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En la estructura del sistema de salud, el recurso humano constituye un factor fundamental, por lo complejo de las variables relacionadas con los servicios que se brindan a los pacientes.
A diario, el personal de salud debe enfrentar diversas situaciones complejas, cargadas de niveles de estrés físico y emocional, ocasionadas por problemas a nivel personal, organizativo y social del ambiente laboral y de la relación propia con el público al que atiende. Según Casallo (2017), el estrés puede causar irritabilidad, apatía y merma en la calidad de servicios a los pacientes, llegando a tener comportamientos contrarios a los esperados en las profesiones con orientación al servicio.
Diversos estudios han identificado los peligros a los que se ven expuestos a nivel de salud mental (Marín, 2017; Perry et al., 2015; Søvold et al., 2021; Thatrimontrichai, 2021; Vizheh et al., 2020). Bajo la misma línea, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT, 2017) elaboró la Encuesta Nacional de condiciones de trabajo (2015 6ª EWCS - España); donde los resultados arroja- ron que el 37% del personal de salud encuestado (considerado dentro del rubro de técnicos y profesionales de apoyo) refieren que “siempre” o “casi siempre” se encuentran expuestos a estrés y que esta condición afecta su trabajo. Además, existe un incremento continuo en los últimos 5 años, de la percepción de los trabajadores que relacionan sus actividades laborales con disminución en su salud, manifestando ansiedad (17%), dolor de cabeza (36%) y cansancio (45%).
También, se ha investigado que el personal del sector salud es vulnerable a desarrollar fatiga por compasión, lo cual podría afectar en el cuidado del paciente, las relaciones con colegas y en la salud mental del propio profesional (Cocker & Joss, 2016). De esta forma, vemos que existen consecuencias tangibles en la salud: los trabajadores del área sanitaria son los que se quejan con mayor frecuencia de dificultades para conciliar el sueño (18%), despertarse con frecuencia durante el sueño o carecer de descanso reparador (24%) (INSHT, 2017) y también a nivel económico, ya que los estados de ansiedad se encontraron en las 10 causas más frecuentes de incapacidad laboral (Vicente, 2018). Por lo mencionado, parece existir un latente sentimiento de insatisfacción, ya que el 49% de dicho sector mantiene la percepción que su trabajo es una influencia negativa para la salud (INSHT, 2017).
Por ello, la comunidad científica ha prestado mayor atención al estudio de los componentes emocionales en esta población, por los efectos nocivos del estrés crónico, dentro de los cuales se puede considerar actitudes y sentimientos hostiles hacia las personas con las que trabaja y la sensación de encontrarse cansado a nivel emocional y por el propio rol profesional (falta de realización profesional en su labor) (Arias, 2007).
Por otro lado, se ha observado que muchos de los profesionales de la salud presentan la tendencia a optar por conductas distantes y poco empáticas. Este hecho tendría una explicación multicausal: todas ellas están en función del manejo de las emociones y las relaciones interpersonales con los pacientes. Lidiar con los aspectos éticos y las exigencias de un comportamiento compasivo puede conllevar a sufrir de síndrome de burnout (Loayssa et al., 2009).
Asimismo, al notar la predisposición a padecer problemas emocionales, se plantea la necesidad de contar con factores protectores, y uno de estos el apoyo social. Más aún, se formula que, de no tener ciertos factores protectores, podrían evidenciar algunas características de rasgos oscuros de la personalidad (Bucknall et al., 2015).
El apoyo social es definido como la provisión de una red social de recursos psicológicos y materiales otorgados por el medio, lo cual permite que estos medios estén destinados a incrementar la capacidad del individuo para lidiar con situaciones de estrés (Cohen, 2004). Esta variable psicológica actuaría como protector ante los diferentes estresores y la dinámica de la misma podría estructurar los comportamientos y la personalidad.
Asimismo, dicha variable puede ser entendida como la confianza de disponer de los recursos materiales y de las personas de su entorno en el momento que se necesita; también está relacionado con la facilidad para tener acceso a interacciones sociales y la comunidad en general (Londoño et al., 2012). Por lo mencionado, cuando el individuo percibe apoyo social de su entorno se considera un factor protector, impactando positivamente en su autoestima y las habilidades para resolución de conflictos (Gracia y Herrero, 2006). Es así que, cuando se investiga en el sector salud, se toma en cuenta la relación y respaldo que la persona percibe de sus pares y superiores; de esta forma, se halló que niveles limitados de apoyo social están relacionados con riesgos altos de accidentes en el trabajo y con mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares y mentales (INSHT, 2017).
Paulhus y Williams (2002) investigaron a la personalidad en términos de características negativas bajo el nombre de tríada oscura de personalidad (TRIOPE). Dicho constructo estaría conformado por tres rasgos principales: narcisismo, entendido como autopercepción de grandiosidad, egoísmo y dominio; asimismo, dicho concepto surgió de los estudios de Raskin y Hall (1979) quienes, a partir de los criterios del DSM III, crearon la categoría subclínica, la cual puede ser encontrada en individuos de la comunidad en general. Además, el segundo componente es el maquiavelismo, el cual fue planteado por Christie y Geis (1970) para diferenciar las personas que estaban de acuerdo con el pensamiento de Maquiavelo: se refiere a la manipulación y explotación de otros, además de un desprecio cínico de la moral enfocado en el desinterés; también Jones y Paulhus (2009) consideran que las personas que puntúan alto realizan más estrategias de manipulación. Por otro lado, el tercer componente es la psicopatía, la cual es entendida como la falta de afecto, insensibilidad, dificultades en el autocontrol y la ausencia de remordimientos que reflejan conductas destructivas o divergentes a los intereses de los demás. Ante ello Gustafson y Ritzer (1995) hacen una diferenciación entre un psicópata clínico y subclínico: se encuentra solo en términos cuantitativos de la conducta, es decir, comparten aspectos cualitativos como la baja conciencia moral y amabilidad.
Diversos estudios relacionan ambas variables en tanto a algunas dimensiones de sus factores:
Kalyon et al. (2021) resaltaron que, entre las dimensiones del narcisismo, la demanda de derechos muestra una relación negativa altamente significativa con el apoyo social percibido. Además, Gazit y Aharony (2018) concluyen que las variables apoyo social, extroversión y narcisismo predicen significativamente el nivel de participación en grupos de WhatsApp.
Así también, Preston et al. (2020) informan que los rasgos de personalidad psicopáticos y narcisistas estarían asociados a unos niveles bajos de apoyo social percibido en personal militar. Y otros estudios concluyen que la falta de apoyo social se encuentra positiva y significativamente relacionada con la psicopatía (Masui et al., 2013; Wolde et al., 2021).
Asimismo, Egan y Bull (2020) determinaron que, respecto de las dimensiones de la tríada oscura de la personalidad, el rasgo de psicopatía subclínica muestra relación negativa significativa con el apoyo social percibido. Incluso, también se han realizado investigaciones en el ámbito organizacional, donde Palmer et al. (2017) concluyeron que el narcisismo se encuentra positivamente relacionado al apoyo organizacional percibido (POS), mientras que la psicopatía mostró una relación negativa con el POS. Por otro lado, no se halló relación significativa entre POS y maquiavelismo. Finalmente, Zhu et al. (2021) informan una relación significativa entre maquiavelismo y un pobre apoyo social percibido.
Pese a las investigaciones citadas con anterioridad, aún son escasas las que relacionan la totalidad de la tríada oscura con el apoyo social percibido propuesto por Sherbourne y Stewart (1991). Debido a ello, es de interés para los investigadores ampliar los conocimientos en esta área para evaluar aspectos clínicos en la población del personal médico y en los estudiantes. Además, si bien se han realizado investigaciones en el personal médico y estudiantes de diferentes carreras, no se ha encontrado literatura nacional donde se realice un comparativo de ambos grupos.
A nivel práctico, la asociación de dichos constructos puede facilitar la implementación de programas a nivel interventivo, generando así soporte emocional a los profesionales de la salud, así como a los futuros profesionales del área.
La investigación tiene como objetivo comparar los resultados en función a las variables de investigación en estudiantes y profesionales de carreras de la salud; y posteriormente establecer la relación entre las dimensiones de la tríada oscura de la personalidad y el apoyo social percibido en ambos grupos. Finalmente, la hipótesis de investigación plantea que existe una relación inversa entre el apoyo social percibido y la tríada oscura de la personalidad.
MÉTODO
Diseño
Esta investigación es empírica y de estrategia asociativa, puesto que busca explorar la relación funcional existente entre las variables; correspondiendo así a un di- seño comparativo de cohorte transversal, ya que el objetivo es analizar los grupos en un momento temporal específico (Ato et al., 2013).
Así también, cuenta con un diseño no experimental, empírico de estrategia asociativa, correspondiendo a un estudio predictivo de tipo correlacional simple, ya que busca explorar una relación funcional entre las variables en ambos grupos sin la manipulación de las mismas (Ato et al., 2013).
Participantes
En la realización del presente estudio, se obtuvo la participación de las personas mediante un procedimiento no probabilístico, el cual consistió en enviar los formularios a tres DIRIS y dos universidades particulares de Lima Metropolitana, y se esperó la participación voluntaria de cada profesional y estudiante. Estuvo compuesta por un total de 277 personas, un primer grupo conformado por 118 estudiantes de las carreras de salud, de los cuales 74 son mujeres (62.7 %) y 44 son hombres (37.3 %), con edades entre los 18 y 59 (𝑥̅ = 24; DE edad= 6) con residencia en Lima Metropolitana. Y el segundo grupo estuvo conformado por 159 profesionales de la salud de los cuales 111 son mujeres (69.8%) y 48 hombres (30.2%), con edades entre los 23 y 70 (𝑥̅ = 43; DE edad= 14).
Instrumentos
Para el estudio del apoyo social percibido, se utilizó el Cuestionario de Apoyo Social Percibido (MOS), creado por Sherbourne y Stewart en el año 1991. Dicho instrumento consta de 20 ítems que componen 2 áreas: apoyo percibido estructural y apoyo percibido funcional. La primera consta de un ítem de respuesta abierta cuya consigna es: “Escriba el número aproximado de amigos y familiares cercanos”. La segunda está compuesta por 19 ítems tipo Likert: Nunca (0), Casi Nunca (1), A veces (2), Casi siempre (3), Siempre (4). Para el presente estudio se utilizará la adaptación al Perú de Baca (2016), instrumento que contó con una con- fiabilidad entre los 19 ítems de .94. Por otro lado, al aplicar el método de rotación varimax se encontró un modelo factorial de tres factores que explicaban el 54.24% de la varianza total. En el presente estudio, la evidencia de validez interna se hizo mediante el análisis factorial confirmatorio, obteniendo un modelo de 3 factores con los siguientes índices de bondad de ajuste: x2/gl=3.092; CFI=.985; TLI=.983; SRMR=.036. Además, a través de un análisis de consistencia interna del coeficiente alfa ordinal, se obtuvo: apoyo emocional αordinal=.964; ayuda material αordinal =.886; relaciones sociales tangibles αordinal =.933 y apoyo afectivo αordinal=.932.
Para el estudio de la tríada oscura de la personalidad, se empleó la escala Dirty Dozen Dark Triad (DDDT), elaborada por Jonason y Webster (2010). Los autores de la versión peruana que se utilizó para este estudio fueron Copez et al. (2019). Esta presenta 3 subescalas: maquiavelismo, psicopatía y narcisismo. Así también, cuenta con 12 ítems en total, divididos en 4 por cada escala. El tipo de respuesta es de tipo Likert: Nunca (0), Casi nunca (1), A veces (2), Casi siempre (3), Siempre (4). El instrumento se validó por medio de análisis de consistencia interna, donde se obtuvo que el factor de psicopatía puntúa AVE = .378, maquiavelismo (AVE = .498) y narcisismo (AVE = .519). En tanto a la confiabilidad, el maquiavelismo mostró un αordinal =.73, psicopatía αordinal =.628 y narcisismo αordinal =.81. Así también, los coeficientes ω oscilaron entre .71 y .81, lo cual indica buena confiabilidad del constructo (Copez et al., 2019). En el presente estudio, la evidencia de validez interna se hizo mediante el análisis factorial confirmatorio, obteniendo un modelo de 3 factores con los siguientes índices de bondad de ajuste: x2/gl=4.954; CFI=.94; TLI=.922; SRMR=.079. Además, a través de un análisis de consistencia interna del coeficiente alfa ordinal, se obtuvo: maquiavelismo αordinal=.883; psicopatía αordinal=.764 y narcicismo αordinal=.873.
Procedimiento
Se gestionó la autorización para el uso de los instrumentos psicométricos, posteriormente se redactó el consentimiento informado, en el que se consideró los aspectos éticos y procedimentales de la investigación, basados en la Declaración de Helsinki. La aplicación de las pruebas se realizó mediante Formularios de Google donde se consignó el consentimiento informado y los instrumentos psicométricos, los cuales fueron distribuidos mediante plataformas digitales, principalmente por correo electrónico y mensajes de WhatsApp.
Análisis estadístico
Se elaboró la base de datos mediante el programa SPSS 25. Para iniciar, se realizaron los análisis psicométricos de los instrumentos a utilizar, tomando en cuenta la confiabilidad y validez a través del programa R Studio (Lavaan y Psych). En esta fase se evaluó las propiedades a través de un análisis factorial confirmatorio para cada escala y sus ítems correspondientes, usando los estadísticos de prueba Chi - cuadrado (x2), Índice de Tucker Lewis (TLI) e Índice de Ajuste comparativo (CFI); donde se tomó en cuenta que los valores sean mayores a 0.90 para ser aceptado y mayor o igual a 0.95 para considerarse óptimo.
Posteriormente, se utilizó el coeficiente Alfa y Omega para evaluar los índices de confiabilidad de las dimensiones, donde se consideró que los puntajes mayores equivalentes o mayores a 0.70 son tomados como adecuados indicadores.
También, se realizó el análisis de ajuste de bondad a la curva normal de las dimensiones de cada escala, donde se consideró si fue pertinente el uso de pruebas paramétricas o no paramétricas.
RESULTADOS
En relación a la media del apoyo social percibido, se encuentra que en el grupo de profesionales es de 76.541, con DE= 14.0; mientras que en el de estudiantes alcanza 72.864, con DE= 15.08. (ver figura 1).
Con respecto al análisis comparativo en relación al puntaje del apoyo social percibido de estudiantes y profesionales, de acuerdo con el test de Shapiro Wilk, no existe una distribución normal en ninguno de los dos grupos, ya que p=<0.05. Así también, mediante el análisis de Levene, se puede apreciar que cuenta con una homogeneidad de varianza, por lo que se utilizó la prueba T de Welch.
A través de la T de Welch, se observa que para la muestra de estudio, existe diferencia entre los niveles de apoyo social del grupo de estudiantes con respecto al de profesionales, con niveles de significancia estadística y un tamaño de efecto pequeño (t=2.063, IC95%[0.166 - 7.187]; p<.05; d=0.252) (Tabla 1).
Tabla 1 Diferencia de Apoyo Social Percibido según grupos
| 95% IC para la Δ𝑥̅ | ||||||||
| t | gl | p | Δ𝑥̅ | ΔDE | Inferior | Superior | d de Cohen | |
| Apoyo social percibido | 2.063 | 242.321 | 0.04 | 3.676 | 1.782 | 0.166 | 7.187 | 0.252 |
Nota. Test de Welch. t = T de Welch, gl= grado de libertad, p= significación estadística, Δ𝑥̅ : Diferencia de medias, ΔDE: Diferencia de desviación estándar
Con respecto a la tríada de la personalidad, en el grupo de profesionales, la media en maquiavelismo fue de 2.352 (DE=2.28), en psicopatía 3.113 (DE=2.65) y en narcisismo 5.541 (DE=3.30). Asimismo, en relación al grupo de estudiantes, la media en maquiavelismo fue de 4.02 (DE=2.89), en psicopatía 3.746 (DE=2.86) y en narcisismo 5.864 (DE=3.68) (ver figura 2)
En cuanto a la diferencia de la tríada oscura de la personalidad según grupos, de acuerdo con el test de Shapiro Wilk, no existe una distribución normal en ninguno de los grupos. Además, mediante el análisis Levene, se puede apreciar que se cuenta con una homogeneidad de varianza respecto de las variables de narcisismo y psicopatía, por lo que se utilizó la prueba T de Welch. Sin embargo, en el maquiavelismo no se encontró homogeneidad de varianza, optando así por utilizar la prueba de Mann-Whitney.
A través de la T de Welch, se puede observar que, para la muestra de estudio, los niveles de psicopatía (t=-1.879, IC95%[-1.296 - 0.031]; p=.062; d= -0.229) y narcisismo (t=-0.756, IC95%[-1.166 - 0.0519]; p=.45; d= -0.093) son mayores en estudiantes que en profesionales, con un tamaño de efecto pequeño y trivial, respectivamente. Por otro lado, mediante la prueba de Mann-Whitney, para el análisis de maquiavelismo se tiene otros valores (W=6097, IC95% [-2.000 - -1.000]; p<.001; rbis= -0.350) con un tamaño de efecto mediano (tabla 2).
Tabla 2 Diferencias de dimensiones de la tríada oscura de la personalidad según grupos
| 95% IC para el Parámetro de Ubicación | ||||||||||
| Test | Estadístico | gl | p | Parámetro de ubicación | DE | Inferior | Superior | Tamaño de efecto | ||
| Maquiavelismo | Mann-Whitney | 6097 | <.001 | -2 | -2 | -1 | -0.35 | |||
| Psicopatía | Welch | -1.879 | 241.485 | 0.062 | -0.633 | 0.337 | -1.296 | 0.031 | -0.229 | |
| Narcisismo | Welch | -0.756 | 236.138 | 0.45 | -0.324 | 0.428 | -1.166 | 0.519 | -0.093 | |
Nota. Para el T-Test de Welch, el parámetro de localización resulta de la diferencia de medias y el tamaño de efecto se da por la d de Cohen, mientras que para la prueba Mann-Whitney, el parámetro resulta de la estimación Hodges-Lehmannis y el tamaño de efecto por correlación de rango biserial.
Mediante la evaluación, con respecto a la normalidad bivariada, empleando el estadístico Shapiro-Wilk, se observó una distribución normal en el apoyo social percibido y la dimensión narcisismo en el grupo de estudiantes, por lo que para esta se utilizó el estadístico r de Pearson. A diferencia de los resultados encontrados para el estudio del apoyo social percibido con maquiavelismo y psicopatía, empleando estadística inferencial no paramétrica (rs), de acuerdo con la distribución no normal de la muestra.
A nivel del grupo de estudiantes, los resultados evidenciaron correlaciones estadísticamente significativas entre el apoyo social percibido y maquiavelismo (-.0.238, p<.01; r2=.06) y psicopatía (-.316, p<.001; r2=.10). Lo mencionado describiría que los estudiantes que perciben apoyo social en su entorno tendrían en menor intensidad el rasgo caracterizado por la manipulación interpersonal y falta de empatía. Por otro lado, no se encontró relación estadísticamente significativa con el narcisismo (-.116, p>.05; r2=.01). En contraste con el grupo de profesionales, solo se halló una relación negativa y estadísticamente significativa entre apoyo social percibido y psicopatía (-.0.248, p<.01; r2=.06) (ver tabla 3).
DISCUSIÓN
El objetivo general del presente trabajo consistió en comparar los resultados en función a las variables de investigación en estudiantes y profesionales de carreras de la salud; y posteriormente establecer la relación entre las dimensiones de la tríada oscura de la personalidad y el apoyo social percibido en ambos grupos.
En relación a los análisis comparativos, el grupo de profesionales obtuvo índices más elevados en el apoyo social percibido; esto puede estar explicado porque, al encontrarse en la etapa de adultez, otorgan mayor peso a las relaciones sociales con familiares, las cuales repercuten en mayor intensidad en la percepción del apoyo social; a diferencia del grupo de estudiantes que, al encontrarse en adolescencia tardía, se espera que brinden mayor importancia a las relaciones con sus pares. Este hallazgo también se evidenció en el estudio de Amirsardari et al. (2017), quienes mencionan que el soporte familiar corresponde a un mejor apoyo social percibido que el brindado por los amigos. Además, con respecto al grupo de estudiantes, autores como Zamani-Alavijeh et al. (2017) han referido que los estudiantes de carreras de la salud como medicina puntúan niveles bajos de apoyo social percibido, lo que está influenciado por el grado de apoyo económico y la aparente falta de apoyo informacional; además que Shahahmadi (2014) como se citó en Zamani-Alavijeh et al. (2017) estableció que este constructo puede estar relacionado con la edad, de tal manera que entre más jóvenes son los estudiantes, menor será la percepción del apoyo social. No obstante, esta información es contraria al estudio de Melchiorre et al. (2013), quienes mencionan que el apoyo social disminuye con la edad, ya que conforme la persona va creciendo, el proceso de selección de vínculos emocionales se hace más minuciosa. Además, en el caso de la vejez, la disminución de la actividad social repercute en el mantenimiento de los lazos afectivos ya formados.
Finalmente, el grupo de estudiantes tuvo mayores rasgos de la tríada oscura de la personalidad; sobre esta información, se logró inferir que el grado de estrés al que se exponen los estudiantes de carreras universitarias (competitividad constante, sentimiento de frustración, riesgo de percepción de fracaso, entre otros) y la falta de habilidades para el afrontamiento de estos estresores, podrían desencadenar conductas relacionadas con la tríada oscura de la personalidad. Estos datos brindan mayor aporte a investigaciones anteriores como la de Lupano y Castro (2021) que habían observado que existe una correlación significativa entre los rasgos de la tríada oscura de la personalidad, conductas disruptivas y el malestar psicológico, dentro del cual incluye el estrés. Con respecto al grupo de profesionales, estudios como los de Jonason et al. (2014), Kowalski et al. (2017) y Čopková y Jen- drejáková (2020) añaden que los individuos con rasgos maquiavélicos probablemente podrían encontrarse en profesiones empresariales porque les agrada tener poder sobre otras personas, tienen poca iniciativa para las conductas prosociales y cuentan con habilidades de manipulación para modificar el comportamiento de otros en beneficio propio; a diferencia de las carreras de la salud y sociales que se espera que estén más orientadas al servicio de las necesidades del otro.
Respecto de la hipótesis que sostiene la correlación entre el apoyo social percibido y las dimensiones de la tríada oscura de la personalidad, se encontró que en ambos grupos existe asociación negativa, baja y significativa entre apoyo social percibido y la dimensión de psicopatía, con un impacto trivial. Esto puede indicar que el apoyo social percibido permite experimentar sentimientos de cohesión con la comunidad a la que pertenece, lo cual ayuda a generar apego a las demás personas y empatía con las emociones del otro; por lo tanto, es contrario a los de rasgos de insensibilidad emocional, falta de empatía y culpa, característicos de la psicopatía. Lo mencionado se refuerza con el trabajo de Egan y Bull (2020) quienes encontraron una correlación negativa entre la psicopatía y el apoyo social; adicionalmente, los autores mencionados no declararon el efecto de la correlación, por lo que no se puede determinar el grado de repercusión de uno sobre el otro.
Así también, al apoyo social y la dimensión de maquiavelismo en el grupo de estudiantes se halló una correlación negativa baja y estadísticamente significativa; y en el grupo de profesionales no se encontró una relación significativa. Esto puede estar explicado porque la comunidad que brinda el apoyo social permite que el individuo se beneficie de estabilidad emocional y ajusta el comportamiento al esperado por la sociedad; en consecuencia, podría amortiguar conductas propias del maquiavelismo. Los resultados son similares a los presentados por Zhu et al. (2021), quienes refieren que el apoyo social juega un papel mediador frente a estresores que podrían potenciar rasgos maquiavélicos; además, encontraron en su estudio que estos rasgos ocasionan sentimientos de desconfianza frente a la relaciones interpersonales; en consecuencia, no buscan soporte en los demás, se deterioran los vínculos emocionales y pueden llegar a negar el apoyo a otros; por lo mencionado, las personas que no confían son más propensas a generar reacciones hostiles, reafirmando sus pensamientos.
Igualmente, se muestra que no existe una correlación entre el apoyo social y la dimensión de narcisismo para ambos grupos estudiados; esto podría verse explicado por los tipos de preguntas y que, probablemente, por deseabilidad social, los participantes no hayan respondido de forma totalmente honesta. Estos datos brindan mayor aporte a investigaciones anteriores (Barry et al., 2017; Raskin et al.,1991) que habían observado que los rasgos narcisistas y agresivos podrían estar atenuados por las preocupaciones relacionadas con la deseabilidad social, así como mantener la buena imagen y las expectativas que los demás tienen de ellos por el papel que representan, en este caso, de profesionales de la salud y carreras afines.
Basándonos en los párrafos anteriores, se puede decir que, si bien existe una relación entre las variables, no se puede afirmar que si se modifica la percepción del apoyo social significa que cambiará alguno de los rasgos de la tríada oscura de la personalidad; por lo mencionado, se puede inferir que existen otras variables mediadoras o moderadoras que aún no se han establecido en el presente estudio y que estarían ocasionando que el apoyo social percibido podría estar quedando en un aspecto secundario. Esto se refuerza en diversos estudios (Clark et al., 2019; Siah et al., 2020; Wang et al., 2019), donde se ha encontrado que los rasgos de la tríada oscura de la personalidad y el apoyo social percibido, relacionados con otras variables, han estado mediados o moderados por los recursos de afrontamiento, desconexión moral, preocupación empática, competencia social, extroversión y la paciencia.
Adicionalmente, se puede hipotetizar que los resultados obtenidos pueden estar influenciados por las características de la población, ya que las muestras estudiadas no son clínicas; este hallazgo coincide con el estudio realizado por Fonseca-Pedrero et al. (2013) quienes también encontraron niveles bajos de los rasgos de personalidad desadaptativos en la población general adulta y adolescente.
Cabe resaltar que las limitaciones del estudio impactan en la confiabilidad de los resultados, ya que el muestreo no fue aleatorio por la dificultad encontrada en el acceso a la muestra, dada la coyuntura de la pandemia por COVID-19, lo cual ocasiona que no se pueda generalizar. También, otra limitación encontrada es el tamaño de la muestra, la cual no es representativa; además, el lugar de residencia de los participantes fue la costa del Perú, por lo que en futuros estudios se debería de tomar en cuenta las otras regiones del país, considerando aspectos sociodemográficos y las diferentes culturas para así obtener información que se logre generalizar.
A pesar de las limitaciones mencionadas, el aporte de la investigación tiene carácter teórico, ya que aporta información nueva sobre variables poco estudiadas y pocas veces relacionadas. Además, el conocimiento obtenido puede ayudar a conocer a mayor profundidad la complejidad de los procesos emocionales de los grupos estudiados; de esta forma se sientan las bases para el desarrollo de futuros programas que brinden habilidades de afrontamiento y gestión emocional que permitan tener mejor salud mental.
En síntesis, este estudio mostró que, al comparar los grupos, los profesionales obtuvieron puntuaciones más altas en la variable de apoyo social percibido; mientras que los estudiantes alcanzaron mayores índices en las dimensiones de la tríada oscura de la personalidad. Los profesionales, al ser personas de mayor edad, en su mayoría cuentan con familia propia y, por ende, podrían contar con el soporte de la misma; mientras que los estudiantes, al ser más jóvenes, le darán más importancia a la aceptación de los pares, lo cual brinda un débil apoyo social; lo mencionado es reforzado por el estudio de Peyravi et al. (2010), quienes consideran que el soporte familiar ofrece mayor apoyo social que el brindado por los amigos. También, el grado de estrés al que se exponen los estudiantes de carreras universitarias y la falta de habilidades para el afrontamiento, podrían desencadenar conductas relacionadas con la tríada oscura de la personalidad. Por otro lado, en ambos grupos existe una correlación negativa entre el apoyo social percibido y las dimensiones de psicopatía; adicionalmente, en el grupo de estudiantes se halló correlación negativa entre maquiavelismo y el apoyo social percibido.
Se evidencia que el apoyo social percibido permite experimentar sentimientos de cohesión con la comunidad, lo cual ayuda a generar apego a las demás personas y empatía con las emociones del otro; también el sentimiento de pertenencia a la comunidad podría aminorar conductas del maquiavelismo.
