INTRODUCCION
La planta Cannabis sativa ha sido utilizada en la medicina humana como una opción terapéutica, la cual fue reconocida en la farmacología a inicios del siglo XX (Scublinsky, 2017). Vogt et al. (2019) determinaron que la clasificación de cultivo de cannabis como cáñamo o marihuana está determinada por la concentración de cannabinoides, entre los cuales están: (1) el tetrahidrocannabidol (THC) que se encuentra principalmente en la marihuana y es el compuesto responsable de producir el efecto psicoactivo; y (2) el cannabidiol (CBD) que se encuentra más en el cáñamo y tiene efectos antipsicóticos, ansiolíticos y antidepresivos.
Las primeras investigaciones acerca del CBD se enfocaron en una aplicación conjunta con otros agentes medicinales y sus resultados determinaron efectos potencialmente positivos (Góngora-Gómez et al., 2017). Se han identificado propiedades: (a) antiproliferativas en tratamientos de leucemia, cáncer de mama y el glioma (Iuvone et al.,2009); (b) antiinflamatorias, estimulando las enzimas COX-1 y COX-2 (Burstein, 2015);(c) neurológicas, previniendo la neurotoxicidad del glutamato y la muerte celular inducida por especies de oxígeno radical (Krishnan et al., 2009); (d) analgésicas, reduciendo los niveles de varios mediadores como la prostaglandina E2, peróxido de lípidos y el óxido nítrico (Burstein, 2015); y (e) músculo esqueléticas que activando los receptores CB2 permite prevenir la hiperalgesia térmica, alivia la alodinia mecánica y facilita la proliferación del fenotipo microglial
antiinflamatorio en el asta dorsal ipsilateral de la médula espinal (Luongo et al., 2010).
Algunos investigadores son más cautos al momento de emitir un criterio acerca del uso del CBD, alegando que aún no existen rangos de seguridad en su aplicación; además afirman que esta inestabilidad se puede deber a las formas de procesamiento y almacenamiento e incluso a las fuentes de origen de la planta que ocasiona diferentes niveles de concentración de cannabinoides (Prat et al., 2019; Bobes y Calafat, 2000).
Kogan et al. (2019) estudiaron la percepción de profesionales veterinarios entorno al uso de cannabis y determinaron que el 61%, especialmente entre los profesionales más jóvenes, se sentía cómodo con el uso de CBD entre profesionales veterinarios; sin embargo, solo el 45% se sentían cómodos tratando el uso de CBD con los clientes. El des- conocimiento de los profesionales veterinarios acerca del uso medicinal del CBD y la escasa literatura en torno a su aplicación ha limitado su uso terapéutico; sin embargo, estudios como el de Pazos Rodríguez et al. (2017) respaldan el hecho de que el CBD puede ser utilizado en animales por su gran potencial terapéutico y medicinal. Por tal motivo, el objetivo de la investigación fue de- terminar la percepción de los profesionales veterinarios de la ciudad de Guayaquil con respecto al uso terapéutico de cannabidiol en animales de compañía.
MATERIALES Y METODOS
El enfoque del estudio fue cuantitativo de tipo descriptivo y correlacional con diseño no experimental de corte transversal. La investigación se llevó a cabo mediante la aplicación de un cuestionario estructurado desarrollado a partir de los estudios de Kogan et al. (2019) y Vogt et al. (2019), con el fin de medir: (1) el conocimiento y aceptación de uso del cannabidiol, (2) casos en los cuales aplicar cannabidiol y, (3) tipos de presentaciones para el uso. El cuestionario fue validado por tres expertos veterinarios ligados a la clínica de animales menores y a la docencia en educación superior. Además, se determinó la consistencia interna del instrumento mediante el coeficiente Alfa de Cronbach, cuyo valor fue superior a 0.7 (Oviedo y Campos, 2005).
Como población de estudio se consideró el total de médicos veterinarios zootecnistas graduados en la Universidad Agraria del Ecuador en el periodo 1992-2020. El registro proporcionado por la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia fue de 1249 profesionales. Mediante la fórmula de muestreo aleatorio simple con 95% de con- fianza y 5% de error se determinó un tamaño de muestra mínima de 294 profesionales a ser encuestados. El cuestionario fue desarrollado mediante la herramienta Google Forms y enviado a los correos registrados en la base de datos proporcionada por la universidad. La participación en la encuesta fue voluntaria y anónima, y se obtuvieron 305 respuestas en un tiempo de dos meses. Dado que la mayor proporción de encuestas pertenecieron a profesionales entre 25 y 40 años, el rango de edades puede considerarse como una limitación del estudio.
Los datos de la encuesta fueron procesados con el software estadístico IBM SPSS Statistics v. 22. El análisis descriptivo se realizó mediante distribuciones de frecuencias y el contraste de asociación del uso y presentaciones del CBD con las variables demo- gráficas mediante la prueba Chi cuadrado.
RESULTADOS
La aplicación de la encuesta generó 305 respuestas válidas. El 57% (175) fueron hombres y el 43% (130) mujeres. La distribución de frecuencias por edad y género de los encuestados se presenta en la Figura 1. La mayoría tenía entre 25 y 40 años. El 27%
(83) de los encuestados manifestaron tener formación completa de posgrado y el 73%
(222) de pregrado. Asimismo, 56% (172) manifestaron estar solteros, 29% (88) casa- dos y 15% (45) entre divorciados, en unión libre o viudos.
El Cuadro 1 muestra la percepción de los encuestados con respecto al conocimiento y aceptación del uso del cannabidiol. El 96% manifestó estar en total o parcial acuerdo respecto a la aplicación de métodos terapéuticos alternativos en general. El 94% manifestaron estar en total o parcial acuerdo respecto a la utilidad de la aplicación del cannabidiol como tratamiento terapéutico en humanos, mientras que el 93% manifestaron lo mismo respecto a su aplicación en anima- les. Por otro lado, 65% manifestaron estar en total o parcial acuerdo respecto a que el uso del cannabidiol tiene efectos tóxicos en animales.

Figura 1 Distribución de encuestados por edad y género (población de médicos veterinarios y zootecnistas graduados en la Universidad Agraria del Ecuador en el periodo 1992- 2020 (n=305)
En el Cuadro 2 se presenta la percepción de los profesionales veterinarios con res- pecto a los casos en los cuales puede utilizarse el cannabidiol como método terapéutico. Al menos el 70% de los profesionales veterinarios manifestaron estar en total o parcial acuerdo en que el cannabidiol puede ser utilizado para manejo del dolor, ansiedad, convulsiones, fobias a los truenos o fuegos artificiales, enfermedades neoplásicas; así como para estimular el apetito, cuidados paliativos y afecciones músculo esqueléticas. Además, entre el 50 y 60% manifestaron estar en total o parcial acuerdo en que el cannabidiol puede utilizarse en casos de enfermedades gastrointestinales, mareos, enfermedades dermatológicas, endocrinopatías y como efecto inmunomodulador.
El Cuadro 3 muestra la percepción de los profesionales veterinarios con respecto a las presentaciones para el uso del cannabidiol. El 89% manifestó estar en total o parcial acuerdo en que las gotas bebibles es la presentación más aceptable para el uso del cannabidiol.
Cuadro 1 Percepción de profesionales médico-veterinarios y zootecnistas acerca del conocimiento y aceptación del uso del cannabidiol, Ecuador (n=305)

Cuadro 2 Percepción de profesionales médico-veterinarios y zootecnistas acerca de los casos en los cuales se puede utilizar cannabidiol como medida terapéutica, Ecuador (n=305)

Cuadro 3 Percepción de profesionales médico-veterinarios y zootecnistas acerca de las presentaciones para el uso del cannbidiol, Ecuador (n=305)

Cuadro 4 Contraste de asociación entre el género de los encuestados y los casos de uso de cannabidiol (n=305)

La presentación en crema tópica obtuvo un nivel de aceptación del 80%, en tanto que la presentación a manera de inhalatorio obtuvo el menor nivel de aceptación
El Cuadro 4 muestra los contrastes de la prueba del Chi cuadrado entre el género de los encuestados y el uso del cannabidiol. Se encontró que el nivel de respuesta depende del género para la fobia a los truenos o fuegos artificiales, enfermedades gastrointestinales, enfermedades dermatológicas, endocrinopatías, e inmunomodulador (p<0.05); siendo los hombres los más predispuestos al Fobias a los truenos o fuegos artificiales
0.006* empleo del CBD.
No se encontró relación alguna entre el género de los encuestados y el tipo de presentación para el uso del cannabidiol (Cuadro 5). Tampoco se encontró un contraste significativo entre el nivel de estudio de los profesionales veterinarios (pregrado y posgrado) con los casos de uso de cannabidiol (Cuadro 6).
El contraste de asociación determinó que el nivel de estudio de los profesionales veterinarios está relacionado con el tipo de presentación para el uso de cannabidiol (p<0.05) cuando este es de tipo comestible; siendo los profesionales con nivel de estudio de pregrado los de mayor predisposición a esta presentación.
DISCUSION
Los resultados de la encuesta han permitido determinar que los profesionales veterinarios conocen y están de acuerdo sobre el uso de la medicina veterinaria complementaria y alternativa (MVCA), concordando con Gyles (2020).
El estudio evidenció que 95% de los profesionales veterinarios manifestaron estar en total o parcial acuerdo en que el uso del CBD contribuye al manejo del dolor, coincidiendo con Della Rocca y Di Salvo (2020) que indicaron que el uso de cannabis en medicina veterinaria está relacionado al tratamiento del dolor, especialmente neuropático; además, permite tratar osteoartritis y cáncer. En forma similar, concordaron con el estudio de Hartsel et al. (2019), que indica que la mayoría de las aplicaciones de cannabis han lo- grado buenos resultados en enfermedades dermatológicas, trastornos del estado de ánimo, epilepsias y otras enfermedades que afectan a perros y gatos.
El 65% de los profesionales veterinarios manifestaron estar en total o parcial acuerdo referente a que existen efectos tóxicos del uso de cannabidiol en animales. En este sentido, Huestis et al. (2019) indicaron que existen efectos adversos al administrar dosis mayores a las recomendadas para humanos, reflejando toxicidad para el desarrollo, mortalidad embriofetal, inhibición y neurotoxicidad del sistema nervioso central, lesiones hepatocelulares, y reducción de la espermatogénesis, entre otras; sin embargo, Kogan et al. (2016) aclaran que la mayoría de las investigaciones que exponen riesgos de toxicidad se da por intoxicación de las mascotas al ingerir productos de marihuana como brownies o galletas que son consumidos por sus propietarios. De otra parte, si bien 91% de los encuestados están de acuerdo en recomendar y prescribir CBD en tratamientos terapéuticos, Kogan et al. (2019) mencionan que los profesionales veterinarios se abstienen de recomendar y prescribir CBD, tanto por la toxicidad que puede generar como por las restricciones legales que existen.
Cuadro 6 Contraste de asociación entre el nivel de estudio1 de los encuestados y los casos de uso de cannabidiol (n=305)

Cuadro 7 Contraste de asociación entre el nivel de estudio1 de los encuestados y el tipo de presentación para el uso de cannabidiol (n=305)

Gamble et al. (2018) señalaron que el aceite de CBD disminuye el dolor e incrementa la actividad en perros con osteoartritis; coincidiendo con lo manifestado por los encuestados, los cuales el 84% afirmaron que el CBD influye positivamente en el tratamiento de afecciones músculo esqueléticas. Asimismo, 94% de los encuestados manifestaron estar de acuerdo en los beneficios generados por el uso de CBD en cuadros de ansiedad, tal y como lo señala Brutlag y Hommerding (2018) quienes indican que el uso de psicoactivos ayuda a reducir la excitación y ansiedad en perros y gatos.
De acuerdo con Likar y Nahler (2017), los cannabinoides juegan un rol importante en el tratamiento del cáncer, manejo de náuseas, vómitos, dolor, ansiedad y trastornos del sueño; lo cual coincide con los resultados del estudio, donde los encuestados manifestaron que el CBD puede utilizarse para cuidados paliativos (82%), control de mareos (65%), estímulo del apetito (73%) e inmunomodulador (66%).
Se evidenciaron relaciones significativas (p<0.05) entre el género de los encuestados y el uso de CBD, pudiendo deberse a que existen diferentes niveles de empatía entre hombres y mujeres hacia los animales (Wikman et al., 2013). Por otro lado, Hurtado et al. (2020) no evidenciaron relación con variables demográficas entre profesionales veterinarios acerca del uso medicinal de fitocannabinoides en animales de compañía.
CONCLUSIONES
La mayoría de los profesionales veterinarios manifestaron estar de acuerdo con el uso de cannabidiol (CBD) como agente terapéutico en animales e indicaron mayor aceptación en presentaciones de gotas bebibles y tabletas.
El género de los profesionales veterinarios influye en su criterio con respecto al uso del CBD en casos de fobia, enfermedades gastrointestinales, enfermedades dermatológicas, endocrinopatías y como agente inmunomodulador, pudiendo atribuirse a la diferencia de manejo de las emociones entre hombres y mujeres.