INTRODUCCIÓN
Debido a la etapa en la que se encuentran, los adolescentes afrontan una serie de cambios psicológicos que, en caso de no ser abordados positivamente y de no tener el apoyo de los padres, podrían ocasionar diversos conflictos y problemas asocia dos con la violencia dentro de un entorno escolar (Canessa & Lembcke, 2020). Bajo esta realidad, la parentalidad es un elemento importante para el desarrollo de las personas; dado que la familia es el eje principal y esencial para el crecimiento adecuado de sus miembros debido a que cohesiona la participación de los padres con sus hijos (Arce & Pally, 2021). Esto produce un impacto a nivel interpersonal e intrapersonal que se refleja en el trato que los hijos brindan a sus pares u otras personas (Flórez et al., 2017).
Asimismo, es importante precisar que la familia cumple diversas funciones para que los adolescentes puedan desarrollar la capacidad de asumir nuevos roles, controlar sus impulsos, formar ciudadanos proactivos, etc. La familia, también, asume una función biopsicosocial que direcciona la capacidad que tienen los hijos para desarrollar habilidades sociales y afrontar las exigencias de la sociedad (Darling & Steinberg, 1993; Madueño et al., 2020). Además, brinda apoyo emocional y la protección, cumpliendo con su fundamental tarea socializadora (Simkin & Becerra, 2013; Suárez & Vélez, 2018).
Por otro lado, resulta importante señalar que la violencia escolar representa un fenómeno social (Pacheco-Salazar, 2018); este hecho consiste en que un estudiante utiliza de forma descontrolada su poder y fuerza para doblegar a otra persona o grupo de personas que forman parte de su entorno educativo; esto se puede realizar a través de amenazas, insultos, ofensas, etc., y se puede provocar daños físicos, psicológicos, perturbaciones del desarrollo, entre otros factores que alteran el bienestar del individuo y que desencadena hechos de violencia en general (Arhuis-Inca et al., 2021).
La medición de la parentalidad en correlación con la violencia escolar se está acrecentando cada vez más; Njagi et al. (2018) refieren en su estudio que el ejemplo de los padres influye en los comportamientos violentos de los niños; al igual que en su rendimiento (Fry et al., 2018) independientemente del tipo de manifestación de la parentalidad. A fin de reducir esta realidad, se han venido desarrollando diversas estrategias que no han tenido efectividad y la problemática persiste (Toole-Anstey et al., 2021), aún más cuando los acontecimientos sobre la violencia escolar han escalado no solo a nivel secundario, sino también a nivel de primaria, tipificando así una necesidad de investigación.
Por otro lado, un adolescente que convive en un entorno familiar donde prevalece el diálogo asertivo, afectividad y respeto presenta un menor riesgo a poner en práctica un comportamiento negativo (Cieza & Fernández, 2018). Por cuanto existen factores articulados a la parentalidad que producen violencia en el colegio, estos pueden ser cambios de la estructura de las familias, las que tienen que ver con sentimientos de vacío, problemas de conducta o conductas delictivas (Garcés Prettel et al., 2020). Bajo esta premisa, estudios confirmaron que los problemas o conflictos entre los integrantes de la familia pueden predecir conductas violentas hacia las figuras de autoridad, además de promover el desarrollo de una actitud antisocial (Reyes, 2018).
Debido a esta realidad, actualmente, las revisiones sistemáticas desarrolladas han buscado establecer el grado de relación entre las dimensiones de crianza con el manejo de los conflictos en estudiantes de secundaria (Rinaldi et al., 2023), e incluso describir las intervenciones contra la violencia filio-parental (Toole-Anstey et al., 2021); sin embargo, estos no fueron concluyentes sobre la influencia de la parentalidad en la violencia escolar. Por ello, un análisis exploratorio sobre la literatura científica actual en relación al fenómeno de violencia escolar y la paren talidad contribuirá enormemente en su comprensión.
Sobre la base de lo expuesto y de acuerdo con los artículos revisados, surgió la interrogante: ¿De qué manera la parentalidad influye en la violencia escolar? En este sentido, el presente artículo de revisión sistemática permitió la recopilación de información importante con el objetivo de analizar cómo la parentalidad influye en la violencia escolar. Esta información se contrastó con resultados encontrados en investigaciones previas. Asimismo, esta revisión implica beneficio social, puesto que los aportes y puntos de vista de diferentes investigadores, tanto en el contexto nacional como en el internacional, permitirán el desarrollo de estrategias que busquen concientizar sobre las variables dentro de un ámbito familiar y escolar. Lo anterior es sumamente importante debido a la existencia de un incremento significativo, en los últimos dos años, de la violencia escolar como resultado de los escenarios adversos por la crisis sanitaria.
MÉTODO
Diseño de estudio
El estudio comprendió una revisión sistemática, debido a que se efectuó una búsqueda de literatura científica (Pardal-Refoyo & Pardal-Peláez, 2020), consideran do los manuales establecidos por PRISMA y Cochrane (Higgins et al., 2022).
Estrategia de búsqueda
Se inició con el proceso de búsqueda, selección y sistematización. En la primera etapa, para la búsqueda de los artículos, se consideraron los descriptores en idioma inglés y español; el primer grupo correspondiente a la parentalidad, “parent ing; positive parenting; transformational parenting; parenting styles”; el segundo grupo relacionado con la violencia escolar “school dropout; aggressiveness in the classroom; adolescent aggression; externalized behavior” y la segmentación de adolescentes “adolescent”. Estos cumplieron con formar parte de los términos MeSH y DeCS. De igual manera, se tomaron en cuenta los operadores booleanos AND y OR; de esta manera se inició con la selección de los artículos.
En la segunda etapa, se procedió con las ecuaciones de búsqueda, utilizan do los operadores y términos (Tabla 1); así se permitió extraer fehacientemente los diversos artículos en la base de datos SCOPUS, mediante dos estrategias de búsqueda “parenting” - “school AND violence” - “adolescents” y “parenting” - “positive AND parenting” - “transformational AND parenting” “parenting AND styles” - “school AND violence” - “school AND dropout” - “aggressiveness AND in AND the AND classroom” - “externalized AND behavior”. Se llegó a 346 artículos. Por otro lado, en la base de datos PROQUEST con una estrategia de búsqueda “parenting” - “school violence” - “adolescent” se obtuvo 97 artículos. En SCIELO con tres estrategias de búsqueda “parenting AND school violence AND adolescents” - “parentalidad AND violencia escolar AND adolescentes” - “estilos de crianza AND violencia escolar AND adolescentes” se alcanzó 7 artículos. Finalmente, en PUBMED, se obtuvo 661 artículos mediante dos estrategias de búsqueda “parenting AND school violence AND adolescent” y “parenting OR po sitive parenting OR transformational parenting OR parenting styles AND school violence OR school dropout OR aggressiveness in the classroom OR adolescent aggression OR externalized behavior AND adolescent”.
Criterios de selección
Los criterios de selección para el desarrollo del estudio comprendieron el criterio de inclusión y exclusión; el primero contempló artículos de los últimos 5 años (2018-2022), que sean de acceso abierto, artículos en idioma inglés y español que trataran como tema principal la parentalidad y violencia escolar en estudiantes de primaria o secundaria. Los criterios de exclusión se limitaron a cartas al editor, simposios, estudios metodológicos y reportes de caso; además, no se incluyó estudios en los que no se consignaron las muestras o participantes. Por tal motivo, de manera general, se obtuvo 1111 artículos a través de estos cuatro portales web de revistas científicas. Luego de proceder con la revisión de los criterios de selección, fueron elegibles 22 artículos.
Extracción de datos
Para la extracción de los datos, se desarrolló una ficha de recolección de información en Excel ® donde se incluyó principales datos y características de los artículos como datos del autor, año, país, tipo o diseño de estudio, la población y muestra junto con los resultados y principales conclusiones; luego se agruparon de acuerdo con la similitud para absolver los principales objetivos planteados.
Evaluación de la calidad
En esta etapa los artículos sistematizados fueron evaluados por los investigadores a fin de determinar la consistencia sobre la información planteada, revisando cada una de las referencias consignadas, evitando la existencia de sesgo en relación con creencias o cultura; por otro lado, se presentó el borrador del manuscrito a un evaluador externo para su aprobación y posterior presentación, garantizando de esta manera la calidad en el documento.
Síntesis de datos
De acuerdo con la figura 1, el resumen del estudio consideró la matriz PRISMA en la que se establece correctamente la segmentación de los artículos analizados (Page et al., 2021), dentro de las cuales 11 pertenecen a Scopus, 3 a Proquest, 2 a Scielo y 6 a Pubmed. En total, son 22 artículos.
Los componentes descritos en la Tabla 2 han manifestado que el 27.3 % de las investigaciones se han desarrollado en España, el 22.7 % en Estados Unidos, el 13.6 % en China, el 4.5 % en Alemania, el 4.5 % en Brasil, el 4.5 % en Colombia, el 4.5 % en Irán, el 4.5 % en Kenia, el 4.5 % en Sudáfrica, y el 4.5 % en Turquía. Por otro lado, en relación con el tipo de investigación, el 77.3 % ha desarrollado una investigación descriptiva, el 4.5 % longitudinal al igual que el 9.0 % transversal, el 4.5 % fue comparativa, el 4.5 % fue experimental y el 4.5 % fue observacional.
La Tabla 3 presenta los resultados del estudio sistémico, donde el 100 % de los autores consultados señalan que la parentalidad es un factor que se encuentra directamente asociado con el comportamiento violento que demuestran los adolescentes, tanto en el ambiente educativo como también dentro de su propia fami lia (Yendell et al., 2022; Ramezankhani et al., 2021; Seijo et al., 2020; Tsuchiya et al., 2020; Del Moral et al., 2019; Ssewanyana et al., 2019; Ruiz-Hernández et al., 2019; Kulakci-Altintas & Ayaz-Alkaya, 2018; Moreno-Ruiz et al., 2018; Quinlan Davidson et al., 2021; Tsang et al., 2020; Cluver et al., 2020; Santos et al., 2021; Ávila-Toscano et al., 2021; Hilley et al., 2019; Cano-Lozano et al., 2021; Ray et al., 2021; McNaughton et al., 2019; Elam et al., 2018; Bae, 2020; Yue et al., 2022; Yang et al., 2022). Estos problemas adversos también repercuten en el desarrollo académico; es, sin duda, importante recalcar que, al igual que la violencia, la sobreprotección y excesivo control tienen un efecto nocivo en la violencia escolar, mayoritariamente como víctima de eventos violentos.
Es importante recalcar que la violencia que se ejerce dentro del contexto familiar en la etapa de la niñez se ve reflejada en la adolescencia. De acuerdo con los datos extraídos, más del 50 % ejercen violencia psicológica contra la madre y el padre (Seijo et al., 2020) como una forma de manifestar su disconformidad; por otro lado, otro de los espacios donde desencadenan sus actos violentos son las instituciones educativas. Si bien el factor “parentalidad” juega un rol importante, existen factores sociodemográficos que hacen más presentes estas conductas (Kulakci-Altintas & Ayaz-Alkaya, 2018). Así el nivel educativo, el nivel de ingresos y el número de familias intervienen en la presencia de violencia.
Otro de los aspectos relevantes que se han tomado en cuenta es la edad en la que se presentan los niveles de violencia. Congruentemente, entre los 15 y 16 años, la percepción o hechos de violencia filo-parental se presentan en mayor medida (Del Moral et al., 2019). En ese tiempo es donde los padres buscan ejercer un control más riguroso (Yang et al., 2022). Considerando esta realidad, Quinlan Davidson et al. (2021) señalan que los adolescentes que perciben estilos de crianza autoritarios tienen como resultado conductas violentas contra sus pares e incluso contra sus docentes, pues se muestran reacios a obedecer normas.
DISCUSIÓN
En respuesta a la interrogante inicial, los resultados del estudio han establecido que la parentalidad influye en la violencia escolar, debido a que la inadecuada parentalidad se clasifica como un factor de riesgo que perjudica tanto el desarrollo académico (aprendizaje, rendimiento) como las relaciones interpersonales con su entorno (Fregoso-Borrego et al., 2021). De igual manera, los datos explorados entre el 2018 y 2022 en el presente estudio guardan similitud con lo planteado por Scharpf et al. (2022) quienes refieren que, entre 1980 y 2021, los adolescentes corren un alto nivel de riesgo de padecer violencia escolar y que estos desencadenan problemas psicológicos y académicos.
Por tanto, resulta importante, además, referir que esta realidad se encuentra más ligada a varones que mujeres, debido a que los niños son los que tienen una mayor expresión en la violencia percibida por parte los padres, mientras que las niñas poseen una mayor capacidad para hacer frente a eventos adversos, lo que implica en cierto grado altos niveles de inteligencia emocional (McNaughton et al., 2019) que se logra mantener en el tiempo (Kaushal, 2022; Khan, 2019). De este modo, los niños tienden a proyectar de manera recurrente y con mayor intensidad hacia su exterior. Los resultados encontrados han demostrado ser consistentes y concluyentes; aun así, existen diferencias en el tratamiento de las muestras, donde fueron más homogéneos y dio paso a que los resultados puedan generalizarse. De esta manera, se afirma que, de acuerdo con el tipo de parentalidad (positiva o negativa), los estudiantes obtendrán mejores habilidades para gestionar las emociones y reducir los hechos de violencia, acoso, adicción (Martínez-Ferrer et al., 2018) entre otros en los centros educativos; por tanto, resulta necesario que se desarrollen estrategias que vinculen a los miembros de la familia en general (Ibabe, 2016).
El análisis de los resultados evidencia una vez más que la violencia percibida en la infancia por parte de los padres a consecuencia de una parentalidad negativa tiene un impacto significativo en el comportamiento del infante; sin embargo, esto no es diferente en varones y mujeres. Como refiere Njagi et al. (2018), la violencia de los niños o adolescentes son producto del ejemplo percibido por estos a lo largo del tiempo. De igual manera, la violencia no solo afecta a nivel comportamental o actitudinal, sino, además, el rendimiento, la socialización, el aprendizaje entre otros elementos que se ven perjudicados y afectan el bienestar de los escolares (Fry et al., 2018). Respecto de esta información, resulta necesario el desarrollo de nuevas intervenciones vinculadas con las familias (Toole-Anstey et al., 2021) para garantizar la disminución de hechos violentos dentro de las instituciones educativas. De ser gestionadas adecuadamente, podrán aplicarse dentro del contexto en general, permitiendo de esta manera la construcción de una sociedad más responsable y, sobre todo, que respete los derechos de cada uno de los miembros.
Las características de la parentalidad (negativa o positiva) tienen una marca da diferencia en los resultados, no solo a nivel de agresión o acoso, sino también en el logro de las metas educativas, el aprendizaje y relación del vínculo afectivo/emocional. Como se ha demostrado, el componente familiar es un elemento importante en la presencia de violencia escolar (Avarez, 2020), de este modo la parentalidad positiva como estrategia en la crianza del niño y adolescente es necesaria para fortalecer el desarrollo educativo, social y psicológico.
El estudio ha presentado diversas limitaciones, principalmente, en la selección de los artículos donde se trabajó con diseños de investigación cualitativos y cuantitativos. Así, no permitió la determinación de los tamaños de efecto respecto de la influencia de una variable sobre otra a nivel sistemático; además, la temporalidad de los artículos redujo significativamente la cantidad de documentos sistematizables al igual que la consulta sola de artículos de acceso abierto. Considerando esta realidad, es necesario que, en el futuro, se puedan establecer análisis con mayor amplitud de estudios que permitan hacer metaanálisis y establecer los tamaños de efectos; además, que se establezcan o analicen otros diversos factores que desencadenan la violencia escolar.
CONCLUSIONES
La revisión de los artículos científicos dejó en evidencia que la parentalidad, al englobar el cuidado y atención orientados al bienestar de los hijos, representa un factor determinante e influye en el comportamiento o conductas que conducen a la violencia escolar de los adolescentes en sus centros educativos. De igual manera, más del 50 % de los adolescentes que han sufrido violencia dentro del contexto familiar la ejercen contra los padres. En síntesis, la ausencia de parentalidad positiva en el entorno familiar produce efectos negativos en la conducta de los adolescentes, lo que conlleva a la práctica de actitudes violentas y problemas sociales en comparación con aquellos adolescentes que viven con padres que les brindan atención, supervisión positiva y adecuados procesos de solución de conflictos.