Introducción
La fuerza de prensión puede ser medida de forma fácil, rápida y económica en diferentes entornos clínicos. Si la persona tiene fuerza de prensión disminuida es identificada como probable sarcopenia, según el "European Working Group on Sarcopenia in Older People" (EWGSOP), reunido en el 2018 1. Esto es suficiente para iniciar la evaluación de las causas y comenzar la intervención, ya que hacerlo en una etapa temprana ayudará a prevenir la progresión y los pobres resultados 2.
La sarcopenia es considerada, actualmente, como una enfermedad muscular que no es exclusiva de los adultos mayores, aunque este grupo etario es el más sensible de padecerla 1-4.
La fragilidad es un síndrome geriátrico multidimensional que se caracteriza por la disminución acumulativa en múltiples sistemas o funciones corporales (5,6). La fragilidad aumenta la vulnerabilidad a los malos resultados de salud, tales como discapacidad, ingreso hospitalario, calidad de vida reducida e incluso la muerte 7,8.
La fragilidad y la sarcopenia son distintas; la primera es un síndrome geriátrico y la segunda, una enfermedad; pero en ambas la disminución de la fuerza de prensión es una característica 9. El objetivo de este estudio fue conocer si la fuerza de prensión disminuida está asociada con la fragilidad y cuáles fueron los resultados adversos a los 3 meses de seguimiento.
Materiales y métodos
Diseño y población de estudio
Se realizó un estudio descriptivo, observacional y prospectivo, que incluyó a todos los adultos mayores del Servicio de Geriatría que acudían al hospital de día, durante los meses de setiembre y octubre del 2019.
En total se incluyeron 82 pacientes mayores de 59 años. Se obtuvo el consentimiento informado de todos los participantes; y cuando esto no fue posible por alguna limitación, el familiar dio el consentimiento.
Entre los criterios de exclusión se consideraron la limitación funcional del miembro superior dominante, por alguna enfermedad aguda y/o secuela, y la negativa del paciente y/o del familiar a participar en el estudio. Los pacientes fueron evaluados mediante una valoración geriátrica integral que incluía la medición de la fuerza de prensión y la escala de fragilidad de Edmonton.
Variables y mediciones
Los sujetos se clasificaron como fuerza de prensión disminuida si los hombres tenían una fuerza de agarre con la mano dominante < 27 kg y las mujeres < 16 kg, según los puntos de corte de EWGSOP2 1. Se usó el dinamómetro de Jamar para medir la fuerza de prensión, según el protocolo estandarizado recomendado por la Sociedad Americana de Terapistas de Mano 10.
Para medir la fragilidad se usó la escala de fragilidad de Edmonton, que comprende nueve dominios: cognición, estado de salud en general, independencia funcional, soporte social, uso de medicación, nutrición, estado de ánimo, continencia y ejecución de la marcha 11,12.
A los 3 meses de seguimiento se evaluó si los pacientes presentaron resultados adversos respecto a su salud: necesidad de acudir a emergencia, hospitalización o si se produjo la muerte.
Análisis estadístico
Se realizó un análisis descriptivo de todas las variables incluidas en nuestro estudio. Las variables cuantitativas se describieron a través de la media; las variables cualitativas, por medio de frecuencias absolutas y relativas.
La asociación entre fuerza de prensión disminuida, fragilidad y resultados adversos a los 3 meses de seguimiento fueron evaluados usando el test de Chi cuadrado y la prueba T de Student para variables cualitativas y cuantitativas, respectivamente. Se ajustaron las variables confusoras mediante el análisis multivariado por regresión logística. Se presentaron los resultados como odds ratio (OR) con sus intervalos de confianza 95 % (IC 95). En todos los casos se estableció un nivel de significación de p < 0.05. Para estos análisis, se utilizó el paquete estadístico SPSS v18.
Resultados
Se incluyeron 82 participantes, con una edad media de 83,68 años (rango: 62-99 años), de los cuales 56,09 % eran del sexo femenino. La Tabla 1 resume las características de la población.
El 64,63 % de los participantes no habían sido ingresados a un hospital en el último año. El 70,73 % había perdido peso recientemente.
Con respecto al test del reloj, el 15,85 % lo realizó sin errores; el 13,41 % cometió errores menores de espaciado, y el 70,73 %, otro tipos de errores.
En actividades tales como la preparación de la comida, las compras, el transporte, el uso del teléfono, la limpieza, la lavandería, el manejo de dinero y la toma de medicamentos, el 85,37 % requirió ayuda en más de 4 actividades, el 12,20 % necesitó ayuda entre 2 y 4 actividades y el 2,43 % tuvo independencia funcional.
Cuando, desde la posición sentada, se les pidió ponerse de pie, caminar 3 metros de distancia, regresar hacia la silla y sentarse, el 59,76 %, demoró más de 20 segundos; el 32,92 %, entre 11 y 20 segundos y el 7,32 % lo realizó en menos de 10 segundos.
Según la escala de fragilidad de Edmonton, el 80,48 % (66 participantes: 15 leves, 33 moderados y 18 severos) fueron clasificados como frágiles, el 18,29 % como sujetos vulnerables a fragilidad y el 1,22 % como sujetos no frágiles (Tabla 2).
Se encontró fuerza de prensión (FP) disminuida en 78,04 % (64 participantes: 33 mujeres y 31 varones) (Tabla 2).
Con respecto al test del reloj, el 92,18 % de los sujetos con fuerza de prensión disminuida y el 55,55 % de los participantes con fuerza de prensión adecuada (p = 0,001) cometieron errores. Por otro lado, los sujetos "no frágiles" no cometieron errores en el test; mientras que el 46,66 % de los sujetos vulnerables a fragilidad y el 93,93 % de los sujetos frágiles (p = 0,001) presentaron errores.
En el rendimiento físico de desplazamiento desde la silla a 3 metros y el regreso al punto de origen, el 68,75 % de los sujetos con fuerza de prensión disminuida y el 27,77 % de los sujetos con fuerza de prensión adecuada demoraron más de 20 segundos; el 29,68 % de los sujetos con fuerza de prensión disminuida y el 44,44 % de los sujetos con fuerza de prensión adecuada demoraron entre 11 y 20 segundos. Esta asociación reveló un resultado estadísticamente significativo (p = 0,001).
En el rendimiento de la fuerza de prensión, la diferencia entre los pacientes con fragilidad, vulnerables a fragilidad y los no frágiles también mostró un resultado estadísticamente significativo; la media calculada fue de 14,11 kg para los frágiles, 21,51 kg para los vulnerables y 35,74 kg para los no frágiles (p = 0,002) (Tabla 3).
A los 3 meses de seguimiento, el acudir a emergencia, la hospitalización y la mortalidad fueron frecuentes en los pacientes adultos mayores con fuerza de prensión disminuida (p = 0,49), así como en los sujetos frágiles (p = 0,48), de acuerdo con la escala de fragilidad de Edmonton. Sin embargo, los resultados no fueron estadísticamente significativos (Tabla 4 y 5).
Discusión
La medición de la fuerza de prensión disminuida hace referencia a una probable sarcopenia 1,4, y es un predictor de pobres resultados en pacientes, tales como limitación en la funcionalidad, peor calidad de vida relacionada con la salud y la mortalidad 9,13,14. En nuestro estudio se encontró que el 78,04 % de los sujetos tenía fuerza de prensión disminuida (< 27 kg en varones y < 16 kg en mujeres) 1. Este es un resultado preocupante, por lo cual se procedió a indagar sobre qué eventos adversos en la salud ocurrían a los 3 meses de seguimiento en este grupo de pacientes.
Por otro lado, se quiso identificar cuántos de estos sujetos eran frágiles, y se halló que un 80,48 % de ellos lo eran; los resultados de este análisis sugieren que la fragilidad es altamente prevalente en los sujetos de este estudio.
La fragilidad muestra una superposición significativa con la sarcopenia; la fuerza de agarre disminuida y la velocidad de la marcha lenta son características de ambas, tal y como lo reportó Cederholm en el 2015 y Reeve en el 2018 9,13-16. En nuestro estudio también se encontraron dichas asociaciones de la fuerza de prensión disminuida en los sujetos con fragilidad y marcha lenta en sujetos con fuerza de agarre disminuida; por lo tanto, nuestro análisis puede reafirmar la utilidad de agilizar la evaluación de la fragilidad aún más mediante el uso de la fuerza de agarre.
Con respecto al test del reloj y su relación con el rendimiento de la fuerza de agarre, se observó una asociación entre los errores cometidos al realizar la prueba y la fuerza de prensión disminuida, tal y como lo demuestra McGrath en el 2020 17.
En cuanto a la hospitalización y la mortalidad a los 3 meses de seguimiento de aquellos adultos mayores que acudían al hospital de día, se encontró que ambos eventos fueron frecuentes en los sujetos con fuerza de agarre disminuida, así como en los sujetos frágiles; sin embargo, los resultados no fueron estadísticamente significativos. Se sabe que en cuanto a la fragilidad existe un incremento de la vulnerabilidad de un sujeto hacia resultados negativos 18, pero su evolución hacia la discapacidad podría evitarse o retrasarse si se diagnostica y se trata de manera temprana y adecuada 19.
Entre las limitaciones del estudio se puede mencionar el número de participantes, la omisión de las comorbilidades, el corto tiempo en el seguimiento de los pacientes y la falta de valoración en todo el grupo sobre el riesgo de caídas, lo cual originó que la caída no fuera incluida como variable de estudio.
En conclusión, los resultados de este análisis sugieren que la fragilidad es altamente prevalente en los adultos mayores que acudían al hospital de día. La presencia de la fuerza de prensión disminuida está asociada con la fragilidad. Los errores cometidos en el test del reloj estuvieron asociados con la fuerza de prensión disminuida, así como con la fragilidad. La medida de la fuerza de prensión tiene utilidad como una herramienta de detección de riesgo: es fácil, simple y económica.
A los 3 meses de seguimiento, acudir a emergencia, la hospitalización y la mortalidad fueron frecuentes en los adultos mayores con fuerza de prensión disminuida, así como en los adultos mayores frágiles. Todos los que fallecieron habían tenido fuerza de prensión disminuida, así como fragilidad.