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Acta Médica Peruana

On-line version ISSN 1728-5917

Acta méd. peruana vol.32 no.4 Lima Oct./Dec. 2015

 

HISTORIA DE LA MEDICINA

Remembranza del doctor Gustavo Ernesto Delgado Matallana  

Remembrance of Dr. Gustavo Ernesto Delgado Matallana

 

Maruja Elizabeth Yupari-Capcha5

1 Presidenta del Comité de Asuntos Contenciosos y Procedimientos Disciplinarios, Comité Ejecutivo Nacional del Colegio Médico del Perú. Médica reumatóloga. Hospital Nacional Arzobispo Loayza. Lima, Perú. Docente de pre- y posgrado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.


El doctor Gustavo Ernesto Delgado Matallana vió por vez primera la luz en la «Ciudad blanca» de Arequipa, el martes 29 de febrero de 1916, cuando en el mundo se libraba la batalla de Verdum (la más larga del mundo y la más sangrienta para la época, entre Francia y Alemania), en la Primera Guerra Mundial. Hijo de don Enrique Delgado De Tapia y de Doña Luisa Matallana Del Campo, vivió sus primeros ocho años en Mollendo, a saber, el puerto principal de la «República de Arequipa», para luego venir a Lima, por barco, en tres días de travesía, para estudiar y culminar sus estudios preuniversitarios en el Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe. En tanto, en 1925, Basadre describe la presencia de lluvias excepcionales en el norte del país; en el mundo, estaban en su apogeo el militarismo y el fascismo.

El joven Gustavo gusta del básquetbol y es admirador del futbolista Juan Valdivieso, «el Mago». A los 16 años, en 1932, postula a la universidad en plena crisis universitaria provocada por Sánchez Cerro; ese mismo fue el inicio de la guerra con Colombia, el primer ascenso al Huascarán y el inicio de la hambruna en la Unión Soviética. Pasa toda la efervescencia política de aquellos años, de Benavides, Sánchez Cerro y Haya de la Torre, donde intervienen las universidades y muere un estudiante sanmarquino; fue entonces que se cerraron las universidades. Ante esta adversidad y por el afán de proseguir estudios, regresa en barco a Arequipa, luego se dirige a Cusco y, finalmente, a Trujillo.

Ya es 1935, se reabre San Marcos y el joven Gustavo postula a la Escuela de Medicina de San Fernando (uno de los jurados que lo examinó fue el doctor Honorio Delgado, autor de la célebre frase: «No escriban un diluvio de palabras en un desierto de ideas»); pertenece a la promoción Ruperto Aguilar Condemarin, la famosa «RAC 42», en honor de su compañero de estudios fallecido de tuberculosis en el tercer año de Medicina en el Hospital Loayza. Pasa el terremoto de 1940, estudia y «cachuelea» (trabaja) en el laboratorio del Hospital del Niño, donde gana S/. 7,50 de la época (S/. 2,8 por dólar).

El internado, en 1941, coincide con la publicación de «El mundo es ancho y ajeno», de Ciro Alegría; el decano era el doctor Carlos Monge Medrano, se daba la Segunda Guerra Mundial y el Estado Peruano firmaba el convenio con los EE. UU. de Norteamérica «Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública». En dicho convenio, el objetivo era el saneamiento de la selva (se requiere caucho, jebe, seringa), por lo que llevan a cinco internos; ellos descubren Iquitos, con todo lo esa ciudad ofrece a un joven de 25 años. Lo envían a las lanchas sanitarias, donde la alimentación es con enlatados y carne de mono; atendió partos realizando maniobras de versión, realizó incisiones quirúrgicas con un cuchillo de cocina y amputó una pierna con serrucho de un aserrador, poniendo en práctica lo aprendido del maestro traumatólogo Belisario Sánchez, del Hospital Arzobispo Loayza. Se gradúa con la tesis «La avitaminosis en el Oriente peruano» y se considera a los del RAC 42 como los primeros serumistas. Ya graduado, en 1952, sigue estudios en la especialidad de Cardiología en el Instituto Nacional de Cardiología de México y en los Estados Unidos de Norteamérica.

Entre sus méritos se puede mencionar:

  • Director del hospital de Tingo María.
     

  • Gestor de leyes como la 25342, que declara héroe nacional a Daniel Alcides Carrión, único héroe civil (promulgado el 7 de octubre de 1991).
     

  • Gestor de la inscripción del nombre de Daniel A. Carrión en la Cripta de los Héroes de la Guerra de 1879. La ceremonia se realizó el 24 de marzo de 2015.
     

  • Profesor emérito de la UNMSM (desde los 30 a los 70 años).
     

  • Publicación múltiple con segundas ediciones relacionadas con la historia de la enseñanza médica en el Perú, por mencionar algunas.

Este reconocimiento se suma a otras condecoraciones, tales como:

  • Medalla de Honor Sanmarquina, en el grado de Gran Cruz, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
     

  • Medalla al Mérito Extraordinario, de la Facultad de Medicina de San Fernando, UNMSM.
     

  • Medalla al Mérito «Daniel Alcides Carrión», en el grado de Oficial, otorgado por el Ministerio de Salud.
     

  • Medalla de Honor, en grado de Comendador, otorgado por el Congreso de la Republica.
     

  • Medalla al Mérito Extraordinario, del Colegio Médico del Perú.
     

  • Profesor emérito de la Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión, de Cerro de Pasco, e Hijo predilecto del Departamento de Pasco, con la entrega de llaves de la ciudad.
     

  • Actualmente, presidente honorario del Fondo Editorial del Colegio Médico del Perú.