INTRODUCCIÓN
Los pacientes que sufrieron un accidente cerebrovascular (ACV) y sobrevivieron tienen secuelas que en más del 80% son motoras, dentro de ellas la hemiplejia 1. Por lo tanto, serán pacientes dependientes y requerirán un cuidador, quien a menudo es un miembro de la familia que adapta sus propias responsabilidades y asume ese papel incluso sin tener la capacitación adecuada (cuidador informal). Los cuidadores juegan un papel muy importante, especialmente después del alta hospitalaria 2 , 3, que por lo general coincide con la fase subaguda y es la etapa en que los pacientes logran la mayor parte de su recuperación 4. La educación del cuidador es crucial para reducir los riesgos para su propia salud física y mental 5 y para prevenir complicaciones y promover la recuperación del paciente 6.
Para la mayoría de los cuidadores y pacientes, el alta hospitalaria es uno de los momentos más difíciles. El cuidador no se siente preparado para regresar a casa, principalmente debido a la falta de conocimiento para lidiar con las secuelas. Además, han informado de la necesidad de recibir capacitación en tareas de atención específicas, como posicionamiento, movilizaciones y transferencias 2 , 7. El posicionamiento, las movilizaciones y transferencias correctas protegen las articulaciones, proporcionan comodidad y previenen complicaciones como problemas respiratorios, úlceras de decúbito, dolor, contracturas, acortamientos e inflamación. Asimismo, promueven la recuperación y maximizan la función del paciente a través de la modulación del tono, información sensorial adecuada, mayor percepción espacial, estabilización de segmentos corporales y activación neuromuscular 8 , 9.
En América Latina, la mayoría de los pacientes tienen varias limitaciones para acceder a los servicios de salud 10. En el Perú, sobre todo en las zonas rurales, los sistemas de salud están saturados, tienen cobertura limitada y el acceso es retrasado, el número de especialistas es limitado y existe inequidad social 11. Un estudio informó que en Lima ninguno de los cuidadores de pacientes que habían sufrido un accidente cerebrovascular había recibido orientación sobre el cuidado de sus pacientes después del alta hospitalaria 7. Esta situación se agrava en zonas rurales, donde es menor el porcentaje que conoce y usa los servicios de rehabilitación, y es mayor el problema de accesibilidad relacionado al transporte, distancia y barreras físicas 12.
El desarrollo de la tecnología representa nuevas oportunidades para mejorar la prestación de asistencia sanitaria. Es así que se han desarrollado intervenciones de mHealth o salud móvil como telemedicina, videoconferencias, envío de mensajes de texto, aplicaciones móviles, entre otros 12. Además, se ha demostrado que los videos son herramientas educativas efectivas. Los videos dirigidos a pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) han mejorado el conocimiento y la técnica en el uso de inhaladores 13. De igual forma, los videos han aumentado los conocimientos de pacientes con ACV 14, cuidadores de pacientes con asma 15, niños con epilepsia 16 y pacientes en unidades de cuidados intensivos 17. Por otro lado, el entrenamiento presencial entre los mismos cuidadores o con actores que hacen de pacientes, sumado a retroalimentación por parte del profesional de salud, han incrementado el conocimiento y autocompetencia de cuidadores de pacientes con demencia 18, y la autoeficacia y preparación para el cuidado de los cuidadores de pacientes con cáncer 19, de igual manera, los conocimientos y prácticas reportadas en cuidadores de pacientes con ACV 20.
A pesar de que hay evidencia que demuestra la eficacia de la educación en cuidadores, tanto de forma presencial como con videos educativos, la mayoría de estudios evalúan los conocimientos, la autoeficacia o autocompetencia, no las técnicas o habilidades prácticas, sobre todo relacionadas al posicionamiento, movilizaciones o transferencias para pacientes que hayan sufrido un ACV. Además, es necesario desarrollar y evaluar intervenciones culturalmente enfocadas que puedan servir como nuevas formas de prestación de servicios de salud. El objetivo del estudio fue evaluar el efecto de los videos educativos para mejorar las habilidades prácticas y conocimientos de los cuidadores informales de pacientes con ACV.
MENSAJES CLAVE
Motivación para realizar el estudio: La capacitación de los cuidadores de pacientes con accidente cerebrovascular es crucial para la salud del mismo cuidador y la recuperación del paciente. Sin embargo, hay limitaciones para acceder a los servicios de salud, y sobre todo para este tipo de intervenciones, por lo que se requiere desarrollar y evaluar el efecto de estrategias y herramientas como videos educativos para dicha capacitación.
Principales hallazgos: Se desarrollaron videos educativos que mejoran las habilidades prácticas y conocimientos de los cuidadores de pacientes con accidente cerebrovascular.
Implicancias: Los videos pueden ser usados en la capacitación de estos cuidadores.
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño y población de estudio
Se realizó un estudio pretest/postest. Se reclutaron los participantes en el departamento de hospitalización y emergencias del Hospital Cayetano Heredia, Lima, Perú. Los criterios de inclusión fueron que sean cuidadores informales (familiares) de pacientes que hayan sufrido un ACV isquémico, que se encuentren en fase subaguda (desde los primeros siete días del inicio de los síntomas hasta los primeros tres meses) 4, estables y tengan hemiplejia. Asimismo, que la edad de los cuidadores sea mayor a 18 y menor a 65 años. Se excluyeron a los cuidadores que tenían problemas cognitivos, auditivos o visuales graves o si sus pacientes no colaboraban debido a sus condiciones cognitivas, neurológicas o psiquiátricas; y/o tenían comorbilidades que afectaban la movilidad, como otros trastornos neurológicos, ortopédicos o traumatológicos.
Videos educativos
Los videos educativos presentaron actividades relacionadas al posicionamiento, movilizaciones y transferencias para un buen manejo de pacientes en fase subaguda del ACV. Los guiones de los videos se desarrollaron en base a literatura especializada 8 , 9 , 21 , 22 y al asesoramiento de siete expertos: cuatro tecnólogos médicos en terapia física y rehabilitación, un geriatra, un neurólogo y un comunicador. Se grabaron los guiones y posteriormente los videos, cuyo elenco consistió en dos personajes: el investigador del estudio que actuaba como cuidador y un actor profesional como paciente. Tres tecnólogos médicos en terapia física y rehabilitación evaluaron los videos y dieron comentarios para mejorarlos. Finalmente, se obtuvo ocho videos educativos que duraban entre 1 minuto 15 segundos y 2 minutos 44 segundos, así como un video introductorio de 1 minuto 15 segundos para explicar principalmente qué lado se consideró afectado (video 0).
Los ocho videos corresponden a las siguientes actividades: video 1 - alineación del paciente en la posición echado boca arriba; video 2 - alineación en la posición echado de costado sobre el lado afectado; video 3 - alineación echado de costado sobre el lado sano; video 4 - cómo elevar las caderas del paciente cuando está echado boca arriba; video 5 - cómo girar al paciente sobre su lado afectado y sano; video 6 - cómo sentar al paciente en el borde de la cama desde la posición echada; video 7 - cómo trasladar al paciente de una cama a una silla; video 8-alineación del paciente cuando está sentado en una silla. Estos videos están disponibles en: https://www.youtube.com/playlist?list=PLXlX1w9QhG15NPlTb0TqSkeYvbp3NzFT_.
Instrumentos
Para las habilidades prácticas (Material suplementario 1), se usó una lista de verificación de 68 ítems que fue administrada por el investigador. Para los conocimientos (Material suplementario 2), un cuestionario con 27 preguntas cerradas de selección simple, que fue completado por el cuidador. En ambos instrumentos, se asignó un punto para cada ítem/respuesta correcta y cero para cada ítem/respuesta incorrecta. Para evaluar la satisfacción (Material suplementario 3), se usó un cuestionario con 7 preguntas cerradas de selección simple y 3 preguntas abiertas, que fue completado por el cuidador. Los instrumentos fueron desarrollados a partir de la literatura especializada usada para la elaboración de los videos. Posteriormente, los instrumentos fueron evaluados por cinco tecnólogos médicos en terapia física y rehabilitación, de acuerdo a los criterios de suficiencia, relevancia y claridad, luego se realizaron las correcciones respectivas. Finalmente, los instrumentos para evaluar los conocimientos y satisfacción se aplicaron a cinco posibles cuidadores con el objetivo de mejorar la semántica de las preguntas y alternativas, se hicieron las correcciones y se obtuvieron los instrumentos finales.
Procedimientos
En los servicios de hospitalización y emergencia del Hospital Cayetano Heredia se identificaron los casos de pacientes con ACV isquémico, se evaluaron si cumplían los criterios de selección, y en caso fuera así, se conversó personalmente o vía telefónica con un familiar para conocer quién sería el cuidador del paciente y a la vez verificar si cumplía los criterios de selección. Si el cuidador cumplía dichos criterios, se realizó el proceso de consentimiento informado personalmente en las instalaciones del hospital o en la casa del paciente y/o cuidador.
La intervención se realizó después de un día a tres días del alta hospitalaria, en la casa del cuidador y/o paciente. Se mostraron los videos en una tableta de siete pulgadas. Antes de comenzar con la intervención se mostró al cuidador un video que explicaba principalmente cuál era el lado afectado del paciente en los videos (video 0). El tiempo de visualización máximo para cada uno de los 8 videos fue de 30 minutos. Se vieron tres videos el primer día, los siguientes tres el segundo día y los dos últimos el tercer día. El investigador, quien era tecnóloga médico en terapia física y rehabilitación, estuvo presente durante toda la intervención para ayudar al cuidador en caso tuviera problemas con el manejo de la tableta y/o se presentara algún evento adverso.
Para las evaluaciones de las habilidades prácticas de los ocho videos, se pidió al cuidador que realizara cada actividad con el paciente tres veces. Cada ítem de la actividad se calificó como 1 si se realizó cómo se indica en al menos dos de las tres repeticiones, y 0 en caso contrario. Para la evaluación de los conocimientos se calificó como 1 cada respuesta correcta y 0 en caso contrario.
Primero, se evaluó las habilidades prácticas y los conocimientos para la actividad 1 (video 1). Segundo, los cuidadores vieron el video 1 (~30 min). Tercero, se volvió a evaluar las habilidades prácticas y los conocimientos para esa actividad. Esta secuencia se repitió para los videos 2 a 8. Finalmente, después de los ocho videos, los cuidadores respondieron preguntas relacionadas a su satisfacción.
Tamaño de muestra y análisis estadístico
El cálculo del tamaño de muestra se realizó en base a un cambio cuantitativo en el puntaje de habilidades prácticas y conocimientos, por lo que el tamaño de muestra fue de solo 10 participantes. Se consideró una diferencia media mínima para el nivel de habilidad práctica de 20 puntos y una desviación estándar máxima de 20 puntos 13, la potencia 80% y el nivel de confianza 95%.
Se verificó con la prueba de Shapiro-Wilk la distribución normal de las diferencias pos y pre para las habilidades prácticas y conocimientos, por lo que se utilizó la prueba t de Student para muestras pareadas para ambos casos. Se estableció un error alfa de 5% para todas las pruebas de hipótesis. Todos los análisis se realizaron en el programa estadístico Stata SE versión 15 (StataCorp LLC).
RESULTADOS
Desde agosto a diciembre de 2018, se contactó a los pacientes con ACV y a sus cuidadores. De 30 pacientes con ACV isquémico, 13 fueron excluidos, ocho porque presentaron condiciones cognitivas, neurológicas o psiquiátricas que no les permitían colaborar en las movilizaciones y transferencias; y cinco porque presentaron otros trastornos neurológicos, ortopédicos o traumatológicos que afectaban su movilidad. Los cuidadores de los 17 pacientes fueron elegibles, y siete se negaron a participar. Los 10 pacientes y sus cuidadores fueron asignados a los videos educativos, completaron la intervención y finalmente fueron analizados (Figura 1). Las características de los cuidadores y los pacientes se presentan en la Tabla 1. Hubo 10 parejas de cuidadores y pacientes. Todos los cuidadores eran mujeres y 9 de 10 de los pacientes eran hombres. La edad media de los pacientes fue mayor que la edad media de los cuidadores (44,6 ± 12,5 frente a 67,9 ± 11,4). 6 de 10 de los cuidadores cuidaban a sus padres y 6 de 10 de los pacientes tenían el lado derecho afectado.
Características | Cuidador n=10 | Paciente n=10 |
---|---|---|
Edad, media (DE) | 44,6 (12,5) | 67,9 (11,4) |
Sexo | ||
Masculino | 0 | 9 |
Femenino | 10 | 1 |
Grado de instrucción | ||
Sin instrucción | 0 | 0 |
Primaria | 2 | 5 |
Secundaria | 2 | 4 |
Superior no universitaria | 4 | 0 |
Superior universitaria | 2 | 1 |
Parentesco | ||
Hija | 6 | |
Esposa | 2 | |
Hermana | 1 | |
Nuera | 1 | |
Lado afectado | ||
Izquierdo | 4 | |
Derecho | 6 |
DE: desviación estándar.
Las habilidades prácticas y los conocimientos pre y posintervención se muestran en la Tabla 2. La diferencia pos-pre para las habilidades prácticas fue de 34,5 puntos (p <0,001), lo que representó un incremento del 50,7% en el puntaje, mientras que para los conocimientos fue de 10 puntos (p <0,001), es decir un incremento del 37%.
Medición en el cuidador | Media (DE) | Diferencia entre las medias (IC 95%) | Valor de p | |
---|---|---|---|---|
Pre | Pos | |||
Nivel de práctica | 21,6 (5,5) | 56,1 (6,9) | 34,5 (29,0-40,1) | <0,001* |
Nivel de conocimiento | 11,6 (3,7) | 21,6 (3,9) | 10,0 (7,4-12,6) | <0,001* |
DE: desviación estándar; IC: intervalo de confianza.
* t de Student para muestras pareadas.
En relación a la variable de satisfacción (Tabla 3). 7 de 10 de los cuidadores estaban muy satisfechos con los videos, 7 de 10 consideró fácil las palabras usadas y otros 7 consideró fácil poner en práctica las indicaciones. 9 cuidadores definitivamente recomendaría los videos y todos los consideraron útiles. Además, 2 de los cuidadores no tenía video favorito, mientras que otros prefirieron el video 2 - alineación en la posición echado de costado sobre el lado afectado, video 3 - alineación echado de costado sobre el lado sano y video 7 - cómo trasladar al paciente de una cama a una silla. Algunos comentarios para el video 2 fueron: «descansa mejor el paciente» y «me parece perfecto para descansar»; para el video 3, «mi papá se siente más cómodo» y «es más cómodo»; para el video 7, «fue más fácil hacerlo» y «es la posición más difícil de mover al paciente». Por otro lado, solo uno indicó que tenía un video no favorito (video 6 - cómo sentar al paciente en el borde de la cama desde la posición echada). Una observación para el video fue: «me pesa mucho».
Dimensión | n |
---|---|
Satisfacción | |
Satisfecho | 3 |
Muy satisfecho | 7 |
Palabras usadas en los videos | |
Muy difíciles | 1 |
Fáciles | 7 |
Muy fáciles | 2 |
Práctica de lo observado | |
Ni fácil ni difícil | 3 |
Fácil | 7 |
Recomendaría los videos | |
Probablemente sí | 1 |
Definitivamente sí | 9 |
Utilidad de los videos | |
Definitivamente sí | 10 |
Video preferido | |
No tengo preferencias | 2 |
Video 2 | 2 |
Video 3 | 2 |
Video 5 | 1 |
Video 6 | 1 |
Video 7 | 2 |
Video menos preferido | |
No tengo preferencias | 9 |
Video 6 | 1 |
Por otro lado, en el Material suplementario 4 se detalla el cambio en la habilidad práctica para cada ítem, mientras que en el Material suplementario 5 el cambio de conocimiento para cada pregunta. «No-No» significa que, en la pre y posevaluación, el ítem/respuesta fue incorrecto. «No-Sí» (lo que se espera encontrar con la intervención) indica que en la pre-evaluación el ítem/respuesta fue incorrecto, pero en la posevaluación fue correcto. «Sí-No» significa que en la pre-evaluación el ítem/respuesta fue correcto, pero en la posevaluación fue incorrecto. «Sí-Sí» indica que en la pre-evaluación y posevaluación el ítem/respuesta fue correcto.
DISCUSIÓN
Esta investigación muestra que los videos educativos mejoran las habilidades prácticas y los conocimientos de los cuidadores de pacientes en fase subaguda del ACV, específicamente sobre el posicionamiento, movilizaciones y transferencias. Por otro lado, los cuidadores tuvieron una percepción positiva de los videos y no se informaron eventos adversos durante la intervención.
El incremento en las habilidades prácticas fue similar a investigaciones que usaron videos educativos para mejorar tres técnicas de uso del inhalador en pacientes con EPOC (22,7%, 22,9% y 12,8%) 13, y a la capacitación presencial a los cuidadores de pacientes con ACV sobre medicación, ingesta de alimentos, posturas correctas, prevención de úlceras, entre otros (16,7%) 20. Aunque la mejora en las habilidades prácticas en este estudio fue mayor, esto podría deberse a que los pacientes con EPOC fueron en promedio 20 años mayores a la población de esta investigación (67,7 versus 44,6 años), lo que implicaría una curva de aprendizaje diferente. Además, debido a que la evaluación de la práctica en los cuidadores de pacientes con ACV capacitados presencialmente fue por medio del auto reporte de su práctica mientras que en este estudio a través de la evaluación del investigador con una lista de verificación.
En relación a los conocimientos, tanto la capacitación presencial de pacientes de ACV 20como los videos en cuidadores de pacientes con asma 15, niños con epilepsia 16 y pacientes en cuidados intensivos 17, han incrementado los conocimientos sobre la patología, condición de salud, o manejo, a pesar que para la evaluación de los conocimientos se haya usado adaptaciones de cuestionarios validados, cuestionarios validados, o cuestionarios desarrollados para la investigación sin un proceso de validación formal. En algunos estudios no se han considerado el nivel de instrucción de los cuidadores, y en otros, al igual que en éste, se ha encontrado que la mayoría de cuidadores tenían al menos el nivel secundario. Por lo que, este tipo de intervenciones podría tener diferentes efectos en los conocimientos de los participantes de acuerdo a su nivel de instrucción.
Es importante evaluar la satisfacción de los cuidadores para conocer su experiencia en relación a los videos. Se encontraron resultados positivos en otras investigaciones de un solo grupo con pretest y postest 14 , 23; sin embargo, en estudios cuasi-experimentales con grupo control no equivalente, los videos no han demostrado superioridad sobre otros métodos, por ejemplo, el agregar videos a un enfoque educativo integral no cambia el nivel de satisfacción 24, ni los cuidadores notan diferencias entre la utilidad de los videos o instrucciones en papel 25.
Esta investigación no evaluó indicadores clínicos a diferencia de algunos estudios que han determinado que los videos antes de un procedimiento de quimioterapia intratecal disminuyen los niveles de ansiedad 26 o el número de complicaciones en pacientes con secuela de ACV 27. Sin embargo, según el modelo de Kirkpatrick, que evalúa los programas de entrenamiento en 4 niveles; la satisfacción, conocimientos y las habilidades prácticas corresponden a los dos primeros niveles (nivel de reacción y nivel de aprendizaje), que son necesarios e importantes para impactar en niveles superiores (nivel de comportamiento y nivel de resultados) 28. Por otro lado, se tomó en cuenta teorías y principios para el desarrollo de los videos a fin de maximizar el aprendizaje del cuidador, entre ellas, teorías como la carga cognitiva y la teoría cognitiva del aprendizaje multimedia; y principios como señalización, segmentación, deshierbe y modalidad de emparejamiento 29.
Este estudio presenta algunas limitaciones, por lo que los resultados deben interpretarse con cautela. Primero, el sesgo de observación, debido a que el investigador fue el que realizó la evaluación pre y pos, lo que podría explicar que la diferencia en las habilidades prácticas fue mayor al de los conocimientos. Segundo, la presencia del investigador podría tener una influencia positiva en la habilidad práctica de los cuidadores porque se sentían observados o más seguros. Sin embargo, las diferencias encontradas en las habilidades prácticas y conocimientos fueron altas; 50,7% y 37%, respectivamente. Tercero, no hay un grupo de control para identificar el efecto real de la intervención; sin embargo, es poco probable que la dramática mejora observada tanto en práctica como en conocimiento en un breve tiempo pueda explicarse por tendencias seculares, o por la adquisición gradual de experiencia en el manejo de estos pacientes. Cuarto, el tamaño de muestra fue pequeño, puesto que la estimación se realizó en base a una diferencia esperada de 20 puntos; sin embargo, no hay evidencia que sea un valor aceptado como relevante para ver cambios. Quinto, los instrumentos usados fueron de elaboración propia y no tuvieron validación formal, aunque se desarrollaron en base a literatura especializada, juicio de expertos y un piloto. En sexto lugar, no hubo seguimiento para evaluar el efecto a lo largo del tiempo, aunque es probable que el conocimiento tienda a disminuir 30 e incluso las habilidades prácticas. Séptimo, la evaluación se realizó inmediatamente después de la intervención, lo que no necesariamente significa que los cuidadores pongan en práctica lo que aprendieron; sin embargo, según el modelo de Kirkpatrick, es necesaria la evaluación realizada para evaluar posteriormente el cambio de comportamiento.
Los videos educativos que se han desarrollado podrían usarse para capacitar a los cuidadores sobre el manejo de pacientes con ACV, e incluso ser parte de un programa de capacitación integral continua que también incluya capacitación presencial, práctica en pacientes simulados, entre otras estrategias. Por otro lado, si bien los videos han sido desarrollados para pacientes con ACV con ciertas características clínicas, estos videos podrían ser útiles en otras condiciones de ACV, según indicación de los especialistas; e incluso en otros tipos de pacientes cuya movilidad esté afectada, por ejemplo, en pacientes geriátricos, pacientes en cuidados paliativos y hospitalizados. Las ventajas de los videos es que son herramientas prácticas, no caras una vez producidas, las personas pueden aprender a su propio ritmo, y muchas personas pueden acceder a los videos al mismo tiempo sin que necesariamente esté presente un profesional de la salud.
Los videos educativos mejoran las habilidades prácticas y los conocimientos de los cuidadores informales de pacientes con accidente cerebrovascular en fase subaguda. Además, los cuidadores recibieron positivamente los videos, estaban muy satisfechos, consideraron fáciles las palabras de los videos y poner en práctica las indicaciones, definitivamente sí los recomendarían y los consideran útiles. Se recomienda desarrollar versiones mejoradas de los videos en base al análisis que se ha realizado por cada uno de los ítems y preguntas para las habilidades prácticas y conocimientos, respectivamente. Asimismo, realizar estudios que hagan seguimiento a largo plazo de los indicadores evaluados y que evalúen el impacto de la capacitación, por ejemplo, en indicadores clínicos en los pacientes y en indicadores de salud mental en los cuidadores.