INTRODUCCIÓN
Los animales domésticos interaccio-nan con el medio ambiente, el cual está siendo constantemente modificado por el hombre, lo cual genera un entorno que influye de forma medible sobre aspectos relevantes al bienestar animal, tales como el desarrollo de conductas inherentes a la naturaleza de cada especie, así como el grado y el tiempo en el que experimentan actitudes de miedo, dolor, hambre y alteraciones de la salud, en respuesta al correcto funcionamiento de su sistema biológico (Broom, 1991; Fraser et al., 1997). Para el caso específico de las vacas lecheras se han determinado diversos indicadores que contribuyen a la determinación del bienestar (Tadich, 2011) basados en las cinco libertades establecidas por la Farm Animal Welfare Council (FAWC, 2009): acceso a suficiente agua y alimento; confort, densidad de animales, estado de los caminos, sombra, presencia de moscas y limpieza del animal; presencia de enfermedades (problemas podales y mastitis); la libertad de expresar su comportamiento natural; y el grado en el que los animales sienten miedo, lo que puede ser evaluado con la distancia de fuga (García et al., 2012).
La incidencia de variables meteorológicas como humedad atmosférica, radiación solar y temperatura ambiente sobre la producción y el bienestar de las vacas lecheras, ha sido investigada por diversos autores (Arias et al., 2008; Schütz et al., 2008; Polsky y von Keyserlingk, 2017), quienes han determinado como el estrés calórico afecta a los animales, y el por qué prefieren estar bajo la sombra cuando la radiación y la temperatura son altas. Así, West (2003) refiere a los efectos de la sombra y el enfriamiento de ambiente como alternativas eficaces para evitar o disminuir los efectos del estrés calórico de los animales.
La inclusión de árboles en arreglos silvopastoriles es una estrategia para proveer de sombra natural a las pasturas, al tiempo que se puede diversificar y mejorar la oferta de alimento, prestar servicios ambientales y generar diferentes microclimas sobre la pastura que los animales pueden utilizar (Murgueitio et al., 2011, 2013; Paciullo et al., 2011), lo que contribuye al mejoramiento de las condiciones de vida de bovinos en pastoreo. Por tal motivo, el objetivo del presente trabajo fue comparar indicadores de bienestar animal de vacas lecheras que pastorean sistemas silvopastoriles y tradicionales en el trópico alto colombiano, para establecer si la presencia de árboles genera un mejor hábitat para el desarrollo de la actividad lechera.
MATERIALES Y MÉTODOS
Este estudio observacional longitudinal transversal fue desarrollado en dos fincas de lechería especializada semiextensivas en el municipio de Saboyá, Boyacá, Colombia, ubicado a 156 km de Bogota DC (Colombia). La altitud promedio del municipio es de 2600 msnm, con una temperatura media anual de 14 ºC y una precipitación media anual de 1436 mm. Una de las fincas manejaba un sistema de alimentación basado en pastoreo en monocultivo de Cenchrus clandestinus (sistema tradicional), y la otra finca manejaba un sistema de alimentación compuesto por Cenchrus clandestinus y cercas vivas de Alnus acuminata establecidos a una distancia de 2.50 m entre árboles, para un total de 255 árboles/ha (sistema silvopastoril).
Se realizaron muestreos mensuales entre agosto de 2015 y mayo de 2016. Las mediciones se realizaron en las vacas en lactancia que se encontraron en cada finca (20 en el sistema silvopastoril y 10 en el sistema tradicional), de raza Holstein, entre 3 y 8 años, con dos ordeños al día. Se evaluó el número de moscas, temperatura de capa, frecuencia respiratoria, actividad, distancia de fuga, suciedad del animal y presencia de mastitis subclínica, como indicadores de bienestar animal. Se midió cada variable mediante observación directa, cada 30 minutos entre las 08:00 y las 14:00 h.
Se contó el número aproximado de moscas de los cuernos Haematobia irritans presentes en cada animal, con personas previamente entrenadas (Hillerton et al., 1984). Específicamente, las moscas de los cuernos se contaron en el costado izquierdo de cada vaca, ubicándose el personal a 1 m de distancia aproximadamente del animal para evitar incomodarlo. El resultado se multiplicaba por dos. Según la metodología descrita por Jensen et al. (2014) y Woolley et al. (2018), si el recuento de moscas por vaca era <25, las moscas se contaban una por una, pero si el recuento excedía a 25, las moscas se contaban en grupos de 5 (es decir, 25, 30, 35, etc.)
La temperatura de capa se tomó con un termómetro láser Extech® 42570, apuntando a una distancia de 3 m sobre la parte dorsal del animal; la frecuencia respiratoria se determinó de manera visual contando el número de respiraciones por minuto, y la actividad de la vaca fue clasificada como: acostada (a); acostada rumiando (a/r); comiendo (c); parada (p) y parada rumiando (p/r).
La distancia de fuga fue medida con un equipo láser Rangefinder telemetre sport 580, tomando en cuenta la distancia en metros a la cual cada animal toleraba el acercamiento del observador sin escapar (Grandin, 1975; Hermsworth et al., 2000). Específicamente, el observador se acercaba lentamente a la vaca en observación (un paso por segundo) y tomaba la distancia entre él y el lugar en donde estaba la vaca antes de alejarse (una distancia de fuga de 0 m se asignaba cuando la vaca permitía al observador tocarla). La suciedad del animal fue calificada en una escala de 0 (limpio) a 3 (sucio), especialmente en el vientre, tren posterior y ubre, excluyendo las pezuñas, mediante el procedimiento reportado por Tadich (2011).
La mastitis subclínica se diagnosticó mediante la prueba de California Mastitis Test (CMT) (Whyte et al., 2005), con calificación de 0 (para ausencia de mastitis subclínica o negativo) a 3 (animal infectado o positivo fuerte), con una calificación opcional de 4 cuando existe mastitis clínica.
En el análisis estadístico, para las variables distancia de fuga, suciedad del animal y grado de mastitis se utilizó el modelo estadístico Yij =µ+Si+ ij, donde Yij=variable de respuesta (distancia de fuga, suciedad y grado de mastitis subclínica), Si = efecto del iésimo sistema de pastoreo (silvopastoril vs tradicional). Para las variables número de moscas, temperatura de capa y frecuencia respiratoria se incluyó el efecto de la hora del día y la interacción entre el sistema de pastoreoylahoradeldía: Yijk=µ+Si+Hj+(SH)ij+ ijk, donde Yij=variable de respuesta (número de moscas, temperatura de capa, frecuencia respiratoria), Si = efecto del iésimo sistema de pastoreo (silvopastoril vs tradicional), Hj = efecto de la j-ésima hora (cada media hora entre 08:00 y 14:00), y SHij = interacción entre el sistema de pastoreo y la hora del día. Los datos fueron analizados mediante modelos de regresión lineal generalizados (PROC GLM) usando el software estadístico SAS (2013).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Número de Moscas
El máximo número de moscas H. irritans registrado fue 210 y 168 moscas/ animal en los sistemas silvopastoril y tradicional, respectivamente. El promedio de moscas fue significativamente menor (p<0.05) en el sistema silvopastoril (44 ± 39.8 moscas/ animal) en comparación al sistema tradicional (56 ± 47.5 moscas/animal), relación que se mantuvo independientemente de la hora en la que fueron realizadas las mediciones (Figura 1). En el sistema silvopastoril se observó tendencia al aumento del número de moscas en las horas más cálidas del día, mientras que en el sistema tradicional fue mayor en las primeras horas del día, probablemente debido a la influencia del ambiente sobre la prevalencia de moscas, especialmente cuando la temperatura y la humedad fluctúan entre 27 y 30 ºC y entre 65 a 70% respectivamente (Gallardo et al., 2000).
El número de moscas en cada sistema fue similar al reportado por Castillo et al. (2016); no obstante, se pueden presentar grados de infestación de más de 500 individuos (Byford et al., 1992). Para el caso de sistemas silvopastoriles, Márcia et al. (2017) encontraron menor cantidad de moscas H. irritans parasitando al ganado en una pastura con árboles (13.2 moscas/animal) en comparación a las 24.0 moscas/animal en una pastura convencional. Sin embargo, la población de parásitos depende de diversos factores, incluido el grado de resistencia de cada animal (Miraballes et al., 2018), por lo cual es difícil aislar las mediciones y establecer la influencia de los árboles sobre la presencia de moscas.
Se observó un incremento del número de moscas en los meses con mayor temperatura y menor precipitación (diciembre-marzo) (Figura 2).
Temperatura de Capa y Frecuencia Respiratoria
La temperatura de capa fue significativamente mayor (p<0.05) en las vacas manejadas en el sistema tradicional (37.4 ºC) en comparación con las que estuvieron en el sistema silvopastoril (33.8 ºC), diferencia que se incrementó entre las 09:30 y 12:30, evidenciando que el microclima bajo el dosel de los árboles genera reducción de la temperatura del aire que incide sobre los animales (Mahecha, 2002). Inclusive, en zonas semiáridas, donde las temperaturas y la radiación son elevadas, la presencia de árboles puede disminuir considerablemente la temperatura del aire y del suelo (Menezes et al., 2002). Estas condiciones son aprovechadas por los animales como herramienta para regular el estrés calórico (Schütz et al., 2008).
No se tuvieron diferencias significativas entre animales en los dos sistemas en frecuencia respiratoria (32.1 y 31.8 respiraciones/min para el silvopastoril y tradicional, respectivamente). Esta relación que se mantuvo constante durante el día (Figura 3). Estos valores se ubican en el límite superior de respiraciones por minuto de un bovino en descanso (15-30 respiraciones/min) (Jackson y Cockcroft, 2002); no obstante, este valor puede cambiar dependiendo de las condiciones ambientales donde se encuentra el animal.
Actividades
Las vacas tuvieron mayor consumo de alimento durante las primeras horas del día en ambos sistemas (Figura 4); sin embargo, un agroecosistema diverso como lo es el sistema silvopastoril pudo influir el comportamiento de los animales, ya que los animales desarrollaron más actividades conforme a sus preferencias y condiciones de confort, donde el porcentaje de animales desarrollando alguna de las actividades pre-establecidas (acostada, acostada rumiando, parada, parada rumiando) fue más variado durante el día, en comparación con las actividades de los animales que estuvieron en el sistema tradicional, en el cual la mayoría de individuos estuvieron comiendo, especialmente entre las 08:00 y las 10:30 h, mientras que entre las 12:00 y las 14:00 h permanecieron en reposo. Souza et al. (2010) reportaron en un sistema silvopastoril con presencia de eucalipto que los animales pastoreaban menos tiempo en las horas de la mañana, en comparación con los que pastorearon pasturas en monocultivo, situación que se invirtió en las actividades de la tarde. La mitigación ambiental causada por los árboles afecta directamente el tiempo utilizado para el consumo de alimento, ya que el animal, estará en busca de sombra, especialmente en las horas más calurosas del día (Paciullo et al., 2011), por lo que los sistemas silvopastoriles pueden favorecer mejores condiciones al animal, comparado con los que pastorean en sistemas tradicionales.
Distancia de Fuga y Suciedad
Los sistemas silvopastoriles son modelos de producción pecuaria que requieren mayor mano de obra y manejo (Clavero y Suárez, 2006; Murgueitio et al., 2006), por lo que los animales están más acostumbrados a la presencia de las personas que laboran en la finca y pueden requerir menor distancia de fuga en relación con los sistemas tradicionales, tal como se observó en el presente estudio (Cuadro 1).
a,b Letras diferentes entre columnas indican diferencia significativa (p<0.05)
1 Nivel de suciedad establecido entre valores de 0 (animal limpio) a 3 (animal sucio)
Se observó mayor índice de suciedad en el cuerpo de los animales presentes en el sistema de pastoreo tradicional sin árboles comparado con los animales que estuvieron en el sistema silvopastoril (Cuadro 1). Al parecer, el sistema silvopastoril proporcionó al ganado espacios de reposo más confortables para cada animal, ya que no se observaron zonas de castigo frecuentes en los esquemas de pastoreo tradicionales, donde el conjunto de animales se concentra en un solo lugar en los periodos de descanso y rumia, causando deterioro excesivo de las pasturas, que se agrava con mayores índices de compactación del suelo en esas zonas de castigo.
Mastitis Subclínica
No se presentaron diferencias significativas entre tratamientos respecto a la prevalencia de mastitis. Más de 50% de los animales estuvieron libres de infección mamaria y alrededor de 20% mostraron el nivel 1 de mastitis subclínica (Figura 5). Estos resultados indican menor incidencia de mastitis que el 60% reportados por García-Sánchez et al. (2018) en vacas Holstein en Cuba y del 39.3% y por Ruiz et al. (2011) en Pernambuco, Brasil.
CONCLUSIONES
Hubo mayor presencia de Haematobiairritans en el sistema tradicional vs el sistema silvopastoril.
La temperatura de capa fue superior en los animales ubicados en el sistema de pastoreo tradicional que, en los animales manejados en el sistema silvopastoril, como respuesta al mejor confort térmico generado por la presencia de árboles.
La presencia de árboles favorece que las vacas muestren mayor variedad de acciones en el comportamiento ingestivo, con patrones de pastoreo más diversos en comparación con el pastoreo tradicional en potreros sin árboles.
La distancia de fuga fue menor en el sistema silvopastoril indicando una menor aversión hacia las personas que en el sistema tradicional.