Sr. Editor:
La pandemia COVID-19 instauró una serie de medidas sociales en diferentes regiones del mundo, inicialmente restrictivas y posteriormente preventivas, donde se priorizó evitar el confinamiento público y promover el distanciamiento social. Nuestro país no estuvo exento de este fenómeno. 1 En este contexto, durante el 2021, se llevaron a cabo elecciones presidenciales, que requirió la votación ciudadana presencial en dos fechas distintas, el 11 de abril y 6 de junio del mismo año para llevar a cabo la primera y segunda vuelta electoral, donde participaron aproximadamente más de 17 y 18 millones de ciudadanos respectivamente 2,3 Se infiere, como es lógico, que en los periodos previos a dichas fechas existirá una tendencia a desarrollar actividades de propaganda electoral, incluyendo posibles actividades presenciales y de concentración de personas en diferentes regiones del país, en muchas de las cuales sería imposible controlar las medidas de distanciamiento social y confinamiento público. Se deduce que tanto las campañas electorales como las convocatorias a votación presencial conllevarían mayor movilización ciudadana en una época donde el distanciamiento social es crucial. 1,4
Por ello decidimos describir la incidencia estimada de COVID-19 por semanas epidemiológicas nivel nacional (a partir del número de casos de la sala situacional COVID-19 y la población estimada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática-INEI para los años 2020 y 2021) para determinar si en el período de campaña electoral y posterior a este hubiera algún cambio en la curva de incidencia estimada a consecuencia de las actividades antes mencionadas.
En el Gráfico 1 se muestra que las fechas de las elecciones se desarrollaron en los picos de incidencia estimada de COVID-19 de la segunda ola de contagios, sin cambios significativos en la curva epidemiológica en las semanas previas o posteriores a las fechas en mención, la tendencia fue similar por regiones y a nivel nacional. Este comportamiento coincide con el de saturación de casos en Perú durante la segunda ola descrita por Louca, 4 en el cual la intervención de cualquier medida de control o contraria no habría afectado el comportamiento esperado de la tendencia epidemiológica de la segunda ola en dicho período. Así existiría un potencial sesgo si se interpreta esta tendencia en puntos de corte de tiempo de forma aislada. 5

Gráfico 1 Curva de incidencia de casos (superior) y del total de casos (inferior) COVID-19 en el Perú. 2020 - SE 30 2021
Cabe mencionar que en el mes previo a la primera fecha de elecciones, el sistema informático nacional de defunciones (SINADEF) reportó 31 339 fallecimientos en dicho mes del total de 140 006 defunciones acumuladas,es decir1012 decesos diarios. 1 No obstantelas elevadas cifras demortandad,las elecciones presidenciales en 1° vuelta se llevaron a cabo según la agenda programada, es decir en plena cúspide de incidencia de casos de la segunda ola de contagios, generando temor ante la potencial exacerbación de esta tendencia en el contexto del continuo proceso de campaña electoral.
Internacionalmente se reporta relación entre las actividades electorales y aumento de número de casos de COVID-19. En países como Estados Unidos, la campaña del expresidente Donald Trump generó un aumento de aproximadamente 30 000 casos confirmados, principalmente por la aglomeración de personas en mítines, ausencia de distanciamiento social y reducido uso de mascarillas. Luego de las elecciones, se encontró asociación entre la concentración de votantes por sitio de votación y tasas de pruebas positivas para SARS CoV-2 en la ciudad de Wisconsin. 6 Brasil, tuvo elecciones municipales el 15 de noviembre del 2020, y tres días después hubo un aumento de 82 756 casos con aproximadamente 28 mil casos nuevos diarios, acumulando un total de 5 945 849 casos en dicho mes electoral.7
Se infiere que las actividades relacionadas a este tipo de fenómeno electoral podrían repercutir negativamente en la contención de la pandemia COVID-19, por ello, las estrategias de prevención resultan fundamentales, como la vacunación frente al SARS-CoV-2, medida que reduce el riesgo de mortalidad. Sin embargo, en Perú, la vacunación inició oficialmente el 09 de febrero del presente año 2021 y al 31 de marzo se reportaron 382 079 personas vacunadas, poco más del 1.1 % del total de habitantes, cifra muy lejana de los porcentajes de inmunización que como nación se esperaría alcanzar para combatir la pandemia. 1
Finalmente, en el Perú, las actividades por los comicios se desarrollaron en la cúspide de incidencia de casos de la segunda ola de contagios con aun un porcentaje muy bajo de población vacunada, sin embargo, no se evidenció cambios en la curva epidemiológica a nivel nacional, lo cual puede deberse a que en el período de máxima contagiosidad fenómenos adicionales no alteran la curva de contagios en forma significativa. No obstante, estrategias de contención y prevención frente a la COVID-19 como el voto postal o campañas en redes sociales y control de actividades de concentración de personas pueden resultar esenciales de instaurar en eventos electorales.