INTRODUCCIÓN
Los canes influyen de forma positiva en la salud y bienestar de la población, no solo como un elemento de compañía, sino también mediante su participación en terapias emocionales o físicas, además de su capacidad de regular el estrés en las personas y de permitir su interacción con el medio que los rodea (Gómez et al., 2007). Sin embargo; debido a enfermedades, agresividad, desobediencia, costo de la manutención o simplemente porque ya no son atractivos para sus dueños, muchos de ellos son entregados en adopción o terminan en las calles como animales vagabundos (Guerra et al., 2007; Chávez et al., 2016).
Los canes vagabundos buscan lugares para refugiarse de las condiciones climáticas adversas y de la amenaza de personas y otros animales (Ochoa et al., 2014), además de encontrarse expuestos a padecer hambre y sed, así como recibir maltratos y contraer enfermedades (Chávez et al., 2016). En ese sentido, el fomento de la propiedad responsable de canes y los cambios en el comportamiento humano juega un papel importante en la reducción del número de canes vagabundos al igual que la incidencia de zoonosis (OIE, 2011).
La estrategia más utilizada para el con- trol reproductivo de los canes son las de tipo quirúrgico (castración o esterilización) por la ventaja de ser permanente (FAO, 2014). En hembras se realiza la ovariohisterectomía (remoción de ambos ovarios y útero) u ovariectomía (remoción de los ovarios) y en el caso de los machos se realiza la orquiectomía (extirpación de los testículos) (Muñoz et al., 2011; Pelaez et al., 2018). Una estrategia de control poblacional menos utilizada es la eutanasia, que por sí misma no se considera una herramienta eficaz, a menos que se conjugue con otras para observar resultados a largo plazo (OIE, 2011).
La ausencia de tenencia responsable de los canes, la que incluye el pobre control de la reproducción de estos, ha originado un incremento del número de animales vagabundos en espacios públicos, exponiendo a la población a una serie de problemas que pueden afectar su salud y seguridad como son los accidentes por mordedura, transmisión de zoonosis y contaminación ambiental de espacios públicos con heces (León et al., 2013).
En los asentamientos humanos del distrito de Ventanilla, ubicado en la provincia del Callao, Perú, se cuenta con una relación can: persona de 1:4, esperanza de vida en canes de 4.2 ± 0.4 años y una tasa de super- vivencia de crías de 56.2% (Rendón et al., 2018). Estas cifras se asocian al tipo de crianza brindado por sus propietarios, donde el 22.8 a 29.4% de la población se encuentra en un nivel de pobreza (INEI, 2018). La escasez de poder adquisitivo genera un déficit en cuidados sanitarios, alimentación de las mascotas y limita el acceso a información técnica sobre manejo de reproducción canina. Por ello, el objetivo del estudio fue describir percepciones y prácticas acerca del manejo de la anticoncepción y preñez no deseada de los canes criados en los asentamientos humanos del distrito de Ventanilla, Callao, Perú,
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se realizó en el distrito de Ventanilla, uno de los siete distritos de la Provincia Constitucional del Callao, Perú. El análisis de la información se desarrolló en el Laboratorio de Epidemiología y Salud Pública en Veterinaria de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Lima. La investigación correspondió a un estudio observacional descriptivo y transversal a base de encuestas por viviendas.
La población objetivo estuvo compuesta por propietarios de canes que habitaban en asentamientos humanos del distrito de Ventanilla. El tamaño de muestra se determinó utilizando la fórmula de comprobación de una proporción para poblaciones desconocidas. Las restricciones utilizadas fueron: nivel de confianza del 95%, error máximo admisible del 5% y una proporción referencial del 50% para la variable «desarrolla prácticas de anticoncepción en canes hembras» (valor utilizado cuando se desconoce una proporción referencial) (Aguilar, 2005). El tamaño de muestra mínimo fue calculado en 385 encuestas. Se utilizó un muestreo por conglomerado para seleccionar 13 asentamientos humanos y un muestreo aleatorio simple para la selección de las viviendas en cada asentamiento humano.
El número de encuestas a realizar en cada asentamiento humano fue asignado por cuotas de acuerdo con la extensión de los conglomerados seleccionados. De esta manera, se asignaron 40 encuestas a los asentamientos humanos «José Gabriel Condorcanqui», «Las Amazonas», «1° de Mayo», «Lomas de Ventanilla Alta», «Las Flores» y 25 encuestas a los asentamientos humanos «Jardines del Mirador», «Santa Rosa de Pachacútec», «Nuevo Progreso», «31 de Diciembre», «Jesús Espinoza», «12 de Octubre», «Cueva de Los Tayos» y «Sa- grado Corazón de Jesús».
Se incluyeron en el estudio a propietarios de canes, mayores de edad y sin distinción de sexo ni grado de instrucción. Se excluyeron aquellas personas que cumpliendo los criterios de inclusión, no estuvieron de acuerdo con las estipulaciones de participación presentadas al inicio de la encuesta (con- sentimiento informado).
Se elaboró una encuesta que incluyó las siguientes variables:
Método anticonceptivo usado con frecuencia en canes,
Prácticas relacionadas a preñez no deseada,
Destino de las crías en caso de preñez no deseada,
Conocimientos de las consecuencias de la reproducción descontrolada en canes.
El instrumento de recolección de información fue sometido a evaluación por juicio de expertos, el cual estuvo conformado por tres médicos veterinarios que laboraban en municipalidades y con experiencia en temas de tenencia responsable de animales de compañía. Se tomaron en cuenta sus observaciones para establecer la versión final del documento, siendo considerada como válida aquella que fue aceptada por los tres evaluadores.
La recolección de información se realizó en cinco sesiones en horario de 10:00 a 18:00 h. Los encuestadores que participaron fueron cuatro personas que fueron capacitadas previamente en el manejo del instrumento de recolección de información. El acceso a los asentamientos se realizó mediante movilidad particular. Una vez seleccionada la vivienda, el encuestador solicitó la participación de una persona mayor de edad y, tras la aceptación, se procedió a realizar las preguntas de forma oral, en tanto que las respuestas fueron registradas en el documento impreso. La duración media de la encuesta fue de aproximadamente 10 minutos por encuestado.
La información recogida de la revisión de las encuestas fue digitada en hojas de cálculo del programa Microsoft Excel. La información fue sintetizada por medio de estadística descriptiva. Se usaron valores de frecuencia absoluta y relativa para las variables cualitativas (sexo y nivel de estudios del propietario del can, sexo de la mascota, tipo de control reproductivo, razones para el control reproductivo, destino de las crías en caso de preñez no deseada, consecuencias de la presencia de canes vagabundos). Las variables cuantitativas edad del encuestado y número de canes por vivienda fueron resumidas mediante medidas de tendencia central (media, mediana y moda) y medidas de dispersión (desviación estándar y valores extremos). Adicionalmente, el número de canes por vivienda y los animales esterilizados/castrados se resumieron en tablas de frecuencia. La diferencia de proporciones entre la cantidad de perros machos y hembras reportados fue evaluada mediante la prueba de Chi cuadra- do con un nivel de confianza del 95%. Para el análisis de datos se utilizó el programa Stata v. 15.0.
La investigación fue aprobada por el Comité Institucional de Ética de la Universidad Peruana Cayetano Heredia mediante documento CARTA-058-2021. El desarrollo de las entrevistas se realizó cumpliendo los protocolos de bioseguridad contra el COVID- 19 emanado del Decreto Supremo N.° 094- 2020-PCM (distanciamiento de 2 m entre encuestado y encuestador, uso de doble mascarilla y protector facial, y desinfecciones periódicas de manos con alcohol líquido de 70°).
RESULTADOS
El estudio recolectó 400 encuestas de propietarios de canes en los 13 asentamientos humanos del distrito de Ventanilla, en número por asentamiento humano de acuerdo con la planificación hecha.
El 69.8% (279) de los encuestados fueron de sexo femenino y 30.2% (121) del sexo masculino. La media de edad de los encuestados fue 40.4 años, mediana de 37 años y moda de 28 y 30 años; desviación estándar de 16 años y valores extremos de 18 y 90 años. En cuanto al nivel de instrucción, el 4.2% (17) mencionaron no tener estudios, 8.8% (35), tenían estudios primarios, 55.8% (223) tenían estudios secundarios y 31.2% (125) indicó tener estudios superiores (técnicos o universitarios).
El total de canes reportados por los encuestados fue de 828, de los cuales 54.6% (452) fueron machos y 45.4% (376) hembras, encontrándose diferencias entre las proporciones (p=0.008). La media de canes por vivienda fue de 2.1, mediana de 2.0, moda de 1, desviación estándar de 1.6 y valores extremos de 1 y 19 canes por vivienda. Del total de canes reportados, 6% de los machos se encontraban castrados (27/452) y 26.1% de las hembras estaban esterilizadas (98/376).
Las alternativas a la castración y esterilización quirúrgica de canes machos y hembras, respectivamente, utilizada para evitar la reproducción fue el encierro en caso de los machos y el encierro y separación física en caso de las hembras (Cuadro 1).
Sobre el conocimiento de los lugares donde los pobladores podían recurrir para castrar o esterilizar a sus canes, el 44.5% (178) de los encuestados mencionó los consultorios veterinarios privados, 28.8% (115) indicó la veterinaria municipal, 14.3% (57) mencionó las campañas municipales, 3.3% (13) recurrirían a amigos o familiares veterinarios y solo 1.3% (5) mencionó las campañas realizadas por grupos animalistas. Por otro lado, 8% (32) no contestó la pregunta.
Ante la opción de aceptar la castración o esterilización de canes, los encuestados mencionaron que lo harían porque no desea- ban tener más canes en la vivienda y, porque con ello contribuirían a evitar el exceso de canes en la población. En los casos que optaron por no aceptar la castración o esterilización, la principal razón fue no contar con los recursos económicos para solventar los gastos de las intervenciones quirúrgicas. El detalle de las respuestas se presenta en el Cuadro 2.
En cuanto a la disposición de las crías, en caso de preñez no deseada de canes hembras o por crías producto de la monta no controlada del macho a otro can hembra de terceros, la mayoría indicó que ellos como propietarios lo darían en adopción (87.4%), pero que en la comunidad lo más común era el abandono de las crías (78.2%). El detalle de las respuestas se presenta en el Cuadro 3.
Con relación a la toma de decisión acerca del control quirúrgico de la reproducción en los canes, 58% (232) mencionó que esta- ría dispuesto a realizarlo en machos y hembras, 30.3% (121) lo realizaría exclusivamente en hembras, 7.3% (29) que no lo haría y 4.5% (18) estaría dispuesto a realizarlo exclusiva- mente en los machos.
El 97% (390) de los encuestados consideraron que la presencia de canes vagabundos en la zona era a consecuencia de no realizar el control reproductivo quirúrgico de estos animales. Los problemas consecuentes a la presencia de perros vagabundos fue la afectación del bienestar animal (animales enfermos, desnutridos, accidentados) para el 40.8% (163) de los encuestados. El 37.3% (149) señaló que aumentaría la contaminación ambiental por heces y dispersión de basura, 12.3% (49) indicó que aumentaría los accidentes por mordedura, 5.5% (22) indicó que aumentaría la pelea de canes, 4.0% (16) señaló la transmisión de enfermedades a humanos y 0.3% (1) señaló la contaminación sonora por ladridos como consecuencia.
DISCUSIÓN
El mayor número de mujeres participan- tes en la encuesta se puede atribuir al horario en que estas fueron desarrolladas, encontrándose en casa al cuidando de los niños y realizando labores domésticas. La mayoría de los entrevistados solo había concluido estudios de educación secundaria, lo que puede influenciar en una menor receptividad de información técnica o también con un probable desinterés de participar activamente en capacitaciones relacionadas a la tenencia responsable de animales de compañía que pudiera realizarse por iniciativa municipal o de terceros.
La mayor tenencia de canes machos puede justificarse debido a la facilidad de su manejo, evitar los problemas del celo de las hembras preñadas, así como para el uso de los canes en labores como de guardianía o seguridad de la vivienda, como fue reportado por Arauco et al. (2014) en el distrito de San Martín de Porras y por Soriano et al. (2017) en Comas.
El promedio de 2.1 canes por vivienda fue mayor al 1.8 encontrado por Rendón et al. (2018) en la misma población. El probable incremento de la población de canes encontrado en los asentamientos humanos del distrito de Ventanilla puede ser atribuido a la tenencia no responsable de los mismos y a las limitadas posibilidades económicas que cuentan los pobladores para aplicar métodos de control reproductivo quirúrgicos a sus animales, evitando así la reproducción no deseada de estos.
Se encuentra una mayor disposición por esterilizar a hembras, lo que quedó reflejado en la mayor proporción de hembras esterilizadas. Rojas et al. (2019) menciona que la tendencia de esterilizar hembras se debe a razones culturales, además que las hembras llevan las crías a la vivienda lo que trae con- sigo gastos y preocupaciones a los dueños. El control de fertilidad no quirúrgico de los canes se utiliza en esta población como alter- nativa económica a la castración y esterilización quirúrgica. Dentro de estos métodos se mencionó el encierro y la separación física de los canes para evitar su apareamiento; sin embargo, esto resulta difícil de ejecutar con éxito debido a la infraestructura precaria de la viviendas.
La población de canes está experimentando un crecimiento acelerado principalmente por el predominio de animales jóvenes, in- dependientes y no esterilizados, lo que con- lleva a tener altas tasas de fertilidad y bajas tasas de mortalidad debido al hallazgo de refugio y alimento (Llalla, 2012). Los encuestados reconocen que los consultorios y clínicas veterinarias son establecimientos privados donde pueden acudir para solicitar el control reproductivo quirúrgico a sus animales; no obstante los costos de estas intervenciones representarían una limitación debido a las condiciones económicas de la población estudiada (INEI, 2018). Debido a ello, es importante incentivar las campañas de control reproductivo quirúrgico de canes en distritos con bajos recursos económicos, para que, con apoyo de los gobiernos locales y médicos veterinarios capacitados, los pobla- dores puedan acceder a esterilizar/castrar a sus canes a un costo bajo y con la confianza correspondiente. No obstante, estas campañas deberían estar destinadas únicamente a familias de menores recursos, previa evaluación del nivel socioeconómico, para así evitar una competencia desleal con los médicos veterinarios que ejercen en el sector privado, quienes en el marco de la responsabilidad social empresarial están dispuestos a participar en campañas a costo social para un número determinado de animales. Por otro lado, se sugiere que la esterilización de canes hembras se realice antes de los seis meses de edad; es decir, antes que inicien su actividad reproductiva (Buriticá et al., 2013) y en caso de los machos, se castren por encima de las 6 a 8 semanas de edad (Howe, 2015).
Una de las alternativas que tienen los interesados para controlar la reproducción de los canes es el acudir a campañas de esterilización masiva realizadas por diversas agrupaciones o instituciones; no obstante, estas no suelen realizar evaluaciones prequirúrgicas, desconociendo de esta manera el real estado de salud del animal, pudiendo poner en riesgo la vida de los pacientes durante los procedimientos quirúrgicos. Además, tampoco se realizan los seguimientos posoperatorios requeridos.
En cuanto al destino de las crías en casos de preñez no deseada, la mayoría de los propietarios afirmó que los daría en adopción; sin embargo, cuando se preguntó acerca de cuál era la percepción acerca de las medidas tomadas por los miembros de la comunidad en estos casos, afirmaron que la mayoría abandonaba a las crías. Álvarez y Domínguez (2001) encuentran que el abandono se produce en casos de camadas no deseadas, aumento en costo del mantenimiento de los animales o simplemente porque sus propietarios se aburren de ellos. Es probable que estas razones sean las que motiven el abandono de los canes en Ventanilla. Por ello, Zumpano et al. (2011) mencionan que es importante conocer las actitudes y conducta de propietarios para saber los motivos de tenencia, adopción o abandono de animales de compañía y así evaluar la eficacia de las acciones a tomar y su aceptabilidad de parte de la población
La ausencia de control reproductivo de los canes trae como consecuencia el aumento de animales vagabundos que representan un riesgo para la salud pública (Ortega- Pacheco, 2001). Estos animales buscan comida en acúmulos de basura alrededor de mercados o en las calles y utilizan las estructuras urbanas abiertas y abandonadas como albergue temporal (Chávez et al., 2016; Ochoa et al., 2014) y aumenta el riesgo para las personas de sufrir accidentes por mordeduras y transmisión de zoonosis (León et al., 2013). No obstante, los entrevistados tienen baja percepción sobre el riesgo de enfermar a causa de zoonosis transmitidas por los canes. De ello se infiere que los poblado- res están aceptando como normales conductas peligrosas; perdiendo la percepción al riesgo que representan los canes vagabundos para la salud pública (Rojas et al., 2018).
La Organización Mundial de Sanidad Animal OIE, 2011) menciona que la población de canes vagabundos debe ser controla- da a través del impulso de la tenencia responsable con la finalidad de disminuir los riesgos que estos ocasionan. Antes de implementar una intervención, León et al. (2014) mencionan que es necesario conocer el tamaño y las características de la población animal; así como los conocimientos y prácticas relacionada a la crianza de los canes, a fin de planificar y presupuestar adecuadamente los recursos necesarios para llevar a cabo los proyectos o programas de intervención.
Se considera que las intervenciones educativas en las escuelas, acompañados de actividades que involucren a las familias y la comunidad en general, resultan ser eficientes en la modificación de actitudes y prácticas (Lee et al., 2005). Los niños adecuada- mente capacitados se convierten en agentes multiplicadores efectivos, contagiando sus ideas a su entorno social más próximo pro- moviendo buenas prácticas entre sus familias y allegados (Montenegro y Aparicio, 2008). En cuanto al tema normativo, se debe de impulsar el cumplimiento de la Ley N.° 27596, «Ley que Regula el Régimen Jurídico de Canes». la cual indica las responsabilidades de los propietarios y gobiernos locales, en busca de cumplir con la finalidad de la norma que es salvaguardar la integridad, salud y tranquilidad de las personas.
CONCLUSIONES
En asentamientos humanos de Ventanilla, Callao existe un deficiente manejo de la reproducción de los canes y la disposición de crías de preñeces no deseadas, lo que se ve acentuado por las condiciones socioeconómicas y culturales en las que se desarrolla la crianza de los canes en esta población.
Se requiere el desarrollo de programas de tenencia responsable de animales de compañía.
Se debe aplicar la Ley N.º 27596, «Ley que Regula el Régimen Jurídico de Canes», con la finalidad de salvaguardar el bienestar animal y la salud pública.