El ingeniero sanitario Alejandro Vinces Araoz nació en la ciudad del Callao el 30 de mayo de 1919. Fue miembro de la primera promoción de ingenieros sanitarios de la antigua Escuela Nacional de Ingenieros del Perú. Concluidos sus estudios, obtuvo el título de master de ciencias en ingeniería sanitaria, en la Universidad de Carolina del Norte (1945) e hizo estudios de especialización en salud pública en las universidades de Virginia (1946) y Atlanta (1954).

El ingeniero Vinces desarrolló labor docente en la Universidad Nacional de Ingeniería desde 1949 a 1960, cumplió actividades de consultoría en Argentina, Bolivia, Chile, Nicaragua y Perú, en materias de saneamiento y protección ambiental (1961-1965 / 1984-1985). Fue Director del Instituto de Salud Ocupacional de los Institutos Nacionales de Salud (1971 - 1976) y del Servicio Nacional de Abastecimiento de Agua Potable y Alcantarillado (SENAPA). Designado presidente del Consejo Nacional de Protección del Medio Ambiente (1982). Ocupó la vicepresidencia del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (SEDAPAL) entre 1985 y 1988, la presidencia del Servicio de Parques de Lima (SERPAR) del año 1980 a 1981 y del Consejo Nacional de Protección del Medio Ambiente y de la Asociación de Lucha contra la Contaminación Ambiental. Fue Presidente del Capítulo de Ingeniería Sanitaria y Ambiental del Colegio de Ingenieros del Perú (1980 - 1981) y miembro distinguido de la Asociación Peruana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (APIS), obteniendo premios por sus trabajos técnicos en congresos nacionales e internacionales. Publicó tres libros, que son materia de consulta obligada por los profesionales de esa especialidad: "Saneamiento y desarrollo" (1968), "Aseo Urbano" (1980) y "Contaminación Ambiental y Defensa Ecológica de Lima" (1993).

El ingeniero Vinces fue uno de los miembros más representativos de los profesionales de la ingeniería sanitaria y ambiental, habiéndose hecho merecedor de la máxima distinción de esa orden, la Condecoración de la Orden de Ingeniería (1997). Esta distinción tiene un grado único y es otorgada por el Consejo de la Condecoración, creado el año 1990, con la finalidad de resaltar el trabajo de aquellos profesionales que, por sus actividades, comprometen la gratitud de la orden como entidad representativa de la ingeniería nacional. Asimismo, obtiene el Primer Premio del Congreso de Ingeniería Sanitaria organizado por la APIS (1993), se le confiere Diploma de Honor de la Asociación Peruana de Ingeniería Sanitaria por el CONCYTEC (1997), título de profesor emérito de la UNI (1999) y finalmente se le dio la condición de miembro incorporado a la Academia Peruana de Ingeniería en 1999.

En el mes de diciembre de 2002, con motivo de celebrarse el centenario de la Organización Panamericana de la Salud, la representación de esta institución en el Perú junto al Ministerio de Salud, realizaron en Lima una ceremonia de condecoración a quienes fueron seleccionados por una comisión ad hoc como los "Héroes de la Salud Pública en el Perú", en este acto se otorgó al ingeniero Alejandro Vinces, entre otros seis seleccionados, esta particular distinción, en esa oportunidad se destacó, para esta personalidad científica que: "... su principal contribución a la salud la constituye el desarrollo de la técnica de la bioestabilización de las aguas servidas y el Proyecto San Juan, de propósitos múltiples. Introduce la concepción de la recuperación de los desiertos mediante el reuso de los desagües y basuras urbanas, combatiendo la contaminación ambiental, avanzando hacia el desarrollo económico social".

"La importancia de la bioestabilización de las aguas servidas y el Proyecto San Juan se evidencia en la disposición sanitaria de los desperdicios sólidos y líquidos mediante sistemas de tratamiento adaptados a las condiciones locales, utilizando técnicas sencillas y económicas que se apoyan en los procesos de purificación de la naturaleza. Así, por el mecanismo de reciclaje, los desperdicios sólidos y líquidos pueden ser usados para establecer el equilibrio entre el hombre y el entorno que lo rodea, protegiendo la salud pública mediante el gobierno eficaz de la salud ambiental".

"La trascendencia de Alejandro Vinces Araoz está en su trabajo científico y en que su lucha contra la contaminación ambiental cada día se extiende más a nivel de la conciencia nacional, americana y mundial. Siempre fue un valiente luchador en defensa del medio ambiente y la salud pública. Tuvo que enfrentar muchas veces el poder político y económico de los contaminadores con riesgo de su vida y de su libertad. Murió el 12 de diciembre de 1999, con la tranquilidad de conciencia que otorga una vida entera vivida con ética personal y profesional".