SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.93 número138Antígona González: la perpetua construcción de la memoria colectivaLa construcción del sujeto queer en Eminent Maricones índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Letras (Lima)

versión impresa ISSN 0378-4878versión On-line ISSN 2071-5072

Letras vol.93 no.138 Lima jul./dic. 2022  Epub 22-Dic-2022

http://dx.doi.org/10.30920/letras.93.138.3 

Estudios

El tema del doble en tres narradores de la Generación del 50

The theme of the double in three writers of the Generation of the 50

Nehemías Vega Mendieta1 
http://orcid.org/0000-0002-3559-1280

1 Universidad Nacional Agraria La Molina, Lima, Perú. nvega@lamolina.edu.pe

Resumen

El presente artículo analizará el tema del doble en tres narradores peruanos de la Generación del 50: Guillermo Bellido Yábar, Rubén Sueldo Guevara y Felipe Buendía. En esta generación, se desarrolló una vertiente fantástica dentro de la narrativa, la cual fue casi ignorada por la crítica hasta inicios del presente siglo. Uno de los tópicos recurrentes dentro de esta vertiente fue el tema del doble, el cual representa el conflicto entre los conceptos de identidad y alteridad, que se pueden ligar a los cambios sociales que se realizaron en dicha década. Guillermo Bellido Yábar, Rubén Sueldo Guevara y Felipe Buendía son autores poco conocidos de esta generación y tuvieron una breve producción cuentística que fue publicada básicamente en periódicos y revistas, en el que el tema del doble fue tratado de manera particular para abordar el problema de la identidad. Los cuentos de estos autores se caracterizan por insertar la figura del doppelgänger en la urbe, cuya presencia revela la fragmentación del individuo frente a los cambios que se operan en la ciudad debido a la modernidad. El encuentro entre el sujeto original y su doble reflejará la crisis de identidad que experimenta el individuo en el espacio urbano.

Palabras clave: Doble; Doppelgänger; Generación del 50; Guillermo Bellido Yábar; Rubén Sueldo Guevara; Felipe Buendía

Abstract

This article will analyze the theme of the double in three Peruvian narrators of the Generation of 50: Guillermo Bellido Yábar, Rubén Sueldo Guevara, and Felipe Buendía. In this generation, a fantastic aspect developed within the narrative, which was almost ignored by critics until the beginning of this century. One of the recurring topics within this aspect was the theme of the double, which represents the conflict between the concepts of identity and alterity, which can be linked to the social changes that took place in that decade. Guillermo Bellido Yábar, Rubén Sueldo Guevara and Felipe Buendía are little known authors of this generation and had a short narrative production that was published basically in newspapers and magazines, in which the theme of double was treated in a particular way to address the problem of identity. The stories of these authors are characterized by inserting the figure of the doppelgänger in the city, whose presence reveals the fragmentation of the individual in the face of the changes that operate in the city due to modernity. The encounter between the original subject and its double will reflect the crisis of identity experienced by the individual in the urban space.

Keywords: Double; Doppelgänger; Generation of 50; Guillermo Bellido Yábar; Rubén Sueldo Guevara; Felipe Buendía

1. Introducción

El tema del doble o doppelgänger se convirtió en recurrente en la literatura fantástica del siglo XIX durante el Romanticismo europeo. En este período, el doble adquirió un tono maléfico y amenazante y se transformó en uno de los temas principales dentro de lo fantástico. El término doppelgänger fue acuñado por Jean-Paul Richter en su novela Siebenkäs (1796) para referirse al doble. Este vocablo alemán significa literalmente "el que camina al lado". En esta novela, se representó al doble de manera humorística. Posteriormente, el doble fue abordado con un tono siniestro u ominoso por escritores como E. T. A. Hoffmann, Robert Louis Stevenson, Edgar Allan Poe y Fiódor Dostoievski. En sus obras, el doble es representado como una amenaza y refleja el conflicto interior del ser humano, pero, a la vez, también, simboliza el conflicto con el "otro", es decir, con la alteridad.

En la literatura peruana, el tema fue tratado por Clemente Palma, Abraham Valdelomar y César Vallejo, pero en la Generación del 50 se volvió recurrente, tal como menciona Elton Honores (2010), quien señala que el doble y el bestiario son los temas preferidos de esta generación. En su estudio, este autor rescata y analiza brevemente los relatos de escritores, tales como Guillermo Bellido Yábar, Felipe Buendía, Alfredo José Delgado, Luis León Herrera, José Miguel Oviedo, Elena Portocarrero, Julio Ramón Ribeyro y Rubén Sueldo Guevara.

Este artículo analizará el tópico del doble en tres autores poco estudiados de dicha generación, quienes cultivaron el cuento fantástico: Guillermo Bellido Yábar, Rubén Sueldo Guevara y Felipe Buendía. A partir de los cuentos de estos escritores, se analizará la manera cómo se construye el doble y las implicancias que este tiene con otros temas. El presente estudio posee un carácter cualitativo, ya que se estudiará el asunto del doble en estos autores de la Generación del 50 y, a partir de textos teóricos, se realizará el análisis e interpretación discursiva sobre dicha cuestión. Se utilizarán como base elementos teóricos y metodológicos de la tematología y la hermenéutica, es decir, se realizará una interpretación de los cuentos para analizar el tema. También se tomarán en cuenta algunos textos teóricos sobre el tópico del doble, cuyos estudios han crecido en los últimos años.

El doble puede ser definido como un ser de naturaleza fantástica que presenta una relación de semejanza física o psicológica con otro ser, el cual constituiría el sujeto original. Este doble, el sujeto duplicado, presenta una relación conflictiva con el sujeto original, ya que cuestiona y pone en peligro su identidad y unicidad. A partir de lecturas previas, se plantea que el doble presenta cuatro características. La primera hace referencia a su naturaleza fantástica (Jourde y Tortonese, 2005), donde el doble posee un origen sobrenatural, el cual se ha realizado por procesos de fusión, división o metamorfosis (Doležel, 2003). La segunda característica se refiere a que el doble representa el conflicto entre identidad y diferencia debido a que el sujeto original y el sujeto duplicado presentan semejanzas, pero también diferencias, las cuales producen el conflicto que, generalmente, generará consecuencias negativas al sujeto original (Jourde y Tortonese, 2005). La tercera característica plantea que el doble es un ser de compulsión visual (Webber, 1996), pues requiere ser observado por el protagonista; ello implica la presencia de un cuerpo en el que se manifieste la cohabitación o separación corporal (Jourde y Tortonese, 2005). La última característica señala que el doble aparece o representa un momento de crisis del individuo (Dieguez, 2013).

Jourde y Tortonese (2005) sostienen que el doble se configura como un tópico constante en la literatura fantástica y representa uno de sus temas capitales. La literatura fantástica plantea una transgresión de las leyes que rigen la realidad y el tema del doble representa una transgresión o ruptura de la identidad del individuo. Este tema refleja el miedo del ser humano a la duplicación o fragmentación de su personalidad, ya que cuestiona la idea de su unicidad o individualidad, tanto psicológica como física. El doble ha sido estudiado según perspectivas psicoanalíticas, filosóficas y literarias. Juan Antonio Molina Moix menciona, en el prólogo de la antología Álter ego: Cuentos de dobles (2007), lo siguiente: "Con la llegada del siglo XX, el motivo del doble pasa a convertirse en el mecanismo idóneo para expresar el contacto entre culturas y civilizaciones" (p. 26). Por ello, el tópico del doble puede ser utilizado para analizar las relaciones o contactos entre culturas que se han realizado en el desarrollo histórico en un país o continente; es decir, el motivo del doble presenta implicancias sociales. A partir de estas ideas, se mencionarán dos propuestas teóricas sobre los tipos de doble que ayudarán al análisis de los cuentos.

En primer lugar, Lubomír Doležel (2003), desde una perspectiva estructuralista y tematológica, plantea tres variedades del doble a partir de los modos de construcción, es decir, la manera en la que se otorga vida ficticia al doble. El primer modo corresponde al doble que se origina por fusión. Se presenta cuando dos individuos separados originalmente se fusionan para formar el doble. Este procedimiento se utiliza en el cuento "William Wilson" de Edgar Allan Poe. En el segundo modo, el doble se origina por fisión; este se produce cuando el sujeto duplicado se genera por la división de un individuo originalmente simple. Los ejemplos mencionados por el crítico son "La nariz" de Nikolái Gogol y "La sombra" de Hans Christian Andersen. En el tercer caso, el doble se origina por metamorfosis, así, el doppelgänger se genera por un proceso de transformación física. Este tipo se encuentra en las novelas El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson y La metamorfosis de Franz Kafka.

En segundo lugar, Pierre Jourde y Paolo Tortonese (2005) plantean una tipología general del ser duplicado, el cual se manifiesta de dos formas: el doble subjetivo (interior) y el doble objetivo (exterior). Por un lado, el doble subjetivo aparece cuando el protagonista de una narración fantástica se encuentra frente a su propio doble o tiene la sensación de poseer dos personalidades. Este doble subjetivo puede ser interno, si se manifiesta psíquicamente, es decir, el yo interior se encuentra fragmentado o escindido en dos personalidades opuestas (posesión o personalidad múltiple). En cambio, el doble subjetivo externo se presenta de manera física mediante un ser exterior diferente con el que se identifica el yo del personaje (gemelos, sosias o autoscopía). El doble subjetivo plantea la desintegración de la instancia unificadora de la conciencia del yo individual, tanto como sujeto (frente a sí mismo) que como objeto (frente a los demás). Esta fragmentación, escisión o desdoblamiento se expresa en dos instancias o personalidades opuestas. Por otro lado, el doble objetivo se manifiesta cuando el personaje se encuentra frente al doble de otro individuo; en otras palabras, el protagonista es testigo de un desdoblamiento ajeno. El doble objetivo muestra principalmente la problemática de la relación entre el sujeto y el mundo en el cual se sitúa. El personaje que es testigo del desdoblamiento de otro individuo se interrogará si las leyes ordinarias del mundo en que vive han sido transgredidas. A partir de estas ideas, se puede observar que la propuesta de Jourde y Tortonese se basa en la perspectiva, es decir, en la posición del narrador respecto del doble. A continuación, se analizarán los cuentos de los autores mencionados.

2. Guillermo Bellido Yábar1: "El hombrecillo del tranvía" (1953)

El cuento "El hombrecillo del tranvía" fue publicado en el Suplemento Dominical de El Comercio en 1953. El narrador heterodiegético relata la historia de un hombre que aborda un tranvía después de muchos años, ya que su auto sufrió un desperfecto. En el viaje, recuerda a su antiguo grupo, integrado por cuatro amigos, en el que ocupaba el último lugar en la jerarquía. Recuerda el accidente en que fue salvado, por uno de sus compañeros, de ser atropellado por un auto. Debido a esa intervención, dicho amigo padeció una cojera permanente. Tras el recuerdo, el protagonista se interroga por las causas de su éxito y del fracaso de sus tres antiguos compañeros. Mientras está reflexionando, se percata de que hay un hombrecillo dormido, el cual tenía un gran parecido con él. Este hombrecillo presenta el mismo rostro que el suyo, salvo por los ojos cansados, el pelo cano y la barba crecida. El protagonista baja del tranvía y advierte que el hombrecillo lo sigue y percibe que este presenta la misma cojera que su amigo de la infancia. Siente miedo, pero decide confrontarse con su perseguidor. El hombre le pregunta sobre su identidad y el hombrecillo le responde que es su otro yo. Le explica que se separó de él a partir del accidente, ya que él sí fue impactado por el vehículo y, por lo tanto, representa su otra versión, que no ha recibido la ayuda de sus amigos ni de la suerte. Tras este diálogo que le produce temor, es interrumpido por un policía, que le toca la espalda y le increpa por estar ebrio y hablar solo en la calle. El hombre le dice que está conversando con alguien, pero se queda callado al ver que su otro yo ha desaparecido. Así que opta por marcharse a su casa.

El mundo representado en el cuento muestra un espacio urbano, ya que se menciona los elementos y rasgos propios de una ciudad moderna como la presencia del tranvía y de automóviles. Aunque el narrador no nombra ninguna ciudad, podría referirse a la Lima de la década del 50. El investigador Elton Honores señala que el relato trata el encuentro del personaje consigo mismo y se enmarca en la modernización de la ciudad. No hace mayores comentarios sobre el tema el doble, solo indica que el final del cuento deja al lector con la vacilación sobre la ocurrencia del encuentro del protagonista con su doble (2010, p. 171).

2.1. El doble y la confrontación con el pasado

Según la tipología de Doležel, el cuento presenta a un doble que se ha originado a partir del proceso de la división o fisión, es decir, que el doble se ha forjado por el desdoblamiento de la persona que se ha operado en el pasado del protagonista. La separación del hombre y su doble, el hombrecillo, se produce en el accidente en el que su amigo lo empuja para salvarlo de ser atropellado por un vehículo cuando estaban jugando fútbol en la calle. El hombrecillo se presenta como su álter ego, aquel que no fue salvado por el amigo, por lo que esta versión alterna de su yo padece una cojera. Este sujeto duplicado, por lo tanto, procede de un desdoblamiento del individuo que se opera en el pasado, cuya existencia continúa, pero está marcada por el fracaso y la pobreza. Según la clasificación de Jourde y Tortonese, el doppelgänger que se presenta en el relato se enmarca en el doble subjetivo externo, puesto que el protagonista observa a su yo duplicado de manera física en el mismo tranvía, aunque al final pueda generar duda, ya que este doble desaparece cuando el protagonista es intervenido por el policía, lo que haría pensar que el desdoblamiento se realizó solo de manera psíquica, es decir, en la mente del protagonista. Esta vacilación sobre la ocurrencia del hecho sobrenatural es propia de muchos relatos fantásticos y se ajustaría al tipo de cuento fantástico planteado por Todorov.

El protagonista encuentra a su doble en el tranvía tras recordar a sus amigos de la infancia en el momento del accidente que le cambió la vida a su compañero. A través de dicho recuerdo y de la reflexión sobre su éxito en la vida y del fracaso de sus antiguos amigos, se produce la aparición del hombrecillo, su doble. El hecho cotidiano, pero trascendental, que motivó el cambio del destino de la vida de sus compañeros y la de él fue ese accidente con el automóvil en aquel aciago día. Él pasó de ser el último en la jerarquía del grupo a convertirse en un hombre triunfador, mientras que sus compañeros de infancia fracasaron en la vida, sobre todo, el amigo que lo salvó de ser embestido por el automóvil, que quedó cojo y se perdió en el olvido. Por otro lado, la circunstancia que motivó el recuerdo y el encuentro con el doble está vinculada también con el automóvil del protagonista, ya que el vehículo se había malogrado. Debido a ello, el hecho fortuito del viaje en tranvía en el presente motivó el recuerdo cuando utilizaba aquel medio de transporte con sus amigos de niñez.

Si bien la representación del doble muestra a un ser generalmente idéntico en los aspectos físico y psíquico, no son iguales totalmente, tal como se ha señalado en las características. En el relato, el sujeto duplicado no es igual físicamente al sujeto original debido a la vida que ha llevado a partir del accidente. Por un lado, el protagonista, el sujeto original, es presentado como un hombre triunfador, lozano, vigoroso y bien vestido; además, se deduce que tiene cierta solvencia económica, ya que posee un negocio y un automóvil. Este protagonista muestra una posición de clase; así, debido a su ascenso social y a su condición económica actual, mira con desprecio al resto de pasajeros que utilizan el tranvía, porque este representa un transporte para la gran masa de personas, la clase baja, clase a la cual ya no pertenece. Esta circunstancia fortuita del viaje en este medio masivo lo encara con el pasado, un pasado ligado a la pobreza. El tranvía es el medio que lo retrotrae en el tiempo y en el que se encuentra con su doble, quien se halla ligado al fracaso, la pobreza y al pasado.

Por otro lado, el doble o sujeto duplicado es nombrado de manera despectiva por el narrador, quien no lo considera un hombre, sino un hombrecillo, pues luce más avejentado, más delgado y lleva un traje envejecido, y cuya cojera, producida por el accidente, destaca como rasgo notorio. Este doble es nombrado "hombrecillo" por su aspecto físico y su condición económica humilde, y se contrapone con el protagonista que sí es llamado hombre, porque ha logrado el éxito personal y económico. El doble de la realidad alterna no fue salvado por el amigo en aquel juego de fútbol, por lo que la cojera ha marcado su vida y lo ha convertido en un hombre fracasado y pobre. Este doppelgänger del pasado surge para cuestionar el presente y la actitud prejuiciosa del protagonista frente a los otros y mostrarle lo que pudo haber sido sin la intervención de su amigo y de la suerte.

En el cuento, los medios de transporte juegan un papel importante; como objetos de modernidad o máquinas permiten trazar una diferencia entre los dobles. El automóvil simboliza el progreso y el estatus social del protagonista, aunque también fue el objeto que transformó el destino de su amigo y el de su propio doble, cuya suerte cambió a partir del accidente. Este objeto moderno o máquina es una muestra del progreso material y ascenso social del protagonista. En cambio, el tranvía se configura como un medio de transporte masivo o público, que es utilizado, generalmente, por la clase baja. Con el tiempo, otros vehículos de transporte más modernos reemplazarán a este medio. Por lo tanto, el tranvía se liga al fracaso y al pasado del protagonista, ya que, en este medio aparece el hombrecillo, el doble, postergado por la vida y el destino. El viaje actual en el tranvía le hace recordar sus viajes en dicho medio de transporte en la niñez cuando lo utilizaba con sus amigos. A través de una analepsis, el narrador describe dicho viaje:

¡El tranvía se pobló de bullicio! Él con sus amigos eludiendo al guarda entre canastas de mercado, overoles grasientos y viejitas pollerudas. Había pobreza en todos los asientos, pero ellos reían a carcajadas. ¡Era ridículo pagar pasaje o andar bien peinado! (Bellido,1953, p. 4)

Tanto en el pasado como en el presente del protagonista, el tranvía está ligado a la pobreza, según revela el narrador, aunque en la niñez esto no le importaba al protagonista, porque se divertía con sus amigos de esa época y se asumía como parte de aquella gente. En cambio, en el presente del personaje, el uso del tranvía le parece denigrante porque se siente fuera de lugar, puesto que ya no pertenece a la misma clase social de los demás pasajeros:

Aquel hombre se vio obligado a tomar un tranvía después de muchos años. Subió pausadamente, se acomodó lo mejor que pudo y con gesto de resignación se puso a esperar la salida.

Después de un largo rato, empezó a molestarle la demora. Pensó en su automóvil malogrado. Maldijo mentalmente la incomodidad del lugar mientras abarcaba con mirada despreciativa a todos los pocos pasajeros que cabeceaban sumisamente en aquellas avanzadas horas de una noche fría. (1953, p. 4)

El narrador contrapone dos momentos de la vida del protagonista y su cambio de mirada hacia los otros; así, el viaje activa los recuerdos de un pasado que al parecer había olvidado. El doble aparece para confrontarse con el sujeto original y para dar cuenta al protagonista de que el éxito personal y su ascenso social no solo dependieron del esfuerzo propio, sino también de la suerte o casualidad, o del apoyo de los amigos. De alguna manera, el doble le revela que su suerte cambió a partir del momento en que su amigo lo salvó del accidente, ya que pasó de ser el adolescente débil, el subordinado al resto del grupo, a un hombre triunfador.

El doble, tal como señalan varios críticos, muestra un momento de crisis del individuo. En el caso del protagonista, la crisis se ha originado por el desperfecto del vehículo y el viaje en el tranvía, lo cual le hace cuestionarse sobre su propia existencia. En tal sentido, al parecer, es un tipo solitario dedicado solo al trabajo, debido a que en el cuento no se menciona a su familia ni amigos en el presente. La aparición de este sujeto duplicado le permitirá reflexionar y realizar las paces con su origen y su pasado ligados a la pobreza y al fracaso, pues su futuro exitoso y su ascenso social no solo han sido posibles debido a su propio esfuerzo, sino también a la oportuna intervención de aquel amigo de la infancia que le salvó de ser atropellado.

A través del cuento y del doble se observa también el ascenso social que se ha operado en el protagonista. Este pasa de ser un niño pobre de un barrio humilde a un adulto de clase media perteneciente a una pequeña burguesía dedicada a los negocios. Por lo tanto, mediante el protagonista se observa el ascenso social de las clases populares y el surgimiento de la clase media en la urbe creciente. Si bien no se menciona la ciudad, podría aludir a la Lima de la década de 1950, la cual creció rápidamente en esos años por la migración de la gente proveniente del campo. Muchos de esos migrantes que vivieron en barriadas alcanzarán el ascenso social a través de la educación y los negocios.

3. Rubén Sueldo Guevara2: "El fugitivo" (1954)

"El fugitivo" fue publicado en el Suplemento Dominical de El Comercio en 1954. El cuento es relatado por un narrador omnisciente en tercera persona. Este narrador cuenta la historia de un hombre, cuyo nombre no se menciona, que está huyendo de alguien, sin que se mencione el motivo de tal huida. Cruza las calles destruidas por un terremoto para escapar de su perseguidor, a quien siente muy cerca de él. Llega a una plaza en busca de alguien que lo ayude a defenderse, pero no encuentra a nadie. Al salir de la plaza, ve sombras, corre tras ellas, pero son solo perros. Sigue huyendo y descubre una casa en escombros en la cual murieron niños, mujeres y ancianos. Tras correr y gritar, llega al rellano de un barrio alto y observa el panorama de la ciudad destruida por el terremoto. Deambuló hasta llegar hasta su casa destruida, recordó el pasado y sollozó. Al llegar a la plaza de armas, su perseguidor lo encuentra y le dice que no puede huir de él, mientras que el fugitivo le pide perdón. Ambos caminan por la ciudad silenciosa y vacía. Realiza varios intentos para escapar de su perseguidor, pero es imposible. En el último intento busca librarse con un puntapié de su guardián, pero este lo golpea por la espalda y lo arroja al asfalto. Luego, se contempla a sí mismo echado en plena calle mientras que un grupo de transeúntes lo rodea y comenta al reconocerlo que es el chofer que había atropellado a un niño el día anterior.

El mundo representado en el relato nos muestra un espacio urbano devastado por un terremoto que ha dejado en ruinas la ciudad. Se describe a las personas como seres refugiados en viviendas improvisadas, debido a la destrucción de sus hogares. El fugitivo también ha sufrido los efectos del gran sismo3. Sobre este cuento, Honores (2010) menciona que se muestra la huida del personaje de su propia conciencia por un crimen cometido. Señala que el personaje se encuentra desdoblado desde el inicio del relato al verse a sí mismo y concluye que el doble es la expresión de la crisis moral del sujeto, es decir, la voz de su conciencia (p. 172).

3.1. El doble como expresión de la crisis individual y colectiva

El doble se construye, según la perspectiva de Doležel, mediante el proceso de división o fisión. Entonces se deduce, a partir del final, que el doble aparece luego del accidente en el que atropelló a un niño y este sujeto duplicado representa la conciencia del protagonista que lo persigue para castigarlo, tanto psicológica como físicamente. De acuerdo con la propuesta de Jourde y Tortonese, el ser duplicado de este cuento se puede clasificar como un doble subjetivo externo, puesto que el protagonista presenta un doble que es externo a él y al que puede observar como su perseguidor, el cual tiene su misma apariencia física, pero que también puede adquirir otras formas, tal como menciona el narrador.

A través de la narración se relata la huida, pero se desconoce quién es el perseguidor. El protagonista reconoce a su perseguidor cuando por fin logra atraparlo luego de una tenaz persecución:

Abstraído ingresó a la Plaza de Armas. Algo blando, viscoso, se le enredó de los pies. Y con terror descubrió que él estaba ahí.

-¡Tú! -apenas atinó a hablar- ¡Tú!

-Sí, contestó una voz gangosa nasal.

-Apártate de mi presencia. ¡Maldito! ¡Maldito!

En el profundo silencio, rebotando contra los resquebrajados muros, contra los portales a medio caer, se multiplicaba su propia voz.

-¡Virgen Santísima! ¡Socorroooo!

-Es inútil. Nadie te ha de salvar. Estoy contigo para siempre. (Sueldo, 1954, p. 1)

El narrador revela, entonces, que el fugitivo reconoce a su perseguidor, ya que comparten la misma voz, es decir, que este perseguidor se manifiesta como el doble del protagonista. Además, este perseguidor menciona que estará con el protagonista para siempre; esto, de alguna manera, reafirma la fragmentación que ha sufrido el protagonista. Este doble representa su conciencia moral o sentimiento de culpa que se ha personificado para sancionarlo por la muerte del niño, hecho que se menciona al final del relato.

El sujeto original es presentado, desde el inicio, en plena huida. Es descrito como un hombre temeroso, ansioso y atormentado por un perseguidor desconocido, el cual aparece en la última parte de la narración. La causa de la persecución no se menciona hasta el final, por lo que actúa como un dato escondido, lo que mantendrá en suspenso al lector. También, el protagonista, en varios momentos, manifiesta su tristeza y su soledad por la destrucción de la casa familiar y de la ciudad. El sujeto duplicado se muestra como un ser obstinado en la persecución y, además, posee la habilidad de transformar su forma física, pues se deduce que aparece primero como una presencia corpórea, después como una mano cercenada y luego se transforma en un perro. Estas metamorfosis reafirman el carácter fantástico del doble.

Al final, el narrador reitera que el perseguidor es el doble del fugitivo, al mencionar que este se ve a sí mismo echado en el asfalto, desnudo y sangrante, mientras escucha que los transeúntes lo han reconocido como el chofer que había atropellado a un niño el día anterior. Esto significa que el doble es una especie de conciencia que busca una sanción no solo moral, sino también física, ya que ejerce un castigo corporal sobre el sujeto original. Al parecer, el doble o sujeto duplicado persigue al protagonista con el fin de obligarlo a que asuma su responsabilidad por la muerte del niño causada con la camioneta que manejaba el día anterior.

Al igual que en el cuento "El hombrecillo del tranvía" de Bellido Yábar, el doble surge luego de un accidente de tránsito producido por un vehículo, un objeto que representa la modernidad y el progreso de la ciudad, pero que también puede causar tragedias a los sujetos de la urbe. En el cuento de Bellido, el doble surge en un accidente en el pasado, en la infancia del protagonista, pero se le aparece en la adultez para mostrarle lo que hubiera sido sin la ayuda del azar o el destino. En el cuento de Sueldo Guevara, el doble se manifiesta en el presente del protagonista, luego del accidente, para castigarlo por la muerte del niño y por su cobarde huida. Así, el doble surge en la ciudad y representa la escisión del individuo producido por los cambios de la urbe y sus objetos técnicos, las máquinas producidas por la modernidad.

En "El fugitivo", el doble aparece en un momento no solo de crisis y tragedia individual, sino también de tragedia colectiva. A lo largo de la historia, el narrador menciona un terremoto que ha asolado la ciudad y que ha dejado una gran destrucción de viviendas y muchas muertes. Al mencionar los lugares de tránsito que recorre el fugitivo, el narrador refiere las pérdidas humanas y materiales causadas por el terremoto. A lo largo de la ruta de huida, el narrador muestra la desolación producida por este gran sismo, incluso alude el hogar destruido del protagonista:

Con paso tardo bajó poco después a la entraña de la ciudad herida. Junto a los edificios que habían resistido la catástrofe se veía otros duramente castigados, donde el dolor y la devastación gemían ante la delgada voz del viento.

Deambuló en la noche silente, glacial, poseído por el redescubrimiento de las penas y de la esperanza crispada de su pueblo, hasta que se encontró con los restos de su casa. Quiso penetrar en ella, mas recordó que ya no era suya. Como tantos hogares estaba convertido en un minúsculo cementerio de objetos, de risas, de historia familiar inmersos en el tiempo y en el polvo. Quién sabe volvería a ocuparla al ser reconstruida; quién sabe nunca retornaría al tibio calor hogareño de antes. Pero, ¿evocaba su tragedia personal o la de millares de hombres humildes lanzados a la intemperie, al suplicio de las barracas de cartón y calamina, por el estremecimiento terráqueo? "Eso no importa, eso no importa" se dijo y después de secarse la humedad de los ojos continuó andando. (Sueldo, 1954, p. 1)

El protagonista, al ver las ruinas de su vivienda, recuerda su tragedia personal y la tragedia colectiva producida por el terrible terremoto. La ciudad derruida es el espacio que muestra el drama de muchas familias que viven en sitios improvisados donde transcurren la noche. Ello representa solo un instante de digresión que le hace olvidar por momentos de su huida y de su perseguidor; además, hasta ese punto de la narración no se conoce y tampoco se menciona la causa de dicha persecución. La ciudad en ruinas es el escenario que enmarca su decadencia personal, tal como se observa en el desenlace, pues su doble encarna su propia conciencia moral, que lo persigue para sancionarlo por la muerte del niño. El doble, entonces, surge en un momento de crisis tanto individual como colectiva en la ciudad. La crisis individual del protagonista ha sido causada por el uso de un vehículo, objeto que simboliza el progreso de una ciudad moderna. Este doble actúa como la conciencia moral del protagonista, que lo acusa por la muerte del niño. Por otro lado, la crisis colectiva ha sido generada por los embates de la propia naturaleza, que ha devastado la ciudad a través de un terremoto que ha dejado desprotegidos a los habitantes. La crisis colectiva da paso a la crisis individual del sujeto que se escinde ante los cambios repentinos de su existencia y del entorno urbano.

4. Felipe Buendía4: "Yo" (1960)

"Yo" es un microrrelato de Felipe Buendía que fue publicado en El Comercio en 1960. Este relato breve narra un hecho aparentemente cotidiano, pero en el que se manifiesta el tema del doble, por lo tanto, se clasifica como un microrrelato fantástico. A través de un narrador autodiegético, es decir, en primera persona, se cuenta un incidente cotidiano. El narrador protagonista relata un viaje cotidiano en un tranvía, pero, al detenerse en una esquina, ve a una persona idéntica a él, a la cual saluda mecánicamente agitando el brazo. Debido a la demora del tranvía, decide bajarse para pedirle explicaciones, porque el otro, su doble, lo miraba con una sonrisa burlona. Reconoce que la vestimenta de su doble es la que él suele llevar en los días de paseo. Ante el encuentro inminente, el doble corre, pasa por delante de él y se sube al tranvía del cual había bajado el narrador protagonista. El doble ocupa el mismo asiento y se despide burlonamente agitando el brazo, tal como había hecho el sujeto original. Este descubre que, aparte del traje, el olor y los ademanes eran suyos, por lo que asume que es él mismo. Tras esto, el narrador protagonista se dirige al lector, ya que le asalta la duda sobre su identidad al no ser capaz de distinguir quién escribe el texto, él o su otro yo; es decir, el cuento presenta la crisis de identidad y de percepción del individuo: el yo se ha desdoblado en dos cuerpos exactos.

El mundo representado corresponde a un espacio urbano en el cual la modernidad se manifiesta a través del uso de la máquina, un medio de transporte masivo como el tranvía, por lo que el cuento se puede ubicar alrededor de inicios del siglo XX hasta mediados de los años sesenta. Aunque no se menciona ninguna referencia a un lugar específico, podría estar ambientado en Lima. El cuento fue publicado en 1960, año en el cual todavía circulaban los tranvías en Lima, por lo que el tiempo del relato podría coincidir con ese tiempo histórico. Honores menciona, en un breve comentario sobre el cuento, que el doble expresa la crisis del sujeto (2010, p. 176).

4.1. El doble como expresión de la alienación en la urbe

Según la propuesta de Doležel, el doble que se construye en el relato corresponde al tipo originado por fusión, ya que el sujeto duplicado surge inesperadamente para encontrarse con el otro en un acto cotidiano, como es el viaje en el tranvía. El encuentro se realiza, pero la unión no se concreta, porque el sujeto original y el duplicado intercambian lugares. En el cuento no se menciona el origen del doble, mas se observa que este se ha encontrado con el sujeto original para perturbar su mundo y dejarlo en una incertidumbre metafísica. Según la clasificación de Jourde y Tortonese, el doble que se presenta en el relato corresponde al subjetivo externo, puesto que el narrador protagonista observa a su doble de manera física y como una persona externa a él, además presenta idéntica forma corporal, solo se diferencian en la vestimenta.

El cuento representa, a través del doble, la situación del hombre en la urbe moderna, en la que el individuo sufre un proceso de alienación, producto de la vida rutinaria. Desde el inicio, el protagonista experimenta el desdoblamiento cuando se observa y se reconoce en el otro:

Viajaba acodado en la ventana de un tranvía y entregándome a reflexiones inconexas cuando al detenerse el vehículo en una esquina me vi parado y muy orondo, como quien mata el tiempo. Como es natural, me sorprendí mucho, pero luego me saludé agitando la mano, más por acto de estupefacción que por repentina jovialidad.

-"¿Qué hago en este lugar?" -me pregunté. (1960, p. 8)

El sujeto original es un individuo que viaja en un tranvía, imbuido en la rutina de la sociedad moderna. La visión del otro rompe la quietud de su viaje, sin embargo, a pesar de su sorpresa inicial, saluda a su doble. La modernidad mediante el progreso tecnológico ha posibilitado el uso de vehículos para mejorar el transporte de las personas en el espacio urbano desde inicios del siglo XX. El uso de tranvías y de autos ha generado que la vida en la ciudad sea más rápida y dinámica, pero ese tiempo ahorrado se invierte en el trabajo. Por lo tanto, el viaje en tranvía forma parte de la rutina diaria del protagonista, pues se dirige, quizás, hacia el centro de trabajo o de regreso a casa y se deduce ello, ya que lleva un traje de semana, es decir, que se encuentra en un día normal de trabajo, cuando se produce el avistamiento de su doppelgänger.

Se ha señalado como rasgo que el sujeto original y el ser duplicado presentan semejanzas y diferencias. Con respecto a las semejanzas, ambos sujetos son idénticos físicamente según el narrador, mas difieren en la vestimenta. El sujeto original, se deduce, viste ropa de semana, además de que su carácter es adusto y reflexivo. En cambio, su doble luce vestimenta de paseo, por lo que lleva una especie de chaqueta, una gorra y un pantalón de viaje; además, su comportamiento es descrito como presumido y burlón frente al otro. El sujeto original y el sujeto duplicado tienen la misma apariencia física, pero se diferencian en la actitud que asumen frente a la vida en la urbe. Así, mientras el protagonista toma los sucesos de manera seria, su doble presenta una actitud más relajada e incluso se burla del sujeto original:

Mas, como el tranvía demoraba su partida, no vacilé en arrojarme a la calle dispuesto a pedirle explicaciones a ese individuo quien con expresión burlona me miraba muy confiado a los ojos y sin apartar sus pupilas de las mías, todo esto con las manos enfundadas en los bolsillos y sonriéndose vagamente.

Aquel hombre llevaba mi ropa, pero no la que tengo ahora, sino la que uso de paseo, es decir, tricota, gorra y pantalón de viaje; hasta despedía ese olor que a veces me descubro yo mismo y retenía -como suelo hacerlo- un periódico bajo el brazo. Todo, todo era igual; y conforme estrechaba la distancia que me separaba de él caía en cuenta de que era yo. (1960, p. 8)

Este fragmento muestra que el protagonista se reconoce en el otro al comprobar que son corporalmente iguales. Se produce, entonces, una identificación con el otro tanto física como psicológica.

Al inicio del relato, el protagonista se encuentra en el tranvía, mientras que el doble se ubica en la calle con vestimenta de paseo con una expresión burlona. Al final, el doble ocupa el mismo lugar del protagonista en el tranvía y este se instala en el lugar del sujeto duplicado. Se ha producido una sustitución, un cambio de acciones y lugares:

Cuando ya, el encuentro era inevitable, el hombre echó a correr, dejando escapar una risita, cruzó delante de mí y montó en el tranvía que reiniciaba su marcha; luego ocupó mi propio asiento y se puso a saludarme como un monigote, en la misma forma que lo había hecho cuando estaba tranquilamente viajando en el tranvía. Me remedaba exageradamente mis ademanes y poniendo algo él de su cosecha. (1960, p. 8)

Este cambio de roles puede interpretarse como el deseo del individuo de escapar de dicha rutina. El encuentro con el doble deja al individuo con una sensación de extrañamiento que lo hace dudar de su identidad. El narrador protagonista menciona que aquella vez solo le quedó esperar otro tranvía. Es decir, si bien la presencia de su álter ego le ha hecho dudar de su identidad, el protagonista debe continuar con su vida rutinaria, ya que no hay tiempo que perder en la urbe. Sin embargo, el encuentro con el doble ha sido traumático para el sujeto original al haber puesto en duda su propia identidad; así, al final, no puede distinguir quién escribe el relato, su otro yo o él:

Pues bien, yo les pregunto: ¿El que se ha ido era yo o el que se queda es él? Pues nadie puede dar su brazo a la llama, por aseverar de que soy yo quien esto escribe y no él.

Más aquella vez, lo único que se me ocurrió fue esperar otro tranvía. (1960, p. 8)

El encuentro con el doble ha sido negativo para el protagonista; este no logra distinguir quién es realmente. El narrador interpela a los lectores con una pregunta sobre su identidad, pues hasta él mismo duda de ella. En otras palabras, no solo se ha producido un intercambio del espacio físico, sino también, al parecer, ha ocurrido un intercambio de personalidades. Por lo tanto, la aparición del doble ha generado una crisis de su identidad, ya que no es capaz de distinguir quién es realmente.

5. Conclusiones

El doble se define como un ser idéntico física o psicológicamente a otro ser original. Este doble se presenta como un yo exteriorizado, un álter ego, que aparece como un ser distinto y separado, el cual es aprehensible por los sentidos físicos y presenta una relación de dependencia con el ser original. Generalmente, la aparición del doble traerá consecuencias negativas para el sujeto original.

El doble posee cuatro características. En primer lugar, el doble se caracteriza por su naturaleza fantástica al presentar un origen sobrenatural. El segundo rasgo indica que el doble representa el conflicto entre identidad y diferencia, ya que el sujeto original y el sujeto duplicado comparten semejanzas, pero también manifiestan diferencias. El tercer rasgo alude a que el doble se configura como un ser de compulsión visual que requiere ser observado por el protagonista, esto implica la presencia de un cuerpo en el que se manifieste la cohabitación o separación corporal. La última característica plantea que el doble aparece o representa un momento de crisis del individuo.

En los cuentos "El hombrecillo del tranvía" de Guillermo Bellido Yábar y "El fugitivo" de Rubén Sueldo Guevara, los personajes sufren un proceso de división o fragmentación de la personalidad a partir de un accidente producido con un vehículo, un objeto técnico o máquina que representa el progreso y la modernidad de la urbe, pero que también genera desgracias. En "El hombrecillo del tranvía", el encuentro con el doble simboliza la confrontación con el pasado y un posible destino truncado, aparte de que se muestra los dos posibles destinos del sujeto urbano: el éxito o el fracaso en la ciudad moderna. En cambio, en "El fugitivo", el doble surge en un momento de crisis individual (el atropellamiento de un niño) y colectiva (el terremoto), y representa la conciencia moral acusadora del protagonista por un delito cometido, perpetrado con la camioneta que manejaba.

En el relato "Yo" de Felipe Buendía, la aparición del doble representa la alienación del individuo en el espacio urbano. "Yo" simboliza, a través del doble, la situación del hombre en la urbe moderna en la que el individuo sufre un proceso de desdoblamiento y alienación, producto de la vida rutinaria.

En resumen, en los cuentos analizados, el doble es una figura que, a pesar de ser un ser de naturaleza fantástica, muestra los problemas y cambios sociales que se han operado en los años cincuenta en el Perú del siglo XX. Así, el sujeto duplicado aparece como una muestra de la fragmentación del individuo como producto de la rutina y de la aceleración de la vida en la urbe moderna. Esta rapidez se ha logrado mediante la aparición de la máquina y se confirma en los cuentos, pues, en ellos, la presencia de medios de transporte en la ciudad, como el tranvía y el automóvil, juegan un papel importante en la trama, ya que son desencadenantes de la escisión y la alienación del individuo en el espacio urbano. Además, la presencia del doble resulta perjudicial para el sujeto original al poner en duda su unicidad e individualidad, aparte de que le traerá consecuencias negativas porque su visión del mundo no será la misma tras la aparición del doppelgänger.

Referencias bibliográficas

Bellido Yábar, G. (1953, 29 de noviembre). El hombrecillo del tranvía. Suplemento Dominical de El Comercio, 37, 4. [ Links ]

Buendía, F. (1960, 20 de abril). Yo. El Comercio, 8. [ Links ]

Dieguez S. (2013). Doubles everywhere: literary contributions to the study of the bodily self. Frontiers of Neurology and Neuroscience, 31, 77-115. https://doi.org/10.1159/000345912 [ Links ]

Doležel, L. (2003). Una semántica para la temática: El caso del doble. En Naupert, C. (Comp.). Tematología y comparatismo literario (pp. 257-275). Arco/Libros. [ Links ]

Honores, E. (2010). Mundos imposibles. Lo fantástico en la narrativa peruana. Cuerpo de la Metáfora. [ Links ]

Jourde, P. & Tortonese, P. (2005). Visages du double: Un thème littèraire. Armand Colin. [ Links ]

Molina, J. (Comp.). (2007). Cuentos de dobles. Siruela. [ Links ]

Sueldo Guevara, R. (1954, 31 de enero). El fugitivo. Suplemento Dominical de El Comercio, 1, 9. [ Links ]

Webber A. (1996). The Doppelgänger: Double Visions in German Literature. Clarendon Press; Oxford University Press. [ Links ]

Notas

1 Guillermo Bellido Yábar (1926-2010) fue un periodista y político cusqueño.

2 Rubén Sueldo Guevara (1924) es un narrador y ensayista cusqueño. Obras: Narradores cusqueños (antología, 1958), Los agrarios (cuentos, 1960).

3 Sueldo Guevara, probablemente, hace referencia al terremoto que asoló el Cusco el 21 de mayo de 1950, que dejó más de 1500 muertos y dañó la mitad de edificios y viviendas, lo que implicó un cambio en la ciudad que generó una modernización obligatoria de la urbe cusqueña a través de la reconstrucción. El sismo marcó un antes y un después en la vida de sus habitantes, ya que causó muchas pérdidas humanas y la destrucción de antiguas viviendas y edificios. Esta catástrofe, por otro lado, impulsó una modernización acelerada de la ciudad imperial, lo que llevó a realizar un nuevo trazo de la urbe y nuevas construcciones.

4 Felipe Buendía (1927-2002) fue un narrador limeño que difundió el género fantástico a través de su antología Literatura fantástica (1959) en tres tomos. Obras: Teología del Sol (novela, 1952), Cuentos de laboratorio (1976).

Recibido: 03 de Agosto de 2021; Revisado: 26 de Marzo de 2022; Aprobado: 24 de Septiembre de 2022

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons