Hasta hace una o dos décadas atrás, la relevancia del germoplasma de Theobroma cacao L. (el cacao) en la generación de valor agregado era muy poco visible para nuestro sector académico y la política agraria peruana. La producción se dedicaba principalmente al autoconsumo y a la producción local y regional de chocolate. Sin embargo, frente a la creciente relevancia de la cadena de valor del cacao en el Perú (Arévalo et al. 2016) y con la alta probabilidad de ser parte importante del centro de origen de esta especie (Lanaud et al. 2012, Olivera 2013, Zarrillo et al. 2018), en este trabajo se propone un comentario sobre la importancia del cacao desde la perspectiva de los recursos genéticos, su utilización y conservación; se reflexiona sobre la manera en que se viene utilizando el germoplasma de cacao en el ámbito de la academia, desde el punto de vista de la investigación, desarrollo e innovación. Asimismo, se reflexiona sobre la importancia de las colecciones de germoplasma del cacao en el Perú (en base de la información disponible en distintas plataformas, incluyendo verificaciones en campo en algunos casos), así como el rol de la agricultura tradicional en la conservación de los recursos genéticos de este cultivo.
A diferencia de Ecuador, en el Perú el cultivo cacao comenzó a ser relevante en la década de los años 1990, como una alternativa al cultivo ilícito de la coca. Luego, el crecimiento de la producción y productividad se logró sobre la base del uso de tipos de cacao introducidos como clones e híbridos mejorados, principalmente el CCN51, clon de la Colección Castro Naranjal - CCN, producto del cruce entre un cacao del oriente ecuatoriano denominado “Canelos” y el híbrido resultante del cruce entre clones ICS-95 x IMC-67 (Imperial College Selection e Iquitos Mixed Calabacillo) (Jaimez et al. 2022), con características genéticas muy particulares (Herrmann et al. 2015). Por otro lado, los cacaos nativos (del tipo Forastero del Alto Amazonas, mal llamados criollos en el lenguaje coloquial (Romero 2016) han sido desplazados a fincas poco manejadas o probablemente a ambientes dedicados a la conservación como son las Áreas Naturales Protegidas, las Áreas de Conservación Regional o las Áreas de Conservación Privadas. El principal factor para el desplazamiento de los cacaos nativos ha sido la mayor productividad y menor susceptibilidad a plagas y enfermedades observadas en el muy difundido CCN51 (Boza et al. 2014).
En la situación anterior, el precio en términos de pérdida de patrimonio genético ha sido bastante alto. Hasta el año 2010, la Organización Internacional del Cacao (ICCO) consideraba que el 100% del cacao peruano era “fino de aroma”, tipo de cacao especialmente valioso para chocolatería fina artesanal. En el 2012, disminuyó ese estándar a 90% y, desde el año 2016 a la fecha, la calificación del “fino de aroma” de nuestro país por parte de la ICCO ha vuelto a bajar, llegando al 75% (ICCO 2015). Es decir, el incremento en producción y productividad se ha producido a costa de la pérdida de al menos 25% de nuestras reservas genéticas de cacao fino de aroma, sin que el Perú cuente con una estrategia o medidas específicas eficaces para detener o mitigar esta erosión genética (Pastor-Soplín 2020).
Bajo este contexto y con la perspectiva de que los recursos genéticos del cacao lleguen a constituirse en insumo para el desarrollo e innovación del país, se realiza un examen de las diferentes formas de utilización que se viene dando al germoplasma de cacao, a partir del análisis del conocimiento generado en investigaciones universitarias sobre su diversidad y potencial, considerando solo aquellas investigaciones que hacen referencia al tipo y procedencia u origen del cacao bajo estudio (y no solo en términos de materia prima). Asimismo, se hace una aproximación a las colecciones o reservas de germoplasma de cacao en el Perú, con el objeto de tener una idea sobre la magnitud de los estudios de caracterización que deberían llevarse a cabo y de su uso potencial para los diferentes actores a lo largo de la cadena de valor.
Sobre el Centro de Origen del cacao
Las evidencias históricas de uso y cultura del cacao están tradicionalmente asociadas a Mesoamérica (México, Guatemala, Belice y Honduras, principalmente). Fue allí donde lo conocieron los españoles y desde donde lo llevaron a Europa hace 500 años, con lo cual, todo texto sobre el cacao comienza haciendo mención a su origen mesoamericano (Grivetti & Shapiro 2009)
Por otro lado, abundan también las evidencias respecto de su origen primario o biológico en Sudamérica. De hecho, los géneros Theobroma y Herrania habrían comenzado a divergir hace aproximadamente 12.7 Ma, coincidiendo en parte con el levantamiento de los Andes, en tanto que Theobroma cacao, se habría separado totalmente de su ancestro común más reciente hace 9 Ma (Richardson 2015), escenario que a lo largo del tiempo ha permitido la generación de la gran diversidad que se observa en el cacao y que recién estamos llegando a comprender y a utilizar adecuadamente. Las huellas de un pasado tan remoto se expresan en la elevada diversidad genética de tipos de cacao (Motamayor et al. 2008) y la mayor presencia de especies relacionadas (incluyendo los parientes silvestres) (Cuatrecasas 1964). La postulada existencia de “refugios” climáticos, frente a los máximos glaciales de hace 20 mil años, evidencia que en la selva sur del Perú y en el Alto Amazonas, el cacao habría sobrevivido y a partir de estos refugios, se habría irradiado cuando la temperatura comenzó a subir hasta el período interglaciar en el que nos encontramos (Haffer 2008). La coincidencia entre estos refugios glaciares propuestos y la actual distribución de genotipos y especialmente alelos fundacionales en las poblaciones de cacao (Thomas et al. 2012), también contribuyen a probar su origen sudamericano, su diversificación temprana previos al Pleistoceno, sin considerar todavía en esta discusión, el rol del ser humano en épocas más recientes. Producto muy probable de una historia evolutiva tan larga es la sorprendente riqueza de hasta 64 perfiles sensoriales de aroma y sabor, que se han podido identificar en las poblaciones de Cacao Chuncho en la selva sur del Perú (Eskes et al. 2018).
Finalmente, la prueba quizá más contundente sobre la antigüedad de la existencia y uso del cacao en Sudamérica se ha encontrado en la zona sur de Ecuador, en un ámbito de influencia que baja hasta Jaén y Bagua en el norte de Perú. Son escenarios de antigua y bien desarrollada cultura amazónica, en los que, por razones del clima y el ambiente, la arqueología recién comienza a descubrir y profundizar. Aun así, en esa zona se ha encontrado evidencias de uso del cacao de hace 5200 años de antigüedad, aproximadamente 1500 años más antiguos que los restos arqueológicos encontrados en Mesoamérica (Lanaud et al. 2012, Olivera 2013, Zarrillo et al. 2018)
Estado actual del cultivo del cacao
Desde finales de la década de los 1980 hasta mediados de la década de 2010, se consideró importante enfrentar al cultivo ilegal de coca promocionando inicialmente la sustitución de cultivos y luego el desarrollo alternativo, con la producción de cacao, café y palma aceitera, en los valles con actividad cocalera (no toda ilícita), mediante sucesivas intervenciones estatales apoyadas por la cooperación internacional y basadas en el compromiso formal de los agricultores a nivel familiar y de asociaciones de la comunidad (Wildey 2016). Ello explicaría la velocidad de crecimiento en producción y productividad desde inicios de este siglo. Entretanto, la calidad y sabor del cacao, especialmente el nativo, recibía cada vez mayor reconocimiento hasta ser designado entre los productos bandera del Perú (RM N°295-2013-MINCETUR), colocándolo al mismo nivel de otros productos peruanos importantes como el algodón, la lúcuma, los camélidos sudamericanos y la quinua.
Para entonces, el cacao se había convertido en un elemento dinamizador de la economía y la principal fuente de ingreso de 40 mil pequeños productores, distribuidos principalmente en los valles amazónicos como Marañón, Huallaga, Tambo, Apurímac-Ene-Mantaro y La Convención. Paralelamente, el Perú había sido calificado por la ICCO como un país productor y exportador de cacao fino de aroma, logrando exportar el 36% de la producción de ese tipo de cacao a nivel mundial. Para el año 2019, de acuerdo con la información estadística agraria oficial del Estado Peruano (MIDAGRI-Perú 2021), con el concurso de cerca de 90 mil pequeños agricultores, asentados principalmente en los valles amazónicos y los bosques tropicales secos costeros, las zonas cacaoteras se extendieron a 16 regiones del país, alcanzando el área cosechada de algo más de 170 mil ha (Fig. 1).
Sobre las reservas de germoplasma de cacao (bancos de germoplasma)
La conservación del germoplasma de cacao se viene impulsando desde finales de la década de 1930, cuando como parte de un esfuerzo cooperativo internacional, las colecciones realizadas en países centros de origen y de domesticación inicial del cacao (México, Perú, Ecuador, Brasil, Colombia y Venezuela), sirvieron para constituir bancos nacionales e internacionales. Según la iniciativa CacaoNet (Bioversity International 2021), el germoplasma de cacao registrado consta de 32 colecciones, tres de las cuales tienen el estatus de internacional: i) Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) en Costa Rica, con 1146 entradas; ii) Centro Internacional de Cuarentena de Cacao (ICQC) en Reino Unido, con 395 entradas y iii) Universidad de la Indias Occidentales (Trinidad y Tobago), con 2400 entradas. Las 29 colecciones restantes se encuentran en 21 países, la mayoría registradas como colecciones o bancos nacionales.
El Perú, destaca con cuatro colecciones de germoplasma registradas, sólo superado por Brasil que tiene cinco. Dos colecciones peruanas registradas son gestionadas por Universidades (Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco y Universidad Nacional Agraria de la Selva), una por una institución privada de investigación y asistencia técnica (Instituto de Cultivos Tropicales -ICT) y la otra ha sido iniciativa de productores de la Central Piurana de Cafetaleros (CEPICAFE). De las 1131 entradas que se conservan en estas colecciones, el material colectado en finca es usado como promisorio, junto con materiales introducidos, habiendo dado lugar a 150 clones mejorados producto de cruces dirigidos; sin embargo, lo más interesante desde la perspectiva de recursos genéticos con potencial de mejora e innovación quizá sean los 453 clones de ejemplares silvestres, que conserva el ICT, colectados en diferentes cuencas amazónicas de los ríos Ucayali y Marañón (Bioversity International 2021; Zhang et al. 2006).
La conservación de los recursos genéticos de cacao en Perú no está formalizada por un programa nacional, pero si se realiza y está distribuida en 39 bancos o colecciones de germoplasma registrados, 18 de los cuales son públicos; tienen un tamaño promedio de 0.3 ha y funcionan hace cuatro años, siendo el más antiguo de hace 28 años (Ceccarelli et al. 2022). Sumando todo el material promisorio formalmente disponible, y considerando el crecimiento vertiginoso del área sembrada en los últimos 20 años (Pastor-Soplín 2020), estas colecciones han sido claramente insuficientes para satisfacer la demanda de materiales de propagación; los productores cotidianamente generan sistemas locales de semillas en cada zona o provincia cacaotera, identificando los mejores árboles de su zona y tomando de ellos las varas “yemeras” para injertarlos en los plantones de su parcela. Así, los productores, en el ámbito del conocimiento tradicional, identifican “árboles madre” y eventualmente los concentran en jardines clonales y jardines semilleros, que luego propagan en sus fincas.
Todo lo anterior muestra que en la realidad existe una inmensa cantidad de germoplasma sin registros que se aproximen a los conocidos como datos de pasaporte, y que no están bajo un control formal o gobernanza. Son materiales biológicos de uso práctico que utilizan los agricultores a nivel local en todas las regiones productoras de cacao del Perú. Sin embargo, constituyen verdaderas reservas genéticas identificadas bajo el poder de la selección tradicional cuyo criterio es principalmente productivo y de calidad, y en casos especiales de singularidad. Por otro lado, el cacao silvestre se encuentra en forma de individuos dispersos que no forman rodales o poblaciones agregadas, lo que ha conllevado a la realización de expediciones de colecta por grupos de investigación del ICT y recientemente por el INIA, y que han recurrido al conocimiento de los pobladores de comunidades nativas (Ceccarelli et al. 2021).
Por lo tanto, urge el establecimiento de un Programa Nacional de Germoplasma de Cacao integral que garantice no sólo el material de propagación, sino también la documentación de su procedencia y caracterización.
Sobre la utilización de los recursos genéticos de cacao
La utilización de un recurso genético se produce en diferentes etapas o eslabones de la investigación y desarrollo, y éstas constituyen una cadena de valor agregado a dicho recurso en la medida que se avanza a través de ellas. Tomando como criterio las etapas señaladas en el artículo 17.1, inciso a), acápite iv) del Protocolo de Nagoya y el Título 1, artículo 1° de la Decisión 391 de la Comunidad Andina de Naciones, planteamos una cadena de valor hipotética para la utilización de recursos genéticos del cacao, que considera distintos tipos de aplicación:
Las etapas de la cadena de utilización de un recurso genético se encuentran asociadas a diversos sectores, ya sea el productivo, económico y social, en los que se pueden ubicar las actividades de investigación y desarrollo que se realizan para el conocimiento y utilización de los recursos genéticos. Es así como, conocer las actividades que se vienen realizando sobre los recursos genéticos del cacao en uno de sus centros de origen y de mayor diversidad genética, como lo es el Perú, es una necesidad y responsabilidad ineludible. Sin embargo, en la medida que existe un amplio espectro de campos y sectores de interés por los recursos genéticos del cacao, conocer las actividades que se realizan sobre él es una tarea monumental y puede resultar inacabable; en tal sentido, explorar las actividades de investigación que ha venido realizando la academia a través de los trabajos de tesis para el título profesional y los diferentes grados académicos puede brindarnos una idea de lo avanzado y también de las carencias de conocimiento.
Con carácter exploratorio, de los repositorios institucionales de las universidades de los diferentes departamentos del país se recopiló información de los trabajos de tesis vinculados a la utilización de recursos genéticos del cacao, sus derivados y el componente intangible asociado. Para el análisis de esta información, se estructuró una matriz de datos con la información sobre la utilización de los recursos genéticos del cacao que incluyó los siguientes campos: URL, universidad fuente de la información, departamento, título o grado académico obtenido, objetivos, resultados/conclusiones, proveedor del recurso biológico fuente del material genético, procedencia del recurso, lugar de manipulación, cadena de utilización y sector de utilización.
Como resultado, se registró y analizó una muestra de 44 tesis que tenían como objeto de estudio el cacao obtenido por sus autores en centros de producción y parcelas de productores (Anexo 1). La mayor parte de estas tesis estuvieron destinadas a obtener títulos profesionales (93.2%), dos casos (4.5%) para optar los grados de magister y uno solo (2.3%) para obtener el grado de doctorado. Estos estudios se realizaron en universidades de 13 departamentos del Perú, concentrándose el mayor número de tesis (12) en universidades del departamento de Lima y las 32 tesis restantes se distribuyeron en los otros 12 departamentos. Ello reflejaría una heterogénea distribución de las capacidades instaladas para llevar a cabo este tipo de investigaciones.
Cabe indicar que los diferentes tipos de cacao utilizados en estas tesis procedieron de 12 departamentos del país: Huánuco y San Martín (10 tesis cada una), Ucayali (9), Cusco (6), Tumbes y Junín (4 cada una), Amazonas (3), Cajamarca (2) y Ayacucho, Loreto, Lambayeque y Piura (1 tesis cada una). Asimismo, cuatro tesis hicieron una referencia general del origen peruano del cacao utilizado.
De la muestra total se escogió 29 tesis, teniendo como criterio la procedencia del germoplasma, el tipo de cacao o ambas condiciones consideradas simultáneamente, con la finalidad de identificar y valorar el alcance de la prospección de los recursos genéticos del cacao bajo estudio.
Vale la pena explicar que estas formas de utilización, siempre que se hagan en el marco del acceso a los recursos genéticos, le pueden agregar valor al germoplasma, más allá de su condición de materia prima, en la medida que el conocer las diferencias en las propiedades del cacao según su procedencia (ambiente) o su genética, le confiere valor diferenciado al germoplasma e incrementa su potencial de uso. Así, no es lo mismo decir que el cacao tiene un efecto estimulante sobre el sistema inmune frente a procesos inflamatorios, que diferenciar este efecto entre pastas de cacao producidas con granos de cuatro orígenes y procedencias adecuadamente verificadas como son el Blanco de Piura, el Criollo de Montaña, el Amazonas Perú y el Chuncho del Cusco (Périz et al. 2020).
De las 29 tesis que investigaron al germoplasma de cacao, 21 desarrollaron actividades de caracterización de diferente naturaleza, sean estas a nivel morfológico, agronómico o bioquímico, entre otros, contribuyendo con ello a un importante incremento del conocimiento sobre las características de los diferentes tipos de cacao.
Por su parte, las otras 11 tesis, abarcaron actividades de investigación del germoplasma dirigidas a la transformación y/o la innovación del cacao, confiriéndole con ello valor agregado con potencial uso comercial. Estas investigaciones estuvieron relacionadas con cuatro sectores productivos. Como se puede observar en la Tabla 1, de los 11 ensayos en los que se desarrolla alguna innovación en cacao, cinco se ubican en el sector alimentos y bebidas (Bobadilla Jiménez 2016, Loza & Inga 2018, Rojas & Rojas 2017, González Ramírez 2019, Murillo 2018), tres en industria farmacéutica (Orihuela Gutiérrez 2016, Poma Choque 2018, Montenegro y Segura 2021), dos en cosmética (Limas Pino 2018, Nunjar Aliaga 2020) y uno en biotecnología industrial (Del Águila & Zegarra 2016). La clasificación de los sectores productivos fue según Laird & Wynberg (2012).
De relevancia también es el reconocimiento y declaración de la procedencia y tipo genético de cacao que puede ser de mucha utilidad en una estrategia de márquetin especializado, donde parte del valor agregado es estar generando productos diferenciados y desde el centro de origen y diversidad.
Así, entre las 11 investigaciones seleccionadas en la Tabla 1, cabe resaltar cómo a partir de la preparación y evaluación de extractos etanólicos de la semilla o cáscara de cacao, se ha logrado determinar su efecto antimicrobiano frente a enfermedades dentales; o, cómo a partir de pectinas obtenidas de cáscaras de cacao, ha sido posible la elaboración de empaques alimentarios biodegradables.
En ambos casos, al igual que en los ocho restantes, se trata de actividades de investigación y desarrollo que le han conferido valor agregado a la materia prima del cacao a través de la generación de innovaciones a lo largo de una cadena productiva, las cuales tienen el potencial de seguir adquiriendo valor, por ejemplo, a través de una producción a mayor escala y/o futura comercialización, muy probablemente con ganancias interesantes, así como también a través de la obtención de derechos de propiedad intelectual por estas innovaciones a partir de la utilización de recursos genéticos del cacao.
Un aspecto importante a tener en cuenta respecto a las investigaciones recopiladas es que estas se encuentran en el ámbito del Protocolo de Nagoya sobre Acceso a los Recursos Genéticos y la Participación Justa y Equitativa en los Beneficios que se Deriven de su Utilización al Convenio sobre la Diversidad Biológica, las cuales partiendo del material biológico del cacao y aplicando una determinada biotecnología han accedido a sus componentes genéticos y/o bioquímicos (derivados), generando mayor conocimiento e innovaciones que pueden ser sorprendentes y pueden llegar a tener un valor significativo no solo para el bienestar de la sociedad, sino también para el mercado global en diversos sectores productivos.
A pesar de su claro potencial comercial basado en su diferenciación genética y de procedencia, ninguna de estas investigaciones se acogió a la protección y reconocimiento que brinda el sistema de acceso a recursos genéticos (Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica 2011) no sólo para los investigadores sino también y, sobre todo, para los beneficiarios naturales de los lugares de origen de los tipos de cacao. Por lo tanto, aunque se ha generado conocimiento sobre las formas de utilización de estos recursos genéticos, en ausencia de acceso formal, se pierden las oportunidades de generación y distribución justa y equitativa de beneficios.
Cabe hacer notar que, por lo general, en el Perú se desarrollan actividades de I & D a lo largo de cadenas productivas que llegan a lo mucho a la etapa de innovación, cuyos resultados son aprovechados por terceros usuarios de países que cuentan con un mayor desarrollo tecnológico y cuyos productos son protegidos por derechos de propiedad intelectual, sin compartir beneficios con el país de origen de los recursos genéticos utilizados, no siendo el cacao la excepción. Estos constituyen casos en los que el conocimiento ha sido liberado sin precaución debida y posible, al margen del entonces reglamento vigente cuando se realizaron los estudios evaluados (DS N°003-2009-MINAM) y que terminarán probablemente en las numerosas patentes procesadas en muchos otros países (INDECOPI 2015; Pastor-Soplín 2008), en los cuales se tiene bien entendido el valor no solo de la formalidad sino también de los derechos de propiedad intelectual.
El recurso cacao carga consigo un agregado intangible asociado a su genética o a su historia y cultura, valores intangibles que pueden ser útiles para la reivindicación de distintos derechos de propiedad intelectual como marcas, indicaciones geográficas y denominaciones de origen, entre otras, que bien utilizados incrementan las posibilidades de mercado. En la medida que el Protocolo de Nagoya reconoce la soberanía de los Estados sobre sus recursos genéticos y establece un marco de contrapartida por el cual un país usuario se compromete a compartir beneficios, de manera justa y equitativa, con el país proveedor por la utilización de sus recursos genéticos, su aplicación a este tipo de innovaciones con base en los recursos genéticos del cacao generados desde el Perú, como país centro de origen, brindaría una gran oportunidad para la obtención de beneficios, la promoción de la I & D, así como para el fortalecimiento de la conservación de la diversidad genética del cacao, en condiciones in situ y ex situ.
Recomendaciones
El análisis exploratorio realizado ha revelado que las actividades de investigación y desarrollo impulsadas desde la academia, vienen confiriendo valor agregado a la materia prima del cacao, por lo cual se recomienda llevar a cabo un análisis a mayor profundidad, que permita contar con una evaluación más completa sobre la potencialidad de los recursos genéticos del cacao existente en el territorio peruano, parte importante de su centro de origen, de su historia evolutiva y de su diversificación.
La generación de innovaciones a partir del germoplasma del cacao, tanto dentro de la industria del chocolate como de la amplia gama de sectores de interés para el bienestar de la sociedad y el mercado global, como son los de alimentos nutracéuticos, farmacéutica, cosmética, el de la industria biotecnológica, entre otros, demanda de una mejora significativa de la gestión de sus recursos genéticos.
En ese escenario, una de las medidas prioritarias sería promover la conservación de los recursos genéticos a través de bancos o colecciones de germoplasma de diferente nivel (nacional, núcleo, de trabajo, semillero, entre otros) y con diversas líneas de acción, incluyendo la vinculación con la conservación in situ en parcelas y huertos con la colaboración de agricultores tradicionales.
Y ello, vinculado a una mayor promoción de la mejora de la producción y productividad de los diferentes tipos de cacaos existentes en el país, sobre la base de un conocimiento mucho más completo del germoplasma en sus diferentes estados y formas de conservación y manejo.
La otra medida de suma importancia a abordar, aunque poco atendida por la academia, sería la de concienciar a los investigadores sobre las oportunidades que tendrían si incorporasen sus investigaciones e innovaciones basadas en el germoplasma del cacao al sistema internacional de acceso a los recursos genéticos.
Las recomendaciones esbozadas para el ámbito de la academia tienen la intención de contrarrestar, en alguna medida, la evidente vulnerabilidad en que se encuentra la soberanía de los recursos genéticos del cacao en el país y darle seguridad jurídica a su utilización.