INTRODUCCIÓN
En la región Cajamarca y en toda la sierra peruana predomina una crianza extensiva en materia de producción y explotación animal, en la cual, en un solo predio se pueden encontrar: vacunos, ovinos, caprinos, équidos, porcinos, caninos, etc. Considerando que esta región es endémica en Fasciola hepatica y otros parásitos gastrointestinales, es posible encontrar parásitos que han roto la relación parásito-hospedador específico y se hayan adaptado a otras especies conforme van evolucionando, por lo que es necesario un estudio molecular para determinar género-especie del que se trate (Espinoza et al., 2010; Rodríguez et al., 2014).
Por desconocimiento de las parasitosis en el burro o asno (Equus africanus asinus), los ganaderos no manejan un calendario sanitario aplicado a esta especie, y no se les incluye en un programa de desparasitación. Los productores administran antiparasitarios a los vacunos principalmente, en menor medida a ovinos y ocasionalmente caballos (crianza extensiva), pero no lo hacen a los asnos. Al ser animales que no generan ingresos económicos importantes no se les designa recursos, ya que solo son usados para transporte de carga liviana en distancias cortas, no tienen un costo elevado en el mercado; siendo por el contrario, un gasto importante su dosificación.
Fasciola hepatica ha sido reportada en todos los países del continente americano (Carmona y Fort, 2016). En Perú, las más altas prevalencias de fasciolosis humana y animal son en la Sierra, principalmente en los valles interandinos de Cajamarca, Junín, Cusco y Arequipa, así como en la altiplanicie de la cuenca del Lago Titicaca (Esteban et al., 1999; Marcos et al., 2007). La fasciolosis animal está ampliamente distribuida en 21 de las 24 regiones del Perú, reportándose de manera esporádica o se encuentra ausente en los informes de decomisos en las regiones amazónicas de Madre de Dios, Ucayali y Loreto, donde las condiciones climáticas y ecológicas no favorecerían el desarrollo del ciclo de vida del parásito (Espinoza et al., 2010).
No se dispone de antecedentes regionales ni nacionales de F. hepatica en asnos en el país; sin embargo, se cuenta con un estudio en el Santuario de Burros en Reino Unido donde se reportó 8.5% (17/200) de animales con presencia de huevos de este trematodo (Svendsen, 1997), mientras que en Turquía se reportaron 2.6% (n=39 burros) de infección de F. hepatica (Soykan y Oge, 2012). Asimismo, infecciones por trematodos en burros han sido reportadas por Hasslinger y El-Seify (1996) en Egipto causadas por Gastrodiscus aegyptiacus y Fasciola gigantica, y por Matthee et al. (2004) en Sudáfrica, quienes reportaron 58 especies de nematodos (97%), 1 cestodo (1.5%) (Anoplocephalidae: Anoplocephala perfoliata) y 1 especie de trematodo (1.5%) (Paramphistomidae: Gastrodiscus aegyptiacus) en las muestras de caballos, burros y cebras (Matthee et al., 2004).
De otro lado, la paramphistomidosis es una enfermedad de distribución mundial, reportada con mayor frecuencia en las regiones tropicales y subtropicales (Rangel et al., 2003), siendo las especies de los géneros Paramphistomum, Cotylophoron, Calicophoron, Ugandocotyle, Orthocoelium, Balanorchis y Gastrothylax las principales causantes de la enfermedad en rumiantes (Pinedo et al., 2010; Rojas et al., 2015). En el valle de Cajamarca se reporta Calicophoron microbothrioides (Ortiz et al., 2010).
No se dispone de estudios sobre nematodos gastrointestinales en asnos en Cajamarca ni en Perú. No obstante, en Colombia, Herrera et al. (2016) reportó una frecuencia de parásitos gastrointestinales de 94.4% en 36 burros de 47 predios, especialmente Trichostrongylus spp (91.7%), Strongylus spp (68.1%), Strongyloides westeri (66.7%) y Parascaris equorum (9.7%). De otra parte, Rivero et al. (2018), al analizar muestras de heces de 11 burros en Hidalgo, México, encontraron que el 100% de los animales presentaron huevos de parásitos gastrointestinales, especialmente Trichostrongylus spp, Strongylus spp, Trichonema spp, Parascaris equorum y Strongyloide westeri. Es así que el objetivo del presente estudio fue determinar la prevalencia de trematodos y nematodos a través de la presencia de huevos en heces de asnos criollos comercializados en la Plaza Pecuaria Iscoconga de Cajamarca.
MATERIALES Y MÉTODOS
El presente trabajo se llevó a cabo en la Plaza Pecuaria Iscoconga de Cajamarca, provincia de Cajamarca, Perú. La campiña cajamarquina presenta una temperatura media anual de 15.9 °C, precipitación pluvial anual de 537 mm y humedad relativa anual de 64.5% (SENAMHI, 2018). Se encuentra ubicada a una altitud de 2750 msnm.
Se diseñó un muestreo aleatorio de tipo descriptivo y corte transversal. Entre noviembre y diciembre de 2019 (época lluviosa) se recolectaron muestras de heces de 73 asnos. Para el cálculo del tamaño muestral y al no tener datos de la población de asnos, se usó la fórmula para «n» muestral de una población no conocida (Pita, 2001) con un nivel de confianza al 95%, una proporción esperada al 5% y un error de muestreo al 5%, el cual quedó definido como 73 muestras fecales.
Las muestras fueron recolectadas de animales adultos (>2 años), independientemente de su sexo. Para la toma de muestras (100 g), se escogieron las horas de la mañana, se identificaron los asnos que estaban en la plaza y se prestaba atención al momento de la defecación para recolectar las heces en forma inmediata con bolsas de polietileno. Las muestras se almacenaron en una caja de poliestireno expandido (Tecnopor) con hielo en gel y fueron llevadas al Laboratorio de Parasitología Veterinaria de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Cajamarca, para su procesamiento correspondiente en el marco de 48 horas de la colección.
Para la determinación de nematodos se empleó la técnica de flotación por concentración con solución saturada de azúcar (1 L de agua con 1280 g de azúcar rubia) a una densidad de 1.20-1.27 mg/ml. Para el caso de trematodos se utilizó el método de Sedimentación modificado por Rojas y Torrel (Torrel y Rojas, 2017). Los géneros de nematodos y trematodos fueron identificados utilizando las características de los huevos descritos por su tamaño y morfología según Fiel et al. (2011) en rumiantes. Para esto, se empleó un microscopio óptico de luz con objetivos de 10 y 40X. La prevalencia de las parasitosis se determinó dividiendo el número de casos positivos entre el total de muestras (animales) y expresado en porcentaje (Thrusfield y Christley, 2018). El análisis estadístico se hizo con la prueba de Chi cuadrado.
RESULTADOS
La prevalencia total de parasitosis, según la presencia de huevos en heces fue de 100%. En una de las 73 muestras solo se encontró Fasciola, en 98.6% solo nematodos y en 27.4% de las muestras se encontró asociaciones entre Fasciola con algún género de nemátodo; no obstante, no se encontró asociación estadística (X2 = 3.481) (Cuadro 1). En el Cuadro 2 se muestra la prevalencia de los cinco géneros de parásitos encontrados en el estudio.
DISCUSIÓN
En este estudio se da a conocer los primeros casos de Fasciola hepatica en asnos de Cajamarca y de Perú, encontrándose una prevalencia mayor (28.8%) a la reportada por Svendsen (1997) en el Reino Unido, quien notificó frecuencias entre 8.5 y 17%. De la misma forma, los resultados de infección por fasciolosis en este estudio, siguen siendo superiores a los encontrados en Turquía por Soykan y Oge (2012) donde la tasa de infección solo fue 2.6%.
Como lo afirma Espinoza et al. (2010), las más altas prevalencias de fasciolosis humana y animal se presentan en las zonas rurales de los valles andinos de Cajamarca, Junín, Cusco y Arequipa, debido principalmente al pastoreo mixto, aguas estancadas y riegos por inundación con aguas servidas no tratadas, lo cual favorece el desarrollo del hospedador intermediario, caracol del género Lymnaea (viatrix, columella y truncatula).
La prevalencia nula de paramphistomidosis puede deberse a que estos parásitos aún no se han adaptado al tracto gastrointestinal en estos monogástricos, ya que la mucosa es distinta al de los rumiantes; sin embargo, esto no significa que los asnos estén libres de paramphistómidos (Brunser et al., 2013; Rojo y González, 2013). Conociéndose sobre la existencia de Calicophoron microbothrioides en el valle de Cajamarca (Ortiz et al., 2010) será cuestión de tiempo de que estos parásitos puedan adaptarse a los équidos. Por lo pronto, el presente estudio concuerda con el trabajo de Rázuri (2014) quien no encontró paramphistómidos en caballos de Cajamarca.
La alta prevalencia de nematodos en este estudio (98.6%) coincide con lo señalado por Herrera et al. (2016) en Colombia; quien encontró 94.4% (136/144) de muestras positivas y con el estudio de Rivero et al. (2018) en México, con el 100% de burros (n=11) con huevos de parásitos gastrointestinales. Matthee et al. (2004) también reportan que el 97% de los helmintos intestinales en équidos sudafricanos pertenece a 58 especies, siendo solo 1.5% a una especie de trematodo y otro 1.5% a una especie de cestodo. Se infiere que la alta prevalencia señalada puede estar ocasionada por la falta de un calendario sanitario que incluya a esta especie, así como a la capacidad adaptativa de los parásitos a las diferentes condiciones fisiológicas y anatómicas de cada especie animal (Rodríguez et al., 2014), y al mal manejo del pastoreo y de las fuentes de agua.