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Revista de Investigaciones Veterinarias del Perú

versión impresa ISSN 1609-9117

Rev. investig. vet. Perú v.12 n.2 Lima jul./dic. 2001

 

Manejo de Terneraje

Alfredo Delgado C.1

1 Facultad de Medicina Veterinaria, UNMSM


 

Sin duda la crianza de terneras para reemplazo constituye uno de los mayores retos en la ganadería moderna. De tiempos inmemoriales sabemos que la base de una buena ganadería está en la crianza adecuada de las terneras de reemplazo, y ni que decir de la reducción de la mortalidad de terneros, que hoy en día debía ser parte de la historia, todavía es un problema latente en muchas explotaciones pecuarias. Por lo menos, la mortalidad debida a diarreas ha disminuido significativamente, quedando aun lo concerniente a problemas respiratorios, en donde la participación de los virus complica el panorama.

El reto de criar terneras está en el logro de animales que vayan a ser servidas por primera vez a los 14 meses, con una talla por encima de 125 cm y un peso por encima de 350 Kg para ganado Holstein. La mayoría de los ganaderos lo están logrando con el ajuste de raciones y los programas preventivos empleados en el manejo rutinario de sus terneras. Una ternera nacida y bien criada es sinónimo de una vaca dentro de 2 años y hacia esto se debe orientar cualquier programa de crianza de animales para reemplazo.

El advenimiento de nuevas formas de alimentación y la administración de aditivos viene a ser un refinamiento de viejos modales de crianza. Sin embargo, también es cierto que muchas cosas no han cambiado en los últimos 20 años, como lo concerniente a la transferencia de la inmunidad pasiva. El manejo del calostro de hace 20 años sigue jugando un rol de gran importancia en la defensa y la buena nutrición del ternero recién nacido.

La administración clásica de sólo pasto seco, en las primeras semanas de vida va cayendo en desuso, no porque el sistema sea malo, sino más bien porque a menor costo se logran los mismos resultados. Esto se logra empleando chala verde pero con una formula de alimento concentrado de mejor calidad, con niveles altos de energía y proteína. La adición de promotores de desarrollo resulta un avance en la alimentación de las terneras.

El calostro, llamado comúnmente corta, es un elemento que en los últimos años se está manejando mejor, y prueba de ello es que cada vez se observa menos casos de diarrea de curso mortal. También se ha mejorado en cuanto a calidad, particularmente con el ingreso de las vacunas a base de antígenos polivalentes que se aplica en la vaca seca, ya que estos generan respuesta de una base más amplia, y por tanto la gama de anticuerpos es mayor, siendo un arma de defensa más eficaz. Adicionalmente a esto, es posible potenciar la actividad protectora del calostro con concentrados de anticuerpos policlonales.

Los problemas respiratorios siguen siendo uno de los principales problemas sanitarios de terneros en un establo. Particularmente, la participación viral complica la respuesta a tratamientos estándares o clásicos a base de antibióticos, por lo tanto las medidas preventivas siguen siendo la mejor arma de lucha contra las enfermedades respiratorias. Es innegable que el calostro sigue siendo un arma de lucha eficaz, pero también es cierto que en el tracto respiratorio este rol protectivo es de menor eficacia que en el tracto digestivo.

El calostro, para que cumpla a cabalidad con sus atributos, es necesario que sea administrado adecuadamente, vale decir en el tiempo correcto (no más allá de las dos horas de nacido), a la temperatura adecuada (lo más cercano a la temperatura corporal) y en volumen adecuado (5% del peso corporal). El calostro inmediatamente después de ser administrado entrará en contacto con las vellosidades intestinales y si no está a la temperatura adecuada retrasará su labor de protección, puesto que la velocidad de ingreso del calostro y de las bacterias productoras de la enfermedad es la misma.

La forma de administración ha merecido la atención de mucha gente, por ello es que cada día mas ganaderos prefieren la administración en biberones, al haberse determinado que la succión desde el biberón garantiza el pasaje del calostro directo al abomaso y consecuentemente a los intestinos. Una alternativa al biberón lo constituye la sonda gástrica en donde el pasaje de calostro al abomaso es directo, mas limpio, mas rápido y en un volumen adecuado, pero su uso no es muy popular probablemente por la dificultad en la técnica de aplicación y los riesgos que representa cuando no está bien aplicado.

La leche viene a ser el segundo elemento considerado tan antiguo “como andar a pie”, y por lo menos experiencias recientes demuestran que la leche entera de vaca es el mejor alimento para la ternera, que administrado adecuadamente y con las advertencias hechas para calostro, cumple una excelente función en la alimentación de la ternera. Un aspecto interesante puede ser el volumen a ser administrado y existen programas diversos, desde aquellos en donde la ternera recibe 4 litros diarios por 30 días, hasta los que consideran que la ternera debe tomar leche hasta los 100 días. Por lo menos, de mi experiencia puedo decir que una ternera tenida con leche hasta 60 días con volúmenes variables, pero que en lo sustancial se encuentren en un promedio de 4 litros/día, y con el apoyo de un alimento balanceado adecuado, es la mejor manera de criar animales sanos.

El uso de sustitutos de leche, que no es otra cosa que leche en polvo en diferentes formas, tiene cierta popularidad, especialmente porque rebaja costos, y en un mundo en donde cada vez se cuestiona más los costos, tienen cabida. Visto el tenor nutricional de las diferentes marcas de sustitutos de leche, debe ser una buena alternativa de alimentación de la ternera. Pareciera que su ingreso al mercado nacional iba a ser agresivo, pero se ha visto limitado, quizás por el esfuerzo adicional que conlleva su manejo y por los problemas que puede generar si no es usado en forma adecuada.

Los aditivos para la leche como los acidificantes, representan un avance en la alimentación y nutrición. De acuerdo a la información que sirve de soporte técnico a estos productos, es posible obtener mejores índices de conversión alimenticia y menos problemas sanitarios, por tanto esto redunda en el logro de una ternera de mayor peso corporal y más sana al destete.

El alojamiento en cunas individuales sigue siendo el mejor sistema de crianza, y para nuestra realidad la crianza en cuna de madera de 1.50 m x 1.0 m, que pueda ser movida con facilidad, brinda las ventajas de mantener sano al ternero durante la primera etapa de la vida. La colocación de cama de paja u otro material en muchos casos es más parte del problema que de la solución ya que se moja o su cambio no es oportuno; así mismo, la colocación de cortinas cortavientos y especialmente rodeando las cunas, brinda un ambiente propicio para la formación de amoniaco, que de por sí es parte de los problemas respiratorios.

En cuanto a alojamiento en general, existe un problema que resulta ser limitante y es el espacio. Muchos establecimientos se encuentran rodeados por áreas urbanas o semi urbanas que ya no permiten la expansión del establo y el ganadero empieza por sacrificar áreas de terreno en animales de recría. El ingenio humano lleva a alojar terneros en cunas con piso de parrilla, de suerte que las deyecciones caigan al piso y puedan ser limpiadas con mayor facilidad. Este sistema es una adaptación de la recría en porcinos, que en muchos casos resulta exitosa, pero que evidentemente tiene que ver con la frecuencia que se realice la limpieza.

Dentro de las enfermedades más comunes es necesario tocar las diarreas que en el caso de terneros puede llevar a la muerte, porque cursa con una deshidratación severa y acidosis. Los terneros de unas horas de nacido son mas sensibles a la diarrea, porque son pacientes muy dependientes, por tanto casi siempre requieren de ayuda. La deshidratación, acidosis y desequilibrio electrolítico es rápido, pues los procesos diarreicos son de curso agudo, sin embargo responden bien a la terapia de fluidos y a la terapia con antimicrobianos. La mayoría corresponde a infecciones por E. coli, especialmente si la diarrea se presenta dentro de las primeras 12 horas, pero suelen haber casos de infección mixta.

La hiponatremia, acidosis, deshidratación y malestar o depresión del sensorio, caracterizan a una diarrea infecciosa y la diferencian de las de origen dietético. Una forma de determinar la gravedad de la enfermedad es por evaluación de la deshidratación, observando la exicosis de la piel, hipotermia, recumbencia, sequedad de la cornea, y pérdida de reflejo de succión. Una vez presentado el cuadro es necesario tomar algunas medidas en el individuo, pero mucho mas importante es tomarlas en forma integral. Puede ser por evaluación del medio ambiente, edad o grupo etáreo afectado, determinación del tipo y causa de la diarrea, evaluación de la intensidad del proceso patológico, determinación de la necesidad de terapia. E. coli muchas veces no requiere antibioterapia. Los virus no son afectados por antimicrobianos, de modo que sólo se tiene que controlar la infección secundaria. La terapia fluida es determinante porque es necesario controlar la deshidratación y la acidosis.

Otro problema frecuente y de connotación económica importante vienen a ser los procesos neumónicos. Actualmente esta bien caracterizado el aspecto combinado de bacterias y virus. El hecho de tener el factor virus como agente etiológico lo hace invulnerable a los esquemas de tratamiento estándar para procesos respiratorios, puesto que la antibioterapia llega a controlar a las bacterias que tienen una participación importante en el proceso, pero los virus siguen causando el problema.

En los últimos años se ha tomado bastante importancia en lo que se denomina el complejo respiratorio de los terneros, y es así que aparte de mejorar la transferencia de la inmunidad pasiva, el confort de los animales, la higiene en la alimentación, la ventilación adecuada de las instalaciones donde se alojan los terneros, se viene entrando en el uso de vacunas en terneros de días de nacido con la esperanza de inducir a una rápida respuesta del sistema inmunológico del ternero. Por el momento, en nuestro medio algunos establos emplean vacunas a base de virus inactivado. Los resultados son cuestionables aún debido a que paralelamente no se toman las medidas del caso para prevenir las neumonías, especialmente en lo concerniente a manejo de la higiene y la ventilación de las zonas de alojamiento.

Se puede concluir que animales con buen plano nutricional soportan bien las inclemencias del tiempo y la tasa de neumonías es baja cuando se cuida este aspecto.