INTRODUCCIÓN
Las metástasis cutáneas (MC) son eventos muy infrecuentes, con una frecuencia de aparición aproximada de 2% (con un rango de 0,7%-9% del total de todas las metástasis) 1,2. La patogenia de las MC incluye mecanismos como la vía hematógena siendo esta la más frecuente, así como la vía linfática, invasión por contigüidad del tejido y por implantación iatrógena 1,2.
La mayoría de las MC se pueden presentar como nódulos de rápido crecimiento, aunque pueden presentarse también como pápulas, placas o lesiones ulceradas 3,4. El tipo histológico más frecuente es el adenocarcinoma. En el estudio histopatológico se observan acúmulos de las células en la dermis sin contacto con la epidermis subyacente 3,4.
Cualquier tumor puede dar metástasis a la piel; sin embargo, la diferencia por sexos, sitúa al cáncer pulmonar como el primero en frecuencia en varones y el cáncer de mama en las mujeres. Asimismo, el grupo etario más frecuente de las MC corresponden a la sétima y octava década de la vida 5. El cáncer de próstata es uno de los tumores malignos no cutáneos más frecuentes y una causa de muerte frecuente por cáncer en el sexo masculino 6. Cuando se producen metástasis los órganos de predilección son el hueso, pulmón, hígado y ganglios linfáticos; siendo excepcional la metástasis cutánea (<1%) 7,8.
Presentamos el caso de un paciente adulto mayor con metástasis cutánea a distancia (región cervical anterior y lateral izquierda), con antecedente de tuberculosis pulmonar y adenocarcinoma de próstata. En la literatura biomédica nacional no se han encontrado casos de metástasis cutánea a distancia de pacientes con carcinoma de próstata, por lo que consideramos la presentación de este caso.
REPORTE DEL CASO
Paciente varón de 66 años, natural de Huancavelica y procedente de Lima, con antecedente de tuberculosis pulmonar tratada hace 15 años y de insuficiencia renal crónica por uropatía obstructiva como secuela de un adenocarcinoma de próstata tratado hace siete años con radioterapia. El paciente presenta desde hace aproximadamente un año una lesión cutánea en región cervical de crecimiento progresivo, la lesión presenta ulceración y formación de costra con sangrado ocasional.
Durante dicho tiempo el paciente ha presentado además disminución progresiva de peso acompañado de malestar general generalizado y astenia. Dos semanas antes del ingreso presenta alteración de la función renal severa por lo que es hospitalizado en el servicio de Medicina Interna del Hospital Nacional Almenara Irogoyen durante el mes de enero de 2017. Debido al cuadro cutáneo antes mencionado se pidió opinión al servicio de Dermatología.
Al examen general encontramos un paciente con mal estado general y nutricional, somnoliento, con niveles elevados de presión arterial. En el examen preferencial de piel se observan dos placas a nivel cervical eritemato-violácea de consistencia indurada de superficie lobulada de 7 x 5,5 cm en región supraesternal y otra de 3 x 2,5 cm en región cervical lateral izquierda, con una costra central en ambas lesiones, de bordes poco definidos con lesiones satélites, no dolorosas a la palpación (Figura 1).
En los estudios de laboratorio se encontró los siguientes resultados: hemoglobina 12 g/L, leucocitos 5780 mm3 (segmentados: 3179 mm3), plaquetas 140 000 mm3, glucosa 99 mg/dL, urea 120 mg/dL, creatinina 3,7 mg/dL, fosfatasa alcalina 105 U/L, transaminasa glutámico oxalacética 59 U/L, transaminasa glutámico pirúvica 31 U/L, gamma glutamil transpeptidasa 74 U/L, proteínas totales 7,4 g/dL, albúmina 4,5 g/dL, globulinas 2,9 g/dL, Na 132 mEq/L, K 5,1 mEq/L, Cl 109 mEq/L.
En la tomografía espiral multicorte (TEM) realizada en dicho servicio se observaron múltiples adenomegalias mediastinales y axilares. A nivel abdominal se observaron adenopatías retroperitoneales, mesentéricas y pélvicas. También se encontró lesiones hiperdensas a nivel de columna dorsal, arcos costales y escápula; así mismo, lesiones similares en columna lumbar y sacra compatibles con metástasis osteoblásticas (Figura 2).
Los principales diagnósticos diferenciales fueron tuberculosis cutánea (debido al antecedente de proceso pulmonar previo), metástasis cutánea de carcinoma de próstata y neoplasia cutánea primaria (carcinoma epidermoide de piel del cuello). Se realizó una biopsia de piel de dicha lesión, en el examen histopatológico se observó epidermis adelgazada sin compromiso neoplásico. Anivel de la dermis, múltiples células atípicas con núcleos hipercromáticos y nucléolos prominentes constituyendo una tumoración de aspecto epitelioide mal diferenciada. En el estudio inmunohistoquímico dichas células fueron positivas para antígeno prostático específico (PSA). La tinción de Ziehl-Neelsen fue negativa y no se hallaron estructuras compatibles con micobacterias (Figura 3).
El paciente fue sometido a quimioterapia con bicalutamida 150 mg (dosis diaria durante los próximos seis meses), hemodiálisis dos veces a la semana, morfina 10 mg subcutánea (para el dolor oncológico); sin embargo, el paciente falleció luego de siete meses debido a un cuadro de sepsis y fallo respiratorio. El reporte de caso tuvo autorización para su publicación por el servicio de dermatología del Hospital Guillermo Almenara Irigoyen.
DISCUSIÓN
Las metástasis cutáneas (MC) tienen un curso clínico variable. Al menos un tercio de los casos de metástasis cutánea se diagnostican en forma previa al tumor de origen y pueden ser un signo precoz de diseminación de un tumor conocido o de recurrencia tumoral 9.
La forma de presentación habitual de MC de próstata es como nódulo asintomático único o múltiple y su localización más común corresponde a las regiones genital, suprapúbica o la raíz de los muslos, escroto o pene 10; mientras que sitios a mayor distancia son infrecuentes. Existen pocos casos reportados en la literatura ubicados a mayor distancia, como el caso del paciente presentado. El reporte de caso de Pistone et al. muestra un paciente con antecedente de cáncer de próstata que desarrolla dos tumoraciones en tórax antero-superior y cuello, luego de ocho años del diagnóstico de la neoplasia, las cuales fueron compatibles con metástasis cutáneas. Por otro lado, Rodriguez-Lojo et al. presenta dos casos de metástasis cutáneas de próstata, de los cuales sólo uno de ellos se presentó en piel del tórax como infiltración subcutánea luego de once años. En ambos casos el tiempo de presentación de la metástasis y la localización inusual coincidieron con este caso. En ninguno de los reportes, las metástasis se presentación como nódulos confluentes en forma de placa como en nuestro caso 11,12.
No se conoce la vía de diseminación de carcinoma de próstata a la piel, aunque se cree que en el caso del adenocarcinoma de próstata la vía linfática puede ser la más frecuente, a diferencia del resto de MC, donde la vía hematógena es la más común.
El hallazgo histopatológico es similar al de otras MC descritas, siendo positiva en inmunohistoquímica para el antígeno prostático específico (PSA); sin embargo, cuando la neoplasia es indiferenciada se puede perder la positividad para PSA 13.
Las opciones terapéuticas establecidas para su tratamiento varían dependiendo del estadio. En estadios iniciales la resección quirúrgica (prostatectomía radical) es la principal opción terapéutica, junto con la radioterapia. Mientras que en pacientes en estadio metastásico dependerá del tipo histológico. Si el tipo es de células pequeñas el tratamiento es quimioterapia con cisplatino o carboplatino combinado con docetaxel o etopósido; en caso de adenocarcinoma (como en nuestro paciente) el tratamiento es con docetaxel, abiraterona u otras terapias hormonales secundarias como enzalutamida o bicalutamida 14, la cual se administró en este caso.
La MC de adenocarcinoma de próstata también es un indicador de mal pronóstico, dado que su presencia es un indicativo de una considerable reducción de la supervivencia 15, tal como el caso de nuestro paciente, quien falleció luego de siete meses. En el presente caso, como en los otros reportados el diagnóstico de la neoplasia siempre ha sido previo a la presentación de la metástasis; y si bien, la metástasis no ha sido un factor de diagnóstico temprano, nos ha permitido realizar el diagnóstico sobre otras posibles patologías que podrían presentarse en estos pacientes, en el caso puntual de nuestro paciente la tuberculosis cutánea y el cáncer primario de piel, lo cual sí influye en el tratamiento posterior.
El propósito de este reporte es presentar un caso de metástasis cutánea de próstata en región cervical y torácica, debido a lo inusual de presentación en esta neoplasia, más aun su infrecuente localización, lo cual nos permitirá aumentar el conocimiento actual para el diagnóstico diferencial de casos con manifestaciones cutáneas similares, teniendo en cuenta los antecedentes presentados por este paciente, siendo este caso el primer reporte de metástasis cutánea a distancia en la literatura médica en Perú.