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Acta Médica Peruana

On-line version ISSN 1728-5917

Acta méd. peruana vol.25 no.4 Lima Oct./dic. 2008

 

EDITORIAL

 

Yodo y calidad de vida: eliminación de la deficiencia de yodo en el Perú

Iodine and quality of life: elimination of the deficiency of iodine in Peru

 

Eduardo Pretell Zárate1

1 Profesor Emérito y Profesor Investigador Extraordinario de la Universidad Peruana Cayetano Heredia., Lima, Perú. Coordinador Regional para América del Consejo Internacional para el Control por Deficiencias de Iodo - DDI. Lima, Perú.

 


El yodo es un micronutriente esencial para la vida del ser humano y de los animales en general; se requiere una ingesta diaria de yodo adecuada para la síntesis y secreción de las hormonas tiroideas, las que, a su vez, juegan un rol importante en el normal desarrollo y funcionamiento de todo el organismo. Cuando los requerimientos de yodo no son satisfechos, la consecuente deficiencia hormonal tiroidea resulta en una serie de anormalidades funcionales y del desarrollo, conocidas conjuntamente como desórdenes por deficiencia de yodo (DDI). Estudios pioneros hechos en la Universidad Peruana Cayetano Heredia en los años sesenta, y por otros autores en otros países, señalaron que la falta de yodo durante la gestación y los primeros años de vida son la principal causa de daño cerebral fetal irreversible. Actualmente, la deficiencia de yodo es reconocida como la causa más común de daño cerebral y retardo mental que pueden ser prevenidos. Otras alteraciones relacionadas a la deficiencia de yodo incluyen bocio, alteración en la fertilidad, mortalidad perinatal incrementada, retardo en el crecimiento, mayor susceptibilidad a la radiación nuclear. La gente que vive en áreas con severa deficiencia de yodo puede tener un cociente intelectual 13,5 puntos más bajo que aquella de comunidades comparables con suficiencia de yodo. La deficiencia de yodo es un fenómeno natural permanente ampliamente distribuido en la corteza terrestre.

A comienzos del siglo XX la deficiencia de yodo fue reconocida como problema de salud pública en casi todos los países de América. Las endemias más severas estuvieron localizadas en comunidades montañosas de los Andes y de la región Central de México, pero muchas otras partes del continente estuvieron también severamente comprometidas, y virtualmente ningún país en tierra firme estuvo libre de la deficiencia de yodo. En el Perú, la deficiencia natural de yodo en grado severo existe en toda la región de la sierra y de la selva.

La eliminación de los DDI como problema de salud pública hacia el año 2000 fue planteada en la Cumbre Mundial por la Infancia de la ONU en 1990, fue adoptada como meta por la Asamblea Mundial de la Salud en 1991 y reafirmada por la Conferencia Internacional de Nutrición. La estrategia recomendada por OMS y UNICEF para alcanzar la eliminación de los DDI es la yodación universal de la sal (IUS).

En las últimas décadas el consumo de sal yodada se ha incrementado significativamente. Mientras que en 1990 menos del 20% de hogares usaban sal yodada, en el año 2006 se estimó que 70% de los hogares alrededor del mundo tenían acceso a sal yodada. El número de personas que consumen sal yodada se ha incrementado de menos de un billón a cerca de 4 billones y, como un resultado exitoso, alrededor de 84 millones de recién nacidos cada año son protegidos del daño cerebral causado por la deficiencia de yodo y cientos de millones de niños tienen un mejor rendimiento escolar.

Los enormes progresos en la eliminación sostenida de los DDI son considerados como el mayor logro en salud pública. No obstante, todavía queda un largo trecho que recorrer para el éxito total. De acuerdo al último informe de la OMS en la 60ª Asamblea Mundial de la Salud en mayo del 2007, alrededor del 31% de la población mundial (2 billones de personas) aún se mantienen con una ingesta insuficiente de yodo y, como resultado, 22 millones de niños cada año están a riesgo de no alcanzar el desarrollo completo de su potencial intelectual. Las regiones más afectadas son el Sudeste Asiático y Europa, mientras que la región de las Américas ha alcanzado los progresos más significativos.

En los últimos 15 años la mayoría de países latinoamericanos ha hecho grandes progresos en la lucha contra la deficiencia de yodo, y los logros obtenidos hacen prever que la región de las Américas estaría entre las primeras regiones de alcanzar la meta de la eliminación sostenida de la deficiencia de yodo. Debe hacerse notar, sin embargo, que a pesar de los grandes progresos aún prevalecen algunos problemas como el bajo nivel del soporte gubernamental y la falta de un efectivo monitoreo de la yodización de la sal y de la nutrición de yodo en la población en algunos países, que impiden la eliminación efectiva y sostenida de los DDI en toda la región. Algunos países han regresionado en los últimos años, otros nunca alcanzaron la suficiencia de yodo o han sido incompletamente evaluados, y el riesgo de exceso de yodo ha emergido en algunos países. Como resultado, se estima que alrededor del 11% de la población americana (98,6 millones) aún mantiene una ingesta insuficiente de yodo y sólo el 86,8% de hogares tienen acceso a sal yodada.

La eliminación sostenida de la deficiencia de yodo como problema de salud pública en el Perú durante un período que se aproxima a los quince años, es un logro trascendente de un modelo de gestión exitoso, que conjuga el manejo técnico-científico del mismo, el soporte político permanente a través del Ministerio de Salud, el apoyo de la industria de la sal, y la colaboración altamente motivada del personal de salud que labora en las distintas regiones de salud. Es un logro que ha sido certificado en tres oportunidades por equipos de expertos internacionales de OPS/OMS, UNICEF, ICCIDD, un hecho poco común, y que deber servir como ejemplo y estímulo para otros programas de salud y de otros países.

Es necesario destacar que lo más trascendente de la eliminación de la deficiencia de yodo en la población de la sierra y la selva, es la prevención del daño cerebral de los recién nacidos por esta causa, la elevación de la capacidad intelectual y del aprendizaje de los niños, y, en general, su enorme contribución a mejorar el estado nutricional y el desarrollo de la población. Incluso, potencia el beneficio de otros programas como la lucha contra la anemia, porque mejora la utilización del hierro.

El gran desafío ahora es sostener el progreso, teniendo muy presente que la deficiencia natural de yodo en la sierra y en la selva es permanente. Las fallas después de éxitos anteriores en las décadas pasadas en Latinoamérica enfatizan el riesgo de una vigilancia débil. Es esencial, por ello, mantener un elevado compromiso político, mantener y reforzar un comité de vigilancia nacional como instrumento crítico para asegurar que todos los responsables de tomar decisiones mantengan su contribución al progreso en la nutrición del yodo. Es igualmente importante el hacer de público conocimiento el logro en la eliminación de esta deficiencia nutricional, para, de esta manera, lograr el compromiso de los profesionales de la salud, de la comunidad educativa y de la población en general, para sostener indefinidamente la eliminación de la deficiencia de yodo en nuestro país.

 

CORRESPONDENCIA

Eduardo Pretell Zárate
epretell@terra.com.pe