INTRODUCCIÓN
Los sistemas de producción animal a pequeña escala han estado recibiendo mayor atención en los últimos años por su contribución potencial a los medios de vida y la seguridad alimentaria, en especial, en países en desarrollo (Bruyn, 2018). Los sistemas de avicultura de traspatio (SAT) son reconocidos dentro de estas valiosas alternativas de producción a pequeña escala (Wong et al., 2017) por el mejoramiento nutricional de los hogares más pobres, el impulso de la equidad de género, la generación de ingresos y la utilización eficiente de los recursos (Dolberg, 2003; Sonaiya, 2007; Wong et al., 2017; Alders et al., 2018).
En Colombia, los SAT se consideran una alternativa para proveer alimento de calidad a las familias rurales (Calderón et al., 2010) y se caracterizan por estar ligados a comunidades rurales con poder adquisitivo bajo (Atehortua et al., 2015). En el departamento de Boyacá, la avicultura es una actividad tradicional con una participación del 6.2% a nivel nacional, con cerca de 1 050 700 de gallinas de traspatio en 2018 (DANE, 2020). Este departamento es uno de los cuatro principales productores agrícolas de Colombia (Machado, 2011), debido a su tradición de economía campesina y variedad de climas y condiciones naturales (Arias et al., 2015). Sin embargo, posee un 33.5% de incidencia de pobreza rural bajo el índice multiajustado de pobreza y es el séptimo departamento con mayor número de personas en situación de pobreza rural (DANE, 2016); así mismo, tiene la mayor concentración de mini- y microfundio a nivel nacional (90.2% de las unidades de producción agropecuaria son de menos 10 ha). Adicionalmente, Boyacá ocupó el primer lugar a nivel nacional de envejecimiento de la población rural, pues el 59.5% de los productores tienen 55 o más años, habiendo una frecuente migración de la población campesina a la ciudad y feminización de la agricultura (DANE, 2014, 2020).
La seguridad alimentaria (SA) es un concepto de gran valor para la humanidad, más si se utiliza a partir de una clara comprensión de sus limitaciones, significado e interacciones con el comportamiento humano y factores no alimentarios. Una de las definiciones de SA más usadas proviene de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996, en la cual se afirmó que hay seguridad alimentaria cuando «todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades dietéticas y preferencias alimentarias para una vida sana y activa» (FAO, 1996). Por el contrario, la inseguridad alimentaria es la disponibilidad limitada o incierta de alimentos nutricionalmente adecuados e inocuos, o la capacidad limitada e incierta de adquirir alimentos apropiados en formas socialmente aceptables (Pelletier et al., 2003). Si bien estas definiciones son frecuentemente usadas, no hay una métrica común para medir la prevalencia y la gravedad de la inseguridad alimentaria en diferentes países, idiomas y culturas (Smith et al., 2017). La escala Latinoamericana y del Caribe de Seguridad Alimentaria (ELCSA) ha sido propuesta a nivel regional como método para evaluar la experiencia de inseguridad alimentaria y hambre en los hogares (Viveros et al., 2014).
Hoy en día se desconoce las características de los SAT en Boyacá, lo que dificulta la comprensión y las dinámicas frente al territorio, la cultura y la tradición. Los estudios de tipificación y caracterización de los sistemas productivos animales buscan, a partir del reconocimiento y la generación de información local, proveer herramientas para una oportuna intervención, promoción, planificación y distribución de recursos destinados a mejorar su funcionamiento (Cabrera et al., 2004). Adicionalmente, dichos estudios permiten relacionar la estructura, la tecnología, las relaciones sociales entre los valores de las personas, la planificación, la organización y el control de los sistemas (Madry et al., 2013). Los objetivos de este estudio fueron caracterizar y tipificar a la avicultura de traspatio en Boyacá y determinar su relación con la seguridad alimentaria.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de Estudio
El estudio se realizó en la zona rural del municipio de Tunja (2822 msnm, 13°C, 5°322 253 N 73°212 413 O), capital del departamento de Boyacá y en los municipios periurbanos: Cómbita (2825 msnm, 13°C, 5°382 023 N 73°192 233 O), Oicatá (2715 msnm, 13°C, 5°352 40N 73°182 293 O), Sora (2650 msnm, 12°C, 5°332 593 N 73°272 013O), Soracá (2800 msnm, 11°C, 5°302 023 N 73°202 003 O), Samacá (2765 msnm, 14°C, 5°292 313 N 73°292 123 O), Boyacá (2475 msnm, 15°C, 5°272 153 N 73°212 433 O), Ventaquemada (2630 msnm, 14°C, 5°212 593 N 73°312 193 O), Cucaita (2650 msnm, 15°C, 5°322 383 N 73°272 153 O), Motavita (2871 msnm, 13°C, 5°342 383 N 73°222 023 O) y Chivatá (2903 msnm, 12°C, 5°332 313 N 73°162 563 O), ubicados en la región andina de Colombia.
Recolección de la Información
Para la caracterización y la tipificación de los SAT se aplicó una encuesta estructurada a 138 propietarios o encargados de aves de traspatio. La encuesta fue validada mediante una prueba piloto a 27 propietarios de aves de traspatio, teniendo en cuenta el tiempo invertido, pertinencia del lenguaje, la claridad y consistencia de las preguntas. El tamaño de la muestra obedeció al número de variables de un modelo estructural teórico. La encuesta incluyó 39 preguntas cerradas; 24 relacionadas con las dimensiones sociocultural, socioeconómica, técnica y de planificación y 15 preguntas del ELCSA que permitieron establecer cuatro niveles de experiencia de seguridad/inseguridad alimentaria (Viveros et al., 2014). Todos los encuestados participaron voluntariamente y firmaron el consentimiento informado.
Los criterios de inclusión fueron el deseo de participar voluntariamente en el estudio, expresado mediante la firma de un consentimiento informado, poseer aves de traspatio en el momento de la visita y que el predio se encontrara en la zona delimitada para el estudio. Las visitas se llevaron a cabo en el segundo semestre de 2019.
Análisis Estadístico
La caracterización se realizó con estadística descriptiva y para la tipificación se utilizó análisis factorial para datos mixtos (AFDM) y análisis clúster o de conglomerados (análisis de agrupamiento jerárquico con significación al 0.05), utilizando las librerías factoextra (Kassambara y Mundt, 2020) y factoMineR (Le et al., 2008) del programa R-Project (R Core Team, 2020).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Sistemas de Avicultura de Traspatio
Las características cualitativas en los sistemas de avicultura de traspatio en las dimensiones sociocultural, socioeconómica, técnica y de planificación se obtuvieron a partir de un análisis estadístico descriptivo (Cuadros 1 y 2).
Las 138 fincas muestreadas están entre los 2205 msnm y los 3094 msnm, con un promedio de 2767±160 msnm. De estas, cuatro fincas sobre los 3000 msnm y 65 sobre los 2800 msnm. El 47.1% de las fincas se localizan en el área denominada como bosque alto andino de cordillera oriental de Colombia. El número promedio de aves por finca fue de 10 gallinas, 2 gallos, 5 pollos y pollas y 3 pollitos. Otras especies animales que fueron reportadas incluyeron a conejos, ovinos, porcinos y bovinos, con promedios de 2, 1, 1 y 2, respectivamente.
Dimensión sociocultural
Se evidenció que las aves de traspatio son administradas principalmente por mujeres. Esta situación se asemeja a la presente en Ecuador, en la que el principal administrador de las unidades de producción de traspatio eran mujeres, con 62% de participación (Taopanta et al., 2019). De hecho, la feminización de la agricultura, como aumento de la participación laboral de las mujeres en la economía rural, es un fenómeno que ha sido reportado en Boyacá por Farah y Pérez (2004), así como en África, América Latina, e incluso en Europa (Echeverri y Ribero, 2002; Villareal-Méndez, 2004). Así, se ha señalado que la asignación de responsabilidades productivas aleja a las mujeres de su condición de la invisibilidad y la falta de reconocimiento laboral, productivo, empresarial, familiar, social y político (Echeverri y Ribero, 2002). De esta manera, la comprensión de las barreras que enfrentan las mujeres rurales en Colombia puede permitir la eliminación de los mecanismos que reproducen la brecha social entre el campo y la ciudad (Cediel-Becerra y Morales, 2019).
En el presente estudio, más del 50% de las personas que manejan aves de traspatio tienen edades por encima de los 60 años. Boyacá es el departamento de Colombia que cuenta con el mayor número de población rural que supera los 60 años y ocupa el sexto puesto a nivel nacional en el índice de envejecimiento de la población rural y urbana (DANE, 2016, 2018). Este fenómeno tiene efectos sobre el crecimiento económico y la disminución de la población económicamente activa (López et al., 2018) y no obedece a una realidad aislada, sino a un cambio demográfico mundial (Albala, 2020). Colombia no es la excepción, pues el país enfrenta una acelerada transición demográfica que requiere una oportuna intervención por la condición de mayor vulnerabilidad social de este segmento poblacional y su vinculación a los sectores rurales (Barrera-Escobar, 2020).
Se encontró una baja escolaridad en los encuestados. El 8.6% de los propietarios o encargados de las aves no tenían estudios, porcentaje superior a la media de 5.8 % registrada para el departamento de Boyacá en el Censo Nacional de población y vivienda (DANE, 2018). Las tasas de cobertura bruta en educación media en los municipios de alta ruralidad en Colombia son 2.7 veces menores que en los centros urbanos (Machado, 2011). En contraste, en Ecuador, 74% de los propietarios de aves de unidades de traspatio productivas habían alcanzado estudios de primaria y solo un 2% no sabía leer o escribir (Taopanta et al., 2019). En México, 47.4% de los responsables de las unidades de producción avícola reportaron algún grado de primaria (Ruiz et al., 2014).
Dimensión socioeconómica
La falta de acceso a tierras es un problema socioeconómico estructural que dificulta la rentabilidad de los emprendimientos agropecuarios; la informalidad en el derecho de propiedad sobre la tierra genera inseguridad jurídica en las inversiones rurales y limita el acceso a la oferta institucional (MADR, 2019). Se encontró que 84% de los encuestados vivían en predios propios, similar al 86% reportado por Mendoza et al. (2015) en cinco comunidades rurales de Colombia y de 83.1% en Puebla, México (Portillo-Salgado y Váquez-Martinez, 2019). Otra problemática común de la región tiene que ver con el tamaño reducido de las fincas, pues 92% de ellas tenía menos de 5 ha. El tamaño de los predios influye en la atomización de las actividades agropecuarias en el territorio y dificulta aspectos como el crédito, la asociatividad y la posibilidad de acceder a procesos de modernización agrícola y modificación de tecnología, afectando el desarrollo agropecuario y rural (ADR, 2019). Se ha reportado interacción entre el área del predio y el capital pecuario. Así, las gallinas hacen un mayor aporte al capital y se tornan más importantes como principal fuente de alimento, a medida que disminuye el área de la finca y las familias poseen menos extensión de tierras (Tovar-Paredes et al., 2015).
Otro aspecto analizado en la dimensión socioeconómica fue el material en que estaban las fachadas. La mayor parte de las viviendas presentaban fachadas con ladrillo a la vista en un 59.4% de los casos. Este hallazgo se explica si se tiene en cuenta que la baja capacidad económica de los propietarios de viviendas rurales tiene un impacto en la elección de los materiales de construcción, tanto los materiales con los que se construyen las viviendas, como el acceso a los servicios públicos en las casas. Estos son indicadores de la calidad de vida en el ámbito rural (Ilskog, 2008). En 2013, más de 1.2 millones de viviendas de los hogares rurales colombianos presentaban alguna carencia relacionada con pisos, paredes o hacinamiento (Ramírez- Jaramillo et al., 2016).
En materia de servicios públicos, se encontró que la mayor parte de los hogares (73.1%) contaba como mínimo con dos servicios públicos. A pesar de que las cifras muestran un déficit en el acceso a servicios públicos, todos los entrevistados contaban con energía eléctrica, aunque esto por sí solo no permite demostrar una buena calidad de vida.
Dimensión técnica
Una de las características de la avicultura a pequeña escala es la mínima atención que requiere (Alders et al., 2018). En el estudio se determinó que en el 45.6% de los casos se brindaba alimento a las aves una sola vez al día. Asimismo, se reportaron bajos porcentajes de prácticas sanitarias como vacunación (5%) y desparasitación (10.1% de las fincas). También se evidenció falta de albergues, alojamientos o gallineros para las aves (41.3%) y cuando los había los principales materiales de construcción fueron madera y malla.
La mayoría de aves que poseían los entrevistados provenían de la misma finca (84.7%), siendo las demás compradas o recibidas como obsequio. Se encontró que las aves maduran sexualmente entre los 6 a 7 meses de edad (56.5%) en promedio y que presentan tres ciclos de postura al año (53.6%), con predominio de 10 a 30 huevos por ciclo (87.6%). Los huevos destinados para incubación son usualmente más de 10 y suelen obtener entre 7 a 10 pollitos (57.95%). Estos reportes técnicos coinciden con los efectuados en poblaciones de aves en condiciones similares en África, donde las aves ponen de 30 a 80 huevos por año, con 2 a 4 ciclos (Mapiye et al., 2008; Fotsa et al., 2014). En forma similar, Revelo et al. (2019) en Colombia, encontraron que las aves son obtenidas de la misma finca y la madurez sexual en comunidades afro ocurría a los 8.2 meses, en comunidades indígenas a los 7.1 meses y en comunidades campesinas a los 5.8 meses.
Un aspecto relacionado con la dimensión técnica fue la altitud en que se encontraban los predios, las cuales son parte del denominado bosque alto andino. Este ecosistema presenta un alto proceso de deterioro, producto del aumento de la frontera agropecuaria y el desarrollo de actividades de exploración minera e hidrocarburos (Ramírez y Leguizamón, 2019). De esta manera, la avicultura de traspatio puede ser una alternativa de conservación de los ecosistemas del bosque alto andino al conciliar los roles de depredador y aliado que se le han venido dando al campesino de la alta montaña (Méndez-Polo, 2019).
Dimensión de planificación
Los entrevistados no manifestaron un uso exclusivo del huevo y la carne de pollo.
Se observó que la mayor parte de los huevos se destinan para el autoconsumo y que la carne de pollo es para autoconsumo y venta. Así, se considera que la finalidad principal de la producción de traspatio es el autoconsumo familiar y la venta de los excedentes en mercados locales, a vecinos, forasteros, restaurantes e intermediarios o se utiliza como regalo para familiares y amigos (Di Pillo et al., 2019). Tanto en Ecuador (Taopanta et al., 2019) como en Venezuela (Pineda-Graterol, 2017), la producción de huevos de traspatio es principalmente para el autoconsumo.
Aporte a la Seguridad Alimentaria
Usando la Escala Latinoamericana y del Caribe de Seguridad Alimentaria (ELCSA)
se estableció que la mayoría de las familias son ajenas a la inseguridad alimentaria (Cuadro 3). Es necesario considerar que la seguridad alimentaria se materializa cuando se
cumplen sus cuatro áreas o dimensiones: (1) disponibilidad física de los alimentos; (2) acceso económico a los alimentos; (3) utilización biológica de los alimentos; y, (4) estabilidad en el tiempo de las tres dimensiones anteriores (FAO, 2009).
Disponibilidad de alimentos
Los SAT en Boyacá son administrados principalmente por mujeres, adultas mayores, con baja escolaridad, que habitan fincas pequeñas, ubicadas en el área del subpáramo o bosque alto andino. Las características socioculturales y socioeconómicas de esta población pueden relacionarse con los niveles de percepción de inseguridad alimentaria reportados (25.9%). Se ha comprobado que los pollos y las gallinas, por su tamaño pequeño, ciclo de producción corto y disponibilidad en los hogares rurales, se hacen más propensos a ser consumidos, intercambiados o vendidos en momentos de necesidad, en comparación con ganado mayor, siendo de manera particular importantes en tiempos de hambre (Alders et al., 2018). Estas aves son mejor valoradas en los hogares alejados de los mercados, identificándose una contribución relativa mayor para los más pobres, en especial, en las mujeres, los adultos mayores y los hogares más aislados, más pequeños y con menores ingresos (Wong et al., 2017, Di Pillo et al., 2019).
Acceso físico a los alimentos
Los pollos y las gallinas se encuentran entre el ganado más asequible en las zonas rurales (Wong et al., 2017). Estos contribuyen a la seguridad nutricional directa e indirectamente a través de la venta y el consumo de pollos y huevos, tanto a nivel doméstico, como comunitario (Alders et al., 2018). En el estudio, se identificaron los bajos niveles de insumos requeridos para el alojamiento de las aves y las pocas prácticas sanitarias aplicadas que estarían favoreciendo el acceso a las aves de traspatio y sus productos, por parte de las poblaciones en estado de vulnerabilidad o marginación (Dolberg, 2003). Otra forma identificada de acceso físico es otorgada por la habilidad que tienen las aves en transformar los ingredientes del alimento del medio ambiente, los cuales son menos adecuados o no están disponibles para consumo humano, incluidas semillas de plantas, lombrices de tierra e insectos, en productos alimenticios ricos en nutrientes para las personas (Sonaiya, 2014).
Valor biológico de los alimentos
El autoconsumo fue el principal destino de los productos de la crianza de aves de traspatio. Los huevos constituyen una fuente de alimento de alta calidad, con macro y micronutrientes esenciales, aportan ácidos grasos esenciales, proteínas, vitaminas A y B12, selenio, zinc y son relativamente más asequibles que otros alimentos de origen animal (Iannotti et al., 2014). La introducción temprana de huevos de gallina mejora significativamente el crecimiento en los niños pequeños y son considerados un producto accesible para los grupos vulnerables. Además, el consumo de carne de pollo puede contribuir positivamente a la dieta de las personas con ingresos bajos (Iannotti et al., 2017). Según el informe de seguridad alimentaria de nutrición en el mundo (FAO et al., 2021), la pandemia causada por el COVID-19 ha tenido un efecto devastador en la nutrición mundial y ha causado que las dietas saludables sean menos asequibles, en especial, en las poblaciones pobres. Por lo tanto, los sistemas alimentarios existentes toman mayor importancia a fin de proporcionar dietas saludables para las personas (FAO et al., 2021).
Estabilidad en el tiempo
En este estudio, el principal origen de las aves fue la propia finca. Los pollos locales o criollos presentes en la avicultura a pequeña escala son resistentes, bien adaptados a sus entornos y genéticamente diversos, lo que puede mejorar las tasas de supervivencia a corto plazo durante brotes de enfermedades y, a largo plazo, a través de la adaptación al cambio climático (Wong et al., 2017). La priorización de la producción de alimentos nutritivos que favorezcan dietas saludables y que a su vez creen oportunidades para los pequeños productores de forma sostenible resultan en una necesidad para los países en el mundo (FAO et al., 2021). Los sistemas de avicultura de traspatio en Boyacá, al no requerir genética externa e insumos costosos, favorecen la disponibilidad y el acceso a alimentos nutritivos como la carne de pollo y los huevos, de forma sostenible a poblaciones vulnerables (Hortúa et al., 2021).
Tipificación de los Sistemas de Avicultura de Traspatio
Mediante análisis factorial de datos mixtos, se generaron cinco factores que explicaron el 41.4% de la varianza. Un primer factor estuvo relacionado con las variables desparasitación de las aves, presencia de otras especies menores en la finca, sistema de alojamiento de las aves y género del propietario o encargado. En un segundo factor las variables que más aportaron fueron disposición del huevo y la carne de pollo, origen de las aves y la percepción de inseguridad alimentaria. En el tercer factor, las variables significativas fueron la edad del propietario o encargado de las aves, la experiencia en seguridad alimentaria y el origen de las aves. Para el cuarto y quinto factor, las variables de importancia fueron la edad del propietario o encargado de las aves y el origen de estas.
Una vez realizado el análisis factorial de datos mixtos se realizó el análisis de conglomerados que permitió establecer tres tipologías de SAT (Cuadro 4). En el conglomerado: 1 (SAT tradicional de autoconsumo), las variables que más aportaron para su con- formación fueron: destinación de pollo para autoconsumo, destinación de huevo para autoconsumo, ausencia de desparasitación, ausencia de vacunación, mayor seguridad alimentaria, origen externo de las aves, edad de los productores entre 40 y 50 años y menor número total de gallinas.
En el conglomerado 2 (SAT tradicional de venta y autoconsumo) las principales variables fueron: destinación de pollo para venta y autoconsumo, destinación de huevo para venta y autoconsumo, ausencia de desparasitación, ausencia de vacunación, mayor número de mujeres encargadas, mayor inseguridad alimentaria, propietarios con edades entre 50 y 59 años y mayor proporción de aves sin ningún tipo de confinamiento. En el conglomerado 3 (SAT en transición a tecnología) fueron: prácticas de desparasitación, mayor número de gallinas y otras especies menores, vacunación, mayor número de hombres encargados y mayor confinamiento de las aves.
Los resultados fueron similares a los citados por Calderón et al. (2010) en el departamento del Tolima, Colombia, donde se identificaron tres tipologías o categorías asociadas al número de integrantes de la familia, tamaño de la finca y presencia de ganado y otras especies menores. También, en Veracruz, México (Sánchez et al., 2014) se identificaron tres categorías: (1) productores con fines comerciales, (2) productores con venta de excedentes y (3) productores únicamente para autoconsumo; así, las variables relacionadas con la disposición de los productos para venta, autoconsumo y venta solo de excedentes fueron de importancia para la generación estas categorías.
De igual forma, la tipologías generadas en este estudio coincidieron en varios aspectos con la clasificación realizada por FAO (2014) para la producción de aves de corral familiar: (1) la pequeña recolección extensiva, caracterizada por presencia de poblaciones de entre 1 a 5 aves adultas, de genética local o criolla, en libertad, incubación natural, alimentación sin suplementación, alta mortalidad de las aves, raro acceso a servicios veterinarios, y como principales productos aves vivas y carne de pollo; (2) la recolección extensiva, caracterizada por parvadas de 5 a 50 aves adultas, genética local o cruzamientos, incubación natural, uso de gallineros con materiales locales, los principales productos son aves vivas, carne y huevos; (3) la semi-intensiva, conformada por 50 a 200 aves adultas, de genética comercial o cruzamientos, uso de gallineros, con una mortalidad media y algún acceso a servicios veterinarios y productos farmacéuticos; y, (4) la intensiva a pequeña escala, categoría en la que solamente hay aves de genética mejorada o comercial, con parvadas de más de 200 pollos de engorde o más de 100 ponedoras, concentrado balanceado como alimento, acceso a servicios veterinarios y productos farmacéuticos y el principal producto la carne de pollo y los huevos.
Las tipologías descritas guardan similitud con las dos primeras tipologías propuesta por FAO (2014); es decir, la pequeña recolección extensiva y la recolección extensiva. Los avicultores familiares utilizan el sistema de producción que mejor se adapta a su situación y objetivos, la pequeña recolección extensiva y semi-intensiva son componentes de sistemas agrícolas mixtos que involucran cultivos y otros animales y permiten que los hogares vulnerables distribuyan riesgos (Robinson et al, 2011).
CONCLUSIONES
Los sistemas de avicultura de traspatio (SAT) del área periurbana de Tunja (Boyacá-Colombia) son administrados esencialmente por mujeres, adultas mayores, con bajo nivel de escolaridad, con predios que en su mayoría presentan un tamaño reducido de menos de 5 ha. Se desarrollan en un espacio aledaño a las viviendas que reflejan baja calidad de vida de sus ocupantes.
Los SAT presentan requisitos mínimos de atención con bajos porcentajes de prácticas sanitarias como vacunación, desparasitación y falta de albergues, alojamientos o gallineros. Las aves que los integran, en su mayoría, maduran sexualmente entre los 6 o 7 meses de edad y presentan principalmente tres ciclos de postura al año, con predominio de 10 a 30 huevos por ciclo, cuyo principal propósito es el autoconsumo familiar.
Los SAT aportan al cumplimiento de cada una de las dimensiones de la seguridad alimentaria para sus encargados y familias al permitirles disponibilidad y acceso a alimentos de alto valor biológico como la carne de pollo y huevos.
Los SAT de Boyacá son: 1) Convencionales de autoconsumo (con un menor riesgo de inseguridad alimentaria), 2) Convencionales de venta (con mayor riesgo de inseguridad alimentaria), y 3) los sistemas en transición (con riesgo leve de inseguridad alimentaria).