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Revista de la Sociedad Química del Perú

versión impresa ISSN 1810-634X

Rev. Soc. Quím. Perú v.76 n.1 Lima ene./mar. 2010

 

HISTORIA DE LA QUÍMICA

 

Centenario del nacimiento del Maestro Juan de Dios Guevara

(Por el Dr. Fernando Quevedo Ganoza)

 


Antes que nada, debo agradecer al Consejo Directivo de la Sociedad Química del Perú, por concederme un gran honor, que siempre apreciaré, al invitarme a presentar las palabras en homenaje del Centenario del nacimiento de nuestro Maestro Juan de Dios Guevara.

Hoy, como en anteriores ocasiones, en este mismo lugar estamos reunidos los que amamos al Maestro y que lo seguimos venerando. No hemos venido esta vez a lamentar su partida, estamos reunidos para celebrar la vida de este Maestro ejemplar.

Hace un siglo, un día como hoy, vio la luz en Pisco, quien con el tiempo demostraría ser un maravilloso ser humano. Cien años han pasado "y los discípulos que de los discípulos del Maestro vengan" seguirán admirando la obra y la vida de Juan de Dios Guevara. Su trayectoria estudiantil, en sus inicios es similar a la de Jorge Basadre, inició en Lima sus estudios en la prestigiosa "Deutsche Schule", Colegio Alemán que comenzó a formar su carácter y su disciplinada personalidad, para terminar su educación secundaria en el Primer Plantel de la República, el Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe, al cual recordaba con gran afecto, perteneciendo a una Promoción Guadalupana famosa por haber estado integrado, entre otros brillantes egresados, por el Gran Maestro de la Educación en el Perú, Carlos Lanfranco y por algunos jefes de Gobierno peruano. Para sus estudios superiores, Juan de Dios ingresó a San Marcos, pero debió pasar algún tiempo como estudiante de una universidad chilena, por el cierre de la Universidad peruana. Regresó al Perú y obtuvo el título profesional de Químico Farmacéutico, del cual siempre se sintió orgulloso, para doctorarse, tiempo después, en Farmacia y Bioquímica. Todos sabemos que el maestro Guevara hizo de su desempeño profesional un verdadero sacerdocio.

Lo que no todos saben y algunos, talvez, no recuerdan es que, durante la II Guerra Mundial, el Perú dejó de recibir medicamentos de Europa o de los EEUU de América. Los agentes terapéuticos y sus ingredientes no tenían otro destino que los países que participaban en la gran conflagración mundial. La salud y la vida de los peruanos peligraban. Fue entonces que Juan de Dios, aplicó sus profundos conocimientos en Química Orgánica, en Tecnología Farmacéutica y en Farmacología, para diseñar, sintetizar ingredientes y fabricar los medicamentos que los habitantes del Perú requerían. De los laboratorios farmacéuticos de ese otro Maestro Ángel Maldonado, surgieron las medicinas que salvaron del dolor, del sufrimiento y de la muerte a miles de compatriotas. Nunca recibió, por esos logros, un reconocimiento oficial del Gobierno, pero estamos seguros que la historia del Perú lo reconocerá algún día.

Por supuesto que sus discípulos, sus alumnos u otros estudiantes que lo admiraban sí lo han reconocido. Es así que Juan de Dios posee un verdadero record en ser Epónimo de promociones universitarias y no sólo, de Farmacia y Bioquímica. Por eso mismo, y por sus grandes méritos académicos, científicos y humanos, fue propuesto y elegido como "El Químico Farmacéutico del Milenio".

La filosofía oriental, tan profunda y ejemplar, reconoció que el Dr. Guevara era un gran símbolo universal y lo comparó con un árbol frondoso, que brinda frutos y sombra paternal a los que lo requieren. Por eso en el Japón, muchos años ha, las autoridades universitarias sembraron un árbol que lleva el nombre de nuestro Maestro, el cual sigue siendo cuidado con devoción y visitado, cada año, por miles de personas que admiran ese árbol, ahora muy desarrollado, que tan bien representa a nuestro Juan de Dios. De la vida personal del Maestro podemos recordar que tuvo varios idilios, varios romances, el primero de los cuales fue con la esposa y compañera de toda su vida, la Sra. Anita y sus hijos. Los otros idilios fueron con la Sociedad Química del Perú, con la Facultad de Farmacia y Bioquímica sanmarquina, con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y con la Academia Peruana de Farmacia. La SQP ha reconocida su permanente y prolongado liderazgo, su óleo preside todas las actividades científicas y sociales, la Revista de la Sociedad, que él cultivó y editó durante muchos años, le dedica frecuentemente artículos en su honor.

Fue Decano por dos periodos de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, el Auditorio principal de ella lleva, desde 1999, el nombre de "Maestro Juan de Dios Guevara" y es presidido por una gigantografía muy bien lograda. El principal Instituto de Investigación de la Facultad lleva su nombre. El amor por su Facultad, lo conservó aun después de muchos años de retirarse de la Universidad. Cuando la Comisión Reorganizadora de San Marcos, estaba "ad portas" de hacer desaparecer la Facultad, para reducirla a una simple Escuela de la Facultad de Medicina, Juan de Dios me llamó y perdónenme por mencionar algo tan personal, y me ordenó cariñosamente con un "no todo es dinero en la vida, Profesor" que dejara un cargo internacional para el que me acababan de proponer, y que regresara al Perú para evitar lo que hubiera sido una catastrófica degradación de su estatus como Facultad.

Es importante recordar que el Maestro fue el Rector de San Marcos que más tiempo ocupó el cargo, en las recientes épocas. Hace muy poco, al celebrarse el 40 Aniversario del Museo de Arte de San Marcos, que el creó, se publicó un hermoso libro de los retratos de personajes distinguidos, el cual tiene palabras especiales al comentar el óleo, que figura en la galería de Rectores, y que fuera elaborado por el gran artista guadalupano Milner Cajahuaringa. El comentario del libro, al referirse al óleo de Juan de Dios, textualmente dice: "Milner Cajahuaringa nos ha dejado el retrato que hiciera a Juan de Dios Guevara en 1978, químico que llegó a ser Rector de San Marcos y bajo cuya regencia se fundó este Museo. En él el pintor igualmente deja de lado su abstracción geométrica característica, para procurar una figuración veraz, en el marco de un fondo donde juega con el color luminoso característico de su paleta y se recrea en un atributo relacionado a la profesión del Rector".

Puede parecer anecdótico, pero a diferencia de lo que ocurre en algunas universidades, en las que no hay una firme unión y trabajo armónico entre Rectores y Vicerrectores, viene a nuestra memoria, que el Vicerrector del Rector Guevara, tenía, y demostraba, una gran admiración y cariño por Juan de Dios: el Vicerrector Alberto Escobar, gran escritor y literato, me afirmó en cierta ocasión, que, además de los muchos méritos académicos y humanos, el Dr. Guevara "tenía un estilo literario propio y muy valioso. Se ha recordado, en estos últimos meses, que fue Juan de Dios quien decidió hacer construir un cerco perimetral alrededor de la Ciudad Universitaria de San Marcos, los estudiantes se oponían, pero la firmeza del carácter del Rector se impuso y el cerco se logró. Hoy, son los estudiantes, y también los docentes, que se oponen a que ese cerco desaparezca como se quiere hacer para favorecer el desarrollo de una vía.

Al celebrar el Centenario del Nacimiento de Juan de Dios Guevara, es pertinente recordar algunos hechos de su vida que lo retratan de cuerpo entero, en todo su valer, episodios que no se han dado ha conocer, por diversas razones. Uno de ellos, del cual por casualidad, fui testigo de excepción, en la ocasión que en dos laboratorios de la Facultad requerían, con gran urgencia una refrigeradora: El presupuesto, siempre tan exiguo, sólo alcanzaba para comprar una de ellas. Juan de Dios decidió donar a la Facultad la refrigeradora de su hogar. Recuerdo a una Anita, desesperada sin "su" refrigeradora y los alimentos y bebidas colocados encima de unas mesas, mientras buscaba afanosamente dónde podía comprar, a plazo por supuesto, ese equipo indispensable en la cocina. Finalmente, la paz y la armonía se habían recuperado en la Facultad. Y, gracias a la comprensión y amor de Anita por su Juanito, no se alteró la paz ni el amor conyugal y, tiempo después, una nueva refrigeradora, no recuerdo si igual o mejor, ingresó al hogar Guevara-Campoy.

Los hombres extraordinarios conservan su grandeza hasta los instantes finales de su existencia. Vuelvo a pedir disculpas por relatar dos episodios que me conmovieron y que me sigue emocionando. El primero, un sábado por la tarde me encontraba dirigiendo una asamblea en la Asociación Guadalupana. Recibí una llamada de una de nuestras dos Anitas. Sabían que yo estaba cerca del Hospital Rebagliati. Acababan de recibir el encargo de una de las médicas tratantes de don Juan de Dios pidiéndoles llevar la Libreta Electoral del Maestro, para los trámites administrativos finales. El pedido significaba fallecimiento; me pidieron que fuera al hospital inmediatamente, pues ellas estaban más lejos. Llegué al nosocomio para comprobar que el Maestro aún seguía con un hilo de vida, pero sus signos vitales demostraban que el desenlace estaba muy cercano. Al poco rato, llegaron la esposa y la hija y supieron lo que estaba ocurriendo. Nos acercamos al lecho de dolor, para despedirnos de ese ser amado. De pronto, Juan de Dios abrió los ojos, volvía a la vida y su primera reacción fue pedir a Anita hija, sus lentes, su lapicero y su cuaderno pues no había terminado el artículo que le habíamos pedido para la Revista "Ciencia e Investigación" de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, que él había bautizado y dirigido, por algunos años. El Maestro terminó el artículo que se publicó poco después en la Revista. Una semana más tarde, aproximadamente, fue evidente que el final, esta vez sí, estaba muy cerca. El Maestro hizo tres pedidos, uno era "salvar a la SQP", pues la carencia de inscripción en los Registros Públicos y otros aspectos amenazaban su existencia; hoy vemos que nuestra Sociedad tiene un Consejo Directivo de lujo, que sigue realizando Congresos internacionales y locales y que su Boletín, ahora felizmente Revista, sigue siendo la publicación científica peruana más antigua; este 2010 está cumpliendo 76 años de aparición ininterrumpida. El otro pedido, fue no dejar que el Instituto de Investigaciones Farmacéuticas y de Productos Naturales de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, siguiera sin una buena infraestructura de laboratorio. Cumpliendo con ese pedido, tiempo después se inauguraba un edificio inteligente, con aire acondicionado y muy bien equipado, que fuera bautizado como "Pabellón Juan de Dios Guevara" e inaugurado con dos padrinos excepcionales: Leonidas Unzueta, ex Presidente de la SQP, y Anita de Guevara. El tercer pedido, fue que se publicaran algunos de sus escritos que ya había concluido y que estaban en la oficina de su casa. Las "Anitas" consiguieron la financiación, por Soka Gakkai, Asociación Budista en el Perú, y con la colaboración de la SQP el libro, sobre "Figuras Cumbres de la Física y la Química", fue finamente editado y tuvo una, hasta hoy recordada presentación en el Auditorio de la Asamblea Nacional de Rectores. Personalmente he comprobado que el libro se usa para la docencia en universidades peruanas, en algunas españolas y, por lo menos, en una argentina.

Parafraseando algo que todos hemos estudiado en la escuela, podemos afirmar "que la Gloria y el prestigio académico y científico de Juan de Dios Guevara, crecerá con el tiempo como crece la sombra cuando el sol declina".

Muchas gracias, Querido Maestro, por haber vivido tan ejemplarmente. A nosotros corresponde seguir tomando tu modelo como paradigma y camino de vida a seguir. La Sociedad Química del Perú, las otras instituciones académicas mencionadas y las varias Promociones que se honran al llevar tu nombre, a las que dedicaste tantos amorosos esfuerzos, se inclinan reverentes ante tu memoria y te renuevan su sempiterna gratitud.

 

Lima, 1° de marzo del 2010

Discurso pronunciado por el Dr. Quevedo ante la tumba del Maestro Guevara