INTRODUCCION
El costo de alimentación es el rubro más elevado en los sistemas de producción animal. La producción de biocombustibles, el cambio climático y actualmente la aparición del COVID-19 han ocasionado que las materias primas convencionales empleadas para elaborar dietas balanceadas para animales experimenten un fuerte incremento, provocando un entorno insostenible en el manejo de la alimentación del ganado para los pequeños y medianos productores (Caicedo et al., 2021).
Por otra parte, diversas investigaciones evidencian avances hacia el procesamiento y empleo de subproductos agrícolas para la alimentación de animales de interés zootécnico, con el fin de minimizar los costes de alimentación (Sumaya-Martínez et al., 2012; Lezcano et al., 2015). En Ecuador se produce la fruta de mango en dos épocas del año, la fruta de primera está destinada para el consumo humano; sin embargo, los subproductos son poco valorados para la alimentación animal. El mango es una fruta rica en fibra, proteína, ceniza, grasa, carbohidratos solubles, vitaminas y antioxidantes (Barbosa et al., 2017). Estos recursos se podrían conservar empleando procesos biotecnológicos como el ensilado, y garantizar una fuente de alimento extra para épocas de escasez (Puligundlaet al., 2014; Borrero et al., 2017; Gómez y Guzmán, 2019).
El ensilado de los subproductos agrícolas conserva los nutrientes para aprovechar- los por tiempo prolongado (Caicedo et al., 2015; Lezcano et al., 2017). El objetivo de este estudio fue evaluar la composición química y microbiológica del ensilado de mango de rechazo inoculado con yogur natural para uso en la alimentación animal.
MATERIALES Y METODOS
Lugar de Estudio
El estudio se realizó en la Amazonía ecuatoriana, cantón Pastaza, Ecuador. La zona se encuentra a 900 msnm y presenta un clima subtropical húmedo, con temperaturas que entre 20 y 32 °C, humedad relativa de 87% y precipitaciones superiores a 4000 mm anuales (INAMHI, 2014).
Elaboración del Ensilado
Para elaborar el ensilado se empleó fruta de mango de desecho de maduración natural, variedad «Manila» que no cumplía con las exigencias mínimas para consumo huma- no. Se recolectaron 200 kg de fruta de tres días de pos-cosecha, con un peso promedio de 200 g por mango, en el mercado «Maris- cal» de la ciudad de Puyo. La fruta se trasladó a la Granja Agropecuaria Caicedo, se lavó con agua potable y se dejó escurrir por 10 minutos. Luego fue molida en un molino de cuchillas, a un tamaño de partículas de 2 cm. Seguidamente, se mezcló la fruta molida con el resto de los ingredientes que conformaron el ensilado: fruta madura molida (96%), sal mineral (0.5%), melaza (2%), carbonato de calcio (0.5%), y yogur natural (1%). La mixtura se colocó en 25 microsilos plásticos de 1 kg de capacidad. Todos los microsilos se hicieron el mismo día.
Determinación de las Características del Ensilado
Se determinó el pH de los silos los días 1, 4, 8, 15 y 30 de fermentación. En cada ocasión se midió el pH a cinco microsilos. Para la determinación del pH se empleó 25 g de ensilado y 250 ml de agua destilada (Cherney y Cherney, 2003). La comprobación del pH se hizo con un pH metro de laboratorio SevenExcellence™.
El análisis químico se hizo en el ensilado de ocho días de fermentación según la AOAC (2005). Para el efecto, se tomaron muestras al azar de dos microsilos para de- terminar la materia seca (MS) a 65 °C en una estufa Menmert Universal UF30, proteína bruta (PB) con Kjeldahl (AOAC 990.03), fibra bruta (FB) por filtración (AOAC 978.10), cenizas con el apoyo de una mufla (AOAC 930.30), extracto etéreo (EE) con soxhlet (AOAC 945.18) y extractos libres de nitrógeno (ELN) por diferencia (AOAC 101.92). Además, se determinó la energía bruta (EB) empleando una bomba calorimétrica.
Para determinar las características microbiológicas del ensilado se tomaron dos muestras al azar de 500 g en los días que se determinó el pH a fin de evidenciar la posible presencia de Escherichia coli, Clostridium spp y Salmonella spp (AOAC, 2016), según los procedimientos de la AOAC (2003.01, Ed 20, 2016). Para el análisis de E. coli se empleó medio bilis rojo violeta (VRB), para Clostridium spp el medio selectivo Sulfito Polimixina Sulfadiazina, y para Salmonella spp el 3MTM Base para enriquecimiento de Salmonella). Se evaluó la presencia de estos tres tipos de microrganismos en los ensilados en vista que constituyen los principales causantes de enfermedades para los animales que consumen alimentos mal conservados.
Diseño Experimental
Se utilizó un diseño completamente al azar y el análisis de varianza para la evaluación del pH y del análisis microbiológico. La prueba de Duncan se empleó para la comparación de medias (p<0.05). Los datos de la composición química del ensilado se presentaron como medias y desviación estándar. Todos los análisis se ejecutaron con el programa estadístico Infostat (Di Rienzo et al., 2017).
RESULTADOS
Los resultados del pH en el ensilado de mango se presentan en el Cuadro 1. El pH fue mayor en el día 1 del proceso de fermentación (p<0.05), pero fue estable entre el día 4 y 30 del estudio.
La composición nutricional determinada en el día 8 del proceso de fermentación se presenta en el Cuadro 2. En general, los valores se encuentran dentro de los rangos adecuados para la alimentación animal, con excepción de la energía bruta que tuvo valores relativamente bajos. El análisis microbiológico fue negativo para E. coli, Clostridium spp y Salmonella spp
DISCUSION
El pH fue estable entre los días 4 y 30 del estudio. Valores similares de pH reportó Guzmán et al. (2010) en ensilados de mango a los días 4 y 84 (4.21-4.43). La estabilización del pH dentro de las primeras 96 horas de fermentación (4 d) es clave para logar un buen proceso de ensilado, el cual está influenciado directamente por la producción de ácido láctico dentro del silo. Esto se logra con la inclusión de una fuente de inóculo inicial y carbohidratos solubles como suministro energético para la multiplicación de las bacterias ácido-lácticas como Lactobacillus delbrueckii, Lactobacillus helveticus y Streptomices thermophilus, lo cual garantiza la reducción de las concentraciones de ácido butírico y nitrógeno amoniacal en el material fermentado (Nkosi y Meeske, 2010; Muck et al., 2018).
La combinación de fruta picada, yogur natural, melaza, sal mineral y carbonato de calcio no produjo variaciones en los contenidos de MS, FB, ELN, PB, EB, EE, y fueron similares a los reportados para el mango en estado natural (Guzmán et al., 2013). Por otra parte, Guzmán et al. (2012) y Sánchez- Santillán et al. (2019) reportaron mayor contenido de MS y PB en ensilados de mango al incluir rastrojo de maíz, urea, melaza y heno de pasto pangola en la formulación. El mayor contenido de MS reportado en estos estudios se debe a la inclusión de material secante (rastrojo de maíz y heno de pasto pangola), tal como lo señala Borrás-Sandoval et al. (2017), quien incluyó salvado de trigo, harina de alfalfa y harina de arroz en la papa troceada para mejorar la concentración de MS del ensilado de papa. Por otra parte, el mayor valor de PB registrado para las investigaciones antes mencionadas se debe a la urea (Rodríguez-Chacón et al., 2014) y a la proteína unicelular desarrollada en el ensilado (Gunawan et al., 2015; Caicedo et al., 2019). Además, se observó un incremento notable en el contenido de cenizas en el ensilado, debido al contenido de minerales de la fruta y la inclusión de sales minerales y carbonato de calcio (Borrás-Sandoval et al., 2017; Fonseca-López et al., 2018).
El ensilado de mango en estudio estuvo libre de patógenos como E. coli, Clostridium spp y Salmonella spp. El riesgo de contaminación en ensilados mal conservados incluye tanto aquellos que son perjudiciales para la calidad nutricional del ensilado (levaduras y bacterias del ácido butírico) como para la salud animal como Clostridium botulinum, Bacillus cereus, Listeria monocytogenes, Mycobacterium bovis, E. coli, y especies de Enterobacteriaceae y mohos (Rao et al., 2001; Payne et al., 2011; Scallan et al., 2011; Ogunade et al., 2016; Driehuis et al., 2013, 2018). El peligro para la salud puede ser el propio microorganismo o un metabolito que se produce, como las micotoxinas producidas por ciertos mohos (Driehuis et al., 2018).