EDITORIAL  

Corría el año 1933; los químicos del Perú, después de algunas reuniones previas que coordinaban los Doctores Fortunato Carranza y Víctor Cárcamo, fijan el 17 de octubre para firmar el acta de fundación de la Sociedad Química.

Entre los acuerdos tomados por el Primer Consejo Directivo estuvo el poner en marcha inmediatamente lo que pide el Estatuto “Difundir los conocimientos y avances de la ciencia química por medio de un órgano de publicidad que tenga profusa difusión entre sus socios y los centros docentes superiores, dependencias del Estado y empresas privadas, relacionadas con la materia”.  

Poco después se nombra la Comisión de Publicaciones con el Sr. Químico José F. Levy como presidente de la misma.  

El primer número del Boletín (hoy Revista) se publicó en julio de 1934, 9 meses después de fundada la S.Q.. El segundo número salió en diciembre del mismo año. Desde entonces, y a partir de 1935, serían 4 por año. Publicación nunca interrumpida y con los 321 números siempre separados, hasta el presente.  

¡Nuestra Revista ha cumplido los 80 años.!  

En sus inicios, los trabajos presentados eran expuestos y discutidos por los socios en reuniones mensuales. La Comisión de Publicaciones elegía los que serían publicados en el Boletín. Más tarde se empezó a aceptar trabajos de investigadores no socios, peruanos y extranjeros. Muchos de esos trabajos habían sido presentados en los Congresos de Química, nacionales e internacionales organizados por la SQP.  

¿Cómo se explica tal persistencia en la publicación de esta Revista?; porque en 80 años de historia, el devenir de los acontecimientos en una sociedad, de la naturaleza que ella sea, pueden ser de tal magnitud que admirarían al lector que los examinara en la retrospectiva del tiempo.  

La respuesta en este caso está en un hombre, el Dr. Juan de Dios Guevara Romero. En 1938 fue nombrado presidente de la Comisión de Publicaciones; en 1940 se le nombró Secretario General de la SQ, cargo que pasó a ser permanente a partir de 1953 por decisión de la Asamblea General, y como tal, debía supervisar y facilitar el funcionamiento de todas las Comisiones, de la Sociedad.  

A sus manos llegaban los trabajos enviados para su publicación; éstos eran derivados a la Comisión de Publicaciones.  

Cuando en algún momento la Comisión fallaba, Juan de Dios la suplía; lo mismo hacía de corrector de estilo, como de las pruebas de imprenta.  

Y así número tras número, hasta sus últimos días. Ni el cargo como Decano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica o Rector de la UNMSM, durante 8 años fue obstáculo para que siguiera cumpliendo sus funciones como Secretario General y editor del Boletín.

En una de las reuniones en la SQ el Dr. Fortunato Carranza agradecía y felicitaba al Dr. Guevara “por su entusiasmo para trabajar sin desmayo por la Sociedad, especialmente a través de la publicación del Boletín”.  

Durante la década de los 90 tuve la suerte y el privilegio de colaborar con el Dr. Guevara, a través de la Comisión de Publicaciones. De él aprendí a encariñarme con la SQ. y con el trabajo de la revista.  

A partir del Nº 4 del 2003 se cambió el nombre de Boletín por el de Revista de la Sociedad Química del Perú. Se le dio un “formato” más en consonancia con una publicación científica, basado principalmente en las “normas de Vancouver y de la ACS. Para ello se contó con el apoyo del Dr. Naldo Balarezo, desde CONCYTEC, y el de los Doctores Jorge Angulo y Mario Ceroni, presidentes de la Comisión de Publicaciones, consiguiendo indizar la Revista en SciELO y Latindex, y licenciada en EBSCO.

El Boletín ya estaba indizado en el Chemical Abstracts desde el año 1953.  

Desde el año 2007 se publica también en versión digital.  

Esperemos que los futuros editores rencuenden la historia de la Sociedad Química, la calidad extraordinaria de sus fundadores y de otros que los siguieron como Fortunato Carranza, Víctor Cárcamo, Ángel Maldonado, Alberto Guzmán, Juan De Dios Guevara, Santiago Antúnez de Mayolo, Gastón Pons Muzo, Dionisio Ugaz y tantos otros.  

Ello les ayudará a no perder el norte y encariñarse con el trabajo.  

Así la Revista llegará seguramente a cumplir los 100 años y más. ¡Dios lo quiera!  

Luis Valles F.