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Liberabit

versión impresa ISSN 1729-4827

liber. vol.21 no.1 Lima ene./jun. 2015

 

ARTÍCULOS

 

Estilos de defensa predominantes en relación con experiencias anómalo/paranormales1

Predominant defense styles in relation to abnormal/paranormal experiences

 

Alejandro Parra1

1 Instituto de Psicología Paranormal, Buenos Aires, Argentina

 


RESUMEN

El concepto de mecanismos de defensa tiene sus orígenes en la teoría psicoanalítica, que se centra más en el proceso de las defensas que en el objetivo de las defensas. El presente estudio examinó las diferencias entre individuos que tienen experiencias anómalo/paranormales y tres estilos defensivos (factor maduro, neurótico e inmaduro) y quienes no han tenido tales experiencias. Estudiantes universitarios (60 % mujeres y 40 % varones, Edad promedio = 33.87 años) recibieron el Cuestionario de Estilos de Defensa (DSQ-40) y diez preguntas que exploran varias experiencias anómalo/paranormales. Las personas reportaron una alta frecuencia de experiencias, tales como déjà-vu, sueños de percepción extrasensorial (PES), telepatía y recuerdos de vidas pasadas. Los resultados también mostraron mayor nivel de experiencias paranormales y defensas maduras, así como defensas neuróticas, en comparación con individuos sin experiencias. Aunque la naturaleza del estudio es francamente exploratoria, el autor sugiere que algunas de estas experiencias atribuidas a causas paranormales parecen servir como un mecanismo de protección a potenciales eventos traumáticos, mejorar el bienestar subjetivo del individuo o – al menos– evitar o disminuir las consecuencias perturbadoras de los eventos negativos de la vida. Por lo tanto, las experiencias paranormales podrían corresponder a rasgos no patológicos que producen cambios en la «homeostasis» psicológica.

Palabras clave: : Estilos defensivos, factor maduro, factor neurótico, factor inmaduro, experiencias paranormales.

 


ABSTRACT

The concept of defense mechanisms has its origins in psychoanalytic theory, which focuses more on the defenses´ process than on the objective of defenses. The present study examined the differences between individuals who have abnormal/paranormal experiences – and three defensive styles (mature, neurotic, and immature factor), and those who have not had such experiences. College students (60 % women and 40 % men, mean age = 33.87 years old) received the Defense Styles Questionnaire (DSQ-40) and ten questions that explore several abnormal and paranormal experiences. People reported a high frequency of experiences, such as deja-vu, dreams of extra sensory perception (ESP), telepathy and memories of past lives. The results also showed a higher level of paranormal experiences and mature defenses, as well as, neurotic defenses, compared to individuals without the experience. Although, the nature of the study is exploratory, the author suggests that some of these experiences attributed to paranormal causes, appear to serve asa mechanism of protection to potential traumatic events, improve subjective well-being of the individual or - at least - prevent or reduce the disruptive consequences of negative life events. Therefore, paranormal experiences could correspond to nonpathological traits that produce changes in psychological ‘homeostasis’.

Keywords: Defensive styles, mature factor, neurotic factor, immature factor, paranormal experiences

 


Introducción

Los mecanismos de defensa del Yo –un concepto que proviene del psicoanálisis– se define como la manera a través de la cual las personas lidian con un conflicto psicológico. El estilo defensivo es considerado como una dimensión importante de la estructura de la personalidad y se ha convertido en el primer concepto psicoanalítico reconocido por el DSM-IV (Skodol y Perry, 1993).

El concepto de estilos de defensa es un proceso dinámico que el Yo (sí mismo) utiliza para defenderse de la ansiedad (Brown, 1961; Freud, 1915/1966). El concepto se centra más en el proceso que en el objetivo de la defensa, cuyo abordaje cognitivo la conceptualiza como una reevaluación de situaciones amenazantes, lo que conlleva una reducción de la amenaza (Lazarus y Folkman, 1984). En consecuencia, las ideas están reprimidas en la medida en que quedan «olvidadas» conscientemente, a pesar de que todavía residen en el inconsciente. Según Freud (1915/1966), las enfermedades mentales, como las neurosis y la histeria, eran indicadoras de ansiedades infantiles que se manifestaban en la edad adulta. Los mecanismos de defensa para proteger al Yo de este daño pueden emerger, por ejemplo, bajo la forma de ideas reprimidas, o la proyección de su contenido a otra persona. Los estudios más sistemáticos están relacionados con la administración del Test de Mecanismos de Defensa (Cooper y Kline, 1989) en pruebas de percepción extrasensorial (PES) de elección forzada (ensayos en donde se requiere que el participante seleccione un objetivo entre un grupo de posibles objetivos) (Haraldsson y Houtkooper, 1992; Haraldsson, Houtkooper y Hoeltje, 1987; Watt y Morris, 1995). Sin embargo, existe poca consideración en el psicoanálisis freudiano para los eventos paranormales o sobrenaturales (Eisenbud, 1983), de hecho, si una persona sostiene que ha tenido una experiencia de encuentro con un fantasma, o cualquier otra experiencia anómala, tal experiencia podría ser clínicamente interpretada como síntoma de un cuadro psicótico.

No obstante, numerosos psicoanalistas adhieren una explicación alternativa; por ejemplo, Ehrenwald (1974) observó que una experiencia fuera del cuerpo (EFC) –en donde un individuo dice «dejar» su cuerpo, al cual ve desde una perspectiva por fuera de este, y viajar a lugares distantes (Parra, 2008a)– podría ser la respuesta a la necesidad humana de negar o desafiar a la muerte. Ehrenwald sugirió que algunas de las implicaciones psicodinámicas de la EFC pueden ir desde casos patológicos de despersonalización y desrealización en individuos delirantes hasta cuadros neuróticos. En este mismo sentido, Ring y Rosing (1990) presentaron la noción de personalidad propensa a experiencias anómalas, como las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM), esto es, aquellos que experimentaron ECM tenían más probabilidades de reportar experiencias infantiles traumáticas en comparación con un grupo control interesados en las ECM pero que nunca la han experimentado. El primer grupo también puntuó más alto en disociación, en línea con la investigación que plantea un vínculo entre la tendencia a disociar y el trauma infantil. En general, se cree que la tendencia a disociar puede servir como un mecanismo de defensa en casos de infancia traumática porque permite que el individuo produzca una separación entre el Yo y aquella realidad intolerable (Irwin, 1994a, 1994b, 2000; Lawrence, Edwards, Barraclough, Church y Hetherington, 1995). Gómez Montanelli y Parra (2006) encontraron un débil predominio de mecanismos de defensa maníacos por sobre los esquizoides, usando una prueba de administración verbal conocida en Argentina como Cuestionario Desiderativo (Bernstein, 1973). Sin embargo, hay una importante cuestión teórica que ha sido poco estudiada respecto a la contribución de los estilos de defensa a las experiencias anómalo/paranormales. La investigación empírica indica que numerosos factores inciden sobre algunas –quizá no todas– las experiencias paranormales (Parra, 2010, 2011, 2012; Parra y Corbetta, 2013).

En este estudio se presenta el primer intento por relacionar tres estilos de defensa (madura, neurótica e inmadura) con la frecuencia de experiencias paranormales, tales como sueños extrasensoriales, telepatía, visión del aura, experiencias fuera del cuerpo, recuerdos de vidas pasadas, sensación de presencia, sanación a distancia, déjà-vu, experiencia mística, apariciones y un recuento (o suma) de estas experiencias. Aunque la naturaleza del estudio es meramente exploratoria, la predicción es que, en comparación con individuos sin experiencias, las personas que reportan experiencias paranormales puntuarán más alto en el estilo maduro, estilo neurótico, y el estilo inmaduro, en comparación con quienes no tuvieron experiencias paranormales.

Método

Procedimiento

A los participantes se les entregó dos cuestionarios para que los desarrollen, previamente se les brindó información de los objetivos del estudio, utilizando un lenguaje razonablemente comprensible; así mismo, firmaron un consentimiento informado. Completaron las escalas en una sesión única acordada con los docentes. El análisis estadístico incluyó correlaciones utilizando medidas no paramétricas (Rho de Spearman) y los datos se cargaron en un paquete estadístico (SPSS 20).

Participantes

De un total de 513 estudiantes universitarios del Departamento de Psicología de la Universidad Abierta Interamericana (Campus Sur), Buenos Aires, Argentina, se recibieron 327 cuestionarios completos (63 %). La muestra estuvo integrada por 199 (60 %) mujeres y 128 (40 %) hombres, con un rango etario de 17 a 47 años (M = 23.87, DS = 8.22).

Instrumentos

Cuestionario de Estilos de Defensa - DSQ-40 / Defense Style Questionnaire (Andrews, Singh y Bond, 1993). Se empleó la versión en español de cuarenta reactivos del El DSQ-40 que deriva de una versión anterior de 88 reactivos (Bond, Gardner, Christian y Sigal, 1983; Bond et al., 1989), que proviene de la categorización de defensas del DSM-III-R (Andrews et al., 1993). A pesar de los elementos a favor de la confiabilidad y la validez de distintas versiones del DSQ, ambos comparten las mismas limitaciones que otras escalas autoadministradas de mecanismos de defensa (para una discusión de los problemas psicométricos del DSQ, ver Davidson y McGregor, 1998). La fiabilidad interna de este inventario es buena, con un coeficiente alfa de Cronbach de .81 y fiabilidad test-retest también aceptable (.89 a .93 para la versión española). El objetivo del DSQ-40 es identificar el estilo característico de cómo la gente –consciente o inconscientemente– afronta los conflictos basados en la idea de que pueden responder acerca de sus actitudes respecto a ciertas situaciones. Andrews et al. (1993) reorganizó el instrumento en 40 reactivos (afirmaciones) relacionadas con 20 estilos defensivos descritos en el DSM-IV, que arrojó una solución factorial de tres estilos: cuatro defensas relacionadas con el factor «defensas maduras» (Racionalización, Sublimación, Humor y Anticipación), cuatro relacionadas con el factor «defensas neuróticas» (Anulación, Pseudo-altruismo, Idealización y Formación reactiva), y diez con el factor «defensas inmaduras» (Proyección, Agresión pasiva, Actingout, Aislamiento, Desvalorización, Fantasía autista, Negación, Disociación, Escisión y Somatización) (Blaya, Kipper, Perez y Manfro, 2003). Cada reactivo se evalúa en una escala de 1 a 9, donde 1 indica «Totalmente en desacuerdo» y 9 «Totalmente de acuerdo». El instrumento ha sido traducido y validado al idioma finlandés, francés, español y japonés con resultados similares al original, el cuestionario se ha utilizado en otras culturas con resultados similares, pero en versiones no validadas (Bond et al., 1989).

• El segundo instrumento fue utilizado en una serie de estudios previos (Parra, 2006, 2008a, 2008b, 2010a), compuestos por 10 reactivos de experiencias anómalo/ paranormales. Cada reactivo tiene una escala Likert, siendo: 0 = Nunca, 1 = Una vez, 2 = Rara vez y 3 = Múltiples veces. La fiabilidad interna de este inventario es buena, con un coeficiente alfa de Cronbach de .92, y fiabilidad test-retest también aceptable. La suma de las puntuaciones de las diez experiencias arroja un índice –o recuento– de experiencias (Psi Índex), que luego se utilizó para correlacionar con las puntuaciones de los estilos de defensa. El índice tiene un rango de 0 = Sin experiencia a 10 = Todas las experiencias.

Resultados

La Tabla 1 muestra la frecuencia y porcentaje de las diez experiencias anómalo/paranormales. De los 327 participantes, más de la mitad dice haber experimentado –al menos varias veces– diferentes tipos de experiencias, tales como déjà-vu (77 %), sueños extrasensoriales (47 %), telepatía (42 %) y recuerdo de vidas pasadas (36 %).

El factor Maduro correrelacionó significativamente con cinco experiencias anómalo/paranormales (50 %): aura (rs = .22), experiencias fuera del cuerpo (rs = .19), sueños extrasensoriales (rs = .18), recuerdo de vidas pasadas (rs =.17), y el Index (rs = .23). El factor Neurótico correlacionó significativamente con seis experiencias anómalo/ paranormales (60 %): telepatía (rs = .24), sueños extrasensoriales (rs = .22), experiencias fuera del cuerpo (rs= .20), recuerdo de vidas pasadas (rs = .18), ver el aura y sensación de presencia (rs = .17) y el Index (rs = .22). El factor Inmaduro no correlacionó con ninguna de las experiencias (ver Tabla 2).

Discusión

Luego de examinar las diferencias entre personas que reportaron experiencias anómalo/paranormales así como estilos de defensa y quiénes no, los análisis confirman dos de las tres hipótesis, esto es, que personas que reportan alto nivel de experiencias paranormales (específicamente, déjà-vu, sueños extrasensoriales, telepatía, y recuerdo de vidas pasadas) tienen un predominio de estilos maduro y neurótico de defensa, por ejemplo, personas que indicaron haber tenido experiencias de ver el aura, experiencia fuera del cuerpo, sueños extrasensoriales y recordar vidas pasadas puntuaron más alto en defensas maduras, es decir, una relación «sana» con la realidad, caracterizada por la anulación, la sublimación y el humor. Personas que experimentaron telepatía, sueños extrasensoriales, experiencias fuera del cuerpo, recuerdo de vidas pasadas, aura y sensación de presencia también puntuaron alto en defensas neuróticas.

La idea de que las experiencias paranormales pueden ayudar a mantener la integridad psíquica está, en parte, basada en estudios que han establecido que las creencias paranormales correlacionan negativamente con la psicopatología (para una revisión ver Irwin, 2009; Schumacher, 1990). Para estas personas, tener un sistema de creencias paranormales, lejos de ser creencias «irracionales», bien podrían ser una defensa cognitiva contra la incertidumbre de ciertos acontecimientos caóticos de la vida (como la sublimación y el humor) y dar sentido y coherencia a las coincidencias, esto es, estilos que caracterizan a las defensas maduras y neuróticas (Williams e Irwin, 1991). Las experiencias paranormales también pueden servir como un estilo defensivo per se, por ejemplo, las experiencias disociativas como un estilo defensivo contra un evento traumático (como una experiencia fuera del cuerpo) (Wolfradt, 1997). Del mismo modo, la propensión a la fantasía, que correlaciona con experiencias y creencias paranormales, también podría servir a esta función (Irwin, 2000; Parra, 2010a, 2010b). Sin embargo, algunos estudios que investigan la relación causal con la propensión a la fantasía han utilizado creyentes en lo paranormal, que podrían no ser representativos de la población general, a consecuencia de lo cual tal vez no sea posible generalizar aquellos resultados.

Otra perspectiva es que algunos trastornos mentales bien pueden ser adaptativos. Desde el punto de vista evolutivo, los trastornos depresivos son ejemplos prototípicos de un modelo adaptacionista. Los psiquiatras evolucionistas comparan los trastornos mentales leves a ciertas dolencias físicas menores, como la fiebre, el dolor no crónico, las náuseas o la diarrea (Hagen, 1999). Es bien sabido que, por ejemplo, el aumento de la temperatura corporal puede evitar el ataque de agentes patógenos e infecciosos en el cuerpo humano, de modo que la fiebre puede ser un mecanismo de defensa muy útil (Nesse y Williams, 1994). Del mismo modo, algunos trastornos mentales leves también pueden tener cierto valor adaptativo. Un buen argumento para esta hipótesis es que tendemos a ser bastante exigentes con los objetos de nuestra ansiedad, por ejemplo, es más fácil asustar a los niños con serpientes y arañas, que con las armas y cuchillos, a pesar de que estos últimos son mucho más peligrosos (Marks y Nesse, 1994; Ohman y Mineka, 2001). En tal sentido, la sensación de presencia o ver un fantasma parece una experiencia defensiva común para aquellos que atraviesan un proceso de duelo en la viudez; una experiencia fantasmal bien puede representar un estilo defensivo contra el riesgo de colapso de una melancolía (LeMalefan, 2012). El recuerdo de vidas pasadas podría ser una fantasía (como estilo defensivo) saludable para afrontar y distorsionar experiencias traumáticas infantiles reales (p.ej., abuso sexual, ver Mills y Tucker, 2014). Debido a su correlato con otras experiencias perceptuales inusuales y con la propensión a la esquizotipia (Parra, 2006, 2009, 2013), algunas experiencias paranormales también pueden representar un intento por poner en juego estilos defensivos (o una combinación de estos) en términos de proporcionar un contexto cognitivo apropiado para lidiar contra experiencias espontáneas que, en principio, parecen intrusivas y perturbadoras para el individuo.

Desde el punto de vista de la salud mental, algunas de estas experiencias no solo parecen proteger al aparato psíquico de eventos traumáticos, sino también, aumentan el bienestar (Parra, 2008a) y el sentido de la vida (Parra y Corbetta, 2013), o por lo menos evitar o disminuir las consecuencias de eventos negativos de la vida, sea mecanismos de proyección o diferentes estrategias de afrontamiento contra la ansiedad. En efecto, podrían ser aspectos adaptativos frente a experiencias indeseables: una regresión asociada a una «solución paranormal» para promover una forma de reorganización psicológica, y de este modo tener un efecto positivo sobre los trastornos psicológicos. Futuros estudios deberán examinar la relación entre estilos de defensa y experiencia paranormal con otras variables, tales como la disociación (Parra, 2009; Richards, 1991), límite «fino» (Krippner, Wickramasekera y Tartz, 2002) y esquizotipia (Houran, Wiseman y Thalbourne, 2002; Parra, 2010b) como potenciales predictores de la plasticidad o rigidez de los estilos defensivos.

 

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CORRESPONDENCIA

Alejandro Parra rapp@fibertel.com.ar

 

Recibido: 24 de noviembre de 2014
Aceptado: 08 de mayo de 2015

 


NOTAS

1 Agradecimiento a la Fundación BIAL sin cuyo subsidio este estudio no se hubiera realizado.