INTRODUCCIÓN
Las guacamayas son un grupo de aves del orden Psitaciforme, familia Psitacidae y género Ara, de las cuales existen 14 especies en el neotrópico (Mendoza et al., 2015). La International Union for Conservation of Nature (IUCN) incluye a la guacamaya roja (Ara macao) en estado de riesgo menor (IUCN, 2016); sin embargo, 11 de los 17 géneros existentes de psitácidos en Colombia se encuentran bajo amenaza (Guerrero, 2016).
Las plumas, compuestas por βqueratina, desempeñan un papel axiomático para la supervivencia de las aves, dado que están asociadas a la termorregulación, camuflaje, comunicación visual y cortejo (Cadena et al., 2015). Así mismo, Gebhardt et al. (2009) menciona su empleo para estudios de ADN en especímenes de Ara ararauna,macao y A. chloropterus. La melanina y el caroteno son los pigmentos que confieren la variedad de colores presentes en el plumaje, siendo el primero el responsable de las coloraciones de negro, gris y castaño oscuro y rojizo, y el segundo pigmento en los colores amarillo, naranja y rojo escarlata (Urcola, 2011).
La revisión de las plumas es parte importante de la valoración del estado de salud de las aves, incluyendo alteraciones nutricionales y de manejo (Morales et al. (2013). Las principales alteraciones que pueden evidenciarse son las aberraciones cromáticas y el picaje (Fuentes y González, 2011). Según Moreno (2016), «el trastorno de las aves conocido como picaje o FDB (Feather Damaging Behaviour) corresponde a una anomalía de comportamiento en la que estas cortan o arrancan sus propias plumas, con o sin automutilación de tejidos subyacentes como la piel o músculos». Otras etiologías como ectoparásitos (Knemidokoptespilae sp), endoparásitos (Giardia sp), virus (circovirus, avipoxvirus, polyomavirus) y bacterias (Staphylococcus sp, Nocardia sp, Serratia sp, Mycobacterium sp, Pseudomonas sp, Clostridium sp, Klebsiella sp) pueden estar relacionadas con la aparición de picaje, por lo que es imperativo realizar cuadros completos de ayudas diagnósticas para canalizar el enfoque terapéutico (Morales et al., 2013).
Martorell (2012) asevera que las causas etológicas más comunes de picaje en aves son el periodo de cría donde se produce el brood patch, frustración reproductiva por incompatibilidad con el otro espécimen o por la ausencia de apareo, estrés ambiental y estrés por miedo. Clubb et al. (2007) manifiesta que, es casi una constante que las aves que desarrollan picaje (o FDB) muestren un recuento alto de títulos de Aspergillus sp y bajo de linfocitos, tiroxina y gamma globulina.
En la actualidad los índices de tráfico de fauna silvestre ascienden de manera vertiginosa con el consecuente aumento en la antropización de especímenes silvestres. La modificación dietaría y conductual a la que son sometidas las aves en cautiverio se traducen en cuadros de estrés y ansiedad crónicos que tienen efectos directamente proporcionales sobre el plumaje (Urcola, 2011). El presente artículo tuvo como objetivo informar un caso de picaje en un ejemplar de guacamaya roja (Ara macao) y describir la efectividad del tratamiento holontológico como medida terapéutica.
CASO CLÍNICO
El 24 de agosto de 2018 se hace recepción de un espécimen adulto de Ara macao, sin sexar, en el Hogar de Paso para Fauna Silvestre de la Universidad de la Amazonia, Florencia, Caquetá, Colombia. El espécimen fue entregado en custodia por parte de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía -CORPOAMAZONIAsin conocerse datos de la anamnesis.
A la exploración clínica se observa constantes fisiológicas estables y alto grado de antropización. En la inspección se registró pérdida de plumaje en diversas áreas del cuerpo, destacándose la región temporal periocular y occipital de la cabeza, región cervical dorsal y ventral y en la región pectoral a la altura de la quilla. Se registra, además, deterioro de las plumas de cobertura en el área humeral y se evidencian bandas de estrés en plumas remeras y timoneras.
La presunción diagnóstica estuvo encabezada por picaje asociado a estrés. Se solicitaron exámenes hematológicos con química sanguínea, y se hicieron raspados de piel junto con un coproscópico, cuyos resultados descartaron procesos infecciosos sistémicos y presencia de ectoy endoparásitos como agentes causales del picaje.
Se instauró un tratamiento orientado a la reducción de los niveles de estrés del paciente, estimulación de la formación de nuevo plumaje, restablecimiento del proceso de muda normal, así como mejorar las condiciones de hábitat y estabilidad del comportamiento social. Se optó por el abordaje terapéutico del tipo holontológico que incluía aromaterapia (Estrés! Magnovet®, una atomizada por manipulación), homeopatía complejista (Sulphur Magnovet®, InmunodiB Magnovet®, Constelación de oligoelementos Magnovet®, en dosis de 10 gotas de c/u en la alimentación diaria por 40 días, con la adición semanal de Khalium phosporicum® y Zyggy complex®), baños terapéuticos (jabón Coco Varela®, Vinagre de cocina en dilución 1/200; un baño semanal por seis semanas), balanceo nutricional (dieta balanceada habitual con adición de semillas de cacahuate y girasol) y enriquecimiento social-ambiental entre el 4 de septiembre y el 26 de octubre de 2018. Se realizaron exámenes de rutina al finalizar el tratamiento (resultados normales) y se realizó una valoración final del paciente con registro fotográfico del mismo (Figuras 1 y 2).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La evidencia de crecimiento de nuevas plumas libres de bandas de estrés sugiere que el manejo del estrés en la guacamaya se llevó a cabo de manera efectiva. Aunado a ello, los cambios positivos de tipo comportamental exhibidos por el animal se convierten en un vestigio loable al momento de sustentar los resultados positivos obtenidos con el tratamiento instaurado.
Parte importante del tratamiento homeopático complejista administrado se centró en la regulación del tejido dérmico, la promoción del crecimiento de nuevo plumaje y la depuración del organismo en general. Entre los elementos en la terapéutica instaurada destacan el uso del Sulphur como el principal elemento terapéutico para tratar problemas de piel (Leslie et al., 2004), Acidum sulphuricum para uso en dermatología en general y erupciones de la piel (Sivaraman, 2001) y el gluconato de manganeso, que tiene una particular influencia positiva en la respiración de las células de la epidermis (Broadfoot et al., 2009).
A nivel depurativo, resaltan la sarsaparrilla (Smilax officinalis), depurativo indicado para afecciones inflamatorias de la piel (Dattner, 2003), Scrophularia nodosa, Juglans regia y Fumaria officinalis con sus propiedades depurativas en piel (Broad-foot et al., 2009) y el germanio con propiedades desintoxicantes (Imventarza, 2011). Se infiere que la interacción de estos elementos en asociación con los baños terapéuticos propició la erupción de nuevo plumaje, la recuperación de las áreas alopécicas y la marcada coloración del plumaje; indicios inequívocos de la favorable regulación del proceso de formación de las estructuras epidérmicas en la guacamaya.
La nutrición representa un factor fundamental en la terapéutica de psitácidos con síndrome de picaje. Según Urcola (2011) y Cadena et al. (2015), las porfirinas, melanina y carotenos, pigmentos del plumaje, se adquieren mediante la dieta y gracias a reacciones enzimáticas logran ser desdoblados y convertidos en asimilables. De igual manera, se subraya la importancia del mantenimiento de la integridad emocional y comportamental de las aves. En este sentido, Cussen y Mench (2015) indican que las aves extrovertidas muestran mayor resistencia al estrés ambiental y del nerviosismo como factor de riesgo de desarrollo de picaje en psitácidos.