INTRODUCCIÓN
La enfermedad por coronavirus (COVID-19) es originada por el virus SARS-CoV-2, el cual se caracteriza por una marcada respuesta inflamatoria. Los primeros casos fueron notificados a finales del 2019, pero por su expansión ha alcanzado la categoría de pandemia 1,2,3. Una respuesta inmediata de los gobiernos para evitar su rápido contagio fue establecer el distanciamiento social, el mismo que involucró el cese de múltiples actividades, entre las cuales se encuentra la educación superior 4.
Sin embargo, la pandemia también ha favorecido el incremento de otras alternativas académicas, tales como la educación a distancia (teleconferencias), el uso de redes sociales y la práctica clínica mediante la telemedicina 5,6,7, las cuales han supuesto una redistribución de los recursos digitales en las universidades y la reevaluación de los métodos de enseñanza, aunque su implementación se está generando al mismo tiempo que su aplicación, con escasa evidencia al respecto 8. Por otro lado, la práctica asistencial es la más afectada en relación con el aprendizaje clínico basado en competencias, puesto que se están suspendiendo o postergando múltiples rotaciones hasta el próximo año 9,10,11.
Las investigaciones en la población estudiantil muestran su salud mental y el conocimiento que tienen de esta nueva enfermedad 12,13,14. Sin embargo, los reportes acerca de la percepción del alumnado sobre el regreso a las actividades académicas son escasos, a pesar de que pueden ser útiles para plantear estrategias de solución por parte de las autoridades universitarias. Por ello, el objetivo de este estudio es determinar cuál es la perspectiva del estudiante de obstetricia acerca del retorno a las actividades teóricas y prácticas en la universidad en un contexto de pandemia.
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño y población de estudio
Se realizó un estudio de enfoque cuantitativo, observacional de tipo analítico transversal. La población estuvo conformada por estudiantes de obstetricia que fueron enrolados en la investigación durante el mes de abril del 2020. Los criterios de selección fueron los siguientes: estar matriculado al momento del estudio, ser mayor de edad y estar cursando el segundo, tercero, cuarto y quinto año académico (puesto que estos alumnos ya habrían asistido a la universidad al menos por un año).
El muestreo fue de tipo censal. Los participantes eran estudiantes de la Escuela Profesional de Obstetricia, considerada como la primera institución formativa en esta rama de Latinoamérica, y que pertenece a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) de Lima, Perú 15. Los 429 estudiantes matriculados en la Escuela de Obstetricia fueron invitados a participar en la investigación. De ellos, 209 no respondieron el cuestionario y 105 no brindaron su consentimiento informado, aunque habían respondido el cuestionario. Por ello, solo el 26,80 % (n = 115) de los estudiantes fue parte del estudio.
Variables y mediciones
La variable principal, "Actividades universitarias", fue dimensionada en el retorno a las actividades teóricas virtuales y a las prácticas hospitalarias, situaciones en las que la posible predisposición del alumno pudiese ser "Estoy de acuerdo" o "No estoy de acuerdo" con el retorno a dichas actividades. Otra variable fueron los "recursos" con los que cuentan los estudiantes para poder reintegrarse a un sistema de educación remota, para lo que se consideraron las siguientes dimensiones: contar con acceso a internet, tener un dispositivo móvil y disponer de un ambiente para el estudio en el hogar. Como variables intervinientes se seleccionaron el lugar de residencia, su estado de salud, los antecedentes patológicos personales y el número de personas con las que convive (de ellas, se consultó cuántas son mayores de 65 años y cuáles eran sus antecedentes patológicos).
La técnica para recolección de información utilizada fue la encuesta, la cual fue difundida en un formato digital a fin de cumplir las restricciones de distanciamiento social que eviten el contagio del COVID-19. El instrumento de investigación fue desarrollado por los autores y validado mediante una evaluación de expertos (docentes de la Sección de Investigación de la Escuela Profesional de Obstetricia y obstetras investigadores del Colegio de Obstetras del Perú), con quienes se discutió el contenido del instrumento en reuniones virtuales. La consistencia interna fue evaluada en un estudio piloto con veinte estudiantes en el que utilizó la prueba alfa de Cronbach, con un resultado de 0,82. Finalmente, el instrumento fue adaptado a un formato online mediante la plataforma Google Forms.
Los estudiantes de obstetricia fueron invitados a participar en la investigación por vía telefónica y se les especificó que se requería conocer su perspectiva respecto al retorno de las actividades universitarias. Se informó a los estudiantes de que solo los cuestionarios que contaban con el consentimiento informado se incluirían en el estudio.
Análisis estadístico
La herramienta de recolección de datos permitió exportar los registros en formato Excel. Primero, se evaluó la calidad de la información (ausencia de inconsistencias) y luego los registros fueron exportados al software STATA versión 14. Los datos descriptivos se reportaron con frecuencias y porcentajes, lo que generó, además, intervalos de confianza al 95 % en las variables principales. Empleamos el programa Microsoft Word para elaborar las figuras.
Las asociaciones fueron evaluadas mediante un análisis crudo bivariado, con la prueba X2 de Pearson. A continuación, el análisis ajustado fue evaluado mediante la prueba de regresión de Poisson. Se consideró como asociación estadísticamente significativa a todo valor de p menor a 0,05.
RESULTADOS
En el estudio participaron 115 estudiantes de obstetricia de una universidad pública peruana, de los cuales el 97,39 % reside en Lima. El 58,2 6% [IC95%: 48,93-67,03 %] refiere estar de acuerdo con el inicio de las clases teóricas virtuales, mientras que el 6,09% [IC95%: 2,89-12,34 %] concuerda con el retorno de las prácticas hospitalarias. Asimismo, el 94,78 % reportó estar sano. Los antecedentes patológicos más prevalentes fueron el asma (6,96 %) y alguna enfermedad mental (3,48 %). Finalmente, el 48,7 % vive con al menos una persona mayor de 65 años en su hogar (Tabla 1).
En la Figura 1 se muestra la cantidad de estudiantes que cuentan con los recursos necesarios para el retorno de las actividades académicas en un contexto de COVID-19. De todos los participantes, 107 tenían un dispositivo electrónico (93,04 %): de este grupo, 98 estudiantes (91,59 %) contaban con acceso a internet; y de ellos, 76 (77,55 %) disponía de un ambiente adecuado para el estudio en su hogar. Finalmente, el 66,09% contaba con los tres recursos referidos.
En el grupo que estaba de acuerdo con el retorno de las clases teóricas virtuales, un 94,03 % contaba con acceso a internet y un 17,91 % convivía con más de 2 personas mayores de 65 años en el hogar, aunque ninguna característica alcanzó la significancia estadística. Por otro lado, la autopercepción del estudiante de encontrarse bien de salud (p < 0,001), vivir con más de tres personas (p < 0,001) y contar con un dispositivo móvil que permita acceder a internet (p < 0,001) fueron características de quienes estuvieron de acuerdo con el retorno de las prácticas hospitalarias. Mientras que el estar en desacuerdo es más evidente en quienes residen en Lima (p = 0,039), presentan un antecedente patológico (p < 0,001) y conviven con dos o más personas mayores de 65 años (p < 0,001) (Tabla 2 y Tabla 3).
† Análisis crudo: Evaluado mediante la prueba X2 de Pearson
†† Análisis ajustado: Evaluado mediante la prueba de regresión de Poisson
† Análisis crudo: Evaluado mediante la prueba X2 de Pearson
†† Análisis ajustado: Evaluado mediante la prueba regresión de Poisson
En la Tabla 4 se muestran los antecedentes clínicos de los familiares que conviven los estudiantes de obstetricia. En el grupo de menores de 65 años, los antecedentes más recurrentes fueron hipertensión arterial (31,67 %), obesidad (26,67 %) y diabetes (20,04 %). Mientras que los mayores de 65 años presentaron hipertensión arterial (36,89 %), diabetes (19,04 %) y obesidad (15,4 7%).
DISCUSIÓN
Determinamos que cerca de la mitad de los participantes están dispuestos a retornar sus estudios mediante clases teóricas virtuales, posiblemente por las limitaciones que presenta la educación remota, como la necesidad de dispositivos tecnológicos o conectividad a internet en adecuadas condiciones, la escasa retroalimentación durante clases asincrónicas, la inexperiencia de algunos docentes para adaptarse a entornos virtuales, entre otras 16,17. Además, se halló que muy pocos estudiantes están dispuestos a retomar la práctica hospitalaria debido al riesgo que implica. Este resultado es similar al que reportaron los internos de medicina peruanos, de los cuales, el 78 % estuvo de acuerdo en retirarse de sus sedes hospitalarias debido a la pandemia 18.
Por otro lado, casi la mitad de los estudiantes contaban con los elementos necesarios para incorporarse a una educación remota (ambiente, equipo e internet): esto refleja la desventaja que podría tener un grupo de alumnos para adaptarse al cambio tecnológico 19. Este problema ha sido afrontado de diversas formas, por ejemplo, el Reino Unido abrió las bibliotecas bajo ciertas restricciones de seguridad, para generar espacios óptimos de aprendizaje 20, mientras que en Singapur se gestionó la distribución de computadoras portátiles para los estudiantes 21.
Un numeroso grupo de los participantes que no estuvieron de acuerdo con retornar a sus prácticas hospitalarias vivían con dos o más personas mayores de 65 años y contaban con un antecedente patológico por lo menos. Esto evidencia una constante preocupación del alumno, pues asume que podría enfermar y también contagiar a su familia 22,23. En México se ha observado una situación similar, incluso se propuso que quienes no presenten factores de riesgo puedan ser reubicados en instituciones médicas. Esto no ha sido aceptado por los estudiantes, pues ellos perciben que no existen garantías de seguridad personal, así como tampoco tienen la certeza de ser ubicados en servicios con bajo riesgo de contagio 24,25.
Al evaluar las características de las familias de los estudiantes, encontramos que, aproximadamente, la mitad de ellos convive con al menos un familiar mayor a 65 años, lo cual, según diversos autores, es un factor de riesgo para desarrollar un cuadro grave o de morir por COVID-19 26,27,28,29. Hallamos que esta población vulnerable tenía comorbilidades como hipertensión, diabetes y obesidad, que favorecen un cuadro severo de COVID-19 30,31,32. Esto sugiere que se debe considerar la protección adecuada del estudiante para evitar múltiples focos de infección en cada uno de sus hogares.
Es preciso que los resultados se circunscriban a ciertas limitaciones del estudio. Debido a la cuarentena, los datos se recolectaron de forma virtual, lo que puede subestimar a los estudiantes que carecen de conexión remota, y que por esta razón no hayan participado. Por otro lado, esta investigación es la primera que reporta la percepción del estudiante de obstetricia en el entorno latinoamericano, y que incluye, además, un análisis de los recursos con los que cuenta este grupo y de su entorno familiar como factores que influyen en la decisión de optar por el retorno a las actividades universitarias.
Concluimos que la proporción de estudiantes a favor del retorno a los hospitales es baja, debido a tienen antecedentes patológicos personales y a que conviven con familiares mayores de 65 años. Además, cerca de la mitad de los participantes cuentan con recursos que les facilita el aprendizaje remoto