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Anales de la Facultad de Medicina

versión impresa ISSN 1025-5583

An. Fac. med. vol.76 no.4 Lima oct./dic. 2015

 

VEINTE AÑOS DE GESTIÓN EDITORIAL EN ANALES

 

In Memoriam. Emilio Marticorena y Carlos Battilana: un recuerdo de valiosos miembros del Comité Editorial de Anales

In Memoriam. Remembering Emilio Marticorena and Carlos Battilana, cherished members of Anales Editorial Staff

 

José Pacheco-Romero1; Oscar Alejandro Castillo Sayán2

1 Presidente del Comité Editorial, Anales de la Facultad de Medicina.
2
Miembro Investigador Permanente, Instituto Nacional de Biología Andina, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú.

 


EMILIO AQUILES MARTICORENA PIMENTEL

El Dr. Emilio Aquiles Marticorena Pimentel (1928-2007) nació el 20 de mayo del año 1928, en la Villa de Arma de la provincia de Castrovirreyna, situada a 3 700 m.s.n.m. Sus estudios escolares los realizó en el Colegio Salesiano de Huancayo y el Colegio Alfonso Ugarte, en Lima. Estudió Medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), obteniendo el grado de Bachiller, en 1955, con la tesis titulada "Probable influencia de las grandes alturas en la determinación de la persistencia del conducto arterioso: observaciones realizadas en 3 000 escolares de altura", y posteriormente recibió el título de Médico Cirujano. Realizó estudios de posgrado en los EE. UU., en cardiología en la Universidad de Stanford (1961 a 1963), Universidad de Pennsylvania (1963 y 1964) y Centro Médico Presbiteriano, en San Francisco, 1968; y más adelante en el Instituto de Cardiología del Estado de Sao Paulo, Brasil, en 1974.

Obtuvo el grado de Doctor, en 1971, por la UNMSM, con la tesis titulada "Edema agudo pulmonar de altura: epidemiología, estandarización de su severidad, evaluación de su terapia". En 1976 recibió el título de especialista en Cardiología y al año siguiente el título de especialista en Medicina Interna, ambos en la UNMSM.

Siendo Jefe del Servicio de Cardiología, Director y Jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Chúlec, de Centromín, en la Oroya, Perú (a 3 780 m.s.n.m.), inició su investigación de la rehabilitación coronaria por efecto de la hipoxia natural. En esta etapa fue Profesor Principal de la Facultad de Medicina, UNMSM y Docente Investigador Permanente del Instituto Nacional de Biología Andina (INBA). En el año 2002 fue nombrado Profesor Emérito de la UNMSM.

Entre sus méritos profesionales, fue Fundador y Presidente de la Filial del Centro de la Sociedad Peruana de Cardiología, en Huancayo (a 3 270 m.s.n.m.); Fundador del Centro de Investigaciones Médicas de la Altura (CIMA), Hospital de Chúlec, La Oroya; Iniciador de las Jornadas Internacionales de Medicina y Cirugía de Altura, La Oroya, 1970; Fundador de la Federación de Montañismo y Deportes de Invierno, Instituto Peruano del Deporte (IPD), Lima, 1992; Fundador y Primer Presidente del Club de Andinismo Médico, La Oroya, probablemente único Club de Montañismo que agrupa a cardiópatas coronarios, 1997; Iniciador y Primer Presidente del Consejo Científico de Esfuerzo Físico y Rehabilitación Coronaria, Sociedad Peruana de Cardiología, 1997 a 1999. Recibió el reconocimiento de Honor al Mérito, por el Hospital Las Palmas, Fuerza Aérea del Perú, 1998.

Miembro de numerosas instituciones médicas y científicas, participó en conferencias nacionales e internacionales, y tiene más de un centenar de publicaciones en revistas nacionales e internacionales.

Su interés por la investigación del hombre y la altura fue un hecho permanente. La exploración científica previa a su abordaje coronario con hipoxia, tuvo como rasgo particular explorar ‘áreas críticas de la medicina de altura’, contribuyendo a aclarar ‘dogmas’ respecto del hombre y la altura. Así, sobre el electrocardiograma y altura concluyó que es relativo aseverar que el electrocardiograma del individuo de altura "muestra invariablemente hipertrofia ventricular derecha", dado que el mismo está en función del nivel de altitud. Este conocimiento es básico para evitar errores de interpretación clínica en pacientes de diferentes alturas, así como en la interpretación de la hipertensión pulmonar y la altura.

Del mismo modo, el edema agudo pulmonar de altura (EAPA) tenía en el mundo una elevada mortalidad, entre otras explicaciones probablemente por la profusa y heterogénea farmacopea utilizada en el intento de controlar con drogas esta entidad. Las investigaciones del Dr. Marticorena definieron claramente que el reposo y el oxígeno es el manejo más adecuado, descartándose –hasta el presente- el tratamiento exitoso del edema agudo pulmonar de altura con fármacos.

En sus últimos años, su interés se centró en el área de la enfermedad coronaria, concretamente en la rehabilitación cardiaca coronaria (RCC), utilizando hipoxia natural y simulada. En 1990, la UNMSM y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC) publicaron un texto con sus primeras investigaciones en el área referida, estableciendo la posibilidad de utilizar hipoxia natural en RCC desplazando a pacientes coronarios hasta 5 200 m.s.n.m., siendo por lo tanto de los primeros que en el mundo utilizaron tales alturas con el propósito de ser rehabilitados. En el año 1995 diseñó un proyecto alternativo, utilizando hipoxia simulada en cámara hipobárica, en el Hospital de Las Palmas, Fuerza Aérea del Perú, donde realizó este procedimiento en forma rutinaria, hasta la fecha de su deceso. Esta pionera labor ha sido reconocida tanto a nivel nacional como internacional.

La práctica del Profesor Marticorena siempre se caracterizó por el meticuloso manejo clínico de cada uno de sus pacientes, siguiendo su evolución y tratamiento, generando una excelente relación médico-paciente, lo cual nos habla no solamente de su innegable interés en lograr la recuperación de la salud de sus pacientes sino también de su calidad como ser humano. El 18 de marzo del año 2007 falleció el Dr. Emilio Aquiles Marticorena Pimentel, insigne investigador pionero de la medicina de altura en nuestro país.

El Dr. Emilio Marticorena fue convocado al Comité Editorial de Anales en el año 1995, por el entonces Decano y Presidente del Comité Editorial de Anales de la Facultad de Medicina Dr. José Piscoya Arbañil, con motivo del relanzamiento de la Revista. Quienes tuvimos la oportunidad de acompañar este Comité recordamos a Emilio como un hombre cordial, siempre dispuesto a aportar, a contarnos sus progresos en la investigación de los problemas de altura. En la labor editorial, participó con una voz calificada en la investigación y en la publicación, apoyando en el rumbo académico y científico que tuvo esta nueva era de Anales y de las publicaciones biomédicas en el mundo, desde 1995 hasta el año 2000.

CARLOS BATTILANA GUANILO

En un artículo publicado en 2009 (Pacheco J, Aliaga E. Carlos Battilana: Profesor, gestor y amigo. An Fac med. 2009;70(4):291-5.), aparece una semblanza de Carlos Battilana Guanilo (1945-2009), miembro del Comité Editorial de Anales entre 2000 y 2009, semanas después de su fallecimiento. Se escribía que, brillante docente de la Facultad de Medicina San Fernando de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Carlos supo transmitir los conocimientos y atraer la atención de sus auditorios de jóvenes estudiantes o de contemporáneos, interesando a sus oyentes en la senda de la capacitación permanente y en la investigación. Por otro lado, comprometió a médicos distinguidos a conformar y liderar grupos con interés en la ciencia-amistad. Su vocación docente lo vinculó a facultades de medicina y academias y sociedades científicas, en donde coordinó cursos y congresos. Su producción científica la dedicó a la nefrología, inmunología, cáncer, costos en el tratamiento médico. Su capacidad gestora y de liderazgo presente desde su época de estudiante, le permitió llegar a ser director regional de un laboratorio farmacéutico de prestigio, organizar una facultad de medicina y tener el cargo de Decano de su facultad de ciencias de la salud. Carlos fue elemento importante para que Anales alcanzara un sitial de privilegio entre las revistas biomédicas peruanas.

Carlos Battilana fue el mejor alumno de su promoción como escolar en el Colegio Claretiano y egresó como médico cirujano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Desde muy joven desarrolló e impulsó la actividad científica, social e institucional, incluso como dirigente estudiantil y como miembro del Consejo de Facultad de San Fernando. En la Universidad de Stanford hizo la especialidad de nefrología, dedicándose posteriormente a la enseñanza e investigación de la fisiología y patología renal.

A su regreso al Perú, en 1978, se dedicó a la docencia, como Profesor Auxiliar a la Facultad de Medicina de San Fernando, realizando la enseñanza universitaria en las diferentes salas del hospital Dos de Mayo y obteniendo más adelante el grado de Doctor y la categoría de Profesor Principal de San Fernando. Publicó artículos en revistas diversas sobre riñón, insuficiencia renal, trasplante renal, cólera, análisis fármaco-económico, y fue ponente en numerosos eventos nacionales e internacionales. En 1991 fundó IPICA, el Instituto Peruano de Investigación Clínica Aplicada, a través del cual promovió y brindó apoyo económico a jóvenes investigadores. Su interés en la comunicación científica le llevó a publicar el libro "Manejo de los pacientes con alteraciones hidroelectrolíticas y del equilibrio ácido base", basado en un curso con metodología de casos clínicos que originaban la discusión por los numerosos asistentes. En 1995 pasó a ser Director Médico de Productos Roche Q.F.S.A. y, dada su alta productividad gerencial, llegó a ser Director Regional, que desempeñó hasta su fallecimiento. En este laboratorio, el año 2005 creó el Área de Investigación Clínica de Roche, que obtuvo el primer puesto regional en investigación clínica en 2009.

En el año 2006, la Sociedad de Medicina Interna de Polonia le otorgó la Medalla de Honor al Mérito, por su desempeño y eficiencia en medicina.

Carlos nos acompañó en Anales de la Facultad de Medicina desde el volumen 61 número 4, octubre-diciembre 2000, cuando el Dr. Fausto Garmendia Lorena, entonces Decano de la Facultad de Medicina, invitó al Comité Editorial actual para mantener el lugar importante que Anales había adquirido a través de sus más de 80 años de existencia y que la gestión del Dr. José Piscoya había retomado su publicación desde 1995. Recordamos a Carlos cuando nos sugería rutas a seguir para perfeccionar la publicación de la Revista. Opinó sobre formatos, carátulas, contenido, índices y otros y se sintió sumamente halagado cuando el Vicerrectorado de Investigación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos otorgó al Comité Editorial el premio al Mérito Científico 2006. Fue artífice en el planeamiento de los festejos de los 90 años de Anales, celebración que incluyó un acto académico en la Casona de San Marcos, el 17 de noviembre de 2008, y un Número Especial 90° Aniversario de Anales, volumen 69, suplemento 2, noviembre 2008. El Comité Editorial recuerda como si fuera ayer sus chanzas y anécdotas que matizaban los encuentros editoriales del Comité, para luego opinar y sugerir soluciones a los problemas.

Estas pocas pero nostálgicas líneas las escribimos en recuerdo de estas dos eminentes figuras científicas y docentes que Anales tuvo el privilegio de contar en sus comités editoriales y que con sus conocimientos, dedicación y empuje nos inspiraron a fortalecer la continuidad de la Revista Anales de la Facultad de Medicina dedicada a la difusión de asuntos de educación, investigación y temas relacionados a la práctica médica, a la enseñanza universitaria y al mejoramiento de la Salud Pública.