INTRODUCCIÓN
Los linfomas son neoplasias propias tanto del tejido linfoide como hematopoyético, pudiéndose diferenciar dos tipos principales, el linfoma Hodgkin y el no Hodgkin. En humanos, la menor incidencia es del primero (4/100 000 habitantes) y la mayor en el segundo (14/100 000 habitantes) (Aristizabal et al., 2010). En perros, Briseño et al. (2014) informa de una tasa de 15-30 casos/100 000 perros/año para el linfoma no Hodgkin (LNH). Este tipo de neoplasias son relativamente recientes en el campo de la Medicina Veterinaria de pequeños animales, tanto que algunos autores refieren que esta entidad suma el 5% de todos los nuevos cánceres en perros (Docampo et al., 2011).
Los LNH son tumores de más rápido crecimiento, dado que se estima pueden duplicar sus células entre las 24 y 48 horas (Galvis, 2016; Drenou et al., 2018). La anatomía patológica de este linfoma demuestra un índice mitótico elevado y un patrón en cielo estrellado de linfocitos malignos rápidamente proliferativos (Gutiérrez, 2019). La etiopatogenia del LNH no se encuentra claramente definida; sin embargo, estudios recientes han informado que la expresión del oncogén c-MYC determina la germinación del linfoma en las células B, además de la participación de algunos cromosomas como el 2, 8, 14 y 22 (Murrieta et al., 2009; Pinilla et al., 2009; Pérez, et al., 2014; Pinello et al., 2019).
El linfoma Hodgkin se caracteriza por presentar un parénquima compuesto por dos células de origen linfoide, las células de Hodgkin y las Reed-Stenberg, mientras que el linfoma no Hodgkin exhibe un tejidotumoral compuesto casi exclusivamente por células neoplásicas con estroma muy escaso (Docampo et al., 2011). Para el esclarecimiento del pronóstico del linfoma, diversos autores sugieren el uso de herramientas de biología molecular como la inmunohistoquímica. Puntualmente, el receptor de membrana CD3 es el de elección para la confirmación oncológica (Murrieta et al., 2009).
El linfoma Hodgkin se caracteriza por presentar un parénquima compuesto por dos células de origen linfoide, las células de Hodgkin y las Reed-Stenberg, mientras que el linfoma no Hodgkin exhibe un tejido tumoral compuesto casi exclusivamente por células neoplásicas con estroma muy escaso (Docampo et al., 2011). Para el esclarecimiento del pronóstico del linfoma, diversos autores sugieren el uso de herramientas de biología molecular como la inmunohistoquímica. Puntualmente, el receptor de membrana CD3 es el de elección para la confirmación oncológica (Murrieta et al., 2009).
El presente trabajo reporta los hallazgos histopatológicos de un caso atípico de linfoma no Hodgkin en paciente canino hembra.
CASO CLÍNICO
Se presenta a consulta externa al Centro Veterinario Sabuesos, en Florencia, Caquetá (Colombia), un paciente canino hembra, raza French Poodle de 2 años y 6.3 kg de peso, con su plan sanitario vigente. El propietario refiere que la paciente llegó a presentar evidencia de tres celos durante un periodo de seis meses. Así mismo, mencionó que la paciente presentó una fuerte descarga sero-sanguinolenta posterior a la vacunación antirrábica.
Al examen clínico se encontró un paciente con actitud apoplética. Las constantes fisiológicas estuvieron dentro del rango normal para la especie. El estudio ecográfico de la región inguinal reveló la presencia de una estructura hiperecogénica de forma redondeada no específica con múltiples áreas oncogénicas sugestivas de piometra. Se tomaron muestras para citología por punción de la masa guiada por ecógrafo que arrojó como diagnóstico presuntivo neoplasia de células redondas.
Con base en los hallazgos de imagenología y de la exploración clínica, se decide practicar laparotomía exploratoria, la que evidenció una masa de color rojizo en el cérvix de cerca de 8 cm de diámetro y 3 cm de ancho (Figuras 1 y 2). Una muestra de la masa tumoral se remite a estudio histopatológico y cuyo diagnóstico definitivo fue neoplasia maligna consistente con linfoma no Hodgkin de células grandes. La confirmación inmunohistoquímica se realizó mediante el confrontamiento de la masa tumoral con los marcadores moleculares CD3 y PAX-5, donde el primero mostró una reacción severa y el segundo fue una reacción escasa. Se practicó la eutanasia al paciente y en la necropsia se observaron focos metastásicos en las costillas.
DISCUSIÓN
Los linfomas representan el 10-15% de las neoplasias en niños siendo frecuente la aparición abdominal, intestinal, mesentérica y del aparato genitourinario (Saenz et al., 2015). Contrariamente, los tumores de la glándula mamaria son los de mayor incidencia en perros (Pérez et al., 2014), pero a juzgar por la edad se pueden deducir ciertas similitudes dada la corta longevidad del paciente descrito en el presente trabajo (2 años) y la edad de mayor frecuencia de aparición de los linfomas. El linfoma no Hodgkin se caracteriza por una alteración del cromosoma 8q24 y expresa inmunomarcadores característicos como c-myc, CD45, CD3, CD20 y CD79a (Pinello et al., 2019).
Estudios realizados en humanos sugieren que afecciones virales como herpesvirus o VIH pueden desencadenar alteraciones proliferativas sobre el tejido linfoide y, por ende, los linfomas (Aristizabal et al., 2010). En cuanto a la aparición del linfoma de Burkitt (LB) en el aparato reproductor, es común observarlo en los ovarios, pero infrecuente en el útero (Pérez et al., 2014), como es el caso del presente reporte.
La identificación primaria del LNH fue indispensable para ajustar la terapia curativa; es decir, determinar el lugar de germinación del tumor. De allí se determinó que el LNH diagnosticado mediante histopatología e inmunohistoquimica (IHQ) evidenció que la celularidad presente tanto en el aparato reproductor como en el tejido músculo esquelético había células compatibles con el linfoma, por lo cual se determina metástasis desconociendo el foco primario.
En medicina humana, el pronóstico del LNH suele ser regular a malo, sin llegar a reservado, dado que se pueden realizar estudios biomoleculares que permiten establecer el protocolo terapéutico apropiado. Sobre el tratamiento quirúrgico, diversos autores (Murrieta, et al., 2009; Drenou et al., 2018; Smallwood et al., 2019) mencionan que existen muchas discrepancias entre cirujanos sobre la efectividad de las intervenciones.
La expresión severa, evidenciada en la inmunohistoquímica, del receptor CD3 en la muestra de linfoma no Hodgkin coincide con los resultados hallados en la literatura (Veloza et al., 2017), donde se registra mayor actividad celular de CD3 en las células T del LNH. Otros estudios sugieren una tendencia y relación entre la expresión de CD3 y metástasis del LNH en perros (Zmigrodzka et al., 2018).
Para el presente caso, por tratarse de una casuística muy poco estudiada y reportada en animales de compañía, se decidió en junta médica la eutanasia del animal. Drenou et al. (2018) reportan el uso de ciclofosfamida, vincristina, doxorrubicina, dexametasona, metotrexate, citarabina y rituximab con resultados buenos, mas no excelentes, en cuento al tratamiento curativo. Las combinaciones de ciclofosfamida y vincristine ofrecen alta respuesta inicial para posteriormente mostrar recidivas y así dar cabida final a la radioterapia (Docampo et al 2011); de allí que estos resultados ratifican la decisión ética tomada sobre el paciente del presente caso.