Introducción
La cordillera del Kutukú es un sistema montañoso poco explorado, concentra una extraordinaria riqueza geológica, así como de flora y fauna (CARE et al. 2012). Se asienta de forma paralela al este de la cordillera de los Andes, separada de la misma por el valle del río Upano; mientras que al sur, el río Santiago la separa de la cordillera del Cóndor (Duellman & Lynch 1988). La diversidad biológica de la cordillera del Kutukú se atribuye a su aislamiento parcial de la cordillera de los Andes (Robbins et al. 1987, Brito & Pozo-Zamora 2013), a su amplia gradiente altitudinal (600 - 2480 m) y a la influencia amazónica, que da cabida a variedad de ecosistemas (Guevara et al. 2013).
Kutukú, al igual que la vecina cordillera del Cóndor, presenta una inusual geología sedimentaria, que genera en ciertos sectores (por lo general las zonas más altas) mesetas relativamente planas de paredes verticales, que recuerdan a los “tepuis” del escudo Guyanés (Willmott 2015). Según registros fósiles, el levantamiento de la cordillera del Kutukú data del periodo Carbonífero Inferior (aproximadamente 358 millones de años), estos afloramientos se evidencian en la formación Macuma y se atribuyen como la zona geológica de mayor antigüedad en Ecuador (Tschopp 1953, Barragán et al. 2005, Lasluisa & Moreno 2018).
La cordillera del Kutukú ha sido poco estudiada, principalmente por su difícil acceso, aun así, por su particularidad es considerada un Área Importante para la Conservación de Aves en Ecuador (IBA) (BirdLife International & Conservation International 2005). La primera expedición ornitológica a la parte central de la cordillera fue realizada en abril de 1984 por N. Krabbe (Fjeldså & Krabbe 1986). En julio del mismo año, la Academia de Ciencias Naturales de Philadelphia (ANSP) realizó una segunda expedición, por la ruta antigua Logroño-Yaupi, trabajando entre 1075-2225 m. Estos resultados derivaron en la publicación de la primera lista de la avifauna del Kutukú, con registros notables y datos de similitud con la cordillera del Cóndor y los Andes (Robbins et al. 1987).
Posteriormente, llevamos a cabo expediciones a varios sitios de la cordillera del Kutukú, lo que ha permitido el abordaje más comprensivo de la avifauna. Esta información, sumada a los registros publicados y revisión de ejemplares depositados en colecciones ecuatorianas, nos ha permitido generar el listado actualizado de las aves de Kutukú. Acompañan al listado registros de especies con nuevas ampliaciones de distribución para Ecuador, y realizamos comentarios sobre la importancia de la conservación en esta zona diversa.
Material y métodos
Área de estudio. - Se evaluaron cuatro localidades en la cordillera del Kutukú, ubicadas entre 600 y 2340 m de altitud. El esfuerzo de muestreo en cada sitio varió entre ocho y 18 días por sitio, y estuvo influenciado por la severidad del clima y la irregularidad topográfica, aplicándose menos días en los sitios de mayor dificultad de acceso. El trabajo de campo fue realizado en sitios previamente seleccionados (Fig. 1); las coordenadas, rango altitudinal, fecha y esfuerzo de captura se muestran en la Tabla 1, y el detalle de cada localidad se presenta a continuación:
San Luis de Inimkis: Hábitats de claros y bordes de bosque, márgenes de ríos e interior de bosque.
Uuntsuants: localidad ubicada en terrenos irregulares de fuertes pendientes. El bosque nativo maduro se encuentra en la parte media-alta y aún mantiene su estructura original, aunque algunos árboles maderables han sido extraídos. Las zonas de cultivo, pastos y bosque secundario en varias etapas de sucesión están restringidas a las áreas aluviales de ambos lados del río Waimpain y a pequeños espacios planos más alejados (Mena-Valenzuela & Cueva-Loachamín 2015). El muestreo fue realizado en hábitats de interior y bordes de bosque, claros y márgenes de ríos.
Yapit: ubicada en la antigua ruta shuar Logroño-Yaupi. El bosque maduro presenta dosel de hasta 25 m de altura, y en el sotobosque dominan herbáceas de las familias Araceae y Marantaceae. Las laderas son pendientes pronunciadas, donde la especie emergente dominante es la palma real Dictyocaryum lamarckianum (Brito & Pozo-Zamora 2013) (Fig. 2C).
Puchimi: áreas de bosques con árboles grandes de aproximadamente 30 m de altura. En el rango más alto, el bosque presentó un dosel de entre 15 m de altura (Fig. 2D) con abundancia de epífitas y bambusales del género Chusquea. En la meseta, la vegetación alcanza los 5 m de altura con características tipo “tepui” y dominancia de especies de las familias: Ericaceae, Asteraceae, Bromeliaceae y Pteridophyta (helechos) (Fig. 2E y 2F). En este último hábitat, el suelo presenta raíces entrelazadas con aspecto de suelo falso (“bamba”), cubierto por una capa gruesa de hojarasca y materia vegetal. Hábitats de claros, bordes, e interior de bosque.
Localidad | Fecha | Esfuerzo | Coordenadas (latitud, longitud) | Altitud (m) | ||
---|---|---|---|---|---|---|
San Luis de Inimkis 1 y 2 | 13-25/08/2002 | 60 horas/red, 7 km recorridos | -2.393315, -78.085094 | 870 - 1000 | -2.390555, -78.035277 | 1100 - 2000 |
Uuntsuants 1 y 2 | 16/01-03/02/2002 | 80 horas/red, 5 km/recorridos | -2.534016, -77.896305 | 500 - 800 | -2.535194, -77.922963 | 850 - 1300 |
Yapit | 21-28/06/2012 | 252 horas/red, 6 km/recorridos | -2.725527, - 78.07811 | 1500 - 1900 | ||
Puchimi 1 y 2 | 9 - 17/09/2017, 15 - 20/01/2018 | 334 horas/red, 7.2 km/recorridos | -2.783930, -78.148084 | 1400 - 1750 | -2.785487, -78.134215 | 2000 - 2300 |
TOTAL | 50 días | 726 horas/red, 25 km |
Registro de la información. - Las aves fueron registradas mediante captura, grabaciones de audio, observaciones, registros auditivos y entrevistas a gente local (ver Apéndice 1). Para la captura de aves, en 2002, se usaron entre 4 - 12 redes de neblina de 6 y 12 m de largo, en tres altitudes: 650, 750 y 1000 m. En 2012, 2017 y 2018 se instalaron de 8 a 12 redes de neblina de 12 m de largo. Las redes fueron ubicadas en zonas de cejas de montaña (“cuchillas”), cruce de riachuelos, senderos de fauna y/o de uso humano, siguiendo lo sugerido por Ralph et al. (1996).
Algunos individuos fueron sacrificados y colectados, según lo recomendado por Piacentini et al. (2010) y preparados como pieles secas para museo. Los individuos capturados fueron medidos (longitud total, cola, ala, pico), y se tomaron datos de peso, sexo, edad relativa y condición reproductiva (Baldwin et al. 1931). Los especímenes de referencia y sus tejidos fueron depositados en la colección de Ornitología del Instituto Nacional del Biodiversidad (INABIO, antes Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales MECN, ver Apéndice 2).
Las vocalizaciones fueron registradas en el horario del coro del alba, a lo largo del día y en las primeras horas de la noche (Parker 1991), mediante grabadoras Sony® TCM 5000 y Olympus® WS-802, con micrófono unidireccional Sennheiser® ME67. Las grabaciones de audio de buena calidad y aquellas que presentaron rangos de extensión fueron depositadas en la plataforma Xeno-canto (www.xeno-canto.org).
Las observaciones se realizaron por transectos previamente establecidos, usando binoculares. El horario de observación fue de 5 a 11 am, pero también se realizaron observaciones oportunistas en horas de la tarde y noche en sitios al azar, cubriendo la mayor cantidad de hábitats posibles (González-García 2011). Se realizaron encuestas informales a personas de las comunidades locales para conocer la presencia de especies conspicuas, no registradas por los investigadores.
Las aves observadas fueron identificadas usando las guías de Ecuador (Ridgely & Greenfield 2006, McMullan & Navarrete 2017), mientras que las vocalizaciones fueron identificadas usando la base digital Xeno-canto (www.xeno-canto.org) y el CD-ROM Birds of Ecuador (Krabbe & Nilsson c2003).
La lista actualizada de aves también incorpora los registros publicados por Robbins et al. (1987), Fjeldså y Krabbe (1986) y Whitney y Álvarez-Alonso (1998). Además, se incluye información de especímenes de museo desde la base de datos de las colecciones ornitológicas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (2021) (QCAZ: https://bioweb.bio/portal/) y examinados del Instituto Nacional de Biodiversidad (2021) (MECN-INABIO: https://bndb.sisbioecuador.bio/bndb/). En la Figura 1 se representa la ubicación de las localidades que conforman la lista.
Nomenclatura. - El listado taxonómico y la nomenclatura de trabajos anteriores fue actualizada siguiendo las propuestas de South American Classification Committee (SACC) (Remsen et al. 2021 versión 23 mayo 2021) y la Lista Mundial de las Aves publicada por la International Ornithological Committee (IOC) (Gill et al. 2021 versión 11.1). El estado de conservación global y nacional de las especies se obtuvieron de IUCN (2020) y Freile et al. (2019). Para extensiones de distribución altitudinal y latitudinal que concierne al Ecuador se consultó a Freile y Restall (2018) y Freile et al. (2020). Se estableció agrupamientos o conglomerados de las especies de aves, respecto a los pisos zoogeográficos propuestos por Albuja et al. (2012).
Resultados
Riqueza y composición de especies. - La riqueza de aves en la cordillera del Kutukú alcanza las 501 especies, distribuidas en la gradiente altitudinal de 500 a 2300 m. Esta riqueza se alcanzó en base a información proveniente de: bibliografía, especímenes de museo y registros de los autores. Mientras que, en las cuatro localidades visitadas por los autores registramos 449 especies (ver Apéndice 1). Las familias mejor representadas constituyeron el 50% de la riqueza reportada y fueron: Tyrannidae (72 spp., 14.37%), Thraupidae (53 spp., 10.58%), Furnariidae (48 spp., 9.58%), Thammnophilidae (41 spp., 8.18%) y Trochilidae (34 spp., 6.79%).
En relación con la gradiente, las especies de aves se agrupan en tres tipos de ensamblajes (Fig. 3) asociados a tres pisos zoogeográficos (siguiendo a Albuja et al. 2012): (1) Tropical Oriental, bajo los 800 m, contiene 264 especies; (2) Subtropical Oriental, entre los 850 a 2000 m, con 425 especies; y (3) Templado, sobre los 2000 m, con 94 especies (Fig. 3). De las especies andinas, se distingue un cuarto grupo: (4) Aves con distribución exclusiva de las cordilleras aisladas de los Andes, entre ellas: Haplophaedia aureliae cutucuensis, Pyrrhura albipectus, Phylloscartes superciliaris, Hemitriccus rufigularis, Myiophobus roraimae, Laniisoma buckleyi, Oxyruncus cristatus.
Por la naturaleza dinámica de las especies, entre los ensamblajes existe intercambio de especies. El análisis de conglomerados estableció tres agrupamientos para los tres pisos zoogeográficos estudiados (Fig. 3): (1) el primer agrupamiento determinó que el ensamblaje Tropical Oriental comparte el 41.1% de la composición de especies; (2) agrupa a los rangos altitudinales de las comunidades del Subtrópico Oriental, entre los 850 a 2000 m, compartiendo el porcentaje más alto de composición de especies 53.2% en toda la gradiente; (3) asocia el ensamblaje Templado, sobre los 2000 m de altitud, compartiendo el 15.5% de su composición. Algunos registros fotográficos son presentados (ver Figs 4 y 5).
Ampliaciones de rango de distribución. - En la cordillera del Kutukú, 13 especies de aves fueron nuevos registros altitudinales y latitudinales para Ecuador (Tabla 2). Doce de los 13 registros están documentados con grabaciones y fotografías (ver Fig. 4).
Especie | Extensión de rango | Rango previo | Evidencia |
---|---|---|---|
Patagioenas plumbea | 1600 m | < 1000 m | XC576272 |
Herpetotheres cachinnans | 1430 m | Mayormente < 800 m | Fotografía |
Pionus menstruus | 1520 m | localmente hasta 1400 m | Fotografía |
Pyrrhura albipectus | 520 - 600 m | 900 - 1800 m | Observado sin evidencia |
Psittacara leucophthalmus | 2080 m | localmente hasta 1700 m | Fotografía |
Cymbilaimus lineatus | 1400 m | < 1000 m | XC583370 |
Grallaricula nana | Primer registro Kutukú | laderas orientales y noroccidentales de los Andes y cordillera del Cóndor | XC583450 |
Dendrocolaptes certhia | 1450 m | localmente hasta 900 m | XC249818 |
Myiozetetes luteiventris | 900 m | 200 - 600 m | XC249987 |
Vireolanius leucotis | 1600 m | < 1300 m | XC583619 |
Microcerculus marginatus | 1600 m | localmente hasta 1430 m | XC583496 |
Turdus ignobilis | 2090 m | localmente hasta 1750 m | XC583363 |
Diglossa glauca | 2090 m | 1000 - 1800 m | XC583367 |
Estado de conservación.- En la cordillera del Kutukú registramos 26 (5.2%) especies de aves en alguna categoría de amenaza según la lista roja de aves de Ecuador (Freile et al. 2019) y la lista roja global (IUCN 2020). A nivel nacional, 15 especies de aves se encuentran en la categoría Vulnerable (VU), una en categoría En Peligro (EN) y una En Peligro Crítico (CR) de extinción. A nivel global, se registraron 15 especies en categoría Vulnerable (VU) y una especie En Peligro (EN) de extinción (Tabla 3). El piso Subtropical Oriental resguarda el mayor porcentaje de especies amenazadas (23 de las 425 spp.), mientras que el piso Tropical Oriental (9 de las 264 spp.) y el piso Templado (3 de las 94 spp.) albergan una representatividad menor (Fig. 3). Además, registramos 18 especies de aves (Apéndice 1) con presencia restringida al área de endemismo denominada Andes Orientales de Ecuador y Perú / Ladera Oriental Andina (BirdLife International & Conservación Internacional 2005, Ridgely & Greenfield 2006).
Registros notables. - Presentamos anotaciones de algunas especies de aves de la cordillera del Kutukú. Se incluyen especies con pocos registros en Ecuador, especies que no esperábamos para la región, especies amenazadas o con nuevos registros altitudinales.
Especie | Categoría Nacional. Freile et al. (2019) | Categoría Global IUCN (2020) |
---|---|---|
Tinamus tao | VU | VU |
Crypturellus obsoletus | VU | LC |
Patagioenas subvinacea | LC | VU |
Phlogophilus hemileucurus | NT | VU |
Spizaetus tyrannus | VU | LC |
Spizaetus isidori | CR | EN |
Galbula pastazae | VU | VU |
Ramphastos vitellinus | LC | VU |
Touit stictopterus | VU | VU |
Pyrrhura albipectus | VU | VU |
Ara militaris | EN | VU |
Thamnophilus tenuepunctatus | LC | VU |
Dysithamnus leucostictus | NT | VU |
Herpsilochmus axillaris | NT | VU |
Grallaricula peruviana | VU | NT |
Cranioleuca curtata | LC | VU |
Pipreola frontalis | VU | LC |
Pipreola chlorolepidota | VU | NT |
Laniisoma elegans | VU | NT |
Oxyruncus cristatus | VU | LC |
Hemitriccus rufigularis | VU | NT |
Myiopagis olallai | NT | VU |
Conopias cinchoneti | LC | VU |
Myiophobus roraimae | VU | LC |
Setophaga cerulea | VU | VU |
Saltator cinctus | VU | NT |
Tinamú pardo, Crypturellus obsoletus (Temminck, 1815) es poco conocido en el Ecuador. Se conoce a partir de dos especímenes (Instituto Nacional de Biodiversidad 2021) provenientes de Orellana (Río Cotapino MECN 9) y Uuntsuants (MECN 7635), y por escasos registros vocales provenientes de Napo (El Para, Gareno), Pastaza (Kurintza, Churunalpi) (www.xeno-canto.org), y Zamora Chinchipe (Miazi y Maycú-Miazi, y Las Orquídeas) (Freile et al. 2014). En Uuntsuants se colectó un espécimen hembra de C. obsoletus (MECN 7635) (Figs. 6D, 6E, 6F) con peso de 508 g, y que constituye el primer registro para Morona-Santiago y el primer peso conocido para C. obsoletus en Ecuador. Este ejemplar pertenece a la forma de Ecuador, que quedó indeterminada luego del trabajo de análisis de vocalizaciones de Laverde-R y Cadena (2014).
Zamarrito verdoso, Haplophaedia aureliae (Bourcier & Mulsant, 1846) colibrí que en Ecuador se distribuye en los Andes orientales y cordilleras aisladas (Freile & Restall 2018, BirdLife International 2021). En la cordillera del Kutukú, un macho de H. aureliae fue colectado en Yapit, en la antigua ruta shuar Logroño-Yaupi (MECN 7608) (Robbins et al. 1987); y una hembra adulta colectada en Puchimi 1, el 9 de septiembre de 2017 (MECN 9652). Estos dos ejemplares pertenecen a la subespecie H. a. cutucuensis descrita por Schuchmann et al. (2000) y distribuida para las cordilleras del Cóndor y Kutukú.
Águila andina, Spizaetus isidori (Des Murs, 1845) es una rapaz en Peligro Crítico (Freile et al. 2019), principalmente por la pérdida de los bosques primarios donde habita (BirdLife International 2021). Presenta pocos registros al sur de Ecuador (Freile & Poveda 2019). Registramos esta especie en San Luis de Inimkis sobre los 1920 m de altitud, el 19 de agosto de 2002. En Yapit, el 27 de junio de 2012, un adulto fue fotografiado mientras perchaba y vocalizaba sobre un árbol (Lauraceae) de aproximadamente 30 m de altura al borde de una quebrada, a 1800 m (Fig. 4C).
Perico pechiblanco, Pyrrhura albipectus Chapman, 1914; especie endémica del sureste de Ecuador y extremo norte de Perú (Ridgely & Greenfield 2006), catalogada como Vulnerable (Freile et al. 2019). La cordillera del Kututú es una de las tres áreas, aún preservadas, que albergan poblaciones de esta especie (BirdLife International 2021). El 20 de enero de 2002, observamos dos individuos de P. albipectus junto a 30 individuos de P. melanura, en un saladero y alimentándose en grupo en el bosque de Uuntsuants (520 - 600 m de altitud); siendo está la localidad más baja donde se la ha registrado. De igual manera, bandadas mixtas de estas dos especies fueron registradas por Robbins et al. (1987) en Kutukú. En San Luis de Inimkis, en agosto del 2002 (entre 1270 y 1865 m), en 6 de los 10 días de muestreo observamos grupos entre 5, 6 y 10 individuos de P. albipectus volando y forrajeando en el bosque.
Gralaria ondulada, Grallaria squamigera Prévost & Des Murs, 1842 fue registrada en la cordillera de Kutukú por Robbins et al. (1987), perteneciendo probablemente a una subespecie no descrita. Debido a que está algo aislada de las poblaciones andinas (squamigera) y es poco semejante a canicauda del E de Perú y Bolivia (Olmedo 2019), son necesarias más investigaciones y colectas.
Gralarita coronipizarrosa, Grallaricula nana (Lafresnaye, 1842), en Ecuador presenta registros a lo largo de la cordillera Oriental (Greeney 2018), en el extremo norte de la cordillera occidental de los Andes (www.xeno-canto.org), y un registro en la cordillera del Cóndor (Freile et al. 2014). Un ejemplar fue observado y grabado en Puchimi a 2150 m, el 16 septiembre del 2017 a las 12:55 h; moviéndose cerca del suelo, en el interior de bosque con abundantes bambusales Chusquea sp. Este es el primer reporte de G. nana en la cordillera del Kutukú.
Tapaculo negruzco, Scytalopus latrans (Hellmayr, 1924), en Ecuador se distribuye en las laderas orientales y occidentales de los Andes y en las cordilleras del Cóndor y Kútuku (Freile et al. 2014, Freile & Restall 2018). Varios ejemplares fueron registrados de forma auditiva en la cordillera del Kutukú: San Luis de Inimkis 2 y Puchimi. Además, en 1984 un ejemplar macho (MECN 5809) fue colectado por Robbins et al. (1987). Estos registros podrían corresponder a una subespecie no descrita de las laderas orientales (Krabbe & Schulenberg 1997, Freile & Restall 2018), pues difieren vocalmente de S. l. subcinereus y genéticamente de las formas occidentales de Colombia y Ecuador, por lo que se requieren estudios adicionales (Cadena et al. 2020).
Hornero paticlaro, Furnarius leucopus Swainson, 1837 observado en Uuntsuants, a una altitud de 525 m. Un individuo fue colectado (MECN 7647), el cual en su momento se constituyó como el primer reporte para el país (Krabbe 2004).
Trepatroncos colilargo, Deconychura longicauda (Pelzeln, 1868) es un complejo de especies que contiene 3 grupos vocalmente distintos, donde al parecer la forma de las estribaciones de Ecuador correspondería a un cuarto grupo que necesita más estudio (Boesman 2016). Algunos de los cantos y llamados usados para el trabajo de Boesman (2016) fueron grabados en San Luis de Inimkis, en el interior de bosque entre 1450 - 1495 m, en agosto 2002.
Lanisoma andino, Laniisoma buckleyi (Sclater & Salvin, 1880) es una especie poco conocida, cuya distribución se atribuye a las laderas orientales de los Andes (BirdLife International 2021). Un ejemplar fue observado en Uuntsuants, en el interior de bosque entre 850-1050 m. En San Luis de Inimkis, en el interior de bosque entre 1250 - 1350 m, del 14 del 25 de agosto de 2002, se registraron cuatro machos vocalizando con distancias de solo 30 - 50 m entre ellos, al parecer formando un lek, algo previamente desconocido para la especie. El encuentro de este posible lek coincide con la época (agosto-septiembre) en la que se estima que se reproducen (Snow 1982). Tres machos y una hembra fueron capturados (Figs. 5E, 5F). Los machos pesaban 46, 39 y 40 g, y la hembra 49 g. Un macho (MECN 7680) y una hembra (MECN 7681) fueron colectados como material de referencia.
Picoagudo, Oxyruncus cristatus (Swainson, 1821) presenta pocos registros en Ecuador, únicamente se han reportado poblaciones en las cordilleras aisladas del Cóndor y Kutukú (Freile & Restall 2018), además la subespecie de Ecuador no está determinada (Brooke 2020). Dos especímenes fueron colectados en Uuntsuants (MECN 7670-7071) (Figs. 6A, 6B, 6C), y otros fueron grabados mientras vocalizaban en el interior de bosque entre 850 - 1050 m. Esta especie, también fue grabada mientras vocalizaba en el interior de bosque en San Luis de Inimkis, entre 1200 y 1300 m.
Mosquerito roraimeño, Myiophobus roraimae (Salvin & Godman, 1883) en Ecuador se presenta la subespecie rufipennis (Ridgely & Greenfield 2001) con escasos registros en las cordilleras aisladas del Kutukú y del Cóndor. En este estudio un individuo fue observado en San Luis de Inimkis en el interior de bosque a 1700 m, el 19 de agosto de 2002.
Pitajo ventriamarillo, Ochthoeca diadema (Hartlaub, 1843), en Ecuador se distribuye en los subtrópicos altos y zonas temperadas: hasta el centro de la ladera occidental y a lo largo de la oriental (Freile & Restall 2018). En la cordillera del Kutukú, Robbins et al. (1987) colectaron un ejemplar hembra (MECN 2920), mientras en el actual estudio, colectamos dos individuos machos en la localidad de Puchimi 2, el 16 de septiembre del 2017 (MECN 9625-26). Esta especie también ha sido registrada auditivamente en Cerro Plateado, cordillera del Cóndor (Freile et al. 2014).
Discusión
La primera investigación de aves de la cordillera del Kutukú (Robbins et al. 1987) reportó 300 especies. Esto, sumado a nuestros registros y las colecciones de museos resultan en 501 especies. Aunque la lista puede ser representativa, consideramos que la diversidad está subestimada, pues aún quedan numerosas localidades con vacíos de información, como las ubicadas en el extremo norte, hacia el río Pastaza, y en el extremo sur, en el declive hacia el río Santiago.
La riqueza de aves de la cordillera del Kutukú, es comparable a la riqueza del valle del río Nangaritza (Cordillera del Cóndor) que acumula 535 especies en un rango altitudinal entre 830 - 2600 m (Freile et al. 2014), no obstante, el número de localidades estudiadas en la cordillera del Kutukú fue menor. Otra cadena montañosa aledaña recientemente explorada, son los cerros Kampankits en Perú, que también presentan una importante diversidad con 350 especies de aves (Ruelas et al. 2012). Las 3 cadenas montañosas: Kutukú, Cóndor y Kampankits, se caracterizan por su ubicación en el sureste de Ecuador y norte de Perú, y por estar parcialmente aisladas de la Cordillera de los Andes. La diversidad conjunta en estas tres áreas vecinas representa un aproximado de 700 especies de aves, lo que la convierte en una de las regiones más diversas del Neotrópico.
La ubicación geográfica de la cordillera del Kutukú, le faculta para albergar una variada composición de especies. Hacia el lado occidental de la cordillera, el valle del río Upano la separa de los Andes. Al sur, el valle del río Santiago constituye el límite con la Cordillera del Cóndor, y al norte, el valle del río Pastaza representa otra barrera. Solo en la parte noroeste existe una estrecha conexión geográfica con la Cordillera Oriental de los Andes (Duellman & Lynch 1988, Brito & Pozo-Zamora 2013). Esta conexión podría ser el puente para el intercambio entre especies andinas (e.g. Grallaricula nana).
La cordillera del Kutukú, con su variedad de hábitats y gradiente altitudinal, contiene una diversidad nutrida de aves de las tierras bajas amazónicas, los flancos orientales de los Andes y fauna endémica del sur de Ecuador (Ridgely & Greenfield 2006). Esta cordillera, no solo alberga una alta diversidad de aves (501 spp.), sino que también a nivel de otros grupos faunísticos se constituye como una de las regiones más diversas del mundo, como por ejemplo: la diversidad de escarabajos estercoleros (Celi et al. 2004) que acumula 105 especies. Además, en los últimos años se evidencia un alto potencial de descripción de nuevas especies o subespecies en varios grupos, como: mariposas (Willmott 2015), anfibios (Brito & Pozo-Zamora 2013, Ron et al. 2012) y mamíferos (Brito et al. 2021, Brito et al. 2022).
Con la finalidad de garantizar la conservación de la cordillera del Kutukú, en 1990, el estado ecuatoriano declaró Bosque Protector Kutukú-Shaimi a una extensión de 311500 ha, que en su momento fue considerado el de mayor extensión dentro de su categoría (CARE et al. 2012), donde el 90% de este territorio es de propiedad comunitaria de la nacionalidad Shuar. Además, la conservación de este bosque y especialmente aquellos ubicados por encima de los 1800 m de altitud, ha sido favorecida por el escaso número de vías de acceso y la permanencia de grupos humanos ancestrales. Desafortunadamente, en los últimos años, la totalidad de la cordillera del Kutukú ha sido concesionada para proyectos extractivistas mineros, que se encuentran en estado de ejecución (minería artesanal) y en estado de exploración (proyectos a gran escala) (Roy et al. 2018). Por tanto, se requiere la atención de las autoridades regionales, nacionales y locales para asegurar la conservación de la cordillera del Kutukú.
Finalmente, resulta imperativo extender y fortalecer los muestreos y hacerlos más prolongados en el tiempo, como una estrategia para incrementar el registro de especies y detectar aquellas posiblemente raras. Es necesario que estos muestreos deban tener, como pilar fundamental, una potenciación de los esfuerzos de colección. Este aspecto, no solo resulta urgente por la velocidad de la transformación ambiental (conversión de hábitats naturales en antrópicos), sino también como una forma de promover la formación de recursos humanos locales y el empoderamiento de redes colaborativas de investigadores en el ámbito regional. En este sentido, la colección de aves del INABIO (con 208 especímenes y 145 especies provenientes de la cordillera del Kutukú), resulta un ejemplo notorio de la actual pujanza y el futuro potencial de las investigaciones ornitológicas en el noroeste de América del Sur.