INTRODUCCIÓN
Los animales de compañía se caracterizan por cumplir un importante rol en la vida del ser humano; sin embargo, existen riesgos tales como el peligro de mordeduras, reacciones alérgicas y transmisión de zoonosis relacionadas a la tenencia de mascotas (Dabanch, 2003). Durante los últimos años, el interés por las mascotas exóticas se ha incrementado, reportándose su presencia en el 5% de hogares de personas inmunocomprometidas en Chile (Abarca, 2012).
Los animales exóticos se definen como aquellas especies, que con la participación del hombre y con diferentes propósitos, son trasladados a un lugar que no corresponde a su hábitat natural; son conocidas también como especies introducidas, foráneas, alóctonas o no nativas (Carvallo, 2009); siendo el grupo de los reptiles, uno de los de mayor demanda en Chile, especialmente la "tortuga de orejas rojas" (Trachemys scripta elegans). Este animal se le encuentra en el 6.3% de los hogares que mantienen mascotas no tradicionales en la ciudad de Talca (Reyes, 2011).
T. scripta elegans es una especie endémica de Estados Unidos y ha sido importada en Chile desde hace décadas (Iriarte et al., 2005). En América del Sur, esta especie ha sido introducida en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Guyana (Alcalde et al., 2012; Martins et al., 2014). La importación y el comercio de esta especie fue prohibida en Brasil en 1998 (Magalhaes et al., 2012) y en Colombia en 2013 (Bermudez et al., 2014). En Chile es considerada como una especie exótica invasora (De Gamboa et al., 2016), de la cual no se cuenta con información sobre la fauna parasitaria que puede afectarla. Los estudios de Chávez (2015) en Perú y de Morant y Gordo (2018) en España, demostraron la presencia de parásitos gastrointestinales. Considerando lo anterior, el objetivo de esta investigación fue detectar la presencia de formas parasitarias en heces de T. scripta elegans provenientes de hogares particulares de la Región del Maule, Chile, a través de la técnica coproparasitaria de Teuscher y evaluar su posible rol zoonótico.
MATERIALES Y MÉTODOS
Lugar de Estudio
El presente estudio se realizó en 35 ejemplares de tortugas de orejas rojas (T. scripta elegans) provenientes de hogares particulares de la Región del Maule (VII Región), siendo 22 hembras (62.8%) y 13 machos (37.2%). Como criterio de inclusión se consideró que los animales no debían haber sido desparasitados durante los seis meses previos a la toma de muestra. El número de individuos para la investigación se determinó basado en el teorema del límite central, toda vez que el tamaño de muestra sea mayor a 30 (Marrugat, 1998).
Los propietarios fueron debidamente informados del procedimiento a través de una carta de consentimiento informado y de confidencialidad de resultados. El muestreo de tipo dirigido se llevó a cabo durante los meses de septiembre-octubre de 2018. Las tortugas fueron aisladas de forma individual en recipientes plásticos debidamente desinfectados con amonio cuaternario al 5%. Los recipientes contenían 5 L de agua potable con una solución que permite la rápida evaporación del cloro comúnmente utilizado en peceras y acuarios (Sera reptil aquatan). El manejo de los individuos y sus condiciones ambientales, fueron supervisados y realizados por personal con conocimientos para esta labor.
Muestras
De cada individuo se recolectó en días alternos no menos de 3 g de material fecal inmediatamente emitidas (entre las 07:00 y las 19:00 horas), tomando en consideración la eliminación irregular de los huevos de los parásitos (Sixto, 2011). La sensibilidad de una única muestra en seco varía entre 35 y 50%, en tanto que el estudio de 2-3 muestras seriadas permite una sensibilidad de hasta 70% (Chajmi, 2007). Las muestras fueron depositadas en frascos herméticos con solución PAF, el cual es un fijador y conservador compuesto por fenol, alcohol y formol (López et al., 2006). Los frascos con heces fueron guardados en un contenedor aislante (cooler) a 18 °C para su traslado al Laboratorio de Medicina Veterinaria de la Universidad Santo Tomás, sede Talca.
Técnica Diagnóstica
Se utilizó la técnica coproparasitaria de Teüscher (sedimentación-flotación con sulfato de zinc), que es una modificación de la técnica de Faust et al. (1938). Se consideró como positivo a todo animal que contase con al menos una forma o taxa parasitaria en alguna muestra fecal.
Análisis Estadístico
El estudio fue de tipo descriptivo y transversal. Se determinó el porcentaje de hospederos parasitados y la riqueza parasitaria (número de taxas parasitarias por hospedador), asociaciones entre individuos parasitados y la variable sexo. Los análisis se realizaron mediante el software estadístico SPSS v. 20.0(r).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Solo se encontró una tortuga hembra (1/ 35; 2.85%) positiva a parásitos gastrointestinales; prevalencia bastante baja en comparación con resultados de otros países. Así, Chávez (2015) en Perú encontraron 76% de prevalencia (n=122 muestras) con el método de Faust en reptiles en cautiverio, aunque solo hubo un positivo de los tres animales que pertenecían a T. scripta elegans. Sevillano (2017) analizó 21 muestras de tortugas de cuatro islas de Ecuador, utilizando el método de concentración por flotación y sedimentación, evidenciando un 100% de prevalencia, mientras que, Werneck et al. (2008), en 12 muestras de tracto digestivo (esófago, estómago, intestino delgado y grueso) de tortugas procedentes de Brasil, observadas directamente al microscopio, encontraron cinco animales con parásitos gastrointestinales (41.7%). Finalmente, Morant y Gordo (2018) reportaron 100% de prevalencia en una población de 112 tortugas de Valencia, España.
En la muestra fecal positiva se encontró una especie indeterminada de la subclase Coccidia, coincidiendo con los hallazgos de Sevillano (2017), quien observó gran cantidad de ooquistes de coccidias en heces de tortugas. En este sentido, los resultados difieren con el estudio de Chávez et al. (2015), quienes detectaron ocho especies de parásitos: Nyctotherus sp, Balantidium sp, Sauricola sp, Alaeuris sp, Ozolaimus sp, ooquistes de Cryptosporidium, larvas de Rhabdias sp y huevos del pentastómido Porocephalus sp; así como del estudio de Morant y Gordo (2018), quienes reportaron cuatro taxas, que incluyen los géneros Nyctotheroides, Balantidium y amebas del género Entamoeba.
Siendo una sola muestra positiva a parásitos gastrointestinales, no se pudo analizar la variable sexo. No obstante, la literatura científica no reporta una relación significativa entre la variable sexo o el estado general del animal con la presencia de nematodos o protozoos (Chávez et al., 2015; Morant y Gordo, 2018).