1. Introducción
La encuesta anual Latinobarómetro revela que algunos medios de comunicación de América Latina no están mostrando las percepciones reales de la población respecto al progreso de la región (que en los últimos ocho años han sido progresivamente negativas) ni sobre la reducción del apoyo ciudadano a la política, la democracia y las instituciones; es más, se afirma que más bien destacan como importantes ciertas percepciones que no son las mayoritarias (2018).
En el Perú, algunas de esas demandas ciudadanas han contado durante el presente siglo con el respaldo y promoción ciberactivista, a través de plataformas independientes y redes sociales, para exigir desde la derogatoria de una deficitaria ley laboral hasta rechazar una candidatura que se creía ganadora. Como en otras latitudes, los protagonistas no se conocían, pero se unieron para defender causas que consideraban justas (Rheingold, 2004).
En esos eventos, los medios ejercieron más bien un periodismo tradicional (Nip, 2006). De allí la pertinencia de analizar, cuál es el concepto de ciudadanía que utilizan las plataformas informativas digitales y sus periodistas, en el tratamiento de las noticias vinculadas con este tema, así como los usuarios que las reciben, a fin de identificar las coincidencias y diferencias de sus agendas.
Explorar en estas perspectivas semánticas es relevante para plantear puntos de encuentro en la interacción de las partes involucradas, el debate y la búsqueda de soluciones a los grandes y los pequeños problemas de la democracia que terminan afectando los derechos básicos de las personas (Latinobarómetro, 2017; Fuentes, 2010).
2. Marco referencial
2.1. El contexto
Solo 11% de los peruanos está satisfecho con la democracia, 85% piensa que se gobierna para unos pocos y 72% que la corrupción ha aumentado; en los 2 últimos años, la política muestra una regresión y el Perú aparece entre los 7 países donde la corrupción ocupa los primeros lugares entre los problemas nacionales (Latinobarómetro, 2018).
El organismo público que goza de mayor credibilidad en el país es el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), lo cual refleja la importancia que las personas confieren al reconocimiento de su identidad como sujetos con derechos y deberes (El Comercio-Ipsos Perú, 2017). En segundo lugar se halla la prensa (Latinobarómetro, 2017, 2018; Kantar Ibope Media, 2018) aunque, a lo largo del siglo XX, el periodismo ha fluctuado entre el compromiso, la indiferencia y la parcialización respecto de los fenómenos sociales (Mendoza, 2015).
Algunos politólogos consideran que el papel de la prensa en la difusión de asuntos ciudadanos ha consistido en mostrarnos el tipo de comunidad política que somos y aquella que imaginamos o hemos querido construir (Anderson, 1997; López, 1997). Desde los primeros años del siglo XXI, la confianza hacia los medios coincide con los cambios producidos en “las gentes comunes y corrientes” cuando exigieron ser tratadas como ciudadanos con iguales derechos y responsabilidades, se organizaron en grupos y empezaron a destacar más que los políticos en las acciones colectivas que emprendieron como miembros de una sociedad civil fuertemente moralizadora y movilizada (López, 2013; Cohen y Arato, 2000). Ser ciudadano hoy en el Perú, sin embargo, significa una inclusión simbólica porque no todos los derechos (políticos, sociales y culturales) están garantizados. La mayoría no solo desconoce el impacto de la democracia en sus vidas, sino que desconfia de las instituciones y del poder político, se siente desvinculada del Estado y limitada en el ejercicio de su ciudadanía (IEP, 2015).
En este contexto, al periodismo se le atribuye la función de difundir los asuntos ciudadanos de manera prioritaria (López, 1997) a través de especialidades que priorizan al individuo como agente social, sobre todo en entornos digitales (Gutiérrez, Rodrigo-Alsina, & Medina-Bravo, 2016; Bautista, 2016; Cytrynblum, 2009; Moreno, Molina, Corcoy, Aguilar, & Borrás, 2013). Desde una dimensión social del periodismo (Saiz-Echezarreta & Galletero-Campos, 2017), se propone que comprometa a una masa crítica para generar acciones sociales y políticas (Ortega, 2015).
Los medios de comunicación son escenarios para la discusión ciudadana cuando incursionan en el periodismo cívico o público y social, campos que privilegian temas como la calidad de vida, la pobreza, la educación, el racismo y la discriminación, la inseguridad ciudadana (Gutiérrez, Rodrigo-Alsina, & Medina-Bravo, 2016; Turati, 2007), así como la inmigración, la situación de las mujeres, los conflictos bélicos, ambientales y la cooperación para el desarrollo. Pueden buscar compromisos y priorizar el interés colectivo, así como una ciudadanía plural (Cytrynblum, 2009; Gutiérrez, Rodrigo-Alsina, & Medina-Bravo, 2016; Moreno, Simelio, Rovetto, & Buitrago, 2007).
Todo depende del tipo de relación que quieran entablar con las audiencias para alcanzar los objetivos de un periodismo público o cívico, definido por Joyce Nip como aquel orientado a involucrar a las personas como ciudadanos tanto en el proceso de creación como en el uso de las noticias (2006).
Esto implica desarrollar no solo una agenda temática que aborde lo que el politólogo Guillermo O’Donnell (2003) denomina los derechos civiles y políticos para incorporar a más personas como miembros de pleno derecho, así como a las organizaciones de la sociedad civil organizada como actores estelares y centro de la atención de los estados (Gutiérrez, Rodrigo-Alsina, & Medina-Bravo, 2016). También supone contactar con los públicos, recoger sus puntos de vista e incluso asociarse con ellos para recopilar noticias (Nip, 2006).
2.2. Ciudadanía: sus dimensiones tradicionales y digitales
Antes de identificar el concepto de ciudadanía que exponen los cibermedios, sus periodistas y usuarios, es necesario reflexionar previamente sobre las diferentes acepciones que suelen emplearse, y que provienen de la ciencia política, la sociología y la comunicación (Cytrynblum, 2009; López, 1997; Marshall & Bottomore, 1991; O'Donnell, 2008; Turati, 2007; Waisbord, 2007).
Ciudadanía (otros vocablos relacionados con su ejercicio son nacionalidad, ciudadano/a, derechos, pueblo, poblador/a, compatriota y comunidad) es un concepto polisémico que se halla en revisión ante los cambios impuestos por la globalización y el debate sobre el futuro de las naciones (Waisbord, 2007), las soberanías móviles, la formación de las translocalidades, las migraciones -que redefinen la relación nacionalidad-ciudadanía- (Appadurai, 1999; Borja, 2002; Fuentes, 2010; Kymlicka & Norman, 1996; Mato, 2004; Sassen, 2007), la crisis del Estado-nación y de los lazos ciudadanía-Estado, la calidad de la democracia y el estado de bienestar (Karl, 2003; Martínez, 2004; O'Donnell, 2003).
Es un término complejo, que ha originado tensiones a lo largo del tiempo (López, 1997). La primera y más extendida definición moderna formulada por Thomas H. Marshall hace 70 años lo entendió como el estatus que se confiere a quienes son miembros de pleno derecho en una comunidad; desde entonces las libertades individuales y las que garantizan la participación de las personas se han visto enriquecidas con la aparición de nuevos derechos motivados por preocupaciones más globales (Marshall & Bottomore, 1991; O’Donnell, 2003), como los derechos humanos de tercera generación (derecho a la paz, al desarrollo sostenido, a un medioambiente sano, al patrimonio común de la humanidad y de los grupos) y los derechos de cuarta generación (vinculados a la bioética e ingeniería genética) (Acnur, 2018; Vieira, 1998).
Ciudadanía significa nacionalidad, pertenencia o adscripción a una nación, a un Estado que reconoce derechos legítimos a sus miembros (O'Donnell, 2004; 2008); también es la expresión del voto, la “participación por iniciativa”, elegir, ser elegido e intervenir en actividades públicas, institucionalizadas y no institucionalizadas (Remy, 2005); en otras palabras, ejercer una “ciudadanía política” (O'Donnell, 2008), contestar al Estado o, como anotaba Foucault (2002), hacer “resistencia al poder” (Martínez, 2004).
Ciudadanía es la “inclusión en una comunidad de ciudadanos” (Rosanvallon, 2004, p.35). Se le ubica en las ciudades, donde se origina y donde las personas interactúan y se realizan; pero sobre todo en sociedades con instituciones fuertes y representativas. Se consolida tras procesos conflictivos, sociopolíticos, culturales y político-jurídicos o institucionales (Borja, 2002), y no existe donde no se garantizan condiciones mínimas de accesibilidad a una mesa de votación, a una plaza pública o al ciberespacio (Coleman & Ross, 2010).
Ciudadanía es sinónimo de pueblo o el conjunto de personas vinculadas, que deliberan entre sí y con otros conciudadanos para encontrar metas comunes (Cortina, 2007); para Karl W. Deutsch (1981), pueblo es la base para la formación de la nacionalidad (Schlesinger, 2007). Desde una vertiente izquierdista, significa clase social, y desde una conservadora, nación o corazón de la patria. En sistemas populistas, puede implicar multiplicidad de intereses, un confuso abanico de identidades y objetivos cambiantes (Waisbord, 2013). A juicio de Martuccelli, pueblo no es igual a ciudadanía y, en el caso peruano, es un vocablo eclipsado que en gran parte del siglo XX fue sinónimo de interpelación política; hoy ha sido sustituido por el de ciudadano y ciudadanía, que son desde su punto de vista ideas nuevas en el Perú (Martuccelli, 2015).
En el pasado, algunos historiadores señalaron que ‘vecino’ se usó en el Perú, antes que ciudadano, para hacer referencia a la nación durante la primera parte del siglo XIX, en los primeros años de la Independencia (Nuñez, 2007). En el presente, en el mundo de las comunicaciones, Dahlberg (citado por Peters & Witschge, 2015) señala que las audiencias son otro término para referirse a los ciudadanos comprometidos racionalmente, que seleccionan las noticias entre una variedad de opciones para mantenerse informados.
Sin embargo, el concepto de ciudadanía se ha transformado en la web (Fuentes, 2010): puede significar ambivalencia, heterogeneidad, poca certeza e inestabilidad; lucha por el reconocimiento y la conquista de derechos; o espacio ideal de libertad y ejercicio democrático que trasciende los límites de una institucionalidad y la legislación estatal y nacional (Lozada, 2004).
Esta ‘nueva ciudadanía’ digital sería diferente a la tradicional por las formas y soportes utilizados (Ortega, 2015), y porque estaría más dispuesta al diálogo, al debate, a la deliberación, a la acción colectiva y a la reafirmación de las identidades individuales y grupales (Sierra & Gravante, 2016). En el ciberespacio, la ciudadanía remite a una ‘comunidad’ virtual (Rheingold, 2009; Boczkowski & Mitchelstein, 2013), global o traslocal, creada formal o informalmente por sus miembros, que no necesita del Estado para intercambiar experiencias, ventilar conflictos o emprender acciones conjuntas (Trejo, 2002; Martínez, 2004), porque está enlazada en redes que pueden carecer de organización, pero no de afinidad, compromiso y cohesión en medio de su diversidad (Aguirre Sala, 2015).
El ‘ciudadano virtual’ tiene una aspiración cosmopolita, afán de conocimiento y la pretensión de adscribirse territorialmente o de pertenecer a un espacio, aunque su práctica ciudadana no tenga arraigo, porque es nómade, leve y voluble (Trejo, 2002). Por eso se sostiene que el concepto de ‘ciudadanía virtual’ es todavía impreciso e insuficiente (Ortega, 2015) y no involucra aún un acuerdo democrático como en el mundo real (Aguirre Sala, 2015). Este ciudadano es el usuario, consumidor, cliente. Opera individual o comunitariamente, pero parafraseando a Pierre Bourdieu (2012) carece de los habitus para desarrollar un capital social suficiente y ejercer poder, influencia o actuar en el nuevo campo de la sociedad de la información (Schiavo, 2002). Pese a estas limitaciones, se considera que los new media pueden aportar diversidad, ubicuidad, representatividad sin vínculos partidistas y una participación ciudadana frente a la cual los poderes de facto no tienen ninguna oportunidad (Aguirre Sala, 2015).
2.3. La agenda mediática y la agenda pública
La exposición a las noticias digitales y la discusión pública que estas desencadenan pueden contribuir al desarrollo de una reciprocidad entre las personas y sus capitales sociales (Ardevol-Abreu, Diehl, & Gil de Zuñiga, 2018), a través de coberturas suficientes y de calidad (Peters & Witschge, 2015). Los enfoques que los medios dan a las noticias (agenda-setting y framing) pueden tener: (1) efectos significativos en la manera cómo la ciudadanía entiende e interpreta los temas públicos, sobre todo cuando las personas desconocen dichos asuntos, carecen de una opinión o de interés en ellos; o (2) efectos mínimos que también refuerzan convicciones existentes en los sujetos (Waisbord, 2013).
No obstante, investigaciones académicas de los últimos veinte años vienen cuestionando estos impactos mediáticos y quién fija la agenda en la era digital; se basan en que los mass media no son los únicos intermediarios en el espacio público y que los new media -digitales y redes sociales- han asumido mayor protagonismo en las agendas mediática, política y ciudadana (Carazo, 2018; Charron, 1998).
De otro lado, la histórica falta de coincidencia entre las agendas mediáticas y ciudadanas (Martín-Barbero, 1987; McCombs, 2006) parece mantenerse en la relación de las audiencias, usuarios o consumidores virtuales y las nuevas plataformas digitales noticiosas. Estudios previos han hallado que los criterios de relevancia de los periodistas digitales y de los prosumidores no concuerdan necesariamente, que existe una brecha entre la oferta y la demanda de noticias, que va más allá de la orientación de las líneas editoriales y que solo disminuye en períodos de intensificación política. Hay un disloque temático: mientras los cibermedios destacan la política, la economía y en general la noticia dura, los usuarios privilegian el deporte, el clima, la noticia policial, el entretenimiento, la noticia blanda (Boczkowski & Mitchelstein, 2013; Carazo, 2018).
Uno de los cambios más significativos del periodismo de la última década ha sido el aporte de los ciudadanos en el proceso informativo, la cultura periodística y la comunicación ciudadano-periodista (Suárez-Villegas, 2017). Pero la diferencia de agendas está limitando la función de servicio público de los espacios mediáticos dominantes y su aporte a la democracia, como anotan los estudios de Boczkowski y Mitchelstein (2015). También está invisibilizando al “ser ciudadano” explícita o implícitamente en el discurso (Ruiz, 2014; Wodak, 2003), y obstaculizando que los cibermedios actúen como intermediarios sociales, autónomos e independientes (Rincón, 2017), que contribuyan al control social del Estado y de los funcionarios públicos (Rosenberry, 2017; Peters & Witschge, 2015; Dalhberg, 2011; Rincón, 2017; Brambilla, 2017; Amado, 2014; Yezers'ka, 2008; Legoas, 2007), y sean voceros de un consumidor cada vez más participante, demandante e independiente (Peters & Witschge, 2015).
Como anotan Westlund y Ekström, no solo los periodistas producen noticias como una forma de conocimiento. Los públicos han pasado de suministrar fotos o datos a convertirse en aliados de la creación de noticias (periodismo público) en los cibemedios o a generarlas independientemente (periodismo participativo) en sitios diferentes. Hay un interés por debatir. Lo que falta es que los cibermedios, como otras plataformas individuales, involucren más a la audiencia en formas positivas de participación y generación de contenidos veraces (Westlund & Ekström, 2018).
3. Método
La investigación tiene como objetivo analizar el tratamiento dado por los diarios digitales peruanos más influyentes a los asuntos vinculados con el ejercicio de la ciudadanía, y su repercusión en los potenciales usuarios. Por eso, se buscó contestar a las siguientes interrogantes: ¿cuáles son los recursos periodísticos-digitales y los enfoques temáticos utilizados por las plataformas informativas en esta cobertura? ¿Cuál es la respuesta de los usuarios cuando se informa sobre sus derechos y deberes? ¿Qué apropiación hacen del concepto de ciudadanía los periodistas, responsables de la mediación de estos asuntos?
El trabajo propone como hipótesis que: (1) la prensa digital peruana hace una cobertura limitada de los temas vinculados a la ciudadanía, entendida como el conjunto de prácticas que definen a una persona como miembro de pleno derecho dentro de una sociedad (Giner, Lamo, & Torres, 2006); (2) existe un divorcio entre los significados que le conceden a este concepto los medios y los usuarios; (3) los periodistas difieren de las agendas de sus medios, pero las hacen suyas. Y, para comprobar estos supuestos, se construyó un método cuantitativo y cualitativo, con tres componentes.
En primer lugar, se hizo un estudio exploratorio para, a través del análisis de contenido clásico de las noticias (documentos), cumplir dos actividades: (1) identificar las plataformas digitales que incluían con mayor frecuencia la palabra ‘ciudadanía’ u otros 15 vocablos vinculados (ciudadano/a, vecino/a, poblador/ora, pueblo, usuario/a. consumidor/a, compatriota, nacionalismo, nacionalista, peruano/a); (2) determinar los vocablos de más frecuente uso (unidades de análisis en adelante denominadas ‘palabras clave’). Para validar la selección de los medios se utilizaron los rankings de popularidad para el Perú de Alexa.com, TopSiteWebs, Page Rank Google, Montt.pe. y Comscore. Asimismo, las palabras clave se seleccionaron con base en los marcos de referencia de la investigación sobre el concepto clásico de ciudadanía (Marshall & Bottomore, 1991; Deutsch, 1981), y las dimensiones y acepciones planteadas por propuestas teóricas más contemporáneas (O’Donnell, 2003; López, 1997; Martuccelli, 2015; Waisbord, 2007).
En esta etapa se analizaron 15 plataformas digitales en su mayoría pertenecientes a empresas de comunicación convencionales de trayectoria en la prensa, radio y televisión peruanas (AméricaTV.pe, CanalN.pe, Correo.pe, Depor.pe, DiarioUno.pe, ElBocón.pe, elcomercio.pe, ElPeruano.pe, Expreso.pe, Gestión.pe, LatinaTV.pe, Larepública.pe, Perú21.pe, RPP.pe y el sitio web LaMula.pe).
Este estudio exploratorio, realizado entre mayo y julio del 2018, permitió reunir un universo de 7,534 documentos -tras la revisión diaria de las páginas de entrada de los buscadores de cada plataforma-, del cual se obtuvo una muestra compuesta por 1,925 documentos publicados en cinco plataformas (Elcomercio.pe, Larepública.pe, ElPeruano.pe, CanalN.pe y Gestión.pe). Luego de la cuantificación, se encontraron estas seis palabras clave más frecuentes: ciudadanía, ciudadano/a, pueblo, usuario/usuaria.
Para seleccionar la muestra se tomaron en consideración los siguientes criterios: (1) Tamaño de la muestra: calculado bajo el supuesto de la máxima dispersión (p=q=0.5), con un nivel de confianza de 95% y margen de error de + 1,9%. (2) Los cibermedios seleccionados difunden noticias que exhiben la mayor cantidad de palabras clave. (3) Las palabras clave se localizan en las 10 primeras páginas de entrada de los buscadores de cada plataforma (véase la tabla 1). (4) Los cibermedios seleccionados muestran líneas y enfoques editoriales (generalista y especializado) diferentes y, en la medida de lo posible, provienen de formatos diferentes (prensa, radio, televisión y web).
Palabras | Medios analizados/Número de documentos | ||||
---|---|---|---|---|---|
Clave | Elcomercio.pe | Larepublica.pe | CanalN.pe (*) | Gestión.pe | Elperuano.pe |
Ciudadanía | 100 | 100 | 25 | 100 | 100 |
Ciudadano/a (**) | 100 | 100 | 100 | 100 | 100 |
Pueblo | 100 | 100 | 100 | 100 | 100 |
Usuario/a (***) | 100 | 100 | 100 | 100 | 100 |
Nota: (*) La palabra ciudadanía en este medio no fue muy frecuente en los últimos 4 años
(**) Se recogieron 50 notas con la palabra ciudadano y 50 con la palabra ciudadana
(***) Se recogieron 50 notas con la palabra usuario y 50 con la palabra usuaria
Elaboración propia
Luego de codificar y digitar la información revisada se procedió a elaborar un Plan de Cuadros con la finalidad de organizar y analizar los contenidos mediante la determinación de variables generales, categorías e indicadores, para formular inferencias sobre las condiciones de producción del mensaje (Bardin, 2002). El procesamiento de datos se realizó empleando el paquete estadístico SPSS versión 24.
Las variables generales se operacionalizaron como sigue: (1) características del mensaje (temáticas, origen de la noticia, actores sociales involucrados por indicadores sociodemográficos y por roles); (2) tratamiento de la información (ubicación de palabras clave en el texto, por área y sección periodística, por géneros, recursos digitales y fuentes); (3) nivel de vinculación con el concepto de ciudadanía (directa, cuando la ciudadanía fue el tema principal o detonante de la noticia; indirecta, se menciona el tema, pero no se explica; y referencial, cuando se hace mera referencia a alguna de las palabras clave vinculadas al concepto) (véase la tabla 2).
El segundo componente de la investigación consistió en el análisis de los comentarios y reacciones de los usuarios ante los contenidos propalados por las plataformas digitales en las que la ciudadanía fue el tema principal o el detonante de la noticia. Para ello, se observaron los comentarios publicados en las cuentas de Facebook de los cibermedios (1.228), a través del Computer-Mediated Communication (CMC), basado en el paradigma de ‘codificación y conteo’ para contenidos virtuales (Herring, 2001). Se utilizó esta técnica de investigación para descubrir las actitudes de los cibernautas hacia el concepto de ciudadanía, de qué hablaron (temas) y de quién hablaron (actores). Los comentarios se clasificaron, digitaron y codificaron con el software cualitativo NVivo, a fin de reconocer los tipos de participación e interacción verbal del internauta que pueden ser: emocional (usuario responde Me Gusta o comparte la noticia), de reacción (comenta la noticia), de compromiso de acción (analiza el tema en un post que publica) y acción final (usuario pasa a la acción; eventualmente el medio comenta o responde).
Características del mensaje | Tratamiento de la información | Vinculación con el concepto |
---|---|---|
Temáticas | Ubicación de las palabras clave | Directa |
Origen de la noticia | Géneros periodísticos | Indirecta |
Actores involucrados | Recursos digitales | Referencial |
Fuentes |
Elaboración propia
Para un mayor esclarecimiento del nivel de participación, los comentarios de acción (78) fueron codificados según los siguientes indicadores: definición (el usuario publica enfoque propio), crítica (aprueba o desaprueba el concepto, al medio o el tratamiento de la información), ejemplo (hace referencia a un caso en particular) y participación (detalla cómo participará o actuará frente al hecho) (Herring, 2001; Masip & Suau, 2014; Brandtzaeg, Folstad, & Mainsah, 2012; Chauca, 2012).
El tercer componente del trabajo implicó la aplicación de una entrevista a profundidad a diez periodistas de trayectoria destacada en los cibermedios analizados, mediante un cuestionario semiestructurado, para recoger sus puntos de vista sobre cuatro variables: significado del concepto ciudadanía y sinónimos o nomenclaturas empleadas para definirlo; valoración del rol de los medios (convencionales y digitales) en la difusión de los asuntos de interés ciudadano; actitudes hasta el ‘ciudadano virtual’ y propuestas para una cobertura social. Sus respuestas fueron codificadas también mediante el software cualitativo NVivo.
4. Resultados
Por razones de espacio, se presentan los hallazgos más importantes en los tres componentes abordados: mensaje y tratamiento del concepto de ciudadanía en las noticias digitales; significaciones para los usuarios, reacciones, actitudes y compromisos sobre ser ciudadano; y percepciones y agenda de los periodistas.
4.1 Mensaje y tratamiento del concepto de ciudadanía en las noticias digitales
Las palabras analizadas o palabras clave (ciudadanía, ciudadano/a, pueblo y usuario/a) aparecen principalmente en el cuerpo de las noticias (72%), en desmedro de los titulares (9,2%) y los subtítulos o bajadas (8,5%) que son el primer nivel de lectura (macroestructuras) (Van Dijk, 2009).
Un hallazgo a considerar es que en 9,9% de la muestra (200 documentos) las palabras clave no estaban en el cuerpo o en los titulares, sino en el hipertexto o en la URL; también sucedió que su link target era distinto (es decir, el texto ancla incluía términos que no aparecían en el link). Se optó por considerarlos en la cuantificación final (código 95) porque forman parte del tratamiento de la información y porque traducen las estrategias SEO (Search Engine Optimization) aplicadas por los medios para visibilizar mejor sus contenidos en los resultados orgánicos de los motores de búsqueda.
Entre todos los vocablos, ‘pueblo’ es el más resaltante tanto en los titulares (52,9%) como en el cuerpo de las noticias (25%); así como en los enlaces o links (54,7%). La segunda palabra más frecuente es ‘ciudadanía’, sobre todo en las bajadas o subtítulos de las informaciones (21,4%); en los espacios multimedia, aparece en videos o audios (47,4%), y en las fotografías (34,3%) (véase la figura 1).
La tematización de ‘ciudadanía’ se da en el área Política (16,9%) y más en las informaciones nacionales (62%) que en las internacionales (25,6%). Del total de documentos analizados, 501 tienen como origen geográfico el Perú; le siguen Venezuela (52), Estados Unidos (47), el mundo en general (13), Colombia (12), Corea del Norte (12), Nicaragua (12), América Latina en general (10), etc. Las menciones a estos países deben entenderse en el contexto noticioso vigente al momento de la captura de la información. Por ejemplo, la crisis en Venezuela y sus efectos en la migración de connacionales a América Latina y al Perú; y la frustrada reforma migratoria en Estados Unidos bajo el mandato de Donald Trump, y el futuro incierto de los llamados ‘dreamers’ latinos.
La mayor cantidad de palabras clave (50%) se halla en documentos en los que los protagonistas principales no son individuos, sino otros actantes (Latour, 2008); entre los más citados aparecen las organizaciones no gubernamentales-ONG (71,4%) y los grupos o colectivos (47,2%).
En aquellos documentos donde el individuo es el protagonista aparecen más varones (27,4%) que mujeres (11,3%). Por rango de edad, los jóvenes sobresalen en las noticias que emplean el término ‘ciudadanía’ (42,9%) y ‘ciudadano/a’ (42,9%).
Las palabras clave aparecen mayoritariamente en los documentos informativos (82%); las fuentes son diversas -locales (34,3%), nacionales (29,7%) e internacionales (25,5%)- en concordancia con el origen y naturaleza de los acontecimientos.
Uno de los resultados más importantes se refiere al nivel o grado de vinculación de la nota periodística con el concepto operativo de ‘ciudadanía’, sus dimensiones y redefiniciones; y la profundidad con que se abordó, es decir, si el interés del periodista fue referirse a este tema de manera superficial o referencial, indirecta o directamente.
De 1,925 documentos revisados, apenas el 1,6% (32) versaron sobre algún tema relacionado directamente con las definiciones de ciudadanía. En 73,4% (1,404) las palabras clave aparecen como simples menciones, como sinónimos de población, pobladores, personas o peruanos; y en 13,9% (265) fueron referencias indirectas, en las que se desarrolla brevemente alguno de los conceptos. En los documentos donde se hace referencia directa al concepto se utilizan estas acepciones:
a. ‘Ciudadanía’ como ejercicio de los derechos civiles (47%) del ‘pueblo’ o de los ‘usuarios’ a una identidad, intimidad, al trabajo, a un ambiente limpio; a interactuar en el mercado como consumidores libremente y a disponer de servicios públicos de calidad, en los mundos offline y online.
b. ‘Ciudadanía’ como sinónimo de ‘nacionalidad’ o adscripción a una comunidad (19%).
c. ‘Ciudadanía’ y migración (22%), derechos del ‘ciudadano/a´ a cruzar las fronteras; del ciudadano global y del migrante que, más allá de sus países de origen, gozan de prerrogativas garantizadas por normas supranacionales.
d. ‘Pueblo’ para hacer referencia a los derechos de sectores menoscabados (9,4%), como los pueblos indígenas y las mujeres, conglomerados cuyos derechos políticos a elegir y ser elegidos fueron reconocidos en el Perú hace apenas 39 años (Mendoza, 2015).
e. ‘Ciudadanía’ como sentimiento y expresión de prácticas sociales de fuerte raigambre popular, como el fútbol (6,4%), generadoras de sentimientos de pertenencia a una colectividad.
A diferencia del resto de la muestra, en estos documentos se abordaron más asuntos internacionales y globales, que locales y nacionales. Es el caso de crisis en Venezuela y la frustrada reforma migratoria en Estados Unidos, antes mencionados, hechos que tuvieron una amplia cobertura en la que primó la palabra ‘pueblo’. Otros temas internacionales fueron: el centenario de Azerbaiyán y el desarrollo de su democracia; el otorgamiento de la ciudadanía a minorías étnicas que contribuyen con el estado de bienestar de Francia; las mujeres, su derecho a sufragio y a postular a la presidencia de sus país; restricciones a los derechos de los indígenas en América Latina; derecho a la intimidad y las políticas inmersivas de Facebook y otras redes sociales; protección de los derechos de los consumidores frente a los abusos de los servicios de telecomunicación en la región andina, garantizados por acuerdos supranacionales; y la promoción de una ciudadanía ambiental mundial.
Entre las noticias nacionales figuran: la doble nacionalidad de expresidentes y políticos peruanos, y los riesgos que ello implica; la participación del Perú en el Mundial de Fútbol 2018; el restringido derecho de los medios de comunicación peruanos para acceder a la publicidad estatal; y una serie de noticias sobre limitaciones a derechos laborales y del consumidor (telefonía, transporte y acceso a programas estatales de ayuda social). Se halló que solo un medio digital -Larepublica.pe- tiene una sección denominada Reportero ciudadano que recoge las aportaciones informativas de sus usuarios sobre problemas que afectan su cotidianeidad.
4.2. Significaciones para los usuarios, reacciones, actitudes y compromisos
La cobertura motivó diversas reacciones en los consumidores de los medios digitales. Del total de comentarios recogidos, la respuesta mayoritaria fue reactiva (93,6%), es decir, además de reaccionar emotivamente, el usuario publicó un comentario breve vinculado al tema. Solo 6,35% se mostró comprometido con la discusión, analizó el tema y dio su concepto de ciudadanía. En 73,2% los comentarios fueron de varones y 23,2% de mujeres; no se pudo identificar a los autores de 3,5% de las respuestas.
Agendas temáticas | |
---|---|
Medios digitales | Cibernautas |
Política | Inmigración/Identidad |
Economía | Sociedad y pobreza |
Ciudad/ violencia | Economía |
Democracia/participación | Política |
Fuente: elaboración propia
Los usuarios más comprometidos reconocen en sus comentarios una preocupación mayor por otros individuos que por las instituciones; por ejemplo, los migrantes venezolanos residentes en el Perú, así como personajes de la política y realidad peruana (como el presidente de la República, Martín Vizcarra, otros expresidentes y líderes deportivos). Resaltan cuatro rubros temáticos: asuntos relacionados con la inmigración e identidad, la sociedad y pobreza, la economía y globalización, y la política. Se trata de una agenda coincidente en algunos campos temáticos con la mediática, pero diferente respecto a la priorización e importancia de los asuntos (véase la tabla 3).
Enfoques de las noticias digitales | Enfoque de los comentarios de usuarios | ||
---|---|---|---|
Derechos civiles | 50% | Migraciones venezolanas | 64,1% |
Ciudadanía digital | Cibernautas | 20,5% | |
Usuarios digitales | Ciudadanía digital | ||
Normas supranacionales | Usuarios digitales | ||
Migraciones venezolanas | 25% | Normas supranacionales | |
Nacionalidad | 19% | Nacionalidad | 8,9% |
Nacionalidad EE.UU. | Nacionalidad EE.UU. | ||
Pueblos indígenas | 9,4% | Pueblos indígenas | 3,5% |
Derechos políticos (mujer) | Derechos políticos (mujer) | ||
Fútbol, construyeciudadanía | 6,4% | Fútbol, construyeciudadanía | 2,5% |
Elaboración propia
Algunas preocupaciones ciudadanas no son destacadas por los medios digitales: mientras a los primeros les preocupa las repercusiones de las migraciones de los venezolanos en la vida nacional, los segundos valoran, aunque de manera abstracta, la defensa de los derechos de los peruanos (véase la tabla 4).
La codificación y procesamiento de los comentarios en el programa cualitativo NVivo arrojó que la palabra más frecuente para significar ‘ciudadanía’ fue ‘nacionalidad’, concepto que los usuarios definen en función de sus vivencias, el accionar de los actores políticos, de las instituciones y de otros peruanos (véase la figura 2).
Además de las definiciones señaladas (Definición), los usuarios critican a quienes atentan contra los derechos de las personas (Crítica), ejemplarizan el ejercicio de la ciudadanía (Ejemplos) y toman una posición (Participación) (véase la tabla 5):
Palabra clave | Definición | Crítica | Ejemplo | Participación |
---|---|---|---|---|
Ciudadanía | Perú, nacionalidad, Doble nacionalidad, peruano, [latierra] de mipadre, todos, fútbol peruano, Pasaporte | Políticos y su doble Nacionalidad Prensa Manipuladora | [Nadie dice]nada sobre Doble nacionalidad de políticos | Aprobarían Doble Nacionalidad |
Ciudadano/a | Los peruanos somos ciudadanos, los extranjeros son ciudadanos. | Pocos beneficios para los peruanos. | Venezolanos son Ciudadanos Merecen respeto | [Todos tienenque pagarimpuestos] |
Los que pagan impuestos. Los que tienen derechos | Muchos beneficios para los venezolanos | |||
Derechos | Venezolanos | |||
Pueblo | Peruano, pobre, crítico de laCorrupción | Al Estado, a los medios decomunicación, presidente de la República | Pueblo venezolano tiene derechos y deberes | Pueblo rechaza corrupción; apoya Lucha Anticorrupción de Gobierno Peruano |
Usuario/a | A Facebook por vender Datos | Géneros periodísticos | Demanda sanción para Servicios tradicionales y digitales (Facebook) |
Elaboración propia
- Definición: Ciudadanía como sinónimo de nacionalidad. Se entiende como la tierra donde nacieron sus padres y la pertenencia a un Estado; es el status del ciudadano, que le confiere derechos y deberes ante la ley. Ciudadano es todo peruano, pero también lo es el extranjero; el ciudadano peruano acepta que los políticos tengan doble nacionalidad, pero rechaza la corrupción política; considera que todos -peruanos y extranjeros- deben pagar impuestos; ama el fútbol.
-Crítica: No hay una crítica explícita a la ‘ciudadanía’, pero sí a determinados actores sociales como el Estado, por no defender los derechos del ciudadano y por aplicar una política migratoria que ha generado un problema social laboral que castiga al peruano versus el extranjero; los políticos que usufructúan con su doble nacionalidad; la prensa porque manipula la información deportiva; y a Facebook por filtrar datos privados de sus usuarios.
-Ejemplo: sacrificado pueblo venezolano; migrantes venezolanos son ciudadanos, pero como tales tienen derechos y deberes que deben cumplir en el Perú.
-Participación: Aprueban doble nacionalidad; demandan que todos los ciudadanos -incluyendo los extranjeros- paguen impuestos; apoyan lucha contra corrupción; rechazan servicios públicos deficientes (telefónicos, digitales, entre otros).
4.4. Percepciones y agenda de los periodistas
Para los periodistas, la palabra ‘ciudadanía’ es sinónimo de ‘derechos’; en otras interpretaciones la definen como el ejercicio del voto universal, del control social ciudadano y como la pertenencia a una colectividad (véase la figura 3).
- Sinónimos. Para referirse a ciudadanía, los periodistas entrevistados utilizan como sinónimos dos tipos de categorías: unas principales y otras secundarias. Las principales suelen ser acepciones generales: ‘ciudadanía’ es ‘sociedad’, ‘población’, ‘civilización’, ‘vecinos’, ´publico’ y ‘público adulto’. Las secundarias son más acotadas: ‘ciudadanía’ como ‘nación’, ‘nacionalidad’, ‘sociedad organizada’, ‘civismo’ y ‘cultura ciudadana’.
- Rol de los medios. La lista de asuntos relacionados con la ciudadanía es amplia y diversa. Los 10 periodistas consideran que difundir este concepto es una responsabilidad ineludible del periodismo como actor social, fiscalizador de la cosa pública, intermediario entre las instituciones y la población, constructor del ciudadanía y de un país mejor, e incluso el compromiso de un periodismo activista.
La mitad, sin embargo, piensa que la prensa en el Perú no cumple estas tareas a cabalidad por diversos motivos: existe “desinterés” en generar noticias e investigaciones propias y el tema no forma parte de la línea editorial (E.C), “es tarea de las instituciones de la sociedad civil” (J.C.) o porque “eso lo hacen las redes” (G.A). La otra mitad de entrevistados dijo que las funciones se cumplen parcialmente, aunque “podrían ser llevadas a cabo de una manera más profesional” (F.L.), contextualizada, interpretativa y sustentada en fuentes (M.B.). Una periodista señaló que frente al incumplimiento, los públicos deben exigir mayor compromiso como lo hace el llamado periodismo ciudadano (M.A.).
- Convencionales o digitales. Siete de los diez periodistas aseguraron que la prensa convencional cumple con difundir los temas ciudadanos, aunque ello no garantiza calidad y transparencia. Las posiciones estuvieron divididas respecto al periodismo social (Cytrynblum, 2009; Rodríguez-Martínez, Codina, & Pedraza-Ramírez, 2012) que realizan las plataformas digitales; es decir, el conjunto de prácticas orientadas a escuchar a los usuarios (Salaverria, 2005), entregarles información relevante sobre los temas que les interesa (Anderson, et al., 2014; Orihuela, 2012; Gallas, 2014) y sobre los derechos ciudadanos. Cuatro entrevistados dijeron que el periodismo más influyente sí da espacio al tema; otros cuatro consideran que no es una labor sostenida ni prioritaria. Dijeron que la excepción es la nueva prensa digital nativa que hace una cobertura heterogénea y “no depende de los anunciantes, lo cual garantiza su independencia” (E.C.). Dos periodistas creen que esta función ha sido asumida en el Perú por las redes sociales (G.A.).
Solo la mitad de periodistas interactúa de manera sostenida con los cibernautas. Señalan que una dificultad es la cantidad de mensajes que deben leer y contestar “para saber qué necesitan o quieren saber” (M.F.); los atienden según importancia, urgencia, veracidad y especificidad (F.L.).
Cinco periodistas consideran que los ciudadanos deben tener una sección especial en la que expresen sus puntos de vista; otros cinco postulan que los temas ciudadanos deben ser abordados de manera transversal en todo el discurso periodístico digital con el despliegue que ofrecen los recursos multimedia (J.C.).
5. Discusión
Esta investigación confirma los tres supuestos planteados inicialmente. Primero, que los cibermedios hacen una cobertura limitada de los temas vinculados con el ejercicio de la ciudadanía por parte de los peruanos. Segundo, que hay un divorcio entre el concepto de ciudadanía que exponen las plataformas digitales y el de sus destinatarios usuarios. Tercero, que las agendas de los periodistas responsables de estos contenidos no siempre coinciden con los enfoques de los medios donde laboran.
Respecto a la cobertura limitada de las plataformas digitales analizadas habría que señalar que no se condice con el estatus que han alcanzado como organizaciones que gozan de un alto nivel de credibilidad, superior a otras instituciones y estamentos públicos y privados.
Desde una perspectiva semántica, se constata que la palabra ‘ciudadanía’ es la menos citada y también la menos destacada en la muestra, sobre todo en las macroestructuras del discurso, donde se sintetiza, engloba o jerarquiza el significado o idea dominante de un texto periodístico. Es más, se emplea en cortas notas informativas, sin contexto, desarrollo ni profundidad, lo cual revela la superficialidad con que se abordan estos temas frente a la creciente ebullición de una sociedad civil -cuyo despegue documenta Sinesio López en los primeros años del presente siglo-, que exige respeto, justicia y moralización.
En su lugar, los cibermedios utilizan el vocablo ‘pueblo’, que tiene un sentido más colectivo, pero que no se equipara al de ‘ciudadano’, reconocido como la mejor expresión atribuible al individuo en una sociedad democrática moderna (Martuccelli, 2015). Si bien el discurso periodístico personifica la acción de la ciudadanía en el quehacer de los grupos o de las organizaciones no gubernamentales (ONG), como interlocutores y protagonistas en el debate y como públicos activos y representantes de la sociedad civil organizada, no sucede lo mismo con la caracterización de los ‘ciudadanos’ que aparecen por lo general como sujetos sin identidad, invisibilizados explícita o implícitamente (Ruiz, 2014; Wodak, 2003).
Desde la perspectiva del usuario, se confirma que sus criterios de relevancia son diferentes a los expuestos por los medios (Boczkowski & Mitchelstein, 2013), lo cual explicaría las características de su participación. No obstante, como demuestran los comentarios más comprometidos, a los usuarios les interesa participar en el debate (Westlund & Ekström, 2018).
El trabajo confirma que los cibermedios peruanos y sus eventuales usuarios difunden dos conceptos diferentes sobre el ‘ser ciudadano’. Mientras que, para los emisores, la ciudadanía es sinónimo de ‘defensa de derechos’, para los usuarios es igual a ‘nacionalidad’.
La primera acepción más frecuente en los cibermedios -ciudadanía en función de los derechos civiles- es muy pertinente en una sociedad caracterizada por el irrespeto a las libertades individuales, pero puede devenir en tradicional, retórica y abstracta para ciudadanos con acceso a varios canales de información que no requieren necesariamente de la prensa para informarse, sino de interpretaciones más profundas a fin de entender los alcances de los fenómenos que los afectan (Peters & Witschge, 2015).
La segunda acepción más frecuente en los cibermedios relaciona la ciudadanía con las migraciones, un tema que, para los usuarios, es el más importante como pude verificarse en sus comentarios, donde exponen una serie de críticas y demandas sociales que la agenda mediática no atiende a profundidad. Las migraciones marcan un antes y un después en las preocupaciones ciudadanas probablemente, como señalan los analistas, porque redefine la relación nacionalidad-ciudadanía (Appadurai, 1999; Borja, 2002; Fuentes, 2010; Kymlicka & Norman, 1996; Mato, 2004; Sassen, 2007).
Un caso que se comenta es la preocupación que estos cibernautas muestran por la migración venezolana, sus alcances y efectos en la economía local; un tema que tampoco aparece como prioridad en la agenda mediática virtual. Los usuarios peruanos entienden que el ser ciudadano trasciende a cualquier diferencia, incluyendo la geográfica, y reconocen que el estatus de ciudadanos alcanza a todos los nacidos en el Perú y también a los venezolanos que se vieron obligados a abandonar su tierra en busca de mejores condiciones de vida, o los latinos que la reforma migratoria de Estados Unidos quiere expulsar. Sin embargo, subsiste en el imaginario, dudas y resquemores que afectan la sana convivencia del peruano y que se traducen en expresiones como “el gobierno favorece al extranjero y sanciona al peruano”, cuando cuestionan la solidaria política de apertura del Estado Peruano hacia los venezolanos.
A diferencia de otros trabajos, que sustentan que las agendas de los usuarios pueden ser más superficiales que las ofrecidas por los cibermedios, en esta investigación se observa que los temas ciudadanos resultan de interés y son valorados por un sector de los cibernautas (Boczkowski & Mitchelstein; 2013; Van Dijk, 2009; Sádaba, 2016; Castells, 2014), sobre todo cuando los afecta y obliga a tomar una posición.
Este análisis sobre los contenidos y la respuesta de los usuarios se ve ratificado por los periodistas entrevistados quienes reconocen que -por línea editorial, desconocimiento, desinterés o simplemente falta de tiempo- las noticias vinculadas a estos temas son de escasa importancia informativa para la prensa digital, pese a las potencialidades que ofrece el interactivo lenguaje digital y sobre todo la urgencia de difundir asuntos de notable interés público y ciudadano, que permitan construir ciudadanía. En otras palabras, como anota O’Donnell (2003), incorporar a más personas como ciudadanos iguales ante la ley.
En este esfuerzo, será valioso el compromiso con las audiencias que expresan y mantienen los periodistas, intensificado en las rutinas del ciberperiodismo (Yezerska, 2008; Mendoza, 2017), sobre todo en el caso de aquellos que laboran en plataformas virtuales noticiosas más consolidadas. En estos casos, los periodistas suelen definirse como piezas fundamentales en el proceso democrático de informar a los ciudadanos (Hermida, y otros, 2011), para entregarles contenido que los forme o actualice respecto a aquello que altera su cotidianidad y los compromete con el futuro de sus naciones (Peters & Witschge, 2015; Schudson, 2000).
6. Conclusiones
En concordancia con el marco referencial recogido para este trabajo y el análisis realizado se concluye que:
- Las agendas mediáticas digitales peruanas están distanciadas de las públicas respecto a la discusión de temas ciudadanos no solo por una cuestión semántica -la ciudadanía significa cosas diferentes para los cibermedios y sus públicos-, sino porque hay diferencias en los enfoques temáticos y en la priorización narrativa de los asuntos vinculados con el ser ciudadano. Las visiones pueden ser complementarias, pero prevalecen disonancias que ponen en evidencia un divorcio y dos discursos.
Como sucede en el periodismo convencional, donde las líneas editoriales de los medios no suelen coincidir con las expectativas de los públicos, el distanciamiento digital demanda un giro en la fijación de las agendas informativas que contempla lo siguiente:
(1) Reorganizar la tematización, a favor de una mirada menos política y pensada en función del usuario. (2) Abordar los asuntos más complejos de la realidad nacional vinculados directamente con los derechos ciudadanos; actualmente se refieren sobre todo a acontecimientos de origen internacional. (3) Dar identidad a las personas; hoy los actores principales son las instituciones, organizaciones, autoridades o el Estado, más que el individuo, el ‘ciudadano’ o el sujeto de los derechos y de los deberes. (4) Reorientar las asociaciones temáticas más frecuentes -‘ciudadanía-política’, ‘ciudadanía-ONG’ y ‘ciudadanía-cuestión de adultos’- para incorporar otros ámbitos de la vida ciudadana, otros actores y derechos; las minorías étnicas y las mujeres por ejemplo están ausentes en las prioridades de los cibermedios y también de los usuarios.
- Una tarea gravitante para el periodismo digital será participar en la transformación del concepto de ciudadanía en la web. El llamado periodismo cívico o público -que en otros países latinoamericanos explora en los derechos civiles y políticos- es un camino pendiente por recorrer en las plataformas digitales analizadas. Hoy la presencia de los ciudadanos digitales es heterogénea y ambivalente; de reconocimiento de derechos, pero también de escaso compromiso. La esperanza mayor tal vez sea que a diferencia de otras realidades, un porcentaje de los cibernautas peruanos busca, reclama y crea agendas socialmente responsables en plataformas externas.
Si bien los cibermedios no son todopoderosos, su prestigio en barómetros nacionales y extranjeros, los convierte en voceros autorizados de la ciudadanía. El estudio exploratorio realizado entre mayo y julio del 2018 revela las prioridades de la agenda pública peruana (inmigración e identidad, sociedad, pobreza y economía), pero también problemas estructurales que no son recogidos suficientemente por los medios digitales.
- Los resultados señalan la necesidad de repensar la cobertura para, como señalan los defensores y críticos de una “ciudadanía digital”, consolidar una nueva relación entre periodistas y ciudadanos, mantener la credibilidad de la prensa, facilitar el diálogo, establecer nuevos canales de colaboración y de fiscalización a través de foros, redes y otras culturas (moblogging, microblogging, periodismo hiperlocal y de datos). El vertiginoso desarrollo del periodismo digital y de las redes sociales abre posibilidades interesantes en el esfuerzo de construir una ciudadanía sólida donde prime el respeto de los derechos de todas las personas y una mejor convivencia.
- En síntesis, la prensa digital peruana tiene que definir su concepto de ciudadanía que, en principio, debería recoger las expectativas de los ciudadanos para hacer un periodismo con los usuarios y no solo para los usuarios. Las divergencias son positivas en el debate público, pero poco convenientes cuando se trata de avanzar hacia consensos, contribuir al mejor entendimiento de la realidad y a reconocernos como miembros de una misma colectividad. La agenda de la prensa peruana ha girado históricamente en torno a la política, la economía, lo judicial y los deportes. Falta visibilizar al ciudadano, tarea que podría asumir la prensa digital.