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Acta Médica Peruana

versión On-line ISSN 1728-5917

Acta méd. peruana vol.32 no.2 Lima abr. 2015

 

HISTORIA DE LA MEDICINA

José Manuel Dávalos Zamudio (1758 - 1821)

José Manuel Dávalos Zamudio (1758 - 1821)

 

Gustavo Ernesto Delgado-Matallana1

1. Médico cardiólogo y geriatra. Expresidente de la Asociación de Historia de la Medicina Peruana. Presidente emérito de la Asociación Médica Peruana "Daniel Alcides Carrión". Profesor emérito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Estudioso de la vida de Daniel Alcides Carrión-García.


En el recuerdo a nuestras celebridades médicas del siglo XVIII, es justo rememorar al doctor Dávalos que aún es paradigma de esfuerzo, perseverancia y resiliencia; estudio, investigación y ciencia, que impulsó el nombre del Perú en Europa y patriota defensor del prestigio de la Universidad de San Marcos. Nació en Lima en 1758 y falleció en la misma ciudad el 31 de octubre de 1821.

Tuvo un sólido proceso educativo. Después de seguir el sistema escolar de la época, ingresó al Seminario Conciliar Santo Toribio, donde estudió latín; asistió a la Pontificia Universidad San Ildelfonso, en donde cursó Filosofía Escolástica y se graduó en 1780 y luego como Maestro de Artes en 1782; pasó al Colegio San Antonio y, con alguna tendencia eclesiástica, estudió Teología. En la Universidad San Marcos obtuvo en 1780 el grado de bachiller en Filosofía.

Con la idea de ser médico y con la visión de figuras señeras como Cosme Bueno y Alegre, Francisco de la Rúa y Collazos y Juan José Aguirre, ingresó como alumno de Anatomía de la cátedra que regentaba el doctor De la Rúa (2 de mayo 1766 -setiembre 1785); con los estudios teóricos de esta y cinco años de práctica en los hospitales mayores de Lima, obtuvo la autorización del Protomedicato del Reino para ejercer como cirujano latino.

Al terminar sus estudios de Cirugía viajó a Francia en 1784, por dos razones fundamentales: por la posición existente en nuestro país para que las personas de color (entiéndase descendientes de raza negra) y sin "limpieza de sangre" no sean admitidas a estudiar Medicina y por el deseo de ampliar sus conocimientos y lograr un mejor nivel académico. En Montpellier ingresó a la famosa Escuela Médica "Louis" donde estudió Botánica, Química, Física, Historia Natural y Medicina. Transcurridos tres años de una excelente, ardua y disciplinada enseñanza, solicitó a la Universidad ser diplomado.

Tras pasar por rigurosos exámenes presentó una tesis brillante titulada "Specimen academium" ("Sobre enfermedades que reinan en Lima y su curación"), con la cual obtuvo el honroso grado de doctor en Medicina. Este trabajo mereció elogiosos comentarios en Journal de Medicine de París, el 12 de julio de 1787, en "Espíritu de los mejores diarios literarios que se publican en Europa", en noviembre de 1788, y en Madrid se publicó un extracto. Luego de exponer una Memoria sobre Botánica, fue incorporado como Miembro Correspondiente de la Academia Médica de París.

Regresó a Perú en 1788 (o quizás en 1789). Contrastando con su excelente situación en Europa, tuvo un recibimiento no compensado. Fue nombrado por el virrey Teodoro de Croix, en 1790, catedrático de Química en la Universidad San Marcos, pero solo ejerció un año por muchos obstáculos presentados. Solicitó ser incorporado a la Universidad San Marcos y a pesar de haber aprobado los exámenes pertinentes y el pago de la contenta, tuvo resistencia; fue necesario una disposición Real para ser inscrito en la Universidad, no obstante su "impureza de sangre", y sometido, por orden del virrey, a un nuevo y riguroso examen, que fue aprobado probablemente en 1792.

Como maestro de la Casa de Estudios participó en actividades académicas como objetante de tesis, presidente en grados de Arte y Medicina, etc. Por reales células se creó la Cátedra de Botánica en la Universidad de Lima, a la cual el doctor Dávalos se presentó en oposición al concurso el 29 de agosto de 1795 con un magnifico discurso sobre la importancia de la Botánica en la Medicina. Además, por Superior Decreto el virrey Gil de Taboada y Lemos, del 26 de enero de 1796, fue nombrado catedrático interino sin sueldo; inició el primer herbario o jardín botánico en un terreno del Real Hospital San Andrés y arregló un programa detallado para la enseñanza de la Botánica; no obstante este interés demostrado, el virrey Bernardo O’Higgins nombró el 5 de junio de 1797 como titular de la cátedra al bachiller español Juan Tafalla, que vino al Perú en 1786 en la expedición científica Hipólito Ruiz - José Pavón.

En 1798 ocurren tres hechos: se presentó en oposición a la cátedra Método de Medicina, para lo cual rindió un examen el 5 de junio, del que no hay un resultado claro; también se produjo el fallecimiento de su señor padre y, algo sorprendente, solicitó permiso al virrey para residir en el reino de México, donde las circunstancias "no le fueran tan adversas"; tampoco se sabe por qué se frustró el viaje.

Fue colaborador de Unanue y participó en 1793 en el dictado de las "Conferencias clínicas" en el anfiteatro anatómico. En 1806 fue designado sustituto en la cátedra de Vísperas de Medicina. El 18 de mayo de 1809 se le nombró catedrático titular de la cátedra Materia Médica, que desempeñó hasta su deceso. Con el doctor Félix Devotti participó desde 1806 hasta 1818 en la aplicación de la vacuna contra la viruela en la ciudad de Lima.

Un episodio írrito le sucedió al doctor Dávalos cuando, en un acto pérfido, el Consejo Universitario de San Marcos en 1807, al fallecer el doctor Juan José de Aguirre, catedrático de prima de Medicina y protomédico general del Reino (15 de diciembre 1789 - 1 de noviembre 1807), adoptó una determinación insólita: por desavenencias con el posible sucesor doctor Hipólito Unanue y por un procedimiento inusitado, arriesgando el prestigio del doctor Dávalos, nombró a Unanue como reemplazante del doctor Aguirre, Protomédico General del Reino. No se tuvo en cuenta lo que se explica en un documento de la Contaduría General, fechado en Cádiz el 09 de marzo de 1812 (AGI, Legajo 1028), pues ya en esa época (1807) la Universidad se encontraba en emergente reforma y el Virrey, por disposición real, tenía atribuciones de proveer, prevenir y cautelar en todos los asuntos administrativos y académicos de su jurisdicción.

Este es el ejemplo de un médico virtuoso que supo sobreponerse a la adversidad, prejuicios de linaje, "limpieza de sangre" y al rechazo a la raza "parda"; e imponerse con talento y trabajo y llegar a la Universidad por méritos propios.

Correspondencia

Dr. Gustavo Ernesto Delgado-Matallana

gustavodelgadomatallana@yahoo.es

 

Fecha de recepción: 3 de octubre de 2014

Fecha de aceptación: 26 de enero de 2015