Introducción
Beck, Weissman, Lester y Trexler, en 1974, crearon el concepto de riesgo de suicidio, el cual se entiende como todo acto encaminado a infligir daño a uno mismo, de forma deliberada, independientemente del grado de letalidad, e incluye las conductas autolesivas, la ideación y el intento previo de suicidio 1. Actualmente, existen múltiples escalas para evaluar el pensamiento suicida, como la escala de evaluación de riesgo suicida de Columbia 2, la valoración del riesgo suicida, cinco pasos para evaluación y triaje 3, la escala de ideación suicida de Beck 4, entre otras; sin embargo, la escala de Plutchik y Van Praag es un instrumento más sencillo 5, ya que discrimina entre los casos en los que hubo o no un intento de suicidio en el pasado 6.
Para la Organización Mundial de la Salud, a nivel mundial, más de 700 000 personas mueren al año por suicidio. El suicidio es la cuarta causa principal de muerte entre las personas de 15 a 29 años y la tercera causa principal de mortalidad en las niñas de 15 a 19 años 7. Los médicos son uno de los grupos de alto riesgo de suicidio 2,3.
Existen autores que sitúan al suicidio como la tercera causa de muerte en jóvenes adultos. Si bien las tasas de suicidio varían a nivel mundial, las tasas más altas se presentan en los países desarrollados y de altos ingresos en comparación con los países en desarrollo 8.
Por ejemplo, en Europa del Este, el sudeste asiático y en países como Corea del Sur y Rusia, las tasas de suicidio superan los 20 casos por cada 100 000 habitantes; mientras que, en el norte de África, Medio Oriente y algunos países latinoamericanos, se reportan tasas más bajas, con 5 casos por cada 100 000 habitantes 9.
Se ha observado un aumento en las tasas de suicidio en México. Se estimó que, del 2000 al 2012, la tasa de suicidio aumentó aproximadamente un 17,1 % 10. En 2017, la tasa de suicidios en México fue de 5,31 por 100 000 habitantes 11. Además, la incidencia de la conducta suicida en la Ciudad de México también ha aumentado 10.
La formación médica ―desde el pregrado― conlleva una alta prevalencia de ansiedad, depresión y estrés, la cual está ampliamente documentada 12-14. Una revisión sistemática y metaanálisis acerca de la depresión de los médicos en formación de pregrado, realizada por los autores Rotenstein et al. 13, evidenció una prevalencia del 27,2 %, con un rango de 9,3 % a 55,9 %, lo que significa que es entre 2 y 5 veces mayor que en la población general. La prevalencia informada de ideación suicida fue del 11,1 %, con un rango de 7,4 % a 24,2 % 13.
Un estudio canadiense, realizado por Laramée et al. en el 2019, identificó una tasa alta de ideación suicida y agotamiento entre los residentes canadienses de medicina familiar 15.
Otro estudio llevado a cabo en Egipto 16 mostró cifras elevadas de pensamiento suicida en médicos en formación. Sin embargo, en Estados Unidos 17) la tasa de suicidio fue más baja en residentes médicos en comparación con la población en general; no obstante, señalan que el pensamiento suicida puede estar más estrechamente asociado con la depresión y el agotamiento. Esta coyuntura nos hace cuestionar en qué situación nos encontramos como hospitales y escuelas formadoras de médicos especialistas.
Por otro lado, un estudio encontró que aproximadamente entre 300 y 400 médicos practicantes morían por suicidio cada año 18, y otro mostró que 1 de cada 16 cirujanos reportó ideación suicida 8. Otros estudios evidenciaron que los médicos residentes presentaron un mayor riesgo de trastornos depresivos, bajo estado de ánimo, agotamiento e ideación suicida que sus pares en la población general 12,19.
Un estudio realizado en Holanda mostró que un 12 % de los médicos residentes manifestaron pensamientos suicidas, al menos una vez durante su formación, y el 1 % de ellos presentó estos pensamientos múltiples veces 12.
En un estudio se señala que la prevalencia de pensamiento suicida en médicos en formación de América Latina es del 13,85 % 20; por su parte, los autores Lozano-Mundo et al. 21
reportaron un 14 % en una muestra de médicos residentes de Jalisco, México. Jiménez et al. encontraron, en la ciudad de México, un riesgo suicida del 7,4 % en médicos residentes 22,29. Otras investigaciones, como la de Jordán Alfonso et al., en Paraguay, siguen describiendo tasas mayores de pensamiento suicida (16,2 %) que en la población general 23. Según los datos del 2017 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México, Sonora ocupaba el tercer lugar por debajo de Aguascalientes y Chihuahua, donde se concentran mayores tasas de suicidio en la población general 24.
Sin embargo, las estadísticas de médicos residentes en formación son muy escasas en esta región, por lo que en el presente estudio se discutirá la prevalencia del pensamiento suicida en esta población.
Materiales y métodos
Diseño y población de estudio
Estudio analítico, observacional, prospectivo y transversal en médicos residentes de dos instituciones de salud de la Ciudad Obregón, Sonora, México, durante los meses de septiembre a octubre del 2022. Dichos médicos fueron elegidos de manera no probabilística por serie consecutiva de casos y que contestaron el instrumento.
Variables y mediciones
Se incluyeron variables como edad, sexo, grado académico, estado civil, actividad física, entidad federativa de origen y el resultado del instrumento. El puntaje de los sucesos permite identificar los médicos con ideación suicida cuando sus resultados son ≥6 puntos 25; se envió un cuestionario vía Google Forms con la escala de pensamiento suicida de Plutchik (EPSP).
La EPSP contiene 15 ítems y su finalidad consiste en estimar la presentación de pensamiento suicida 26,28. Esta escala se encuentra validada al español para población latinoamericana 26,27, mexicana 22 y profesionales de la salud 28,29, así como para los médicos residentes de las diferentes especialidades.
Análisis estadístico
Se usó estadística descriptiva con promedios, desviación estándar, frecuencias relativas y absolutas. Se emplearon cuadros para su representación, adicionalmente, se aplicó ji al cuadrado de bondad de ajuste para contrastar las proporciones de ideación suicida con otros grupos no médicos.
También se aplicó ji al cuadrado de Pearson para analizar la asociación entre las variables demográficas y la presentación de pensamiento suicida en la muestra de este estudio, donde se consideró un valor de p ≤ 0,05 como significativo. Finalmente, se aplicó la prueba de Kruskal-Wallis para evaluar diferencias entre las especialidades y pensamiento suicida, y la prueba post-hoc para determinar cuál especialidad fue diferente. Después de la codificación en el paquete Excel 2013 de Microsoft para Windows, se empleó el paquete estadístico de las ciencias sociales (SPSS), versión 24 en español, para su análisis. Se usaron tablas para su interpretación.
Resultados
Se respondió un total de 225 encuestas, de las cuales se eliminaron 20 por inadecuado diligenciamiento y quedaron 205. El promedio de edad fue de 28,66 años (DS ± 2,360); respecto al sexo, el 71,2 % fue femenino y el 28,8 %, masculino. Del estado de Sonora fueron el 49,8 %; de Sinaloa, el 17,6 %; de Baja California, el 9,8 %, y otros estados, el 22,9 %.
El promedio de médicos residentes de primer año fue del 63,4 %; de segundo año, el 22,4 %; de tercer año, el 11,2 %, y de cuarto año, el 2,9 %. En cuanto a las especialidades, en pediatría se registró un 28,8 %; en cirugía general, un 13,7 %; en medicina interna y ginecología, un 10,2 %; en otorrinolaringología, un 7,8 %; en nefrología y traumatología, un 2,9 %, y en radiología y oftalmología, un 2,5 %.
De acuerdo con la situación sentimental de los médicos residentes (con pareja o sin ella), se encontró un promedio de residentes sin pareja del 60,5 % y 39,5 % con pareja. En relación con las horas de trabajo diarias, se evidenció que el 73,2 % labora más de 12 horas, mientras que el 26,8 % labora 11 horas o menos. En cuanto a la prueba de pensamiento suicida con la EPSP, se evidenció un promedio del 76,6 % de residentes con prueba negativa y el 23,4 % con prueba positiva.
Al aplicar ji al cuadrado de Pearson para analizar la asociación con algunas variables y la posibilidad de tener una prueba positiva para ideación suicida, se encontró asociación significativa entre especialidades, con un valor de p = 0,0000, y grado académico, p = 0,003 (p ≤ 0,05), mientras que el sexo (p = 0,165), el estado de origen (p = 0,320), el estar con pareja o sin ella (p = 0,317), las horas de trabajo diario (p = 0,744) y el realizar actividad deportiva (p = 0,805) no presentaron asociación significativa (Tabla 1).
Características personales | Características demográficas | Número | % | p valor (p ≤ 0,05) |
---|---|---|---|---|
Sexo | Femenino | 146 | 71,21 | 0,165 |
Masculino | 59 | 28,81 | ||
Estado de origen | Baja California | 20 | 9,82 | 0,320 |
Sonora | 102 | 49,8 | ||
Sinaloa | 36 | 17,61 | ||
Otros | 47 | 22,90 | ||
Grado académico | Primer año | 130 | 63,42 | 0,003 |
Segundo año | 46 | 22,42 | ||
Tercer año | 23 | 11,23 | ||
Cuarto año | 6 | 2,90 | ||
Especialidades | Anestesiología | 42 | 20,51 | 0,0000 |
Cirugía general | 28 | 13,72 | ||
Ginecología | 21 | 10,21 | ||
Medicina interna | 21 | 10,24 | ||
Nefrología | 6 | 2,92 | ||
Oftalmología | 3 | 1,54 | ||
Otorrinolaringología | 16 | 7,81 | ||
Pediatría | 59 | 28,83 | ||
Radiología | 3 | 1.53 | ||
Traumatología | 6 | 2,91 | ||
Situación sentimental | Sin pareja | 124 | 60,53 | 0,317 |
Con pareja | 81 | 39,56 | ||
Horas de trabajo | ≤11 horas diarias | 55 | 26,82 | 0,744 |
≥12 horas diarias | 150 | 73,2 | ||
Realiza actividad deportiva | Sí | 80 | 39,00 | |
No | 125 | 61,00 | ||
Resultados de la escala de | Negativos | 157 | 76,71 | 0,805 |
riesgo suicida de Plutchik | Positivos | 48 | 23,42 |
Fuente: Encuestas de septiembre a octubre del 2022, Hospital de Especialidades N.° 2 y Hospital Materno-Infantil, Ciudad Obregón, Sonora, México.
La EPSP arrojó una proporción de 23,4 % de positividad de pensamiento suicida en la muestra de 205 médicos residentes. Se realizó la prueba ji al cuadrado de bondad de ajuste sin encontrar diferencias significativas, con la prevalencia de 13,85 % en Latinoamérica (Denis-Rodríguez et al. 20, 2017), sin encontrar diferencias significativas con la muestra de este estudio p = 0,139 (p ≤ 0,05).
A fin de establecer si existían diferencias en cuanto a presentar pensamiento suicida entre los grupos de médicos residentes por especialidad, se aplicó la prueba Kruskal-Wallis, que evalúa más de dos grupos, y se encontró un valor de p = 0,000; para conocer qué grupo es diferente, se realizó la prueba post-hoc de Tukey, cuyo resultado fue la especialidad de ginecología.
Discusión
El pensamiento suicida incluye pensamientos de ser el agente de la propia muerte, mientras que un intento de suicidio es una conducta autolesiva con desenlaces no fatales acompañada de evidencia implícita de que la persona tenía la intención de suicidarse 15. En un estudio nacional sobre causas de muerte, se encontró una tasa del 70 % de mortalidad por suicidio en estudiantes y profesionales de la salud, la cual es mayor que en otros profesionales 30. Ya hace más de 20 años 32-34, como dato más reciente 34,16,17, existen autores que han notado tasas más elevadas de depresión y ansiedad, por encima de las observadas en la población en general. En un metaanálisis en Latinoamérica del 2017, Denis-Rodríguez et al. 20 señalaron una prevalencia de 13,85 %, menor a la encontrada en la muestra del presente estudio, que fue del 23,44 %. Sin embargo, los resultados de este estudio fueron menores a lo descrito por los autores Deschamps et al. 36, en Estados Unidos, con 33,3 %; aunque la cifra fue mayor a la encontrada por Laramée et al. 15, en Canadá, con 12,8 %, pero similar a lo reportado por Mortier et al. 36, con 23,3 %.
Al realizar la prueba ji al cuadrado de bondad de ajuste, no se encontraron diferencias significativas entre la muestra de este trabajo y lo reportado por los autores Denis-Rodríguez et al. 20 en Latinoamérica.
Con base en las características demográficas, el presente estudio evidenció que la proporción de residentes del sexo femenino era mayor, diferente a lo señalado por los autores Jiménez-López et al. 22 en una muestra de 108 residentes en la ciudad de México, pero similar a lo descrito por los autores como Laramée et al. 15 en una muestra de 109 residentes de medicina familiar. De acuerdo con el promedio de edad que se encontró en este estudio, hubo una similitud a lo descrito por los autores Jiménez-López et al. 22.
Con respecto a las especialidades incluidas en la muestra de este estudio, pediatría fue la especialidad más común, seguida de anestesiología; mientras que, según lo evidenciado por los autores Jiménez-López et al. 22, la especialidad de cirugía general fue la más común, seguida de anestesiología.
La ideación suicida y el sexo femenino o masculino no presentaron asociación significativa, tampoco la práctica de actividad física ni el tiempo de trabajo diario mayor a 12 horas o menor de 11, lo cual difiere de lo descrito por los autores Grasdalsmoen et al. 37, en Noruega. Sin embargo, un estudio japonés encontró mayor riesgo de depresión y, con ello, mayor posibilidad de ideación suicida 38.
En este estudio no se encontró asociación significativa en cuanto a la situación sentimental (tener pareja o no); sin embargo, los autores Kyung-Sook et al. 39 señalan en su estudio que el suicidio ocurre con más frecuencia en personas que no se encuentran casadas en comparación con las que sí lo están. La entidad federativa de origen no presentó asociación significativa en el presente estudio.
Al evaluar la asociación con alguna especialidad específica, la investigación de van der Heijden et al. 40 encontró que los residentes de psiquiatría tenían, con mayor frecuencia, pensamientos suicidas, diferente a la muestra de este estudio, donde la especialidad que mostró diferencia fue ginecología. Sin embargo, en la muestra del presente estudio no se contemplaron residentes de la especialidad de psiquiatría, dado que no es sede para esta rama de la medicina.
En conclusión, de acuerdo con los resultados, una quinta parte de los médicos residentes presenta ideación suicida y la prevalencia en dicha muestra no tiene diferencia significativa con respecto a la incidencia a nivel latinoamericano. Además, se encontró una asociación entre ideas suicidas, especialidades médicas y grado académico. En cuanto a la comparación de las especialidades, ginecología fue la que presentó mayor ideación suicida.
Este trabajo presenta algunas limitantes, por ejemplo, existe una gran heterogeneidad de grupos; de la misma manera, no tuvo una técnica de selección probabilística, y las pruebas estadísticas empleadas fueron no paramétricas. Se propone una investigación con grupos de mayor homogeneidad para reducir sesgos, así como una distribución normal para aplicar pruebas estadísticas de mayor robustez que las no paramétricas.