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Revista de Investigaciones Veterinarias del Perú

Print version ISSN 1609-9117

Rev. investig. vet. Perú vol.19 no.1 Lima Jan./jun. 2008

 

ARTÍCULOS PRIMARIOS

 

Obtención de Echinococcus granulosus en caninos infectados experimentalmente con protoescólices de quistes hidatídicos*

Obtaining of Echinococcus granulosus in experimentally infected dogs with protoscolices of hydatid cysts

 

Sofía Rosales G.1 ; César Gavidia C.1,2 ; Luis Lopera B.1 ; Eduardo Barrón G.1 ; Berenice Ninaquispe B.1 ; Carmen Calderón S.1 ; Armando Gonzáles Z.1

1 Laboratorio de Medicina Veterinaria Preventiva, Facultad de Medicina Veterinaria, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima
2 E-mail: cgavidiac@unmsm.edu.pe , cmgavidia@yahoo.com

* Fuente financiadora: NIAID-NIH Perú TMRC Program Grant AI 51976

 


RESUMEN

El presente estudio tuvo por objetivo reproducir experimentalmente el ciclo biológico del Echinococcus granulosus en perros. Se utilizó 12 perros (4-50 meses de edad) que fueron infectados experimentalmente con 80,000 a 308,000 protoescólices de quistes hidatídicos de pulmón e hígado de ovinos procedentes de Junín y Ayacucho. Los perros se sacrificaron 28 a 39 días post infección (p.i). El intestino delgado se dividió en tres porciones iguales (anterior, media y posterior). Los parásitos fueron separados del intestino y contados. Además, en tres perros se determinó el grado de dispersión del parásito en las tres porciones del intestino delgado. Ocho de los 12 perros se infectaron, recolectándose entre 1,299 a 65,000 parásitos adultos por perro. Los animales sacrificados el día 28 p.i resultaron negativos, mientras que ocho de los nueve perros sacrificados a partir del día 30 p.i. resultaron positivos. El sitio de mayor predilección del parásito fue la porción media del intestino delgado. Se demostró que la inoculación de protoescólices de quistes hidatídicos ovinos, vía oral, es efectiva para para reproducir el ciclo biológico del E. granulosus en perros.

Palabras clave: Echinococcus granulosus, infección experimental, post infección, protoescólex.

 


ABSTRACT

The objective of the present study was to experimentally reproduce the biological cycle of Echinococcus granulosus in dogs. Twelve dogs, 4-50 months old, were infected with 80,000-308,000 protoscolices recovered from lung and liver hidatyd cysts in sheep reared in the central highlands of Peru. Dogs were slaughtered 28-39 days post infection (p.i) and the small intestine was divided in three equal portions (anterior, medium, and posterior) and parasites were counted. The location of parasites in the three portions of intestine was recorded in three dogs. Eight out of 12 dogs resulted positive to the infection and the number of parasites varied from 1,299 till 65,000 per dog. Animals slaughtered on the 28th p.i day resulted negative. The preferred site for parasites was the medium portion of the small intestine. It was shown that the oral inoculation of protoscolices from sheep hydatic cysts was effective to reproduce the biological cycle of the E. granulosus in dogs.

Key words: Echinococcus granulosus, experimental infection, post infection, protoescolex

 


INTRODUCCIÓN

La hidatidosis o Equinococosis Quística es una enfermedad zoonótica de distribución geográfica mundial (Larrieu et al., 2004). Es altamente endémica en algunos países de Latinoamérica, con altos índices de morbilidad en Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay (Apt et al., 2000). Tiene una alta prevalencia en la Sierra Central y Sur del país (Chambilla et al., 1998), especialmente en Junín, Pasco, Puno y Arequipa (Huamán, 1987), ocasionando grandes pérdidas económicas (Leguía, 1999).

La hidatidosis es producida por la fase larval del parásito Echinococcus granulosus que se aloja en órganos como hígado y pulmón de los hospedadores intermediarios (hombre y ungulados). Es un problema de salud pública debido a las malas prácticas de higiene y salubridad del hombre, relacionada a la crianza extensiva de ganado, a los bajos niveles socieconómicos y a la escasa educación sanitaria de las personas (Gonzáles et al., 1998). Los hospedadores intermediarios se infectan cuando ingieren plantas contaminadas con huevos. Las personas mayormente se infectan por contacto directo con perros infectados, ya que estos pueden transportar los huevos en el pelo o pueden diseminar los huevos en el suelo donde los niños acostumbran jugar (Jiménez et al., 2004).

El hospedador definitivo y principal diseminador del parásito es el perro que se infecta al consumir vísceras crudas infectadas con quistes hidatídicos con protoescólices viables de los hospedadores intermediarios (Dixon, 1997). La convivencia de este carnívoro con el hombre y la relación amical existente entre ellos permite que se mantenga la cadena de transmisión y la persistencia de la infección (Chuquisana et al., 2000). Por este motivo, los cánidos tienen un considerable valor para realizar estudios e implementar programas de control de E. granulosus.

Todavía no se han completado los estudios sobre la respuesta inmune sistémica y local a la presencia del parásito en el intestino delgado del perro. Una vacuna aplicada a los hospedadores definitivos podría ser efectiva en programas de control de la hidatidosis por las características del ciclo del parásito, reduciendo la cantidad de huevos que infectan al humano (Moreno et al., 2004); por lo tanto, es necesario contar con un modelo de experimentación animal donde se replique el ciclo de vida del parásito en ambientes controlados.

MATERIALES Y MÉTODOS

Diseño General

El estudio se realizó en el Laboratorio de Medicina Veterinaria Preventiva de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima.

Se emplearon 12 perros cruzados, de ambos sexos, entre 4 y 50 meses de edad. Se alojaron en caniles y se les suministró concentrado comercial y agua ad libitum. Se les desparasitó tres veces en un lapso de 15 días con la combinación de Praziquantel (50 mg/kg), Febantel (150 mg/kg) y Emboato de Pirantel (50 mg/kg), con la finalidad de evitar la interferencia de otros parásitos en el desarrollo del E. granulosus. Dos meses después de su llegada fueron vacunados contra parvovirus, distemper, parainfluenza, hepatitis y leptospira, y se les aplicó una dosis de refuerzo a los 15 días. Los perros fueron infectados al 3er mes con 80,000 a 308,000 protoescólices de quistes hidatídicos de pulmón e hígado de origen ovino, provenientes de la zona ganadera de Junín y Ayacucho, y colectados en el camal de Yerbateros (Lima). Los quistes tenían una viabilidad de 75 a 85%.

Infección Experimental

Los quistes hidatídicos se evaluaron físicamente y aquellos calcificados o menores de 1 cm de diámetro fueron descartados. El lugar donde se iba a punzar el quiste fue desinfectado con alcohol y se extrajo el líquido hidatídico con una jeringa de 10 ml y aguja 20 x 1". El líquido fue devuelto suavemente de manera que la arenilla hidatídica quede suspendida en el fluido y, finalmente, fue extraído y colocado en un tubo Falcon de 50 ml, donde se esperó que ocurra la sedimentación para retirar el sobrenadante.

Se evaluó la viabilidad de los proto-escólices (p.e.) con el colorante vital eosina en solución acuosa al 0.1% y se determinó el número de p.e. totales y vivos. El número mínimo de p.e. administrados a los canes fue de 80,000 y se hizo en base a p.e. vivos/ml. Los perros quedaron en ayunas por 24 horas previo a la infección experimental y la dosis infectiva se colocó en una jeringa dosificadora con 5 ml de agua.

Los animales se sacrificaron entre los 28 y 39 días de la infección; para esto, se dejaron en ayuno de 24 horas y se les anestesió con xylacina (2 mg/kg) y ketamina (10 mg/kg). Se realizó una laparotomía medial, se ligaron los extremos del intestino delgado y se extrajo. Luego de esto, se sacrificó al animal con una inyección letal de embutramida, mebezonio y tetracaína (3 mg/kg). El intestino delgado se dividió en tres porciones iguales (anterior, media y posterior) y se realizó una incisión longitudinal en cada sección. Cada una de ellas fue fijada en láminas de corcho y sumergidas en bandejas con suero fisiológico. Estas se colocaron en un agitador por 30 min, se retiró el suero fisiológico con los parásitos suspendidos y se procedió a raspar la mucosa intestinal. La solución con los E. granulosus se colocó en placas Petri, se observaron con lupas y se contó el número de tenias. Así mismo, en tres animales se contó el número de parásitos para cada porción del intestino delgado.

RESULTADOS

De los 12 perros infectados experimentalmente, ocho presentaron E. granulosus en el intestino delgado (Cuadro 1). Los perros que fueron sacrificados el día 28 post infección (p.i.) resultaron negativos. Así mismo, de los nueve perros sacrificados a partir del día 30 p.i., ocho resultaron positivos y uno resultó negativo a la infección experimental (Cuadro 1). El porcentaje de recuperación de tenias varió entre 0.6 y 30.9%.

 

 

El mayor número de parásitos se encontró en la porción media del intestino delgado (Cuadro 2). Se encontraron algunas diferencias por efecto de la procedencia de los quistes hidatídicos, pero el escaso número de perros no permitió hacer un análisis estadístico detallado.

 

 

DISCUSIÓN

En la infección experimental se utilizaron protoescólices de quistes hidatídicos de origen ovino debido a que es el rumiante de mayor población en el Perú y es la especie más importante para el mantenimiento del ciclo del parásito (Rojas, 2003). La viabilidad de los protoescólices empleados en el presente trabajo (70-85%) fue superior a otros reportes en ovinos (Llamazares et al., 1997).

Las diferencias encontradas entre protoescólices de quistes hidatídicos de diversas zonas ganaderas probablemente pueda deberse a la presencia de subespecies de E. granulosus (hay 9 subespecies identificadas) que permite que tengan diferentes características que afectan el ciclo de vida, hospedadores intermediarios, porcentaje de desarrollo, antigenicidad, evidencia genética a la respuesta inmune, dinámica de transmisión, sensibilidad a los tratamientos, etc. (Dixon, 1997; Mc Manus y Zhang, 2003).

El hallazgo de ejemplares de E. granulosus en el intestino delgado a partir del día 30 p.i. hace suponer que el periodo de prepatencia del parásito en perros en el país es de aproximadamente 30 días. Otros estudios indican periodos prepatentes de 28 a 32 días (Gemmel et al., 1986; Jenkins y Richard, 1986; Jenkins et al., 2000; Moreno et al., 2004).

Se encontró una gran variación entre el número de protoescólices inoculados (80,000 a 308,000) y el número de parásitos recuperados (1,299 a 65,000). Es posible que esta variación se deba a su viabilidad y a la resistencia inmune de los perros (Saad, 1987; Zhang et al., 2003). Los resultados no indicaron una relación aparente entre la edad de los perros y la susceptibilidad. Estudios similares señalan que no existe tal asociación (Gemmel et al., 1986; Lymbery et al., 1989).

Aparentemente, existe una predilección del E. granulosus por el tercio medio del intestino delgado, resultado comparable con los resultados de Zúñiga et al. (1999); sin embargo, otros estudios demuestran una mayor proporción de parásitos en el tercio anterior del intestino delgado (Gemmel et al., 1986; Lymbery et al., 1989; Moreno et al., 2004). Las porciones anterior y media del intestino delgado son denominadas sitio de restricción y allí se da la agregación de los parásitos para la fertilización o adherencia individual (Lymbery et al., 1989).

CONCLUSIONES

La infección experimental, via oral, con protoescólices de quistes hidatídicos ovinos es efectiva para reproducir el ciclo biológico del E. granulosus en perros.

 

LITERATURA CITADA

1. Apt W, Perez C, Galdanez E, Compano S, Vega F, Vargas D, Rodríguez J, Retamal C, Cortés P, Zulantay I, Rycke P. 2000. Equinococosis/hidatidosis en la Sétima Región de Chile: diagnóstico e intervención educativa. Rev Panam Salud Pública 7: 1-9.

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3. Chuquisana J, Chávez A, Casas E. 2000. Determinación del Echinococcus granulosus en perros en el cono Norte de Lima. Rev Inv Vet, Perú 11(2): 24-29.

4. Dixon J. 1997. Echinococcosis. Comp Immun Microbiol Infec Dis 20(1): 87-94.

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8. Jenkins D, Rickard M. 1986. Specific antibody responses in dogs experimentally infected with Echinococcus granulosus. Am J Trop Med Hyg 35(2): 345-349.

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