Introducción
La lúcuma (Pouteria lucuma) también llamada "Lucuma obovata" es un fruto originario de la zona andina de Ecuador, Chile y Perú (Yahia y Gutiérrez-Orozco, 2011). En este último se le denomina "la fruta de oro" o "el oro de los incas" por su color amarillo intenso y sabor inigualable (Dini, 2011). Esta fruta ha ido ganando mayor popularidad en los últimos años debido al descubrimiento y difusión de sus componentes bioactivos como el ácido ascórbico, carotenos, polifenoles, vitaminas y minerales (Campos et al., 2018); que le otorgan propiedades funcionales, las cuales no han pasado desapercibidas y han generado un aumento masivo en su consumo y deseo por desarrollar un mercado de esta fruta alrededor del mundo (Aguilar, 2015). Incluso los grandes productores como Perú, Chile, Ecuador y Colombia que gozan de un clima favorable, amplitud de terrenos y acceso directo a la industria, exportan la fruta fresca a países como China, Rusia, Tailandia, Estados Unidos entre otros, los cuales las procesan y exportan como productos derivados. El principal mercado se encuentra en Europa, Norteamérica, y Asia para pulpa congelada y harina de lúcuma (SIICEX, 2019).
Desde hace varios años Chile y Estados Unidos son los principales importadores del Perú para esta fruta en calidad de fresco, congelado y harina (Krader y Bartenstein, 2018; Posada, 2018). Sin embargo, en la actualidad varios países desarrollados como Japón, Holanda, Alemania e Inglaterra se han sumado a esta creciente demanda (SIICEX, 2019).
El propósito de este trabajo fue dar a conocer las propiedades funcionales de la lúcuma, que hacen de ella una fruta exquisita y nutritiva, además de atractiva desde el punto de vista de su funcionabilidad (Figura 1).
Composición
La lúcuma en promedio está constituida en su mayor parte por agua (58% aproximadamente) que se encuentra concentrada en el mesocarpio; un valor bajo de humedad comparado con la gran mayoría de las frutas que poseen por lo general valores superiores al 80% (Castillo y Llajamango, 2010). La composición en carbohidratos (30% aproximadamente) está representado por azúcares como glucosa, sacarosa, fructosa, myo-inositol; y ácidos orgánicos como el ácido químico, tartárico, ascórbico, y succínico. En otros estudios también se ha encontrado ácido málico, gálico y cítrico, cuya concentración varía de acuerdo al biotipo de referencia (Fuentealba et al., 2016; García, 2016; Janampa, 2017; Mejía, 2017).
La proteína de la lúcuma representa del 1,5% al 2,4% del peso total, el nivel más alto de proteína en frutas, sólo siendo superado por la palta, maracuyá, el coco y el plátano verde (Del Castillo, 2006; Mejía, 2017).
En cuanto a los ácidos grasos, a pesar de representar menos del 1%, es mayor que gran parte de las frutas por su concentración; y se encuentran principalmente en la pepa y la corteza del fruto. Los más destacados son: ácido palmítico, linoleico, oleico, esteárico y linolénico (Janampa, 2017).
Esta fruta se caracteriza por ser una excelente fuente de fibra con 1,3% del total, siendo mayor la fibra insoluble, valor que la destaca como una de las frutas con mayor aporte de fibra (García, 2016), incluso mayor que la papaya, el plátano, chirimoya, mango y piña (Glorio et al., 2008).
El aporte de micronutrientes es variado de acuerdo al biotipo de lúcuma que se analice, sin embargo, algunos de ellos están presen-tes en la mayoría, tal es el caso de las vitaminas A, C, E y del complejo B como niacina, riboflavina y tiamina (Yahia y Gutiérrez-Orozco, 2011) (Tabla 1). Por el lado de los minerales, destacan el potasio en mayor cantidad, seguido del calcio y magnesio, que fueron determinados por Janampa (2017), sin embargo, García (2016) también determinó fósforo y hierro en cantidades pequeñas.
Componente | Yahia y Gutierrez-Orozco (2011) | MINSA (2017) | Duarte y Paull (2015) |
Agua | 62% | 61,70% | 72,3% |
Proteína | 2.3 g | 2,1 g | 1,5g |
Carbohidratos | 33,2 g | 34,9 g | 25g |
Grasas | 0,2 g | 0,2 g | 0,5g |
Fibra | 1,1 g | 10,2 g | 1,3g |
Calcio | 16 mg | 16 mg | 16mg |
Fósforo | 26 mg | 26 mg | 26mg |
Hierro | 0,4 mg | 0.79 mg | 0,4mg |
Tiamina | 0.01 mg | 0,01 mg | 0,01mg |
Riboflavina | 0,14 mg | 0,14 mg | 0,14mg |
Niacina | 1,96 mg | 1,96 mg | 1,96mg |
Vitamina C | 5,4mg | 0,77 mg | 2,2mg |
Vitamina A | 292 ug | ||
β-carotenos |
Componentes bioactivos
Los componentes bioactivos son esencialmente metabolitos secundarios de un alimento que pueden ser fotoquímicos o zooquímicos, y más allá de ser nutritivos, poseen propiedades beneficiosas para la salud humana. Estos pueden ser compuestos fenólicos, carotenoides y sus derivados; los cuales se caracterizan porque previenen patologías y son capaces de actuar como anticancerígenos, antiinflamatorios, antimicrobianos, combatir enfermedades de distintos tipos e incluso mejorar las funciones cognitivas, metabólicas, etc. (Herrera et al., 2014).
Compuestos fenólicos
Uno de los aspectos más resaltantes de la lúcuma es sin duda su composición en fenoles totales, pues diversos estudios los han encontrado en sus distintos tipos como flavonoides, polifenoles y ácidos fenólicos.
Fuentealba et al. (2016) determinó en tres biotipos de Pouteria lucuma, incluyendo Rosalia, Leiva y Montero, una gran cantidad de fenoles totales, especialmente en los dos primeros biotipos. Se indica incluso que el contenido fenólico de las variedades Rosalia y Leiva (45,3-61,6 mg GAE/g ms) fue mayor que el reportado por Threlfall (2007) en manzanas (5,115, mg GAE/kg ms), arándanos (14,303 mg GAE/kg ms), duraznos y fresas deshidratadas (34,71 mg GAE/kg ms). Donde GAE representa el ácido gálico equivalente, una unidad que identifica los compuestos fenólicos en una muestra por espectrofotometría (Siddiqui et al., 2017)
Una larga lista de alimentos, incluidas frutas y verduras cuyo contenido de flavonoides fue reportado por Fink et al. (2006), también fueron superados por la harina de lúcuma, cuyo contenido en flavonoides es sólo superado por el cerezo ácido (Dini, 2011).
Entre los compuestos fenólicos encontrados estuvieron: derivados de flavonoides, ácido gálico y una antocianidina, cuya presencia deja abierta la posibilidad de presencia de taninos complejos.
Mejía (2017) determinó que Pouteria lucuma variedad Dos Marrón en estado verde posee mayor cantidad de fenoles totales que la fruta en estado pintón. En ambos estados se identificó la presencia de flavanoles como catequina, y flavanonas como erodictiol.
Los triterpenos, potenciales componentes antimicrobianos y antifúngicos (Dolabela et al., 2018) también fueron hallados en lúcuma, siendo junto a los flavonoides los metabolitos más comunes de la mayor parte de especies en el género Pouteria (Silva et al., 2009).
García (2016) determinó que la lúcuma, variedades Seda y Beltrán, la presencia de ácido elágico y derivados de catequina, epicatequina, hesperetina y epigalocatequina, los cuales se consideran antioxidantes según Ma et al. (2004).
Carotenoides
La pulpa amarilla o anaranjada de la lúcuma en su estado de madurez es una referencia del contenido de carotenoides, pues el color amarillo es un indicador primario de su presencia en alimentos (Moo-Huchin et al., 2017).
Fuentealba et al. (2016) determinaron que la mayor parte de carotenoides en la lúcuma corresponde a β-carotenos de los tipos trans-β-caroteno y 9-cis-β-caroteno, los cuales tienen una actividad de provitamina-A elevada según Mosquera et al. (2006), y en menor proporción, pero mayor variedad se encontraron xantofilas, como neoxantina y luteína que a pesar de no tener actividad provitamina A, se le atribuyen propiedades antioxidantes (Jomova y Valko, 2013).
Mejía (2017) determinó que el contenido de carotenoides en la lúcuma en estado pintón es bastante mayor al contenido en estado verde por la carotenogénesis que se da en las frutas. También determinó de manera específica violaxantina, zelaxantina y β-criptoxantina en menor cantidad. Gómez-Maqueo et al. (2020) hallaron 33 tipos de carotenoides distintos en lúcuma de las variedades Beltrán y Molina, estas presentaron concentraciones de carotenoides totales de 4334 µg/100g ms y 3944 µg/100g ms respectivamente.
García (2016) reporta que la concentración de β-carotenos en las variedades Beltrán y Seda son 30,1 y 24,9 mg/100 g (materia seca); este contenido de β-carotenos es mayor al de zapote amarillo (1,9-23,5 mg/100 g ms) y mango Tommy Atkins (3,3-5,2 mg/100 g ms) (De Lanerolle et al., 2008; Sogi et al., 2015); incluso también es mayor que el contenido de β-carotenos en mango tailandés y siendo sólo superado por los alimentos más representativos de este metabolito, como la zanahoria, naranja, mamey y papaya (Setiawan, 2001; Sahabi et al., 2012; Moo-Huchin et al., 2017).
Fitoesteroles y tocoferoles
García (2016) identificó fitoesteroles como β-sitosterol y cicloartenol en las variedades de lúcuma Beltrán y Seda, además de tocoferoles del tipo alfa y beta en ambas variedades, y solo del tipo gamma en la variedad Beltrán. Estos componentes también están definidos como antioxidantes liposolubles.
El contenido de α-tocoferol, una presentación natural de vitamina E con potencial antioxidante (González-Pérez et al., 2008; Kamal-Eldin y Budilarto, 2015), fue más abundante en lúcuma de la variedad Seda (5,9 mg/ 100 g materia seca), y resultó ser menor que en la frambuesa (Carvalho et al., 2013), pero mayor que en plátano (Vilela et al., 2014), manzana, pera, durazno, naranja y mango (Stone y Papas, 2012).
Mejía (2017) identificó en lúcuma variedad Dos Marrón, en estado de madurez comercial, la presencia de tocoferoles del tipo alfa y gamma, además de β-sitosterol y cicloartenol, en cantidades similares a las encontradas por García (2016) en las variedades Beltrán y Seda.
Actividad antioxidante
Fuentealba et al. (2016) determinó que las fracciones hidrofílicas en las variedades Rosalia, Leiva y Montero inhibieron los radicales libres en ensayos ABTS y DPPH. Siendo la variedad Rosalia la de mayor actividad antioxidante (132,9 μmol Trolox/g ms-ABTS y 304,6 μmol Trolox/g ms-DPPH). Esta actividad se atribuyó al contenido en compuestos fenólicos dado que mostraron una correlación positiva significativa con la actividad antioxidante de la fruta, al igual que para Mejía (2017), quien trabajó con la variedad Dos Marrón obteniendo 166,7 μmol Trolox/g ms-ORAC y 115,8 μmol Trolox/g ms-ORAC en estado verde y pintón respectivamente. Además, determinó capacidad antioxidante lipofílica por parte de carotenoides y tocoferoles sin una correlación fuerte entre estas variables. En comparación con otras frutas, la fracción hidrofílica de la lúcuma posee una mayor actividad antioxidante que la carambola, manzana, granadilla, lulo, ciruela, kiwi, y es comparable con la mora (124,71 μmol Trolox/g ms), cebolla de bulbo rojo (120,37 μmol Trolox/g ms), coliflor (98,09 μmol Trolox/g ms) y gua-yaba (117,63 μmol Trolox/g ms) en estado liofilizado (Zapata et al., 2014).
García (2016), a diferencia de los estudios anteriores, obtuvo resultados muy bajos en la capacidad antioxidante de las variedades Beltrán (8,7 μmol Trolox/g ms) y Seda (4,8 μmol Trolox/g ms) para las fracciones hidrofílicas; dejando en claro que las propiedades de los frutos también dependen del estado de maduración, el biotipo y su composición.
Los flavonoides presentes en la lúcuma, definidos como el mejor grupo de polifenoles en la dieta humana (Gutiérrez, 2002), son responsables de una parte importante en su actividad antioxidante, al igual que derivados de carotenoides como las xantofilas catequina y epicatequina (Ma et al., 2004) y erodictiol (Chobot et al., 2016).
La presencia de ácido gálico en lúcuma está relacionada con la actividad antiinflamatoria, antibiótica, protección cardiovascular, anticancerígena y antioxidante, debido a que produce estrés oxidativo e induce procesos apoptóticos y antiangiogénicos, generando citotoxicidad en células cancerígenas sin dañar células sanas (Govea et al., 2013).
Como edulcorante natural
El contenido de azúcares en la lúcuma es medio-alto, y el dulzor que provee es intenso, dejando una sensación extravagante al paladar humano al consumir la pulpa fresca. Alegre y Ticse (2017) determinaron que el contenido de azúcares en la pulpa congelada de los biotipos María Belén, Beltrán y Trompito fue alto. Esto sumado a su índice glicémico medio determinado por Lazo y Reynaga (2016), y el aroma único debido a la compleja mezcla de compuestos aromáticos volátiles (Taiti et al., 2020; Inga et al., 2019) fundamentan su utilización como edulcorante natural, tanto en pulpa fresca como harina o complemento en comidas, por esta razón en el Perú se utiliza principalmente para la elaboración de helados, postres, y secundariamente para yogures, productos de panadería y repostería (Yahia y Guttierrez-Orozco, 2011).
Una ventaja aparte de su función endulzante es que la lúcuma no pasa por el proceso de refinación que si requieren los azucares comunes, lo que permite un mayor aporte de nutrientes y componentes bioactivos al consumidor.
Belščak-Cvitanović et al. (2015) elaboraron chocolates a partir de edulcorantes naturales como alternativa al azúcar, en los que se empleó estevia, yacón, zanahoria deshidratada, flores de acacia, polvo de regaliz y esteviósidos, determinando que en todas sus formulaciones el aporte calorífico en comparación con el chocolate convencional se redujo en 20%, y además las formulaciones que presentaron mayor aporte de polifenoles fueron de lúcuma y zanahoria deshidratada.
Como antihipertensivo y antidiabético
Lazo y Reynaga (2016) estudiaron la lúcuma, chirimoya y aguaje para determinar su índice glicémico, un valor referencial sobre la capacidad de un alimento para incrementar la glucosa en sangre que está relacionada con la diabetes del tipo 2 y problemas cardiovasculares. Ellos determinaron que tanto la chirimoya como la lúcuma presen-tan un índice glicémico medio debido a su contenido en azúcares.
Por otro lado, Pinto et al. (2009) encontraron correlación positiva significativa entre el contenido fenólico total y la actividad antioxidante para los extractos etanólicos de pacae, algarrobo, aguaymanto, papaya arequipeña, capulí y lúcuma; donde esta última resulto ser la fruta de mayor contenido fenólico además del tener el más alto valor de actividad inhibidora de α-glucosidasa junto al algarrobo.
Fuentealba et al. (2016) y Mejía (2017) determinaron también actividad inhibidora de α-amilasa en los biotipos Rosalia, Leiva y Dos Marrón. Por lo tanto, si bien el contenido de azúcares en lúcuma es alto y su índice glicémico medio, esta tiene componentes que restringen la elevación de glucosa en sangre previniendo la diabetes.
La lúcuma también actúa como antihipertensivo, pues tiene componentes fenólicos no determinados de manera específica que logran inhibir la enzima convertidora de angiotensina, combatiendo la hipertensión arterial, previniendo enfermedades cardiacas y demostrando que es una alternativa a los medicamentos con el mismo fin. (Chukwuma et al., 2019; Pinto et al., 2009).
El potasio, mineral de mayor presencia en lúcuma según Janampa (2017), tiene propiedades que reducen la hipertensión y previenen enfermedades del corazón (Weaver, 2013). Además, el erodictiol, flavonoide hallado en lúcuma por Mejía (2017), fue investigado por Bucolo et al. (2012) quienes determinaron en ratas, que este flavonoide atenúa el grado de inflamación retiniana y la peroxidación lipídica en plasma, lo que demuestra que puede ser empleado para tratar la retinopatía diabética.
Contra enfermedades cardiovasculares y antiinflamatorio
Un aspecto bastante destacable en la lúcuma es su contenido en niacina, también conocida como vitamina B3, un micronutriente de excelentes propiedades como farmacéutico. Según Capuzzi et al. (2000) en dosis farmacológicas, esta vitamina reduce los niveles de colesterol malo (LDL) y triglicéridos, aumenta el colesterol bueno (HDL), y ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares (Schandelmaier et al., 2017). Además de la niacina, el contenido en fitoesteroles favorece la reducción del colesterol total plasmático, especialmente el LDL (Valenzuela y Ronco, 2004).
El contenido de fitoesteroles en lúcuma, específicamente de β-sitosterol, encontrado en las variedades Beltrán, Seda y Dos Marrón (García, 2016; Mejía, 2017) de acuerdo a Valenzuela y Ronco (2004) tiene un efecto hipocolesterolémico al inhibir enzimas que favorecen la generación de colesterol LDL y evitar su absorción. Incluso se le atribuye actividad antiinflamatoria, antitumoral, bactericida, fungicida y es recomendable para la prevención de enfermedades cardiovasculares (Muñoz et al., 2011; Sanclemente, 2012).
Los tocoferoles del tipo alfa y gamma, encontrados en las variedades Beltrán y Seda (García, 2016) demostraron que disminuyen significativamente la hipertrofia del tejido adiposo visceral, la esteatosis hepática, y marcadores de la inflamación en ratones alimentados con una dieta alta en grasa (Sepúlveda, 2018). Además, los tocoferoles al ser derivados de vitamina E, en complemento con ácido α-lipoico, es capaz de reducir el daño progresivo de ciertas enfermedades como isquemia cardiaca, neuropatía diabética y Alzheimer (González-Pérez et al., 2008).
Según Kamanna et al. (2008), la niacina aumenta el estado redox de las células endoteliales vasculares, lo que resulta en la inhibición del estrés oxidativo y los genes inflamatorios vasculares. Rodríguez-Concepción et al. (2018) informan también que los carotenoides de manera general actúan contra el fotodaño, degeneración macular, enfermedades crónicas, y la obesidad, e incluso presenta mejoras cognitivas por parte de la luteína.
Rojo et al. (2010) evaluaron el efecto antiinflamatorio del aceite de semillas de lúcuma a través de la inhibición del óxido nítrico inducida por macrófagos, y determinaron que el aceite de semillas de lúcuma reduce la concentración de óxido nítrico y es un potencial antinflamatorio.
Como anticancerígeno
El β-sitosterol, componente encontrado en lúcuma por Mejía (2017) y García (2016), según Bin Sayeed y Ameen (2015) es un nutracéutico anticáncerígeno de futuro prometedor, ya que, a diferencia de la quimioterapia, este resulta ser no tóxico, pero a su vez menos potente; de investigarse y optimizar su efecto mediante investigaciones se mejoraría la forma de combatir el cáncer a futuro. Shin et al. (2018) confirmaron experimentalmente la actividad anticancerígena del β-sitosterol en células AGS (adencarcinoma gástrico) humanas y xenoinjertos en ratas.
Janampa (2017) determinó que la lúcuma, var. Dos Marrón, tiene alto contenido de pectina en estado verde, y va disminuyendo con la maduración, sin embargo, a pesar de la reducción este se mantiene en cantidades considerables. Zhang et al. (2015) indican que la pectina tiene una alta unión de sales biliares y favorece la micelización de carotenoides; posee actividad antitumoral y facilita el proceso digestivo.
Guerrero-Castillo et al. (2019) encontraron componentes bioactivos en semillas de lúcuma como aminoácidos, ácidos orgánicos, flavonoides, triperpenos, entre los cuales los taninos y quercetina tienen propiedades que permiten combatir la formación y desarrollo de células cancerígenas (Yildirim y Turcan, 2015).
Actividad gastroprotectora
Guerrero-Castillo et al. (2019) identificaron compuestos fenólicos como flavonoides y ácidos fenólicos, en semillas o pepas de lúcuma con moderado a alto nivel antioxidante. Ellos realizaron ensayos en ratas y aplicaron el modelo de lesión inducida para determinación de actividad gastroprotectora, utilizando como remedio soluciones metanólicas de semillas de lúcuma y lanzoprazol. Los resultados indicaron que el extracto de semillas de lúcuma tiene una actividad gastroprotectora mayor a la de lanzoprazol, un medicamento empleado para tratamientos de lesiones gástricas. De esta manera concluyeron que las toneladas de pepa de lúcuma que son tratadas como residuos agrícolas, también podrían ser útiles para la producción de medicamentos y suplementos nutricionales.
Otras propiedades beneficiosas
Rojo et al. (2010) trabajaron para regenerar fibroblastos humanos, heridas en ratones y aletas de larvas de pez a partir de aceite de semillas de lúcuma. Y determinaron que el aceite de semilla de lúcuma favorece la cicatrización de heridas y regeneración celular. De manera que puede ser aplicado en medicina y cuidado de la piel. Además, evaluaron también su capacidad como antimicrobiano, determinando que tiene un potencial en la interrupción del crecimiento de poblaciones bacterianas en heridas.
Bussmann y Glenn (2010) indican que el consumo de lúcuma como fruta fresca favorece la producción de leche materna en mujeres luego del parto.
Biskup et al. (2013) mencionan diversas investigaciones que indican que los compuestos fenólicos tienen propiedades contra el Alzheimer, arteriosclerosis, como antimicrobiano y beneficios para el sistema respiratorio y cardiovascular, sin embargo, hace falta más estudios para determinar dichos compuestos y atribuir las propiedades de manera específica a cada uno.
Apreciación crítica
Las propiedades como alimento funcional de la lúcuma están evidenciadas en investigaciones sobre sus beneficios para la salud, sin embargo, los trabajos en relación con la demostración de estas propiedades son pocos, por lo que se tuvo que recurrir a investigaciones específicas de sus componentes bioactivos más representativos como los β-carotenos, y compuestos fenólicos en general.
Una fruta con tantas bondades como la lúcuma no ha sido muy explorada e investigada (Figura 2), por lo que requiere de un mayor interés científico, y deben realizarse más investigaciones sobre sus propiedades funcionales, abarcando no solo para la pulpa, sino también la semilla y cáscara.
La semilla de lúcuma tiene propiedades regenerativas, sería ideal elaborar productos a base de los ácidos grasos de la semilla o la extracción de aceites esenciales para su aplicación en cremas o consumo humano; de igual manera su actividad gastro-protectora puede ser el comienzo para la elaboración de medicamentos hechos a base de lúcuma que reemplacen los remedios convencionales. La composición de la misma semilla y la cáscara pueden ser incluso útiles para la obtención de metabolitos fermentables, biomateriales, alimento para animales o generación de energía renovable. Además, se habla mucho sobre los potenciales beneficios del consumo de pulpa contra el Alzheimer y su actividad antimicrobiana, pero hace falta demostrarlo con resultados concretos y estudios científicos.
Este tipo de investigaciones pueden ayudar a complementar los estudios ya existentes y dar a conocer otros nuevos beneficios de la lúcuma, de esta manera se podrá conocer y aprovechar esta fruta al máximo.
Conclusiones
La lúcuma es una fruta con grandes beneficios para la salud evidenciados en investigaciones que destacan sus componentes bioactivos y características organolépticas. Esta fruta debe verse como un potencial alimento medicinal aplicable que puede reemplazar los suplementos y medicinas. Las investigaciones realizadas a la lúcuma en relación con la salud y sus aplicaciones en otros campos son escasos y por lo general abarcan solo la pulpa, por eso es necesario realizar estudios de mayor profundidad que incluyan la cáscara, la semilla o incluso la planta. La investigación aplicada de este fruto natural tendrá mucha relevancia en la lucha por combatir enfermedades y males en el futuro.