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Acta Médica Peruana

On-line version ISSN 1728-5917

Acta méd. peruana vol.28 no.3 Lima July/set. 2011

 

In memoriam

Dr. Alberto Ramírez Ramos (1930 – 2011)

Alberto Ramírez Ramos MD (1930 – 2011)

 

Oswaldo Zegarra Rojas1, 2, 3

1 Médico Pedíatra

2 Profesor Emérito y Ex Rector de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Lima, Perú,

3 Académico de número de la Academia Nacional de Medicina, Lima, Perú.


 

La pérdida del Dr. Alberto Ramírez Ramos, muy sentida por todos aquellos que lo conocieron, representa la desaparición de uno de los más importantes profesionales de la medicina del país, que por el prestigio alcanzado nos deja un vacío difícil de superar. Escribir estas líneas de recuerdo y testimonio ha sido muy difícil para mí, por la amistad que hemos tenido hace muchos años, principalmente por los últimos 16, tiempo en el que estuvimos muy cerca compartiendo responsabilidades en la gestión de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, donde la calidad de persona, la pasión por hacer cada vez mejor las funciones que asumía, la transparencia de sus actos, su nivel de responsabilidad, su incansable insistencia en culminar el objetivo que se proponía, han permitido conocerlo mucho más y saber valorarlo en la dimensión de aquellos que dejan el recuerdo de una valiosa existencia.

Recuerdo lo que manifesté en el homenaje que la Universidad organizó con motivo de su paso a Profesor Emérito: El Dr. Ramírez Ramos, “nació en Huaraz un día de agosto y como tal un mes de buena cosecha, al pie de nevados que conforman la Cordillera Blanca, cuyo mayor exponente es el Huascarán; tal vez, esta dualidad de aspectos haya signado su vida, la productividad que ha sido una cualidad importante de su que hacer científico profesional y los altos nevados que es el ámbito donde vuelan los cóndores hayan inspirado el deseo de superación permanente. Nació en el seno de una familia muy honorable, la que ha moldeado su personalidad, caracterizada por su integridad, lealtad, sinceridad, moralidad, religiosidad, atributos que identificamos en él”.

Siempre fue un alumno destacado; terminó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional La Libertad de su ciudad natal y se graduó de Médico Cirujano el año 1957 en la Facultad de Medicina de San Fernando, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ese mismo año viajó a la ciudad de Chicago a realizar sus estudios de postgrado, primero el internado en el Woddlawn Hospital de la ciudad, para continuar en The University of Chicago Clinics, para hacer la residencia de gastroenterología en el Servicio de su admirado y famoso profesor Dr. Walter Palmer, autor de uno de los libros más importantes de la especialidad. Durante su estadía se gana la consideración de los miembros del Hospital y Universidad por sus dotes personales y calidad profesional. Considerado desde entonces como un destacado ex alumno, mantenía correspondencia continua y en gratitud figuró como uno de los contribuyentes anuales de la Universidad. Regresa al Perú el año de 1960 y en 1969 es becado por el gobierno de Japón para concurrir al National Cancer Center de Tokio durante seis meses para hacer Fibrogastroscopia Diagnóstica, regresando el año 1972 para perfeccionarse en Endoscopia Terapéutica, lo que lo convirtió en uno de los pioneros en el uso de esos instrumentos a nivel nacional y sudamericano. Nuevamente se gana la estima de uno de los más grandes profesores de gastroenterología del Japón, el Dr. Kawashima, que lo invita personalmente en varias ocasiones a concurrir a eventos científicos de la especialidad realizados en el Japón con consideraciones especiales.

Su experiencia laboral la inicia a su retorno de Chicago en el Hospital Dos de Mayo, en la Sala San Vicente donde realizó la primera endoscopía gástrica con gran expectativa del gremio médico, Al producirse la Fundación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, deja el Hospital Dos de Mayo pasando al Hospital de la Fuerza Aérea del Perú el año 1962, permaneciendo durante 25 años, en ella funda el Servicio de Gastroenterología. Su dedicación, su desinterés, su calidad, su permanente disposición a atender y cumplir todo lo que se le solicitaba lo hizo merecedor a estima y reconocimiento de todos los estamentos del Hospital.

La carrera docente la inicia tempranamente, cuando cursaba el 3er año de Medicina como Jefe de Prácticas, en la Facultad de Medicina de San Fernando, por haber obtenido la nota más alta en el curso de Bioquímica. Lo interrumpe para seguir la residencia en la ciudad de Chicago. Al retornar el año de 1960 se incorpora a la Cátedra de Bioquímica convocado por el Dr. Alberto Guzmán Barrón, luego pasa al Departamento de Medicina como Jefe Instructor de Clínica Médica, invitado por el Dr. Víctor Alzamora Castro. Continúa como Profesor Fundador de la Universidad Peruana de Ciencia Médicas y Biológicas el año de 1961, ahora Universidad Peruana Cayetano Heredia, asciende a Profesor Auxiliar, Asociado y Principal, enseñando clínica y gastroenterología. Ha ocupado diversos cargos en la Universidad como Asistente de la Dirección de la Escuela de Postgrado, Director Universitario de Investigación, Vicerrector Académico, Rector Interino, y Fundador del Vicerrectorado de Investigación; en este último cargo oficial, organizó y diseñó los lineamientos generales y reglamentos de esta nueva unidad universitaria, pionera en el país, logrando que sea incorporada en el Estatuto de la Universidad.

Así como fue pionero en el uso de la endoscopía digestiva en el Perú, ensayando técnicas para una mejor evaluación de este nuevo instrumento diagnóstico, su interés y dedicación a la investigación ha sido muy importante en su vida profesional. Desde muy temprano inicia publicaciones sobre su investigación, entre ellas en 1960 sobre la úlcera péptica en niños, realizada durante su estadía en Chicago, trabajo conjunto con el Dr. Palmer de gran impacto en esa época. A su retorno, dedica buen tiempo a la investigación de alimentos en pacientes con cáncer y los efectos que ejercen sobre el aparato digestivo. A partir del año 1983 constituye un equipo de investigadores sobre el Helicobacter pylori, que logra interesantes aportes a la literatura mundial, principalmente en epidemiología y tratamiento, originando la producción de libros, capítulos de libros y un importante número de publicaciones en revistas nacionales e indexadas en el extranjero. Como consecuencia fue invitado a muchos eventos en el país y en el exterior como ponente o conferencista en simposios y congresos nacionales e internacionales.

Si algo lo apasionaba profundamente es la labor editorial, desde muy temprano; como estudiante universitario funda con un grupo de estudiantes huaracinos, la revista cultural “El Terruño” invitando a personalidades a escribir en ella; solo se editan dos números por tener que viajar a EEUU. Ha sido miembro del Comité Editorial de la Revista Diagnóstico de la Fundación Instituto Hipólito Unanue, de la Revista del Colegio Médico del Perú, de la Revista de la Sociedad Peruana de Gastroenterología entre muchas otras. Conocedor de su inquietud editorial, se le encarga crear la Revista SPIRAT, como órgano informativo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, labor que hace con gran dedicación y cariño, edición trimestral, que se mantiene hasta la actualidad. Se propuso realizar Spirat Especial, con el objeto de dar a conocer todas las publicaciones de los profesores y alumnos de la Universidad que están impresas en diferentes revistas nacionales e internacionales para informar de la producción anual de los investigadores, revista que mantuvo con mucho éxito durante 8 años. Asume la tarea de publicar el Libro Conmemorativo de la Universidad, con el objeto de dejar constancia de su historia y de su desarrollo, iniciándolo en el 35 aniversario, continuándolo cada quinquenio a los 40 y 45 años, dejando avanzado el correspondiente a los 50 años. Deja constancia en uno de estos libros el pensamiento que lo impulsó a hacer estas ediciones: “escribir es un deber para dejar plasmada en obra escrita el resultado de nuestras experiencias, investigaciones y observaciones para el juicio de generaciones futuras”. Su producción personal consta de 3 libros, 16 capítulos de libros, autor de 45 artículos en revistas nacionales, 22 artículos en revistas extranjeras y coautor de 17 artículos originales de investigación.

El prestigio alcanzado por el Dr. Ramírez Ramos ha sido motivo de pertenecer a múltiples sociedades de gastroenterología y de endoscopía digestiva, tanto nacionales como extranjeras, principalmente latinoamericanas; ha sido miembro del Comité de Nominaciones de la Sociedad Mundial de Endoscopía Digestiva, Miembro del Comité de Investigación de la Organización Mundial de Endoscopía Digestiva, presidente del Comité de Investigación de la Sociedad Interamericana de Endoscopía Digestiva y de la Asociación Interamericana de Gastroenterología, además de coordinador para la Investigación en América Latina. miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina, de la Sociedad Peruana de Medicina Interna de la que fue su presidente, Fellow del American College of Gastroenterology entre muchas otras.

A lo largo de su fructífera vida ha sido merecedor de múltiples distinciones y premios: Ha obtenido el Primer Premio Hipólito Unanue a la Mejor Edición Científica el año 1987 con el libro “Alimentos en Gastroenterología”, el Primer Premio a la Mejor Edición Científica con la obra “Campylobacter pylori y patología gastroduodenal” en 1994, el premio CONCYTEC en 1995, la medalla Alberto Barton por sus aportes en la investigación en 1997, el Primer Premio Hipólito Unanue al “Mejor Trabajo de Investigación Científica en Ciencias de la Salud” el año 1999, el Premio Aventis 2000 por el trabajo “Epidemiología del Helicobacter Pylori en el Perú”. Ha recibido reconocimientos de Sociedades Científicas, Condecoraciones, Medalla al Mérito Extraordinario por contribución a la Investigación por el Colegio Médico del Perú el año 2000. La última, en el marco del Congreso Latinoamericano de Gastroenterología realizado en Santiago de Chile el año 2008, ante una multitudinaria asistencia que lo ovaciona recibió el diploma de Maestro de la Gastroenterología Latinoamericana, como corolario de su magnífica trayectoria profesional.

“Ha quedado en el tintero”, mucho que decir del Dr. Alberto Ramírez Ramos; su vida deja huellas profundas en las instituciones que ha laborado; me corresponde dar testimonio de su paso por la Universidad Peruana Cayetano Heredia, que tanta dedicación y cariño le mereció, como maestro, trasmitiendo su sabiduría hasta un día antes de fallecer, esperado por sus alumnos para la clase que nunca se dictó, caminando interminablemente por sus corrillos tratando de lograr la información que alimente sus publicaciones, atendiendo a jóvenes estudiantes que lo requerían para ser parte de sus investigaciones, dispuesto a opinar en el trajín diario de la gestión, buscar soluciones o persuadir en las propuestas, era conocido por todos y respetado por todos; ha sido epónimo de una jornada científica y, con justicia, fue Profesor Emérito, Investigador y sobre todo Maestro.

Quienes lo conocimos en su intimidad tuvimos la suerte de ingresar a su familia: su esposa Yolita, sus hijos Alberto, Carlos, Fernando y Cecilia, todos excelentes profesionales, que han dado grandes satisfacciones a sus padres además de 7 nietos. Solícito amigo y médico personal, conversador infatigable, chistes a flor de labios, amante de la música, desde la clásica al bolero romántico, asiduo asistente al coso de Acho para gozar de las corridas de toros de octubre, caminante diario en el parque o la playa, gozaba con invitar a compartir su mesa y libar alguna copas, atención finamente complementada por su esposa, trotamundo pertinaz y gran compañero de viaje. Vivimos los últimos meses viendo decaer su vitalidad, era muy consciente que el fin no estaba lejano, pero su espíritu no decaía, esforzándose por ganar tiempo a la vida; lamentablemente su muerte llegó en forma súbita, y nos ha dejado una sensación de ausencia que solo se explica por la pérdida de un verdadero amigo, que seguramente ha sido de muchos. Su imagen será difícil de borrar de nuestro corazón y memoria, de su ausencia nacerán los recuerdos gratos y llenos de aprecio.

 

CORRESPONDENCIA

Oswaldo Zegarra Rojas