitaria. Olvidarla o preterirla significa trivialidad, desmedro, desnaturalización, trabajo forzado o charlatanismo" (5). Sobre el mismo tema Carlos Alberto Seguín, refiriéndose a la vocación psiquiátrica, apunta, "Es indudable que hay jóvenes que, desde muy temprano, sienten un verdadero interés por los aspectos psicológicos de la medicina y piensan hallar en la psiquiatría una respuesta a sus inquietudes. Creemos indispensable aclarar que, detrás de ese afán intelectual se hallan, como siempre, una serie de factores profundos, generalmente de naturaleza afectiva, episodios importantes ocurridos en la infancia y en relación con seres queridos o cercanos que pueden enfocar la inquietud en ese sentido. Problemas personales que no hallan solución están también presentes y todo ello se traduce en una vocación, un llamado, que el joven estudiante une a la comprensible necesidad de hallar respuesta a los misterios de la relación del cuerpo (principalmente el cerebro) con la conducta y la acción terapéutica de los psiquiatras". Y luego lo vincula a su valioso concepto de eros terapéutico: "un amor desinteresado, no posesivo, no imperativo, libre de implicaciones sexuales, que une al médico con el paciente en una cualidad benéfica y floreciente" (6).

Lo señalado anteriormente sobre la merma de especialistas en psiquiatría (1,2) y la advertencia de la OMS (3), de que en el año 2020 el AVAD, (años de vida ajustados en función de la discapacidad, en este caso por trastornos mentales y neurológicos) llegará al 15%, con una fuerza profesional insuficiente para cubrir tal demanda, son elementos fundamentales para justificar el presente estudio. En el Perú, este problema de salud pública deviene prioritario al evidenciarse que varias de sus regiones acusan este déficit. Al respecto, suele ser comentario entre nuestros especialistas que la vocación psiquiátrica en nuestro país ha disminuido. De ahí la importancia de ahondar en el conocimiento de esta realidad a fin de utilizarlo en la formación de los futuros psiquiatras peruanos.

Los autores del presente trabajo estudiaron, previamente, la vocación médica, describiéndola en informes recientes como un proceso que puede iniciarse en cualquier momento de la vida, sea en épocas muy tempranas de la niñez, sea durante la adolescencia o la adultez. Más aún, no todos los alumnos ingresan a la Facultad de Medicina con una vocación sólida. Y algunos lo hacen sin ella, por lo cual las instituciones formadoras debieran preocuparse por determinarla en cada estudiante a su ingreso, con el propósito de estimularla y fortalecerla durante los años formativos del pre-grado. En tal perspectiva, las facultades de medicina debieran ofrecer los estímulos necesarios para que, al egresar, cada estudiante haya definido y consolidado su vocación lo mejor posible (7-9).

Tratándose de un estudio inicial, y no disponiéndose de datos de investigación previos en el país, el propósito del presente trabajo es describir y delimitar el proceso de vocación psiquiátrica en cuanto a cómo se inicia y se desarrolla, para intentar, en primer término, definirlo, y luego generar hipótesis respecto a su génesis y las variables que se le asocian. Aspiramos a que ello posibilite el desarrollo de una línea de investigación que contribuya a resolver el problema de la escasez de especialistas en esta área profesional en nuestro país.

METODOLOGÍA

Estudio transversal de casos seleccionados, analizados cualitativamente con propósito descriptivo y comparativo.

De acuerdo al Colegio Médico del Perú, y como ya hemos mencionado, nuestro país cuenta con 637 psiquiatras registrados oficialmente, de los cuales cerca al 80% trabaja en Lima. De ellos se seleccionó, por razones de factibilidad, solo 48 psiquiatras de Lima Metropolitana, en ejercicio activo de la profesión (3 rechazaron la entrevista, quedando un número de 45). La población de especialistas en formación, es decir de médicos residentes de psiquiatría, vinculada a ocho universidades, es de aproximadamente 78 médicos. De ellos se seleccionó por criterios de heterogeneidad -ambos sexos y rango etario sin límite- a 61 (todos aceptaron).

A todos los seleccionados se les pidió consentimiento informado, luego de lo cual se realizaron entrevistas en profundidad, audio-grabadas y posteriormente transcritas utilizando, además, un código para guardar el anonimato. Luego del registro de sus datos generales se utilizó una guía con preguntas norte sobre intereses y lecturas previas al ingreso a la universidad, así como sobre el desarrollo de sus vocaciones médica y psiquiátrica, incluyendo los factores que las influenciaron, tanto internos como externos. Asimismo, se les pidió contestar la pregunta: ¿si pudiera revivir su vida, volvería a escoger la psiquiatría como especialidad? Finalmente, se les solicitó dar su propia definición de vocación psiquiátrica.

Para el análisis de la información recogida se consideraron las variables relacionadas con:

  1. La familia (padres, hermanos, abuelos, tíos),

  2. La escuela, principalmente secundaria (profesores, cursos, lecturas),

  3. La academia de preparación preuniversitaria,

  4. El medio social (interacción con el ambiente médico, sea por tener padres o parientes médicos, sea por la presencia de enfermedades propias o de parientes),

  5. La etapa universitaria (profesores, cursos, lecturas, conferencias, rotaciones),

  6. La práctica profesional de la medicina antes de estudiar la especialidad.

El análisis comprendió las siguientes etapas:

  • Lectura analítica de las transcripciones de las entrevistas y selección de los datos relevantes al estudio.

  • Síntesis, que comprende una organización conceptual y categorización en una matriz, y

  • Elaboración del informe.

Las dos primeras etapas fueron desarrolladas con el siguiente procedimiento:

  • Un primer análisis de ocho entrevistas, para identificar los datos que aparecen en las historias de vida y la primera síntesis en mapa mental que se plasma en una matriz de organización de la información.

  • Un segundo análisis de veintidós entrevistas para extraer datos de una manera más estructurada y completar la matriz elaborada.

  • Un tercer análisis de las entrevistas restantes con el fin de rastrear ideas nuevas y complementar los hallazgos identificados en las etapas previas.

El proyecto fue aprobado por el Comité de Ética de Investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Como ya hemos señalado, antes de proceder a la entrevista en profundidad se solicitó el consentimiento informado a cada uno de los entrevistados, explicándoseles las razones del estudio, las condiciones de confidencialidad y el carácter voluntario de su participación.

RESULTADOS

GRUPO DE PSIQUIATRAS EN EJERCICIO (P1, P2, Pn)

El grupo de psiquiatras en ejercicio estuvo constituido por 45 especialistas con experiencia variada. Los datos demográficos se resumen en la tabla 1.

 

 

Elección de la medicina como carrera

La familia

La influencia de los padres

Los padres influyen directa o indirectamente en la decisión de los hijos para elegir la carrera médica. En unos casos es a través del ejemplo dado por la propia práctica profesional, o mediante incentivos o motivaciones que se despliegan de un modo no premeditado, casi inconsciente, como, por ejemplo, cuando la condición de médico de uno o ambos padres se constituye en un fuerte elemento impulsor, pues los hijos se habitúan a un ‘entorno médico’ en el cual se habla con frecuencia de temas de salud, incluyendo la descripción de casos reales. A ello se suma el hecho de estar relativamente inmersos en un entorno amical parental médico, tanto en reuniones sociales cuanto en certámenes de carácter científico a los que asisten. En otros casos, los padres médicos inician precozmente a sus hijos en sus actividades profesionales, llevándolos a los hospitales donde trabajan o a sus consultorios. Asimismo, el estímulo ambiental se grafica en el material médico de lectura disponible en casa, que puede estimular tempranamente, casi diríase naturalmente, la elección de la carrera médica.

Otro aspecto a considerar es la influencia de padres que, habiendo querido ser médicos, no lograron su propósito por diversas razones, y tienden a explicitar sus deseos en conversaciones familiares, lo que va despertando el interés de los jóvenes hacia la medicina. En otros casos, los padres desean que algún miembro de la familia llegue a ser médico por el prestigio de la profesión y la creencia de que, una vez lograda, el futuro económico estará asegurado. En el extremo opuesto, se da el caso de padres que se oponen a que sus hijos, sobre todo las mujeres, estudien medicina, más aún psiquiatría, y hacen todo lo posible por desanimarlos(las).

También se aprecia el caso de padres aquejados por penosa enfermedad, lo cual motiva a los hijos a escoger la medicina con el deseo de ayudarlos. En otros casos, el padre se cuida de ofrecer las condiciones necesarias para que, sobre todo la hija, estudie la carrera médica y no sea condicionada a hacerse cargo solo de las tareas hogareñas, como lo grafica el relato de una de las entrevistadas: "A veces me encontraba haciendo las cosas ahí con mi mamá, y mi papa decía: pero déjala que ella estudie. Ella no va a estar en esas cosas. Ella va a ser médico ¿no?".

Los hermanos

Los hermanos mayores también ejercen cierta influencia, algunos constituyéndose en un ejemplo a seguir, si están cursando la carrera o han logrado culminarla, o expresando abiertamente su deseo de ser médicos.

La enfermedad de un miembro del hogar

La enfermedad de algún miembro del hogar también aparece como un factor motivador para estudiar medicina, a veces desde muy temprana edad, por ejemplo cuando los padres padecen penosa enfermedad, lo cual mueve a los hijos a escoger una especialidad específica para ayudarlos: "Cuando estaba en primaria decidí estudiar medicina y psiquiatría para tratar la angustia de mi madre" (P 10); o cuando a consecuencia de una ruptura matrimonial se da en uno de los padres una profunda y creciente tristeza, experiencia que actúa como un impulso que induce a alguno de los hijos a seguir la psiquiatría con la esperanza de ayudarlo: "Mi padre tenía una profunda tristeza por la disolución de su matrimonio" (P 20).

En otros casos es la propia experiencia personal de enfermedad y su tratamiento en hospitales o clínicas la que suscita la motivación por la medicina: "Estuve internado en un hospital por enfermedad… y el contacto con médicos y el ambiente me gustó" (P 26).

Otros miembros de la familia

Otros miembros de la familia, aparte de la nuclear, aparecen también como personajes motivadores para la elección de la carrera médica. Los abuelos, tíos, primos u otros parientes cercanos que ejercen una profesión devienen figuras modélicas, que gozan de respeto y prestigio tanto en el ámbito familiar como en el social, y en ellos los jóvenes se ven retratados, anticipando alcanzar el mismo estatus, todo lo cual se ve reforzado si, además, tienen la oportunidad de observar su desenvolvimiento profesional:

"Mi tía (médico) era mi modelo….desde chiquita quise ser médico…agarraba las muñecas y les ponía inyecciones" (P 26).

En otros casos es la exposición a una experiencia dolorosa que afecta la integridad física de un familiar la que motiva a optar por la medicina: "fue el accidente de un pariente muy querido al que hubiera querido ayudar ante una paraplejia" (P 3).

Pero, también personas del entorno familiar aunque no directamente emparentadas por vínculos de sangre, ejercen influencia significativa en la elección de la medicina: "Una madrina, que era médica, me inculcaba a dedicarme a la medicina" (P 19).

Otros aspectos

En otros casos el interés primario se da por alguna otra profesión, inclinación que no puede concretarse en razón de obstáculos de índole física; por ejemplo un problema visual que frustró la carrera militar deseada; o de otras circunstancias que, sin embargo, no fueron impedimento para ingresar a medicina gracias a un óptimo rendimiento académico: "Llegué a la medicina por descarte" (P 1).

La religión que practica la familia también aparece como factor motivador pues, en ambientes católicos o cristianos, tiende a identificarse a Jesucristo como un gran "sanador": "La imagen que tengo de Jesucristo es la de ser curador, no encontraba otra profesión que lo represente mejor" (P 13). Pero, no es solo ello. En tales ambientes, profundamente religiosos, se ve al ser humano de una manera integral, en concordancia con la prédica comprensiva y compasiva inherente al cristianismo: "como un ser...con sus componentes físicos, mentales, sociales y espirituales; y el servicio al prójimo, por eso la medicina" (P 14).

La escuela primaria o secundaria

En aquellos casos en los que niños o jóvenes desarrollan en la vida escolar la idea de estudiar medicina, los padres tienden a estimularlos con juguetes u otros objetos relacionados con tal carrera.

Los profesores

Asimismo, los profesores de primaria, pero mayormente los de secundaria, constituyen factores de orientación estudiantil hacia la medicina. Entre ellos destacan aquellos docentes de materias tales como anatomía, química o, en general, las ciencias biológicas: "influyó un profesor de química y fisiología que estimulaba sobre la carrera médica". (P 4)

Los cursos

Algunos definieron su intención de estudiar medicina, más allá de las bondades técnicas del docente, al tomar contacto con la materia misma de los cursos relacionados con la profesión: ciencias biológicas, anatomía, psicología, química.

Las conferencias

Lecturas en la vida escolar

Hay casos en los que el tipo de lecturas durante el periodo escolar va perfilando la vocación de los estudiantes. Obviamente, entre nuestros entrevistados, los temas más motivadores se relacionaron con la medicina, la anatomía o las ciencias en general.

En algunos casos tales lecturas estuvieron conectadas con lo mental, la psicología o la psiquiatría. La vocación por la psiquiatría se hace evidente en algunas personas por el interés de conocer al hombre integralmente, de comprenderlo, de aprehender su naturaleza, de responder a las interrogantes que plantean las perturbaciones de la persona humana. Por ello, no es de extrañar que personajes de obras literarias aparezcan como elementos motivadores: "En la casa había una biblioteca y la lectura de libros de medicina me despertó el interés en los seres humanos" (P 26). "Al leer el Quijote reparé en sus extravíos mentales y quería entender por qué le pasaba ello" (P 22).

El ambiente social

La cercanía física de la propia vivienda a hospitales o escuelas médicas influye para que algunas personas desarrollen la idea de ser como los médicos que estudian o trabajan en esos lugares, como relatan dos de los entrevistados: "De chico yo veía a los estudiantes de medicina ir con sus mandiles blancos al hospital" (P 2); "(Porque) vivía a dos cuadras de la facultad de medicina…" (P 2).

En algunos casos, la identificación con personajes de la televisión que desempeñan roles de médicos se constituye en factor motivador para seguir la profesión médica: "Veía series médicas en la televisión, pensaba en ayudar a salvar vidas" (P 17).

Hay quienes optan por la medicina a partir de su preocupación por la cuestión social, pensando que a través de ella pueden contribuir a mejorar las condiciones de vida de la población: "Mariátegui era un hombre que hablaba de las diferencias sociales, para ayudar a la gente al igual que los médicos" (P 13).

También, desde muy joven, puede aparecer el espíritu altruista como la vía regia que conduce a la medicina. No son pocos los casos en los que la observación directa de personas enfermas que, sobre todo en comunidades pobres, no pueden ser atendidas por la ausencia de servicios médicos en la localidad, es la que actúa como generadora de la inclinación a la medicina, en un intento de llenar ese vacío: "Me encantaba la medicina porque era muy humanista" (P 11); "Vivía en un lugar donde no había médicos ni medicinas, había que intentar algo para ayudar a la humanidad" (P 13).

La búsqueda de ascenso social y obtención de dinero aparecen también como factores que impulsan a estudiar medicina.

Los aspectos personales

La toma de conciencia de dificultades o limitaciones personales, reales o supuestas, emerge también, en algunos jóvenes, como una poderosa razón para estudiar medicina, en un intento por sobreponerse a sus desventajas, asumiendo así la profesión como un desafío: "Me sentí motivado al ver mis propias dificultades, tal vez por mis defectos físicos" (P 15).

También hay casos en los que los tests vocacionales orientan la elección de la carrera médica.

Otro aspecto muy presente es la disposición que sienten los jóvenes por ayudar al prójimo, su preocupación por contribuir al bienestar de los dolientes y menesterosos.

La elección de la psiquiatría como especialidad. Factores favorables

La familia

Los padres

En la formación de todo ser humano existe una fuerte influencia de las figuras parentales. Respecto a la vocación psiquiátrica, ella puede darse de dos maneras, favoreciéndola o contrariándola. Hay casos en los cuales, por una suerte de transmisión transgeneracional, el padre, psiquiatra, es el ejemplo a seguir por el hijo, quien deviene también psiquiatra. En este caso el padre tiene un rol catalizador en la definición de la especialidad.

Sin embargo, los padres pueden también actuar como una fuerza de oposición contra la vocación por la psiquiatría, haciéndose eco del estigma que la rodea en el imaginario social, o por no considerarla como una especialidad de éxito en la práctica médica: "mis padres no apoyaban la idea de hacer psiquiatría". (P 17). "… en mi familia ello no gustó, por la concepción popular de que uno, tratando locos, se puede volver también loco" (P 2).

Otros miembros de la familia

En algunos casos, las opiniones de los abuelos son tomadas en cuenta para elegir la especialidad: "Mi abuela destacaba la posibilidad de ser independiente en contraste con otras especialidades" (P 15).

Enfermedades de los parientes

Como hemos descrito previamente al abordar el tema de vocación médica, la circunstancia de tener parientes cercanos o muy queridos con problemas de salud mental motiva a elegir la especialidad de psiquiatría con el propósito de atenderlos y cuidarlos. Ello demuestra una gran vocación por mitigar el sufrimiento así como por procurar el bienestar de la familia.

La escuela secundaria

En la casuística estudiada se observa que la preferencia por la psiquiatría puede nacer de experiencias acaecidas durante la vida escolar, principalmente por la influencia de profesores que resaltaban lo valioso de la psiquiatría: "En secundaria, un profesor señalaba que la psiquiatría era lo más elevado del conocimiento…..eso me gustaba" (P 8).

La universidad

Los profesores

Las cualidades de los docentes, sus historias de vida signadas por el éxito, su prestigio u orientación humanista, se presentan como los más fuertes factores de inducción hacia la elección de la especialización en psiquiatría. Así, aparecen casos en que el ‘ser’ del docente de un curso de psicología médica impresiona significativamente al estudiante. También se dan casos en que los profesores invitan a los alumnos a que sean sus ayudantes, tanto en sus consultorios como en sus visitas en las salas del hospital. Hay otros casos en los que las narraciones de situaciones clínicas hechas por profesores de psicología o psiquiatría llevan a los estudiantes a interesarse por la especialidad.

Un aspecto ampliamente reconocido es que el contacto con profesores de gran prestigio en la psiquiatría se convierte en factor determinante para que los estudiantes ‘se enamoren’ de la especialidad. Cuando logran establecer un vínculo de amistad con tales docentes, aumenta la posibilidad de que estos se conviertan en sus mentores y el anhelo de seguir la especialidad se impone casi naturalmente: "Desarrollé amistad con notables psiquiatras, uno de ellos me consiguió una beca para estudiar psiquiatría en el extranjero" (P 11).

Los cursos

Los cursos de psiquiatría y psicología llevados por el estudiante constituyen elementos que contribuyen a definir su vocación. La forma en que estos cursos se desarrollan y sus contenidos terminan de convencerlo sobre las bondades de la especialidad. Asimismo, la relevancia que en ellos se da a los aspectos no somáticos, a menudo desdeñados en otras asignaturas, en razón de una visión estrecha del ser humano que campea en ciertos ámbitos médicos, el descubrimiento de la vertiente psíquica y la psicosocial, así como el reconocimiento de la complejidad de la persona humana, refuerzan la vocación por la psiquiatría: "Llevé naturalmente los cursos de psicología y psiquiatría, y me fascinaron. Leía mucha psicología" (P 2). "Siempre me he interesado bastante por la persona, el ser humano" (P 20).

No pocas veces el tránsito por diferentes cursos en la universidad y el énfasis que se pone en órganos, aparatos y sistemas que se estudian desvinculados entre sí, lleva a algunos estudiantes a la insatisfacción heurística que produce el reduccionismo, y a la búsqueda de un paradigma integrador. Dentro de las especialidades médicas encuentran que la psiquiatría permite esa integración: "Al estudiar medicina pensé que al Hombre había que estudiarlo en el aspecto psíquico. La medicina se circunscribía a una catalogación de síntomas" (P 15).

En otros casos el estudiante se decide por la psiquiatría porque la percibe como una especialidad más respetuosa de la privacidad y la intimidad de la persona humana.

Lecturas

Los libros de autores famosos que abordan temas relacionados con la salud mental, por ejemplo aquellos que tratan del psicoanálisis, son mencionados como factores impulsores de la vocación psiquiátrica: "Lo primero que leí fueron los libros de Sigmund Freud, que me producían un gran placer,… y comencé a decirme que sería psiquíatra (mi elección)" (P 2).

Las prácticas

Las prácticas en el curso de psiquiatría constituyen un aspecto gravitante en la definición de los estudiantes por dicha especialidad. En ese contexto, ver a los profesores interactuando con los pacientes, conversando con ellos, interesándose por su bienestar y el sentido de su existencia, marcan una diferencia en relación a lo que ocurre en otras especialidades. La importancia del encuentro personal y de una adecuada relación clínica, los convence del carácter altruista y profundamente humano de la psiquiatría. Esta influencia se incrementa cuando el alumno tiene la oportunidad de realizar su práctica con profesores de prestigio: "En la residencia vi a un psiquiatra conversar con los pacientes y eso me impresionó" (P 26).

"Me di cuenta que uno podía utilizar la palabra en el tratamiento" (P 1). "Me gustaba conversar con los pacientes de otros servicios prestando atención a los aspectos de salud mental" (P 17). "En el SECIGRA vi muchos casos sobre retardo mental y me producía interés atenderlos" (P 19).

Conferencias

La asistencia a conferencias dadas por psiquiatras de renombre también se evidencia como factor positivo en la definición vocacional: "Escuché al Dr. Carlos A. Seguín. Parecía concluir que el psiquiatra…debía de ser (un) médico completo y, además, estudiar la mente y el alma" (P 13).

El factor afectivo

En algunos casos el compañero o la compañera sentimental emergen como factores favorecedores cuando ellos/ ellas se interesan por los gustos de sus parejas o los acompañan en sus actividades relacionadas con la salud mental.

"Mi enamorada me introdujo a un círculo de estudios de filosofía, psicología" (P 7). "Mi enamorado quería ser psicoanalista" (P 24).

Resistencias contra la especialidad

Es verdad que la psiquiatría genera resistencias en muchos estudiantes de medicina, quienes atribuyéndole un pobre estatus científico incluso le restan méritos considerándola una disciplina médica de rango menor. En algunos casos tal elección genera una suerte de incomodidad en quienes expresan su vocación por la psiquiatría: "Mis compañeros me decían: te vas a desperdiciar en psiquiatría" (P 28); "tienes que dejar (esa elección) y no ser psiquiatra, la psiquiatría es para los flojos, para los últimos de la promoción, para los que no saben nada" (P 30).

El medio social

El ambiente en el que se desarrolla el estudiante, su contacto con reconocidos psiquiatras en diferentes circunstancias, ayuda a definir - en algunos - la vocación por la psiquiatría.

Las oportunidades del mercado de trabajo

Algunos estudiantes culminan la carrera médica sin opción definida por una especialidad. Son las oportunidades de trabajo en psiquiatría las que los ponen en contacto con pacientes de salud mental, y los conducen a ‘elegir’ la especialidad: "Encontré una plaza vacante de residente en un hospital psiquiátrico. El contacto con la gente, el poder hablar, escuchar, eso para mí fue algo que me ayudó a consolidar mi elección" (P 1). "Necesitaba ganar dinero y no habían vacantes para medicina interna. Opté por la psiquiatría" (P 13).

La competencia de otras especialidades

A veces la opción por la psiquiatría aparece nítidamente como la primera elección en el curso de la carrera; sin embargo, otras especialidades médicas compiten con ella. El proceso se va decantando a medida que avanzan los estudios. Hay, incluso, quienes inician otra especialidad para luego abandonarla y pasarse definitivamente a la psiquiatría: "Primero ingresé a nefrología, pero me cambié a psiquiatría" (P 20). "Quería cardiología, neurología,…no tenía interés en la psiquiatría (pero al final me atrajo)" (P 5).

¿Volvería a ser psiquiatra?

La vocación por la psiquiatría y el compromiso con ella determinan que la gran mayoría de especialistas en esta rama de la medicina respondan afirmativamente a esta pregunta. Algunos lo hacen de manera enfática, mostrando así que se sienten plenamente realizados en su vida con tal elección, en correspondencia con su vocación de servicio:

"Si volviera a vivir, escogería la psiquiatría, porque se puede ayudar a la gente en situaciones que ellas las consideran perdidas" (P 3). "Sí, la elegiría sin duda….porque me he realizado como persona y para aliviar el dolor de las personas" (P 21).

Definición de vocación psiquiátrica

La definición de vocación psiquiátrica comprende varias dimensiones, siendo el hilo conductor el interés por la vertiente psíquica del individuo y el deseo de aliviar el sufrimiento de las personas que sufren enfermedades mentales. En la mayoría de los casos se remarca que la vocación psiquiátrica permite ver las cosas desde diferentes ángulos; que el tratamiento empieza con el deseo de conocer mejor a la persona humana; que lo primordial es el interés por servir al prójimo que sufre de problemas psicológicos. Otros señalan que la vocación se define a partir de compenetrarse con el conocimiento de todo aquello que nos permite explicar y comprender la conducta de las personas. En algunos casos se la define como el deseo de servicio a la persona que padece de una enfermedad mental y la voluntad y disposición de ayuda. También se menciona que para desarrollar la vocación lo primero es la vocación de servicio y luego conocer la especialidad, el saber de qué se trata: "primero, para ser médico tiene que haber una vocación de servicio hacia los demás, si no hay esa vocación de servicio, no puede ser médico, porque no va a ir bien, y después de eso, para la psiquiatría, aparte de la vocación de servicio" (P 30).

GRUPO DE RESIDENTES DE PSIQUIATRÍA (R1, R2, Rn)

El grupo de médicos residentes estuvo constituido por 61 médicos en actual proceso de adiestramiento en la especialidad de psiquiatría. Los datos demográficos y de programa universitario del residentado se resumen en las tablas 2 y 3.

 

 

 

 

La elección de la medicina como carrera

La familia

La influencia de los padres

Un primer factor que llama la atención es que entre los residentes aparecen bastantes casos de padres que se separaron o divorciaron cuando ellos eran aún niños.

Los padres médicos se dan en menor medida que en el grupo de psiquiatras en ejercicio. Pero si tal es el caso y se tiene la experiencia de ver a los padres atendiendo pacientes, el ejemplo hace que casi insensiblemente los niños empiecen a emplear en sus juegos objetos relacionados con la medicina; por ejemplo, jeringas para poner inyecciones a muñecos. Tal conducta va perfilando la vocación por la medicina desde muy temprano. También se dan casos de inducción directa de estos padres para que sus hijos estudien la misma profesión: "Los tiempos de guardia de mi madre, los pasaba (el residente cuando era niño) entre médicos, enfermeras" (R 48). "Mi padre se encariñó con un niño que sufría de retardo mental. Cuando le preguntaba sobre estos pacientes, él me decía: cuando estudies medicina vas a entender" (R 4).

Los padres no médicos influyen de diversas maneras para que sus hijos estudien medicina. Esa influencia puede darse a través de la lectura de artículos sobre temas relacionados con la salud, que luego son comentados en el seno de la familia. Ello motiva el interés de los jóvenes por conocer más y estudiar la carrera médica. En otros casos, los padres de estudiantes que tienen alto rendimiento académico durante la secundaria los motivan a estudiar medicina, considerando que tienen suficiente capacidad para aspirar a una carrera que se estima difícil: "mi padre decía que había sido buen estudiante y me podía ir bien en la medicina" (R 49).

Pero, también se observa casos en que los padres no apoyan el deseo del joven de estudiar medicina precisamente por considerar que la carrera es difícil y que van a tener situaciones complicadas que afrontar y resolver.

Hay situaciones en que uno de los padres es enfermizo y estimula al hijo a estudiar medicina confiando en que lo pueda curar más adelante. En otras, los hijos deciden motu propio seguir la carrera médica animados por la esperanza de cuidarlos y curarlos. "imploraba a Dios para estudiar medicina y curarla" (R3). En algunos casos, los jóvenes estudian medicina sin convencimiento, solo por el afán de satisfacer a sus padres, para posteriormente experimentar deseos de abandonar la carrera, aunque no siempre lo hacen considerando los gastos ya efectuados por los padres.

El escuchar las conversaciones de los padres con sus amigos sobre temas de salud es, en ciertos casos, el estímulo que despierta la curiosidad por saber más para, finalmente, terminar estudiando medicina. Acompañar a alguno de sus padres a sus centros de trabajo y entrar en contacto con el ambiente hospitalario también se revela como un factor desencadenante del interés por la medicina: "Mi madre era pediatra… yo participaba en las guardias de ella" (R 30).

Presencia de enfermedades propias

En algunos casos, el padecimiento de una enfermedad durante la niñez o la adolescencia hace que los jóvenes entren en contacto con el ambiente médico, experiencia sentida como enriquecedora, lo que despierta en ellos el interés por conocer más sobre el cuerpo humano induciendo su vocación médica. En otros casos, el pasar por este tipo de crisis influye en que los niños empiecen a replicar las acciones médicas en sus juegos, desarrollándose así la motivación por la carrera: "Tuve un accidente y en el tratamiento me impresionó el ambiente médico" (R 18).

Los hermanos

En otros casos, es el ejemplo de los hermanos mayores desempeñándose como profesionales de la salud o siguiendo tales estudios lo que contribuye al surgimiento del deseo de estudiar medicina:

"Tenía una hermana médica y otra odontóloga" (R 21).

Otros miembros de la familia

En algunos casos son los tíos u otros familiares que estudian la carrera o son profesionales de la salud, quienes sirven de ejemplo y constituyen una fuente de admiración e identificación, contribuyendo así a la definición vocacional por la medicina: "Mi tío… me obsequió un muñeco de calaverita que era para armar, era para articular; constantemente yo lo ayudaba a repasar cuando él estaba cursando anatomía con los libritos, él me pedía que yo leyera las preguntas, él respondía y era como jugando" (R 56).

La escuela

Los profesores

Hay casos en que los docentes de secundaria ven a los jóvenes como buenos prospectos para la medicina por sus excelentes calificaciones, y les dan cierta orientación que los ayuda a perfilar su inclinación por la carrera médica: "Era buen alumno en biología, el profesor me decía, tú vas a ser médico" (R 9).

Los cursos

Los cursos de biología, anatomía y psicología aparecen como los que más motivan a involucrarse con la medicina, siendo la psicología la que despierta el mayor interés por estudiar psiquiatría. "Me interesaba conocer el cuerpo humano… el curso de psicología me definió para estudiar medicina, específicamente psiquiatría" (R 6). En algún caso se piensa en estudiar una especialidad de las ciencias naturales, pero la orientación de los maestros hace que finalmente se opte por la carrera médica.

En otros casos, es el tránsito por la academia de preparación para dar los exámenes de admisión a la universidad lo que permite a los estudiantes tomar mayor conocimiento de las posibilidades de las diversas profesiones, interactuando con otros estudiantes o sometiéndose a pruebas vocacionales, y es allí donde surge la inclinación por la medicina: "En la academia de preparación me interesó la medicina" (R 17).

Las lecturas

La lectura de libros, artículos, etc., sobre temas relacionados con el cuerpo humano, la salud o la enfermedad se muestra como un factor que influye para seguir la carrera médica: "Mi padre me hacía leer artículos sobre ciencias de la salud" (R 2).

El ambiente social

Tampoco está ausente la elección de la medicina como vía para asegurar un estatus económico: "Ah, ¿siendo sincero? El prestigio, reconocimiento por la sociedad ¿no?, estatus económico" (R 29).

Otros

La acción social que efectúan algunos colegios secundarios en hospitales, asilos, orfelinatos, etc., desarrolla el espíritu humanista de los jóvenes y los hace pensar en estudiar una profesión que ayude a las personas enfermas o desvalidas, optando así por la medicina. También se tiene casos en que el contacto con estudiantes de medicina que visitan los colegios despierta el interés por tal carrera. Algunos residentes también se orientaron por la medicina en función de los resultados de pruebas vocacionales. Se tiene también casos de aquellos que empezaron a estudiar una carrera del campo de la salud para abandonarla después y luego de un tiempo se deciden por la medicina: "Nunca imaginé estudiar medicina, pensaba en una carrera corta y empecé a estudiar fisioterapia y rehabilitación, allí me empezó a gustar la medicina" (R 14).

La elección de la psiquiatría como especialidad

La familia

Lo personal

Algunos residentes revelan que el estudiar psiquiatría les ha servido para comprender y procesar sus propias dificultades personales, subrayando que el haber descubierto que tenían un problema de salud mental fue lo que los motivó a decidirse por la psiquiatría:

"…Entonces recurrí al psiquiatra, y se inició el tratamiento para la depresión y salí de ella, ahora me siento bien" (R 39).

Los padres

Se ha observado casos en los que los padres no apoyan la idea de hacer la especialidad de psiquiatría, en consonancia con ciertos prejuicios y creencias erróneas relacionados con ella, como se muestra en los siguientes comentarios narrados por dos residentes: "¿Estás segura?, los psiquiatras están rayados" (R 4). "mi madre no quería, cuando le avisé que… que me habían adjudicado la plaza de psiquiatría, me dijo: ¡ah!.. Ni siquiera me felicitó, nada" (R 52).

Enfermedades de parientes

El conocer de casos de enfermedad mental entre los familiares cercanos, incluyendo pacientes con conducta suicida, condujo a algunos médicos a elegir la especialidad de psiquiatría, incluso antes de haber empezado a estudiar medicina: "Pensaba en el por qué de esa enfermedad (mental)" (R 50).

La universidad

Los profesores

Los profesores de psiquiatría ejercen influencia sobre los estudiantes de muy diferentes modos. En ciertos casos ellos devienen un ejemplo a seguir; en otros, los estudiantes se interesan en la especialidad cuando los profesores-en las prácticas- les hacen elaborar las historias clínicas, o cuando realizan procedimientos que los impresionan, como por ejemplo, inducir un estado de trance hipnótico: "Vi a un profesor de psiquiatría hipnotizar a estudiantes y a una paloma, y me pregunté: ¿dónde está el poder?" (R 2). "Un profesor me dijo; métete a psiquiatría, acá estoy yo" (R 30).

Los cursos

Los cursos de psiquiatría, neurología o de humanidades ejercen influencia para seguir la especialidad de psiquiatría. Lo que muchos residentes valoran, entre otras cosas, es que esta ofrece una atención integral al paciente. Sucede también que estos cursos permiten a algunos estudiantes, como se anotó líneas arriba, entender mejor los problemas que aquejan a sus parientes, e incluso los de ellos mismos: "El curso de psiquiatría me permitió obtener respuesta a muchos de los problemas familiares; esta especialidad es más humana que otras" (R 22). "Asistí a un curso de preparación para ingresar a una especialidad. Durante ese tiempo revisamos varias materias y allí me interesé por la psiquiatría; me gustaron sus contenidos" (R 32). Habría que agregar que los cursos de psiquiatría hicieron que algunos estudiantes descartaran otras especialidades por las cuales ya habían mostrado preferencia.

La competencia por la residencia

Los médicos compiten para alcanzar una plaza en los programas de residencia que les permitan estudiar una especialidad. La elección según orden de méritos hace que algunos no alcancen vacantes para las especialidades de su preferencia y tomen aquellas que todavía quedan libres. Esta situación ha sido aludida por algunos residentes: "Me interesó la pediatría; no ingresé y opté por psiquiatría" (R 1).

También se tuvo el caso de alguien que deseando la especialidad de cardiología, ingresa a radiología y luego se cambia a psiquiatría.

Las lecturas

Las lecturas de autores famosos, como Sigmund Freud, aparecen también como aspectos que estimulan el interés por la medicina y la posterior decisión para seguir la especialidad.

La interacción con los compañeros de estudios

Aquí hallamos aspectos inductivos, como por ejemplo la inclinación a escuchar a sus compañeros y ayudarlos en sus problemas, mostrando interés por abordar los aspectos psicoafectivos. También se objetivan las opiniones negativas de los compañeros sobre la psiquiatría, a la que irónicamente consideran emparentada con el chamanismo, negándole el estatus de disciplina científica.

La práctica

En las prácticas de los cursos de psiquiatría, en el SERUMS, o en el trabajo médico antes de empezar la residencia, algunos médicos descubren su vocación cuando observan casos de salud mental y toman conciencia de la importancia de prestar atención no solo a la enfermedad del paciente sino a la persona misma. Aprenden a escucharlos y a reconocer el poder de la palabra. También ocurre que algunos médicos ven a la medicina como muy mecanizada, o deshumanizada, lo cual no los atrae ("no me sentía realizado curando resfriados, jaquecas" (R46) y entonces vuelve los ojos hacia la psiquiatría "veía que los pacientes con solo hablar sentían mejoras" (R 46). "me interesa la mente, lo abstracto de la persona" (R 24). "En el trabajo…me estaba ahuesando" (R 26).

Otros aspectos

Hay casos en los que se recurre a las pruebas vocacionales para determinar la especialidad a seguir. Asimismo, se aprecia la influencia del enamorado/a que estudia psicología o ya está haciendo la especialidad de psiquiatría. También se encontró el despertar del interés por la psiquiatría al tratar de armar personajes en el momento de escribir novelas, trance en el cual surge la pregunta ¿cómo son las personas?

La competencia de otras especialidades

La psiquiatría no siempre emerge como la primera elección de especialidad. Incluso, en algunos casos, no estuvo entre las deseables. Es más frecuente pensar primero en otras especialidades, con menciones de una gran gama de las mismas, sin un patrón determinado, para finalmente ingresar a psiquiatría, en algunos casos por no haber alcanzado la vacante necesaria en las especialidades de su preferencia. Pero también hay casos en los que, ya estando formándose en otra especialidad, se desilusionan de ella y, motivados por el trato con pacientes con problemas de salud mental, deciden cambiarse a psiquiatría. Se observa, incluso, situaciones en las que el haber sido testigos de maltratos a los pacientes y aún a los residentes, los llevó a cambiarse a psiquiatría: "Ingresé a radiología y luego me cambié a psiquiatría" (R 17). "Mi primer interés fue oncología, luego neurología", (R 3). "Ingresé a oncología, pero vi mucho maltrato a pacientes y residentes" (R 37).

¿Volvería a ingresar a psiquiatría?

Hay entrevistados que muestran una firme convicción de que la psiquiatría es la especialidad adecuadamente elegida, y responden afirmativamente cuando se les pregunta si volverían a elegirla si acaso ello fuese posible: "me muero en psiquiatría, primero y último psiquiatría" (R 24).

Pero, también se aprecia que la vocación psiquiátrica, en algunos casos, no solo no se ha consolidado sino que parece no haber nacido. La elección de la especialidad por conveniencia explica por qué algunos residentes responden negativamente a la pregunta y mencionan que escogerían una especialidad diferente. Esto plantea un serio problema educativo. En una especialidad tan sensible como la psiquiatría ¿podrá ser un buen profesional aquél que no siente la vocación necesaria? En todo caso, este tema debiera ser investigado más profundamente: "Sí, pero podría ser también neumología" (R 23). "Sí, pudiera ser también endocrinología" (R 27).

Definición de vocación psiquiátrica

Una idea ampliamente aceptada es que la vocación psiquiátrica implica un servicio que se brinda a la persona afectada por un resquebrajamiento de su salud mental, viéndola como algo más que un código diagnóstico, es decir, como persona sufriente, merecedora de un cuidado integral, reconociendo su complejidad y la multidimensionalidad de los trastornos mentales. Además, se remarca cuán importante es la entrega generosa y altruista, y la satisfacción que experimenta el propio psiquiatra al cumplir con su deber y vocación:

  • "Es la disposición a atender, a hacer lo correcto, atento al bienestar del paciente" (R 13).

  • "Es el deseo de querer ayudar a nuestros pacientes, que nos satisfaga, que nos emocione" (R 22).

  • "Es actitud de servicio, ver las causas, no quedarse en los efectos" (R 24).

  • "Es el sentir que tu paciente o que la persona que tienes al frente es más que un código, es más que un diagnóstico, la persona es más que eso" (R 36).

DISCUSIÓN

De acuerdo a su época y entorno, el chamán fue probablemente el primer ‘médico integral’ que, investido de una autoridad mágico-religiosa aunque sin conocimiento científico, pero con enorme saber práctico, atendía a la población asistida con tres armas fundamentales: 1°) Gran capacidad de manejo de la relación emocional chamán-paciente en una cultura taumatúrgica-religiosa con poderes otorgados por dioses y demonios; 2°) Su gran capacidad de psicoterapia catártica, persuasiva, sugestiva y con la habilidad de generar trances hipnóticos; y, 3°) Conocimiento profundo de la acción farmacológica de plantas medicinales. El chamán mezclaba su saber práctico con su pericia en el trato interpersonal y, sobre todo, de las emociones. Por eso podríamos decir, como señalaba C A Seguín, remontándose a los orígenes de la práctica médica, que la psiquiatría no es una especialidad sino la esencia misma de la medicina.

Hoy, la formación científica de los psiquiatras se realiza en facultades o escuelas de medicina por medio de programas de especialización. Las instituciones formadoras asumen tácitamente que el médico aspirante elige la especialidad porque posee una vocación acendrada que asegurará su buen rendimiento en el proceso formativo. La verdad es que sobre ello no existe evidencia alguna, aunque sí diversos intentos explicativos.

Monleón y col. investigaron en estudiantes de medicina los factores de personalidad que se asociaban a la elección de las especialidades médicas, utilizando el 16PF de Cattell. Encontraron que aquellos "que habían optado por las especialidades de ‘pediatría’, ‘ginecología’ y ‘especialidades sensoriales’ tendieron a ser respecto al resto de estudiantes más ‘afectuosos’ (A+), ‘confiados’ (L-) y ‘prácticos’ (M-); los que escogieron la especialidad de ‘psiquiatría’ fueron más ‘sensibles’ (I+) e ‘imaginativos’ (M+) y los que prefirieron ‘traumatología’ ‘duros’ (I-) y ‘prácticos’ (M-). Los que optaron por las especialidades de ‘medicina interna’ y ‘cirugía’ no presentaron un perfil de personalidad diferenciado del conjunto de estudiantes de medicina (10).

Ocampo –Zegarra y col. informan que "de un total de 78 residentes de psiquiatría que cursan formación en 7 universidades peruanas, se entrevistó, previo consentimiento informado, a 54 de ellos (69%). De dicho total, 59% fueron mujeres. La edad promedio fue de 31 años, en un rango de 25-48, lo que estaría indicando que la especialidad se va orientando a profesionales mujeres y que algunos eligen la especialidad bastante tarde" (11).

Pailhez Vindual y col. estudiaron las actitudes vocacionales hacia la psiquiatría de los estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona. Utilizaron el cuestionario de Balon modificado. Lo aplicaron a 207 alumnos, 117 del primero y 90 del quinto curso. Encontraron que estos "aceptan que la especialidad no tiene el prestigio de otras especialidades, restándole peso a la función del psiquiatra dentro del sistema de salud mental. Respecto a la enseñanza, consideran que los profesores psiquiatras están bien capacitados, pero consideran que a pesar de ello no han adquirido una buena preparación práctica ni la convivencia con pacientes" (12).

Holm-Petersen y col., de tres universidades danesas, "Toman una línea base de 222 estudiantes de medicina de los últimos años de la carrera, de los cuales 160 volvieron a ser entrevistados después de su asignación por 4 semanas a un servicio de psiquiatría. Los resultados mostraron que la psiquiatría es considerada como menos atractiva que otras especialidades pero que, luego de un mejor contacto en la rotación de 4 semanas, aumentó el número de estudiantes que consideraron escogerla como especialidad futura" (13).

Nadja P. Marić y col. encuestaron 114 estudiantes de medicina del segundo año de la Universidad de Belgrado, Serbia. Ellos aplicaron un cuestionario de 23 preguntas. Un 15% escogió la psiquiatría como su especialidad futura, mientras que 25% la rechazó completamente. Los primeros lo hicieron en base a considerarla más como un desafío intelectual que por su prestigio o rendimiento económico; mientras que los segundos la rechazaron totalmente por no tener bases científicas sólidas, por demostrar pobre eficacia clínica y, además, porque les disgustaba pasar por situaciones de estrés con pacientes ante los cuales mostraban prejuicios negativos (14).

La elección de la medicina

La elección de la medicina como carrera profesional se puede dar en diferentes etapas de la vida de una persona. En unos casos puede iniciarse en la niñez, como resultado de la influencia directa de la familia, o por la exposición a un ambiente médico a través del ejemplo de padres, miembros o amistades de la familia que se desempeñan como médicos, lo que hace que los niños desarrollen el deseo de convertirse en parte de dicho ambiente. En el grupo de psiquiatras en ejercicio se aprecia un mayor número de casos con antecedentes de padres o familiares médicos que en el grupo de residentes, lo que les facilita interactuar desde niños con profesionales médicos, escuchar conversaciones sobre temas científicos, involucrarse en las actividades profesionales de los padres, o tener un acceso cercano a lecturas especializadas. Todo ello va configurando una vía conducente a la carrera de medicina. Esto es menos evidente en el grupo de residentes, quienes, a diferencia del grupo profesional en ejercicio, provienen de familias de estratos sociales económicamente menos pudientes, en los cuales no se da la predominancia de profesionales médicos, lo que indicaría además que, en los últimos tiempos, la carrera médica se ha hecho socialmente más accesible a quienes pertenecen a dichos estratos.

Un aspecto importante a considerar es que, en ciertos casos, la exposición a enfermedades de familiares directos predispone a los jóvenes a interesarse por curarlos o aliviarlos y a decidirse, en consecuencia, por la medicina. En otros, la propia experiencia de enfermedad pone a los jóvenes en contacto con los médicos, de lo cual nace la inclinación por una profesión que no solo los ayuda a curarse, sino que les abre la posibilidad, a futuro, de aliviar el sufrimiento de otras personas. En esta misma línea se sitúa el caso de quienes, en razón de residir cerca de una escuela médica o de un establecimiento de salud, se identifican desde niños con los estudiantes que, premunidos de sus mandiles blancos e instrumental médico, acuden a dichos lugares.

Un aspecto que destaca mayormente en el grupo de residentes en psiquiatría es el haber sido testigos, desde muy jóvenes, de la separación o las disputas constantes de sus padres, con la secuela de pérdida del equilibrio emocional de uno de ellos, generalmente la madre, lo que determina la decisión del joven por estudiar medicina. También aparece en este grupo la sutil y persistente presión que ejercen los padres sobre los hijos al reconocerles cualidades de buenos estudiantes, hecho que consideran de buen pronóstico para abrazar la carrera médica, que estiman bastante difícil. Sin embargo, este aspecto también es tomado en cuenta en sentido contrario, pues los padres preferirían que los hijos emprendan una carrera que demande menos esfuerzo y menos costo y con mayor posibilidad de éxito económico. También hemos encontrado casos en los que los residentes estudiaron la carrera por satisfacer el deseo de sus padres, cuando en realidad hubieran preferido otra, a pesar de lo cual ejercen la medicina de un modo que les resulta satisfactorio.

En el grupo de psiquiatras en ejercicio, el ser médico aparece como un medio para alcanzar el respeto social del que goza la profesión médica. En el caso de los residentes, por el contrario, se aprecia casos que evidencian el deseo de asegurarse un buen estatus económico, aunque otros, en cambio, censuran que la atención a los pacientes esté guiada principalmente por intereses crematísticos. En el grupo de psiquiatras en ejercicio también se aprecia la influencia de factores ligados a la religión para desarrollar la vocación de servicio pues asocian a Jesucristo como un ‘curador’.

Los maestros de secundaria, sobre todo aquellos relacionados con las ciencias naturales y la psicología, son reconocidos como inductores del interés por la carrera médica, que suelen recomendarla a los mejores estudiantes. Hay casos, en el grupo de residentes, en que es el paso por las academias de preparación para postular a la universidad la que deviene en factor fundamental en la decisión de orientarse hacia la medicina, sea por entrar en contacto con compañeros que ya tenían pensado seguir esa carrera, sea como resultado de pruebas vocacionales, fenómeno que se da, comprensiblemente, en los estudiantes que aún permanecían indecisos sobre su futuro profesional.

Aun cuando hoy existe un amplio abanico de nuevas profesiones, la carrera médica sigue ejerciendo un poderoso atractivo para los jóvenes -y sus familias-. Ello explica que, a pesar de haber una mayor oferta que antaño, la demanda la supera y muchos estudiantes se ven obligados a postular repetidas veces para alcanzar una vacante. En algunos casos los jóvenes han emigrado a otros países en los que la exigencia para ser admitido en una escuela médica es menor, para, luego de terminar sus estudios, retornar al país y ejercer aquí la profesión.

La elección de la psiquiatría

La elección de la especialidad de psiquiatría empieza no infrecuentemente a partir de la experiencia temprana de tener parientes con enfermedades mentales. En el grupo de los psiquiatras en ejercicio se ha dado casos en que los hijos replican la especialidad de los padres, pero en el grupo de los residentes no se tuvo este tipo de situaciones. No han sido pocos los casos en los que los futuros psiquiatras tuvieron que enfrentar la resistencia de sus padres, quienes no consideraban la especialidad como sinónimo de éxito, o por el riesgo de que se diera en ellos una suerte de mimetización con sus pacientes. Por otra parte, como para la elección de la carrera médica, también se pudo constatar que- en no pocos casos- la influencia de los profesores en el curso de la vida escolar fue decisiva para interesarse por la psiquiatría.

En el grupo de psiquiatras en ejercicio dos factores aparecen como relevantes durante su etapa formativa en el pregrado: la interacción con docentes de reconocida calidad personal, de quienes -en algunos casos- llegaron a ser asistentes, y la observación del tratamiento que se prodigaba a los pacientes con trastornos mentales. Estas experiencias fueron determinantes en su elección de la psiquiatría como especialidad. En el caso de los residentes la influencia de los docentes universitarios también es referida, pero con menos fuerza que en el grupo de los mayores.

Un dato digno de remarcarse es que, a diferencia de otros cursos, en la asignatura de psiquiatría los estudiantes de pre-grado podían apreciar una manera más apropiada de estudiar y cuidar al paciente, quien era visto como una totalidad, como una persona, lejos de la visión reduccionista predominante en otras asignaturas.

Un aspecto frecuentemente citado es el del contacto -ya graduados, y por tanto ejerciendo la medicina- con pacientes con trastornos mentales, como el factor que motivó el interés por la especialidad.

También se presentan situaciones en las que los médicos siguen primero una especialidad diferente, y luego de algún tiempo de experiencia profesional, por considerarla una especialidad más humana, se inclinan por la psiquiatría.

En algunos casos se opta por la psiquiatría debido a que se presentó una oportunidad laboral. Ello es más frecuente en el grupo de residentes, en quienes el afán de supervivencia prima. Por tal razón, quizás, la vocación por la psiquiatría entre ellos no parece tan cimentada como en el caso de los psiquiatras en ejercicio. Tal hipótesis se comprueba cuando, respondiendo a la pregunta pertinente, algunos residentes manifiestan que si tuvieran que empezar su vida de nuevo elegirían otra especialidad en lugar de la psiquiatría.

En el grupo de psiquiatras en ejercicio, la afirmación de que volverían a estudiar psiquiatría si estuvieran en la hipotética situación de retornar a la época de postulación, es mayoritaria y más enfática que en el caso de los residentes.

Vocación psiquiátrica

La vocación psiquiátrica es definida de una manera comprehensiva, buscando articular sus múltiples dimensiones, haciendo referencia a la persona como un ente global, y sin dejar de considerar el contexto familiar, subrayando que ella apunta a considerar la multicausalidad de los problemas de salud. Pero, el hilo conductor es el interés por la parte psíquica del individuo y el deseo de aliviar el sufrimiento de las personas que sufren de enfermedades mentales. Hay quienes enfatizan que la vocación psiquiátrica permite ver las cosas desde diferentes ángulos. Otros, que el tratamiento empieza con el imperativo de conocer mejor a la persona humana, privilegiando el interés por servir al prójimo abrumado por sus problemas psicológicos. Para, muchos la vocación se define a partir de un interés genuino por comprender el mundo psíquico del paciente y tratar de entender lo que motiva la conducta de las personas. La mayoría la define como un deseo de servir a los sujetos que padecen de una enfermedad mental, subrayando que cuando se cuida a un paciente no se está frente a un código o un simple diagnóstico. La voluntad de ayuda al ser doliente es consustancial a la vocación psiquiátrica, pero para poder ejercerla a plenitud, se dice, se requiere conocer e interiorizar lo que significa la especialidad.

CONCLUSIONES

  • La elección de la medicina como carrera profesional y de la psiquiatría como especialidad se puede dar en diferentes etapas de la vida de una persona, en algunos casos incluso en la niñez temprana, como resultado de influencias familiares, personales y aún externas.

  • En el grupo de los psiquiatras en ejercicio, la vocación psiquiátrica se aprecia más consolidada y genuina, a diferencia de lo que sucede en el grupo de residentes, en el que aparece más débil, y en algunos casos, inexistente.

  • Varios de los residentes entrevistados escogieron la especialidad de psiquiatría por motivos de conveniencia personal, al no haber logrado una vacante en la especialidad de su preferencia.

AGRADECIMIENTOS

  • Al Vice-Rectorado de Investigación y al Consejo Superior de Investigaciones de la UNMSM

  • Al Colegio Médico del Perú

  • Al Dr. Horacio Vargas, Coordinador del Residentado en Psiquiatría de la UPCH.

 

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Artículo recibido el 2 de marzo de 2015 y aceptado para publicación el 14 de abril de 2015.

Financiamiento:
Investigación financiada por el Consejo Superior de Investigaciones de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos con el código: 130120361.

Conflictos de intereses:
Los autores declaran que no existen conflictos de intereses.

Correspondencia:
Dr. Alberto Perales
Correo electrónico: perales.alberto@gmail.com

 

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