SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.27 número1Toxocariosis atípica: reporte de un caso en la costa norte del PerúM. Kuczynski-godard (1890-1967): fotografías médicoantropológicas de la amazonía y de los andes peruanos, 1938-1948 índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Publica

versión impresa ISSN 1726-4634

Rev. perú. med. exp. salud publica v.27 n.1 Lima mar. 2010

 

DESTACADAS PERSONALIDADES DE LA SALUD PÚBLICA EN EL PERÚ

Telémaco Battistini Sánchez (1895-1960)

Telemaco Battistini Sanchez (1895-1960)

 

Zuño Burstein1

1 Director, Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, Instituto Nacional de Salud. Profesor Emérito e Investigador Permanente, Instituto de Medicina Tropical “Daniel A. Carrión”, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Académico de Número, Academia Nacional de Medicina. Lima, Perú.
Correo electrónico: zburstein_2000@yahoo.com

 


 

 

Telémaco Battistini conformó la comisión técnica que, con carácter ad honórem, fue nombrada por el gobierno peruano en 1936 para organizar e instalar el Instituto Nacional de Higiene y Salud Pública, el que fue inaugurado el 23 de junio de ese año y que, después de cambios sucesivos de nombre, lleva ahora el de Instituto Nacional de Salud, del que fue su primer Director. Telémaco Battistini nació en Cajamarca en 1895 e ingresó a la Facultad de Medicina de “San Fernando” de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos el año 1914. Muy tempranamente y estando todavía como alumno del sexto año, se incorporó a la docencia como Jefe de Prácticas de Bacteriología. Fue dirigente estudiantil y se desempeñó como Presidente del Centro Federado de Estudiantes de Medicina el año 1921. Por receso de la Facultad de Medicina viajó a España, donde terminó sus estudios médicos en la Universidad de Madrid, donde recibió el título de Licenciado en Medicina y Cirugía, el año 1922.  

Ese mismo año regresó al Perú, y fue nombrado por la Beneficencia Pública de Lima, Cirujano Residente del Hospital 2 de Mayo, cargo que desempeñó por corto tiempo, ya que viajó a los Estados Unidos de Norteamérica con la primera beca que la Fundación Rockefeller otorgó al Perú para hacer estudios de salud pública y, particularmente, de Bacteriología en la Escuela de Higiene y Salud Pública en la Universidad de John Hopkins y en los Laboratorios del Instituto Nacional de Higiene de Washington. Durante los años 1924-1926 trabajó como asistente del Departamento de Bacteriología y Patología del Instituto Rockefeller así como primer ayudante del sabio e investigador científico Hideyo Noguchi.

En 1926, ya de regreso en el Perú, la Beneficencia Pública de Lima lo nombró Médico Auxiliar del Laboratorio del Hospital Arzobispo Loayza que recién se inauguraba, ejerció ese cargo hasta 1930. Simultáneamente, y comisionado por el gobierno peruano para el estudio de la Enfermedad de Carrión, trabajó en el Instituto Nacional de Vacuna y Seroterapia, donde ocupó diversos cargos hasta 1937. Durante ese lapso, conformó la comisión técnica gubernamental ad honórem, encargada de organizar e instalar el Instituto Nacional de Higiene y Salud Pública que fue inaugurado el 23 de junio de 1936; el año 1937 fue nombrado Director de ese importante centro de investigación. Durante su gestión, se logró por primera vez en Latinoamérica, la preparación y experimentación terapéutica de la penicilina. El año 1942 crea, junto al Dr. Carlos Gutiérrez Noriega, la Revista de Medicina Experimental del Instituto Nacional de Higiene y Salud Pública, de la que fue su primer Director.

Telémaco Battistini contribuyó, desde 1918, con un gran número de investigaciones experimentales al conocimiento de la Enfermedad de Carrión, reproduciendo la enfermedad en conejos inoculados con lesiones verrucosas; en 1920 aisló y cultivó por primera vez la Bartonella bacilliformis, de la sangre de un enfermo en fase febril anémica; desde aquel entonces ...Ha sido dable aislar el germen productor de esta enfermedad de todos los casos, sean de fiebre grave de Carrión o de verruga eruptiva, que hemos estudiado. Realizó investigaciones muy importantes sobre la etiología, bacteriológica e inoculabilidad de esta Bartonelosis humana. En 1925 comprobó, mediante la inoculación de sangre verrucosa, ..La transmisibilidad de la verruga maligna o febril de Carrión a los monos inferiores, produciendo ...Un cuadro clínico y anatomopatológico idéntico al de la fiebre grave de Carrión en el hombre; así como la adquisición, por exposición de monos en las zonas verrucógenas, de la infección por picaduras de flebótomos, demostrando así su identidad como insecto transmisor de la enfermedad. Sus investigaciones, realizadas junto a Pedro Weiss, Hideyo Noguchi y otros destacados investigadores peruanos y extranjeros, son una contribución invalorable para la medicina peruana.

Telémaco Battistini, desde 1926, fue Jefe del Laboratorio de Investigaciones Científicas de la Facultad de Medicina de San Fernando (UNMSM) y desde 1934 Catedrático Principal Titular de Bacteriología; en 1946 se integró al Colegio de Altos Estudios de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y fue Decano de la Facultad de Medicina de San Fernando (UNMSM) de 1951 a 1953.

Fue Miembro de Número Fundador y perteneció a la Primera Junta Directiva de la Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales en 1938; fue Miembro de la Academia Nacional de Medicina y de un gran número de instituciones académicas del extranjero. También fue director técnico de la campaña nacional antivariólica en 1948. Presidió la comisión designada para el estudio y planeamiento de los servicios médicos del Seguro Social del Empleado en 1951, entre otros importantes cargos de alta responsabilidad en el Perú y en el Extranjero. Recibió numerosas condecoraciones del Perú y de otros países, siendo una de ellas la Orden del Sol del Perú.

Reproducimos, por considerarlo de gran significación histórica por la calidad de su autor y el mensaje que contiene, fragmentos del discurso del Dr. Germán Battistini Moore, Director de los Institutos Nacionales de Salud, pronunciado con motivo de la celebración del Día de la Medicina Peruana y publicado en el Boletín del Instituto Nacional de Salud N.° 4, pág. 121-127 de oct-dic, 1980, en el que resalta la importante función del Instituto en el conocimiento e investigaciones de la Enfermedad de Carrión y reseña prioritariamente la labor científica del Dr. Telémaco Batttistini, fundador de esta institución.

En septiembre de 1925, en un histórico acto académico, presidido por el decano Dr. Guillermo Gastañeta, con la participación del Dr. Carlos Monge, se otorgó un reconocimiento al Dr. Alberto Barton y presentó el Dr. Telémaco Battistini su contribución al estudio de la verruga peruana, en la que exponía sus investigaciones sobre transmisión experimental de la Bartonella bacilliformis a los monos inferiores.

He considerado un deber de conciencia, por razones afectivas y principalmente por consecuencia científica, hacer conocer a ustedes, distinguidos colegas, algunos trabajos del Dr. Telémaco Battistini, sobre la enfermedad de Carrión, que pese al tiempo y los avances científicos tienen sólida vigencia.

En el año 1926, en un informe que elevara al Dr. Sebastián Lorente, Director de Salubridad, decía Battistini:

“...Los estudios a que acabo de hacer referencia, decía el Dr. Battistini, No bastaban, dentro del criterio científico, para sostener la naturaleza parasitaria de los elementos descritos por Barton, era necesario que cumpliendo los postulados de Koch, se demostrara el desarrollo in vivo (cultivo) del elemento en cuestión y la reproducción de la enfermedad mediante dicho cultivo.

Estos dos hechos fundamentales en el estudio de la etiología de la verruga, han sido realizados por el suscrito.

Fue sólo en 1920, cuando después de una larga serie de infructuosos ensayos, nosotros pudimos obtener en cultivo puro, la Bartonella bacilliformis.

De aquella época al presente, nos ha sido dable aislar el germen productor de esta enfermedad, de todos los casos: sean de fiebre grave de Carrión o de verruga eruptiva, que hemos estudiado.

Obtenido el cultivo de la Bartonella Bacilliformis quedaba abierto un amplio campo de experimentación, donde encontrar solución a las muchas incógnitas que el asunto de la etiopatogenia de la verruga nos ofrece.

En 1925, nosotros demostramos la transmisibilidad de la verruga maligna o fiebre grave de Carrión, a los monos inferiores. La inoculación de sangre verrucosa rica en B. b. produce en el mono (M. r.) un cuadro clínico y anatomopatológico idéntico al de la fiebre grave de Carrión en el hombre; demostrándose en la sangre del animal inoculado, sea microscópicamente, sea por cultivo, la presencia de la B. b.

Una de las pruebas cruciales para sostener la especificidad del organismo aislado por nosotros, de la sangre o de lo nódulos de pacientes verrucosos es la reproducción experimental de la enfermedad por inoculación del cultivo. Mediante dicha inoculación practicada en animal susceptible debíamos reproducir las dos fases características de la verruga: anemia y erupción.

Los experimentos realizados en este sentido, hasta el momento actual, demuestran, que el cultivo de la Bartonella bacilliformis, sea que él emane de la sangre de un caso de fiebre grave de Carrión o de la sangre o botón verrucoso de un caso en plena erupción y en el que la investigación microscópica de B.b. es negativa inoculado en la piel (intra, subcutáneamente o por escarificación) da lugar, en el mono o en el hombre, a lesiones de aspecto y constitución histológica idéntica a los verrucomas humanos y de topografía estrictamente ligada a la zona de inoculación. Estos tumores granulomatosos, intensamente vascularizados, son susceptibles de transmisión en serie.

Los animales así inoculados y el hombre, de la misma manera, no presentan alteraciones generales, revelables por un desequilibrio funcional cualquiera; sin embargo, el organismo así inoculado, hace una Bartonelemia enteramente asintomática. La inoculación del cultivo por vía venosa provoca la Bartonelemia a que acabamos de hacer referencia, sin cambio alguno en el estado general del animal inoculado.

¿Por qué el cultivo de la Bartonella bacilliformis no origina el complejo patológico, tan conspicuo y característico, de la fiebre grave de Carrión (fase hemática de la verruga)?

Sin contar al presente, con hechos experimentales a este respecto, nosotros creemos, que ello se debe a: 1.°, que la virulencia inicial del germen se atenúa en las condiciones artificiales del cultivo; o, 2.°, y primariamente, a que la B.b. necesita del pasaje obligado a través del vector específico para ejercer su alto poder patogénico...

...Otra de nuestras actividades al presente es la preparación de un suero curativo de la verruga.

Obtenido el cultivo de la Bartonella bacilliformis y a pesar de tener una opinión definida sobre el mecanismo de la inmunidad en esta enfermedad, nosotros hemos creído, desde el primer momento, en la imperiosa obligación de ensayar la preparación de un suero, sobre cuyo valor terapéutico nada podemos prever con fundamento científico...

...Otro punto materia de estudio en las zonas verrucógenas fue la investigación bacteriológica en el hombre, con el fin de despistar infecciones iniciales (tiempo de incubación), establecer la posibilidad de la existencia de portador de gérmenes y obtener el índice de infección en dicha zona.

Séame permitido, antes de terminar el presente informe, exponer sumariamente las medidas que, a juicio del suscrito, deben implantarse tan pronto como fuera posible, y en orden a encarar el problema desde el punto de vista netamente sanitario...”

Germán Battistini continúa su discurso resaltando que:

La perspectiva de este trabajo científico determinó las pautas para que extraordinarios hombres de ciencia, nacionales y extranjeros, desarrollaran sus investigaciones en el Instituto Nacional de Higiene y Salud Pública, que se fundara el 23 de junio de 1936.

En nuestra Institución, se efectuaron trabajos científicos de Microbiología, Hematología, Entomología, Epidemiología, Ecología, Diagnóstico y Profilaxis.

Los colegas Julio Pons Musso, Alberto Hurtado, Pedro Weiss, Arístides Herrer han marcado una singular etapa de riguroso estudio, de investigación científica, en la cual el sacrificio, la mística, el respeto mutuo y la fraternidad eran sus componentes; los logros y el prestigio de esta pléyade de investigadores científicos elevaron nuestro nivel académico e hizo escuela.

Termina Germán Battistini su discurso con las siguientes frases:

Que el sacrificio y el esfuerzo de los ilustres hombres que hemos mencionado y también de los trabajadores anónimos, que han contribuido a prestigiar Institutos Nacionales de Salud, reciban ellos nuestro homenaje y la promesa de que trabajaremos por hacer de nuestro centro de trabajo una entidad con mayor significación científica y como propulsora de un cambio social, para que en nuestra sociedad se consolide la democracia y se terminen los privilegios, que nuestra labor en el campo biomédico logre erradicar las enfermedades inmunoprevenibles y mejore la calidad de vida de los niños, jóvenes y trabajadores.

Saludo y rindo pleitesía al Día de la Medicina Peruana, representada por ustedes, que son expresión y esperanza de una nueva sociedad.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Milla Batres C. Enciclopedia Biográfica e Histórica del Perú siglos XIX – XX. Tomo II. Lima: Milla Batres SA; 1994. p. 66-67.

2. Battistini G. Discurso por el “Día de la Medicina Peruana”. Bol Inst Nac Salud. 1980; 1(4): 121-27.

 

Recibido: 27-07-09

Aprobado: 05-09-09

 

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons