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Revista de Investigaciones Veterinarias del Perú

versión impresa ISSN 1609-9117

Rev. investig. vet. Perú vol.26 no.1 Lima ene. 2015

http://dx.doi.org/10.15381/rivep.v26i1.10909 

http://dx.doi.org/10.15381/rivep.v26i1.10909

Parásitos gastrointestinales en reptiles en cautiverio en Lima Metropolitana

Gastrointestinal parasites in captive reptiles in metropolitan Lima

 

Laura Chávez C.1, Enrique Serrano-Martínez1,2, Manuel Tantaleán V.1, Marco Quispe H.1, Gina C. Casas V.1

1 Grupo SALUVET-UPCH, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Peruana Cayetano Heredia, Lima, Perú

2 E-mail: enrique.serrano@upch.pe

 


RESUMEN

El presente trabajo tuvo como objetivo identificar parásitos gastrointestinales en reptiles mantenidos en cautiverio en Lima Metropolitana. Se trabajó con reptiles de los parques zonales Huáscar (Villa El Salvador) y Sinchi Roca (Comas), del zoológico del ColegioElBuen Pastor ydelserpentariodel InstitutoNacionaldeSalud. Serecolectaron 133 muestras de heces de Chelonoidis denticulata (89),Boa constrictor (11), Iguana iguana (6), Trachemys scripta (3), Bothrops atrox (5), Bothrops barnetti (3), Epicrates cenchria (3), Crotalus durissus terrificus (2) y de otras nueve especies. Las muestras fueron procesadas mediante los métodos de diagnóstico parasitológico directo, de Ritchie, de Faust y frotis fecal con tinción Ziehl Neelsen. Se encontró Nyctotherus sp (72/89), Balantidium sp (56/89) y Sauricola sp (21/89) enC. denticulata; Alaeuris sp (4/6) y Ozolaimus sp (3/6) en I. iguana; ooquistes de Cryptosporidium sp (35/89) en C. denticulata; larvas de Rhabdias sp (2/5) en B. atrox y huevos del pentastómido Porocephalus sp (1/3) en E. cenchria. Los resultados demuestran que los reptiles son portadores de varias especies de parásitos, incluyendo especies con potencial zoonótico.

Palabras clave: reptiles; parásitos gastrointestinales; Chelonoidis denticulata; Bothrops atrox; Cryptosporidium ; Porocephalus


ABSTRACT

The aim of the study was to identify gastrointestinal parasites in reptiles kept in captivityin Metropolitan Lima.Reptilesin theHuascar Park(VillaElSalvador)andSinchi Roca Park (Comas), in the zoo of El Buen Pastor School and in the serpentarium of the Instituto Nacional de Salud were sampled. Stoll samples (n=133) were collected from Chelonoidis denticulata (89), Boa constrictor (11),Iguana iguana (6), Trachemys scripta (3), Bothrops atrox (5), Bothrops barnetti (3), Epicrates cenchria (3), Crotalus durissus terrificus (2) and other nine species. The samples were processed by parasitological diagnostic methods: direct, flotation with zinc sulfate, Ritchie and Ziehl Neelsen staining. Results shownNyctotherus sp (72/89), Balantidium sp (56/89), Sauricola sp (21/89) in C. denticulate;Alaeuris sp (4/6) and Ozolaimus sp (3/6) in I. iguana; oocysts of Cryptosporidium sp (35/89) inC. denticulate, Rhabdias sp larvae (2/5) in B. atrox and eggs of Porocephalus sp (1/3) in E. cenchria. The results showed that reptiles are carriers of several species of parasites, including some of zoonotic potential.

Keywords: reptiles; gastrointestinal parasites; Chelonoidis denticulate; Bothrops atrox; Cryptosporidium; Porocephalus


INTRODUCCIÓN

La tortuga «motelo» Chelonoidis denticulata, es objeto de un activo comercio internacional con el fin de suplir la demanda del mercado de mascotas silvestres (Lada y Brestilav, 2000). Estos animales mantienen los parásitos que obtuvieron en su vida libre y que, bajo ciertas condiciones como el estrés, pueden volverse patógenos y ocasionar la muerte del hospedero (Arrojo, 2002). A pesar de ello, es escasa la información sobre el estado sanitario de estos animales, aunque algunos parásitos gastrointestinales han sido reportados como causas frecuentes de mortalidad y morbilidad (Sánchez et al., 2004).

Algunas especies de parásitos en reptiles son partedela flora intestinal normal, como aquellos de los géneros Balantidium y Nyctotherus, pero su densidad puede incrementarse por el estrés del cautiverio y causar enfermedad (Chinnadurai y DeVoe, 2009; Jacobson, 2007). Por otro lado, estos protozoos tienen un rol importante en la digestión de celulosa (De Bosschere y Roels, 1999).

Nematodos de la familia Atractidae se encuentran en anfibios, reptiles, mamíferos y peces (Ivashkin y Babaeva, 1973). En tortugas se cree que la infección ocurre después de la madurez sexual, por lo que se cuestiona si la transmisión pudiera ocurrir durante la cópula (Petter, 1966). Salizar y Sánchez (2007) registraron, por primera vez para el Perú el nematodo Angusticecum brevispiculum en Chelonoidis denticulata, parásito común en quelonios en cautiverio y de curso usualmente asintomático (Satorhelyi y Sreter, 1993).

En el país se ha registrado el nematodo Alaeuris caudatus en Iguana iguana, el cual convive con nematodos del géneroOzolaimus (Tantaleán, 1998). Además, se ha identificado el nematodo Rhabdias spp y el céstodo Ophiotaenia calmetti en Boa constrictor (Sánchez et al., 2004). Los adultos de Rhabdias spp parasitan los pulmones, pudiendo llegar a inducir la producción de mucosidad, dificultad respiratoria y neumonía (Greiner y Mader, 2001). Ophiotaenia sp es un parásito del intestino delgado, que en grandes números alteran la absorción de nutrientes y ocasionan obstrucción intestinal (Tantaleán y Gozalo, 1985).

Otros parásitos importantes son los pentastómidos como Porocephalus sp. Los adultos de Porocephalus crotali son comunes en vipéridos del genero Bothrops, mientras P. clavatus se encuentra en boas (Gárate et al., 2007). Los pentastómidos son parásitos casi exclusivos de los reptiles, pero los carnívoros, primates no humanos y humanos pueden ser hospederos accidentales (Drabick, 1987; Hendrix y Blagburn, 1988). Por otro lado, los reptiles parecen tener especies de Cryptosporidium que son patógenas para una clase específica de animales, pero que pueden tener un curso zoonótico, especialmente en personas con inmunosupresión (Montali, 1999).

El presente trabajo tuvo como objetivo identificar parásitos gastrointestinales en reptiles mantenidos en cautiverio en centros de crianza de la zona de Lima. Esto permitirá establecer medidas sanitarias que eviten infecciones en animales en cautiverio y el posible impacto negativo en la salud pública.

MATERIALES Y MÉTODOS

Lugar de Estudio

Se trabajó con el total de la población de reptiles mantenidos en cautiverio en los parques zonales Sinchi Roca y Huáscar, en los distritos de Comas y Villa El Salvador, respectivamente; así como del zoológico del Colegio El Buen Pastor en Los Olivos y del Serpentario del Instituto Nacional de Salud ubicado en el distrito de Chorrillos, de la ciudad de Lima. La distribución de la población de reptiles se muestra en el Cuadro 1.

Se registró la especie, sexo, edad y procedencia (cautiverio o vida libre) de cada individuo. Muestras de heces fueron recolectadas directamente de los ambientes de los animales. Las muestras obtenidas (n=133) fueron llevadas al Laboratorio de Parasitología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Lima.

Métodos Coproparasitológicos

Se utilizaron cuatro métodos coproparasitológicos: directo, de Faust, de Ritchie modificado y frotis fecal con tinción Ziehl- Neelsen (Henricksen y Pohlenz, 1981). Los huevos y larvas de cada especie fueron identificadas según sus características morfológicas y métricas (Tantaleán et al., 1983; Tantaleán y Gozalo, 1985; Tantaleán, 1998; Sánchez et al., 2004). Se consideró muestra positiva si presentaba uno o más parásitos y negativa si no presentaba parásitos. Los ooquistes de Cryptosporidium se reconocieron por el color que toman con la fucsina, así como por su forma y tamaño (Henricksen y Pohlenz, 1981).

Análisis de Datos

Los datos obtenidos fueron resumidos mediante estadística descriptiva para determinar la frecuencia de individuos positivos y la frecuencia de parásitos identificados. La asociación entre las variables independientes sexo, edad y procedencia y la presentación de infecciones parasitarias fue determinada mediante la prueba de Chi Cuadrado.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Se encontraron parásitos gastrointestinales en el 76.3% de la población de reptiles en los cuatro establecimientos en estudio (Cuadro 2). Se identificaron 12 especies de parásitos, correspondiendo a los protozoos Nyctotherus sp, Balantidium sp y Cryptosporidium sp, los nematodos Sauricola sp, Angusticaecum sp, larvas de la familia Atractidae, huevos tipo Strongylus, Alaeuris sp, Rhabdias sp y Ozolaimus sp, el cestodo Ophiotaenia sp y el pentastómido Porocephalus sp (Cuadro 3).

No se encontraron asociaciones significativas en el análisis de las variables sexo, edad y procedencia, posiblemente debido al bajo número de muestras en algunos de los grupos.

Dentro de las 17 especies de reptiles en estudio, Chelonoidis denticulata e Iguana iguana destacan por ser las especies con mayor frecuencia de parásitos (95.5% [85/ 89] y 100% [6/6], respectivamente). En el caso de las serpientes, de las 15 especies en estudio, solo se encontraron parásitos en 5 de ellas, pero debe tenerse en cuenta el pequeño número de serpientes por especie y que la mayoría procedía del serpentario del Instituto de Salud, donde reciben la debida atención sanitaria.

Se observó una alta presencia de Nyctotherus spp (80.9%) y Balantidium spp (62.9%) en C. denticulata. Estos protozoos ciliados forman parte de la flora normal del tracto digestivo de los quelonios y tienen un papel importante en la digestión de la celulosa (De Bosschere y Roels, 1999). Se conoce que la densidad de estos parásitos puede incrementarse por el estrés asociado con el cautiverio o enfermedades concurrentes (Chinnadurai y Devoe, 2009). Estos parásitos se encontraron mayormente en la forma quística, aunque también como trofozoítos.

El 23.6% de C. denticulata dió positivo al nematodo Sauricola sp. Tantaleán et al. (1983) reportaron S. sauricola en el intestino delgado en tortugas C. denticulata de Loreto, Perú, en tanto que Bursey y Brooks (2011) reportaron Rhinoclemmys annulata y R. pulcherrima en el Área de Conservación de Guanacaste, Costa Rica. Por otro lado, el 20.2 y 11.2% de las muestras de C. denticulata fueron positivas para larvas de Atractidae spp y Angusticaecum spp, respectivamente. Salizar y Sánchez (2007) reportaron A. brevispiculum en tortugas C. denticulata provenientes de Ucayali y el Parque Genaro en Loreto, Perú, en tanto que Tantaleán et al. (1983) registraron en estas tortugas una especie desconocida de Angusticaecum sp para el Perú.

En las muestras de Iguana iguana se encontraron huevos de nematodos oxiuridos de los géneros Alaeuris y Ozolaimus, familia Pharyngodonidae, con frecuencias de 66.7 y 50%, respectivamente. Al respecto, la especie de A. caudatus ha sido reportada por Tantaleán (1998) en I. iguana en Tumbes, Perú, mientras que Dyer et al. (1999) registraron A. vogelsangi en el intestino grueso de un ejemplar adulto de I. iguana en Costa Rica. Por otro lado, especies de O. megatyphlon han sido reportadas por Tantaleán (1976) en iguanas de Tumbes, mientras que Arrojo (2002) reportó O. megatyphlon y O. cirratus en el ciego intestinal de iguanas decomisadas en un mercado de Lima, Perú.

Larvas de Rhabdias spp se hallaron en 40% de muestras de Bothrops atrox; hallazgo que ratifica el reporte de Tantaleán y Gozalo (1985) en B. atrox capturados en Loreto, Perú. Por otro lado, Sánchez et al. (2004) registraron Rhabdias spp en pulmones de Boa constrictor, Epicrates cenchria y Corallus caninus. En el presente estudio, ninguno de los ejemplares B. atrox positivos para Rhabdias presentaba signos clínicos y las larvas se encontraron en muestras de heces, pues no se evaluó su presencia a nivel pulmonar.

Huevos de Ophiotaenia spp se encontraron en 1/5, 1/3, 1/2 y 1/11 muestras de B. atrox, B. barnetti, Crotalus durissus terrificus y B. constrictor, respectivamente. En el Perú, Tantaleán y Gozalo (1985) reportaron por primera vez Ophiotaenia sp en el intestino delgado de B. atrox, mientras que en 1992 identificaron la especie O. calmetti.

Por otro lado, Sánchez et al. (2004) reportaron una especie no identificada de Ophiotaenia en B. constrictor, E. cenchria y C. caninus, sugiriendo que podría ser causa de morbilidad y mortalidad en animales cautivos jóvenes y adultos.

Únicamente se encontraron huevos del pentastómido Porocephalus en Epicrates cenchria. P. crotali se reportó por primera vez en el país en pulmones de Bothrops atrox (Tantaleán y Gozalo, 1985) y, posteriormente, Gárate et al. (2007) identificaron a P. stilessi en la serpiente Lachesis muta. Otro estudio realizado en Brasil reportó una especie desconocida de Porocephalus sp en Boa constrictor y P. stilessi en Lachesis muta (Oliveira et al., 2008). El género Porocephalus puede causar lesiones en los pulmones y obstrucción de la tráquea, siendo uno de los parásitos más patógenos en serpientes y de importancia en salud pública, debido a que sus larvas pueden encontrarse en las vísceras de humanos.

Cryptosporidium spp se identificaron en C. denticulata, Bothrops roedingeri, Bothrops pictus y Boa constrictor. Cryptosporidium spp fue reportado en 14 serpientes con gastritis hipertrófica por Brownstein et al. (1977). Asimismo, Levine (1980) nombraría Cryptosporidium serpentis a los ooquistes que infectaban la mucosa gástrica de reptiles; y más adelante, Hassl y Benyr (2003) identificaron C. parvum y C. serpentis en heces de anfibios y reptiles. La presencia de C. parvum sugiere que la transmisión zoonótica es posible o que los humanos podrían ser la fuente de infección en reptiles.

El riesgo de zoonosis transmitidas por reptiles es cada vez más preocupante debido al aumento del comercio ilegal de fauna silvestre y la popularidad de los reptiles como mascotas; sin embargo, el potencial zoonótico no está claramente establecido (Montali, 1999).

CONCLUSIONES

· Se identificaron los parásitos Nyctotherus sp, Balantidium sp, Sauricola sp, larvas de la familia Atractidae, Angusticaecum sp, Alaeuris sp, Ozolaimus sp, Rhabdias sp, Ophiotaenia sp, Porocephalus sp y Cryptosporidium sp. · Este estudio representa el primer reporte de Nyctotherus sp, Balantidium sp y Cryptosporidium sp en reptiles en el Perú.

· Las frecuencias de parásitos en Chelonoidis denticulata no fueron estadísticamente significativas para el factor sexo, edad y procedencia.

· Los reptiles poseen parásitos gastrointestinales que podrían representar un riesgo para la salud pública.

LITERATURA CITADA

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Recibido: 20 de enero de 2014

Aceptado para publicación: 17 de setiembre de 2014