INTRODUCCIÓN
La codorniz japonesa (Coturnix coturnix japonica) es una subespecie de la codorniz común (Coturnix coturnix) oriunda del continente asiático (Valle et al., 2015) que se caracteriza por su potencial en la producción de huevos, precocidad sexual y fácil manejo, además de perfilarse como una alternativa de fuente proteica (Vargas et al., 2009) con 13.6 y 19.6% de proteína en el huevo y la carne, respectivamente (Gonzáles y Hernández, 2011).
En regiones de clima tropical como en zonas de Brasil y Perú, la producción de aves puede verse comprometida por las variaciones en la temperatura ambiental, por lo que representa un serio problema para avicultores de menor escala, al no poder disponer de ventiladores y medios de aclimatación de los galpones (Souza et al., 2011). Los índices productivos alcanzados en la crianza de pollos parrilleros, gallinas ponedoras, codornices y otras especies de interés comercial son bajos cuando se comparan con los de la costa y la sierra peruana (Mays, 2014), pues temperaturas mayores a 27 °C, pueden ocasionar una disminución en la producción debido al estrés generado por el incremento de calor, que a su vez afecta en el desempeño productivo y calidad de huevo si se refiere a gallinas y codornices (Oguntunji y Alabi, 2010).
La suplementación de vitamina C en la dieta de aves de postura puede tener efectos benéficos en el desempeño y calidad del huevo, debido a su acción antioxidante y reducción delos nivelesdeácido úrico (Saki et al., 2010). La suplementación de vitamina C en el agua de bebida reduce la mortalidad de las aves y representa una buena práctica de manejo para combatir el estrés por calor en gallinas ponedoras en periodos de altas temperaturas (Ahmed et al., 2008). El objetivo del presente ensayo fue suplementar vitamina C en la ración de codornices japonesas y evaluar su efecto en el desempeño y calidad de huevo.
MATERIALES Y MÉTODOS
El experimento se realizó en la Facultad de Zootecnia de la Universidad del Estado de Mato Grosso UNEMAT, en el Campus de Pontes e Lacerda, estado de Mato Grosso, Brasil, a 254 m de altitud, que presenta clima tropical caliente y subhúmedo.
Se utilizaron 80 codornices japonesas (Coturnix coturnix japonica) de 23 semanas (161 días) de edad, que se encontraban en el segundo tercio de postura, debido a que provenían de un experimento inicial, evaluando niveles energéticos en la dieta desde la fase de crecimiento hasta la fase de postura. Las codornices fueron redistribuidas aleatoriamente en 20 jaulas galvanizadas (jaulas elevadas, cuatro aves por jaula), usadas en el experimento inicial, provistas de comederos y bebederos con agua y alimento ad libitum. La temperatura y humedad promedio en las jaulas durante el tiempo de evaluación fue de 30 °C y 42%, respectivamente Las aves tuvieron un periodo de adaptación de 20 días a la nueva ración con niveles crecientes de vitamina C. Al finalizar el periodo de adaptación, se iniciaron las evaluaciones de desempeño productivo semanal y de la calidad del huevo a la primera y última semana durante cinco semanas (35 días).
Se utilizaron raciones isocalóricas e isoproteicas de 300.82 Mcal/kg de EM y 20.19% de PB, respectivamente. Las dietas tuvieron 3.2% de calcio, lo cual fue considerado por Silva et al. (2012) para codornices en la segunda fase de postura. Se evaluaron cuatro raciones con niveles crecientes de vitamina C: 0, 100, 200 y 300 mg por cada 100 kg de alimento. Los componentes para la preparación de la dieta fueron pesadas en balanza digital con capacidad de 100 kg. La fuente de vitamina C utilizada fue Bio-C (ácido ascórbico comercial) de concentración de 1 g de ácido ascórbico por pastilla. Las pastillas de vitamina C fueron molidas en mortero de porcelana, pesadas en balanza analítica y premezcladas homogéneamente en una pequeña cantidad de ración, para posteriormente realizar la mezcla final en un mezclador mecánico de alimentos. Las dietas fueron almacenadas en recipientes con tapa en ambiente con temperatura no mayor de 25 °C. El alimento fue suministrado dos veces por día (07:00 y 18:00 h).
Para determinar el porcentaje de materia seca y la composición química de la dieta se tomaron 100 g de cada dieta (tratamientos) para secarlas en estufa y posteriormente ser molidas. Las muestras fueron almacenadas a 15 °C para el análisis químico correspondiente (Cuadro 1). El consumo de alimento diario fue determinado mediante el peso del alimento suministrado menos el rechazado. La suma de estos valores determinó el consumo total por tratamiento. La conversión alimenticia fue determinada mediante la división del alimento consumido entre el rendimiento de huevos.
Fuente: Laboratorio de Análisis de Alimentos y Nutrición Animal (LAANA) de la Universidad del Estado de Mato Grosso (UNEMAT), Mato Grosso, Brasil
1 Dosis crecientes de vitamina C
Para determinar el porcentaje de postura, se registró el número de huevos por jaula cada 24 horas, hasta finalizar el periodo experimental. La calidad del huevo fue evaluada mediante la metodología descrita por Marques et al. (2011). Los huevos fueron pesados en balanza analítica (precisión de 0.0001 g), y se midió el diámetro y largo con el auxilio de un vernier digital (precisión 0.001 mm). Para evaluar la parte interna, los huevos fueron quebrados y se separó la yema del albumen para posteriormente medir el diámetro y altura con el vernier digital. Además, se pesó la yema y el albumen en una balanza analítica. Por último, se midió el espesor de la cáscara.
Se utilizó un diseño completamente al azar, con cuatro tratamientos (dietas) y cinco repeticiones (jaulas con cuatro aves). Todas las variables estudiadas fueron analizadas con el software Statistical Analysis System (SAS(r)) de acuerdo con el diseño empleado usando los comandos PROC GLM. El análisis de comparación de medias fue realizado mediante la prueba de Tukey.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
No se encontraron diferencias significativas en el consumo de alimento en gramos/ave/día, porcentaje de postura y conversión alimenticia entre tratamientos (Cuadro 2). No obstante, Sahin et al (2003 demostraron que la suplementación con vitamina C mejora el rendimiento en aves de postura, en especial en condiciones de estrés por calor, posiblemente debido a que la presencia de antioxidantes como la vitamina C podría inhibir parcialmente la desnaturalización de proteínas y mejorar la digestibilidad de nutrientes (Ciftici et al., 2005).
T1, T2, T2 y T4: 0, 100, 200 y 300 mg de vitamina C en la ración, respectivamente Promedios con superíndices iguales entre tratamientos no difieren estadísticamente
Los resultados del presente estudio fueron, no obstante, superiores a los reportados por Castañeda y Ñañez, (2016), que encontraron valores de consumo de 221.0 y 20.0 g/ave/día, 79.8 y 79.0% de postura y conversiones alimenticias de 3.67 y 3.56 para dietas basales y con 0.05% de vitamina C, respectivamente. Estos autores concluyeron que la adición de vitamina C no es necesaria para codornices bajo condiciones de manejo y ambientes normales, debido a que estas pueden sintetizar ácido ascórbico.
El peso del huevo, albúmina y yema, así como las diferentes medidas hechas en los huevos fueron estadísticamente similares entre tratamientos, con excepción del grosor de la cáscara del huevo que fue menor en el grupo control (Cuadro 3). Silva et al. (2012), por otro lado, reportaron valores de aproximadamente 30 mm de largo y 25 mm de altura, mientras que el grosor de la cáscara en los tratamientos con vitamina C del presente estudio fueron mayores al 0.18 mm reportados por Bailão y Cançado (1997). De otra parte, Caurez y Olo (2013) mencionan que la vitamina C junto con la vitamina E pueden incrementar el peso del huevo de codornices, llegando a obtener valores promedio de 9.9 g, en condiciones ambientales desfavorables con temperatura de 34 ± 2 °C.
T1, T2, T2 y T4: 0, 100, 200 y 300 mg de vitamina C en la ración, respectivamente. Promedios con superíndices iguales entre tratamientos no difieren estadísticamente
ALDH= Altura del huevo; LDH= Largo del huevo; PDH= Peso del huevo; ESC= Espesor de la cáscara: PDA= Peso de la albúmina; PDY= Peso de la yema; DDY= Diámetro de la yema; ALY= Altura de la yema
Los resultados de espesor de la cáscara para el tratamiento control fueron inferiores a los reportados por Melo et al. (2008), quiénes encontraron mayor espesor de la cáscara (0.236 mm) en huevos de codornices alimentadas con dieta comercial para codornices de postura. El espesor de la cascara promedio en codornices entre las 6 y 18 semanas es de 0.225 mm, según de Lemos et al. (2012) y de Oliveira (2016).
El efecto de la vitamina C en el aumento del espesor de la cáscara del huevo de codorniz puede atribuirse a que la vitamina C desempeña un gran papel en la mejora de las propiedades óseas y la formación de la cáscara del huevo (Orban et al., 1993). La vitamina C es un cofactor esencial en la formación del colágeno y de la matriz extracelular (Newman y Leeson, 1997), además de jugar un papel esencial en la formación del tejido óseo (Zang et al., 2011). El aumento del espesor de la cáscara permitiría reducir el índice de quebraduras de la cáscara, generando un beneficio económico adicional al productor (Gherardi y Vieira, 2018). El aumento del grosor de la cascara del huevo estaría correlacionado con el aumento del peso total del huevo; sin embargo, esto no ocurrió en el presente ensayo.
No fue evaluada la composición nutricional del huevo de codorniz en este ensayo, por lo que sería recomendable realizar estudios adicionales utilizando otros niveles de vitamina C a varias temperaturas.
CONCLUSIONES
La suplementación de vitamina C en niveles crecientes en la dieta de codornices no tuvo efecto en el desempeño y calidad de huevo, excepto en el espesor de la cáscara.
La suplementación con vitamina C se presenta como una alternativa viable para mejorar la calidad de la cáscara del huevo, ya que podría disminuir el porcentaje de quebraduras al momento de la puesta y durante el transporte