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Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Publica

versión impresa ISSN 1726-4634

Rev. perú. med. exp. salud publica v.25 n.4 Lima oct./dic. 2008

 

La salud ambiental

Environmental health

 

Hugo Rengifo Cuellar1

1 Médico inmunoalergólogo, planificador y politólogo en salud. Comité Nacional de Salud Ambiental, Consejo Nacional de Salud, Representante de la Sociedad Civil, ForoSalud; Lima, Perú.
Correo electrónico: rengifohugo@hotmail.com  

 


Todos creemos saber qué es la salud y tenemos la noción que es algo que se pierde cuando estamos enfermos (por lo común en la parte física) y que se recupera acudiendo al médico. Sin embargo, desde mediados del siglo pasado se ha tratado de ampliar esta idea. La Organización Mundial de la Salud (OMS) planteó una definición muy conocida que señala: “…la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (1). Esta definición ha sido tildada de utópica e irreal, casi un nirvana, pues en cierta manera nunca se puede alcanzar un total estado de bienestar, ni siquiera por los místicos y no es fácilmente identificada ni aun por los profesionales de la salud; sin embargo, recogió el sentir de muchos para tratar de romper el estrecho vínculo salud enfermedad que predominaba y predomina aún en muchos círculos y hasta en el sentir popular.

En este enunciado, podemos advertir que la salud es más que no estar enfermo y que este estado es sólo un componente del bienestar general y que existen otros aspectos de la salud ligados con la sociedad y al ambiente que nos rodea. El aspecto médico es el que se encarga de la primera parte de identificar los riesgos de enfermar (que hasta ahora se le da un peso mayor, ya que la enfermedad es la que nos hace infelices individualmente) y el segundo campo se atribuía a la salud pública y a la medicina social (2).

La formación tradicional del salubrista es adecuada para la enfermología pública, esto es una medicina de masas, siendo su papel el de “interventor técnico-normativo”. Desde mediados del siglo pasado se ha tomado conciencia de las complejas interrelaciones entre el hombre, la sociedad y el ambiente que los rodea, incluyendo a los otros seres vivos, por lo que se requiere en la actualidad un “sujeto intérprete-mediador”, es decir: intérprete de las maneras cómo los actores individuales y sociales, en su diario vivir, construyen sus saberes, desarrollan las acciones relacionadas con la promoción de su salud y cuidan su enfermedad y mediador estratégico con los poderes científico, político y económico para apoyar la elevación de los niveles de salud y vida y por ende al desarrollo sostenible (3).

Para conocer y manejar adecuadamente estas interrelaciones de los diversos niveles, debemos tratar de adoptar un enfoque más amplio, menos antropocentrista, sin descuidar la importancia del individuo y lo social, pero teniendo en cuenta que integramos un sistema mayor en el que todas las acciones tienen una causa y un efecto a veces perdurable, a veces difícil de medir en nuestro ciclo vital y que sin que nos demos cuenta influye en muchas generaciones posteriores.

La metáfora del proverbio oriental de que el efecto del aleteo de una mariposa en una parte del mundo repercute cientos de años después en otra parte, resulta muy cierta a la luz de los nuevos conocimientos de las nanociencias, la biología extrema, los mecanismos cuánticos subatómicos y hasta la teoría de las supercuerdas sobre la integración de las cuatro fuerzas físicas y las nuevas dimensiones del universo cada día en aumento.

Todo esto, que al parecer resulta alejado de nuestra inmediatez, es sin embargo, necesario para comprender los problemas o necesidades que impiden que alcancemos un nivel de salud adecuado.

Ya que el estado de salud de una sociedad nos indica la calidad de las relaciones con su ambiente. Por lo que se ha tomado conciencia de conformar un campo más amplio, totalizante, que abarque las múltiples facetas del quehacer humano y sus relaciones ambientales y que permita facilitar un desarrollo armónico con la naturaleza que nos cobija. Este gran campo que se ha ido individualizando y teorizando en el transcurso del siglo pasado (a), adquiriendo el estatus de ciencia, se la ha denominado Salud Ambiental y que aunque se ha comprendido poco su alcance, incluso por sus mismos practicantes, se debe reivindicar y situarse en un lugar preeminente como el mayor nivel de los estudios de la salud.

Debe participar en todos los ámbitos de la actividad de la sociedad, pues sin ella no hay desarrollo posible y menos sostenible a través de las generaciones, que es en última instancia a lo que nos debemos como especie. La salud ambiental es tarea de todos y no solo del sector salud y muchos de los problemas de éste se deben a las acciones erradas de otros sectores.

Los organismos supranacionales conscientes de esta importancia han declarado ad portas del nuevo milenio que la salud ambiental junto con la nutrición constituyen los dos pilares fundamentales de la actividad tanto médica como de salud. En base a esta importancia crucial evidenciada por un estudio reciente de la OMS (4), en el que se encuentra que casi una cuarta parte de la carga mundial de morbilidad y de mortalidad (cifra todavía señalada como moderada, pues a pesar de ser uno de los más rigurosos estudios, falta considerar causalidades en otras enfermedades) es debida a factores ambientales y que ella es mucho mayor en países en desarrollo y en algunas enfermedades como las EDA y las IRA, además, reconoce que solucionando las causas relacionadas, se disminuye la carga sobre el sistema sanitario, disminuyendo el gasto y la pérdida de la actividad productiva.

En el Perú, a pesar de las campañas llevadas a cabo y las medidas tomadas por el Ministerio de Salud, persisten los altos índices de enfermedades diarreicas y respiratorias, así como las infecciones transmitidas por vectores como el dengue, la malaria y otras (5). Persisten los altos porcentajes de población sin suministro de agua potable ni de disposición de excretas, sobre todo en el trapecio andino pobre y en las zonas rurales. La malnutrición sigue siendo elevada, especialmente en las regiones pobres y muy pobres y aun en las ciudades con la obesidad infantil en auge. A pesar del boom de la construcción persisten todavía altos niveles de tugurización urbana y hacinamiento marginal. Lo peor es que no se le da la debida importancia a esta relación salud-ambiente ni en el órgano rector del sector, ni mucho menos en el Gobierno.

Conscientes de esta importancia y de la necesidad de difundir el concepto de la salud ambiental, es que se ha convocado a diversos autores a fin de apreciar desde ópticas especializadas y multidisciplinarias los diferentes aspectos y complejidades que comprende la salud ambiental, la gran cantidad de contribuciones han originado que este simposio se desarrolle en dos números seguidos sin perjuicio de seguir contribuyendo posteriormente con apreciaciones de otros campos también importantes.

Abrimos el debate con una exposición conceptual de la Salud Ambiental que también estará dividida en dos partes. Continuamos con dos aportes de gran actualidad sobre la influencia del cambio climático y la salud en general y en la región andina escritas por el Dr. Calvo integrante del IPCC, Premio Nóbel 2007 y al Dr. Oscar Feo, Secretario Ejecutivo del Organismo Andino de Salud. Introducimos la Iniciativa de la vivienda saludable en el Perú por la Arq. Rosario Santamaría coordinadora en el país de la Red de Vivienda Saludable, tema importante dado el auge constructivo, poco regulado, del momento.

El control de los contaminantes químicos en el Perú, causal de numerosas enfermedades y síndromes, será tratado por la Mg. Betty Chung, Decana del Colegio de Químicos del Perú. Un tema importante es la reivindicación de la figura de Hipólito Unanue como precursor de la salud ambiental en el Perú, artículo de la historiadora de la salud Dra. Carlota Casalino, quien aborda la faceta del polígrafo y protomédico peruano padre de la medicina en el Perú, en el análisis de las implicancias del ambiente sobre el individuo, como aspecto importante de toda su otra obra médica, política y organizativa.

Un tema controvertido y de gran importancia y debate para el futuro de la cadena alimentaria, como es el de los transgénicos u organismo vivos modificados, será tratado por el Dr. Rubens Nodari de la Universidad Federal de Santa Catarina, Brasil; el cual será presentado en el próximo número junto con otros temas de gran interés relacionados con la salud ambiental.

Tenemos varios artículos referidos a la contaminación por metales pesados de gran impacto en nuestro país, uno sobre el hallazgo por Pebe et al. de altos niveles de plomo en neonatos en La Oroya, una de las diez ciudades más contaminadas del mundo, una revisión sobre la exposición ocupacional al plomo y pesticidas órganofosforados y su efecto sobre la fertilidad masculina, realizado por Yucra et al., así mismo, Chávez evalúa las técnicas para analizar arsénico penta y trivalente en aguas superficiales en Tacna, grave problema que afecta a muchos de nuestros cursos de agua, incluyendo al Rímac.

Un aspecto importante de impacto positivo es el reporte de Casapía et al. sobre el uso de pruebas rápidas para el diagnóstico y tratamiento oportuno de la malaria en la Amazonía. Varias comunicaciones cortas nos amplían el panorama, como el primer reporte en el Perú de Anaya et al. de una zoonosis emergente poco conocida como es la Erlichiosis humana encontrada en sueros de pacientes con síndrome febril de Ancash; por otro lado Beltrán et al. informan la presencia del ácaro Trombícula autumnales, conocido popularmente como isango, en infantes en la amazonía, que puede confundirse con la acarosis por Sarcoptes que podrán leerse en el próximo número, y por último en el señalamiento de algo tan simple pero de gran efecto preventivo, es la nota de Cabezas et al. sobre la efectividad del alcohol glicerinado para la descontaminación de manos en poblaciones sin acceso a agua potable, en este caso después de un fenómeno natural pero que puede ser extendido a otras poblaciones.

Quedan todavía numerosas colaboraciones para el siguiente número. Les deseamos una buena lectura, agradecemos al Director de la Revista, el profesor y amigo Dr. Zuño Burstein por la oportunidad brindada para exponer este enfoque de la salud ambiental, de gran importancia para el país y las futuras generaciones.

(a) Aunque por milenios se ha tenido noción de esta íntima relación tanto por parte de las altas culturas como de los pueblos originarios y que se han compendiado en los conocimientos ancestrales que no se les ha dado la debida importancia y que al cabo nos han permitido llegar a pesar de su abandono a sobrevivir hasta alcanzar el estado actual.  

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Organización Mundial de  la Salud. Constitución de la Organización Mundial de la Salud. Nueva York: OMS; 1946.

2. García JC. Pensamiento social en salud en América Latina. México: McGraw-Hill - OPS/OMS; 1994.

3. Granda E. ALAMES: Veinte años, balance y perspectiva de la medicina social en América Latina. En: IX Congreso Latinoamericano de Medicina Social: La salud: un derecho a conquistar. Lima: ALAMES; 2004.

4. Prüss-Üstun A, Corvalan C. Preventing disease through healthy environments: Towards an estimate of the environmental burden disease. Geneva: World Health Organization; 2006.

5. Perú, Ministerio de Salud, Dirección General de Epidemiología. Análisis de la situación de salud del Perú - 2005. Lima: DGE/MINSA; 2006.

 

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