Introducción

La definición de la Responsabilidad Social Universitaria (RSU en adelante) se ha visto abordada desde diversas perspectivas durante los últimos años, sobre todo en el campo de la Educación Superior. Valleys (2008), lo define como una política de mejora progresiva de las instituciones de educación superior orientada al cumplimiento de su misión a partir de cuatro procedimientos: gestión ética y ambiental, formación de ciudadanos solidarios y responsables, productividad y difusión del conocimiento, participación social acorde al desarrollo humano y sostenible. Esto lo complementa Ayala (2011) al denominar a la RSU como una modificación inteligente y ética de las repercusiones que genera una organización en los entornos desde una función individual y social, siendo entendida como un cambio de paradigma que se vuelve gradual en aras de la mejora de la realidad universitaria.

Además, ^{Ibarra et al. (2020}) expone que la universidad genera una repercusión dentro de los entornos sociales en relación con el ejercicio de sus funciones, que pueden dividirse en: investigación, servicio de extensión y participación en el desarrollo nacional en diversas dimensiones y niveles. En consecuencia, la RSU es un fundamento que contribuye a la sostenibilidad y bienestar del colectivo, comprometiendo a la comunidad universitaria en los impactos que genera (^{Cuba et al., 2023}). De modo simultáneo, Luque y Cervantes (2019), explican que también se la considera como una integración de las universidades, muchas veces voluntaria, demostrando su compromiso ante la sociedad y el medio ambiente. Esto demuestra el cumplimiento de criterios como: enseñanza, investigación y transferencia gestionando mediante criterios de calidad y excelencia frente a las labores que van realizando (^{Vidal, 2019}).

La vinculación de una institución universitaria con su entorno social constituye un elemento esencial en el ámbito de la educación superior. Esto implica el establecimiento de relaciones estrechas y colaborativas entre la universidad y la comunidad circundante. Este compromiso se materializa a través de la promoción de la responsabilidad social de la universidad, la participación en proyectos comunitarios, la transferencia de conocimientos y tecnología a la sociedad, así como la adaptación de la oferta académica a las necesidades locales. Una universidad que se integra plenamente contribuye al progreso socioeconómico, cultural y al bienestar de su entorno, al mismo tiempo que enriquece la formación de sus estudiantes al proporcionarles experiencias prácticas y cultivar en ellos un sentido de compromiso cívico. Esta colaboración recíproca fortalece la relevancia y el impacto positivo de la educación superior en la sociedad.

Sin duda, el impacto que generan las universidades permite la creación de un horizonte que conduzca a la atención de necesidades para el cambio social, que según ^{Huamanchuro (2021}) muestra una repercusión dentro de los entornos sociales en relación con el ejercicio de funciones institucionales, involucrando campos de acción: investigación, justicia, proyección social, docencia, entre otros; lo cual permite el desarrollo integral humano. Por ello, radica la importancia de la responsabilidad social universitaria, ya que su enfoque implica que se “transcienda” y evidencie en políticas que fomenten el vínculo entre la sociedad y los objetivos generales-específicos que determinan las universidades; manteniendo principios de soberanía, identidad y autenticidad (Beltrán et al., 2014).

A lo largo de las últimas décadas, el concepto de Responsabilidad Social Universitaria (RSU) ha experimentado un notable avance y se ha convertido en un pilar central en la misión de las instituciones de educación superior. En sus inicios, la RSU se veía principalmente como un compromiso filantrópico en el que las universidades donaban recursos financieros y servicios a la comunidad. Sin embargo, con el tiempo, esta perspectiva ha evolucionado hacia una visión más completa y estratégica de la RSU.

En la actualidad, la RSU engloba una variedad de enfoques interconectados que trasciende, por ejemplo, un enfoque esencial es la colaboración con diferentes grupos de interés, lo que implica una estrecha cooperación con estudiantes, profesores, personal administrativo, comunidades locales, empresas y gobiernos. Esta colaboración activa permite a las universidades involucrarse eficazmente en la solución de problemas sociales, económicos y medioambientales.

Lo anterior, muestra que las dimensiones de la RSU han evolucionado. Además de la extensión universitaria tradicional y la vinculación con la comunidad, la RSU ahora abarca temas como la sostenibilidad ambiental, la inclusión social, la ética en la investigación y la formación ciudadana. Estas diversas dimensiones reflejan el compromiso amplio y variado de las universidades con la sociedad.

Es importante destacar que la implementación de la RSU puede variar significativamente, dependiendo de factores como la cultura institucional, el contexto socioeconómico y las necesidades específicas de los grupos de interés. Cada universidad adapta su enfoque de RSU según sus recursos, valores y objetivos institucionales. Para evaluar y comunicar su compromiso con la RSU, muchas instituciones han adoptado el concepto de "balance social de universidades", que permite medir y divulgar el impacto de la universidad en la sociedad, abordando áreas clave como la educación, la investigación, la gestión medioambiental y la participación ciudadana (^{Yenney y Basantes, 2022}).

En cuanto a las funciones de gestión, las universidades en América Latina han progresado en la adopción de prácticas sostenibles y una administración ambientalmente responsable en sus instalaciones académicas. Esto abarca desde la introducción de iniciativas de reciclaje y la promoción de la eficiencia energética. Además, algunas instituciones han logrado obtener certificaciones ambientales que confirman su compromiso con la sostenibilidad. Paralelamente, se han implementado mecanismos de supervisión y rendición de cuentas para impulsar una gestión más ética y transparente en las universidades, lo que incluye la adopción de códigos éticos, políticas para prevenir la corrupción y auditorías internas destinadas a garantizar la adecuada utilización de los recursos. Asimismo, las universidades latinoamericanas han fortalecido su colaboración con otras instituciones académicas, entidades gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil, lo que facilita la coordinación de esfuerzos para abordar desafíos regionales y promover el desarrollo sostenible.

En relación con las funciones de investigación, se ha fomentado la realización de investigaciones que aborden problemáticas sociales y económicas específicas. Las universidades han centrado sus investigaciones en áreas como la salud pública, la educación, la pobreza, la equidad de género y la seguridad alimentaria, contribuyendo al desarrollo de soluciones concretas para los retos regionales. Asimismo, la RSU en América Latina ha impulsado la transferencia de tecnología y conocimiento desde las instituciones académicas hacia la sociedad en general, dando origen a la creación de incubadoras de empresas, parques tecnológicos y programas de apoyo a emprendedores que estimulan la innovación y el desarrollo económico. Además, se ha destacado la importancia de valorar y respetar la diversidad cultural en la región, promoviendo investigaciones interculturales y proyectos que aborden la pluralidad étnica y cultural, lo que contribuye significativamente a la inclusión y la igualdad.

En cuanto a las funciones de formación y acción social, las universidades han incorporado la educación para la ciudadanía global en sus programas académicos, promoviendo la conciencia cívica, el respeto por los derechos humanos y la responsabilidad social entre sus estudiantes. La promoción del servicio comunitario como parte integral de la formación académica ha llevado a una mayor participación de los estudiantes en proyectos de voluntariado y acciones sociales en sus comunidades, proporcionándoles experiencias prácticas y fortaleciendo su compromiso con la RSU. Además, muchas instituciones han implementado programas de acceso equitativo con el objetivo de favorecer la igualdad de oportunidades, ofreciendo becas y asistencia financiera a estudiantes provenientes de comunidades desfavorecidas, lo que amplía significativamente el acceso a la educación superior.

Las instituciones de Educación superior desempeñan un papel clave en la formación de profesionales altamente capacitados y en la generación de conocimiento e innovación. Sin embargo, existen disparidades en términos de acceso, calidad y pertinencia de la educación superior en los diferentes países latinoamericanos. Se reconoce que, en América Latina, el vínculo entre la responsabilidad social y la educación superior es de vital importancia. Las instituciones universitarias juegan un papel fundamental en el desarrollo sostenible y el progreso social de la región (^{Morell, 2019}). El compromiso con la responsabilidad social en la educación superior, como señalan ^{Rodríguez et al. (2021}), va más allá de la formación de profesionales éticos y comprometidos con el bienestar de la sociedad y el medio ambiente. También implica la promoción de la generación de conocimiento y la investigación orientada a resolver los desafíos sociales y ambientales. Este compromiso se refleja en la educación superior a través del fortalecimiento de la vinculación con la comunidad, la promoción de la inclusión y la equidad, así como en la adopción de prácticas sustentables y socialmente responsables en la gestión universitaria.

Sin embargo, como señala ^{Cumpa et al. (2022}), en muchos casos existe una desconexión entre los programas académicos y las necesidades del mercado laboral. Esto genera una brecha entre la formación que reciben los estudiantes y las habilidades demandadas por las empresas y la sociedad en general, como destaca ^{Gaete (2020}). Por lo tanto, resulta fundamental fortalecer la colaboración entre las instituciones de educación superior, el sector empresarial y las entidades gubernamentales, como plantean ^{Nieto y Gazca (2021}), con el fin de asegurar una educación superior pertinente y orientada al desarrollo económico y social, estrechamente vinculada con la responsabilidad social universitaria.

En el Perú, la Responsabilidad Social Universitaria se encuentra tipificada en la Ley Universitaria N° 30220, en donde se la define como una gestión que cumple características éticas como eficaces, y dentro del entorno universitario cumple dos funciones: de investigación o académica; por lo que es esencial que las instituciones educativas peruanas integren la RSU en su planificación estratégica y curricular, fomentando una cultura de responsabilidad social en todos los niveles de la comunidad universitaria. Además, se deben establecer alianzas con actores clave para abordar los desafíos sociales y ambientales de manera efectiva generando un impacto positivo en la sociedad peruana.

Tanto las instituciones de educación superior privadas como las públicas han experimentado avances significativos, aunque presentan diferencias notables en la manera en que abordan y gestionan este compromiso. A continuación, se resaltan algunos de los progresos específicos observados en las universidades privadas en comparación con sus contrapartes públicas en lo que respecta a la RSU: Las universidades privadas a menudo se caracterizan por su mayor flexibilidad y agilidad en la ejecución de iniciativas relacionadas con la RSU. Esto se debe a la naturaleza de su estructura de gestión, que suele ser más ágil y menos burocrática en comparación con las instituciones públicas. Otro progreso es el enfoque de sostenibilidad financiera, donde las universidades privadas suelen contar con diversas fuentes de financiamiento, que incluyen las tasas de matrícula, donaciones y asociaciones con el sector empresarial. Esta diversificación financiera les proporciona una mayor estabilidad económica, lo que les permite realizar inversiones a largo plazo en proyectos de RSU sin depender en gran medida de los fondos gubernamentales. Por último, existe un énfasis en la innovación y el emprendimiento, donde universidades privadas ponen un énfasis destacado en la promoción de la innovación y el espíritu emprendedor, lo cual se alinea armoniosamente con los principios de la RSU. Esto se materializa en la creación de incubadoras de empresas, parques tecnológicos y programas de apoyo a startups, todos ellos elementos que contribuyen al desarrollo económico y social de manera significativa.

Es así como nace en la actualidad la necesidad de reflexionar acerca sobre el rol que asumen las universidades con la sociedad, que podrían evaluarse a partir de los efectos que se generan desde actividades delimitadas, la responsabilidad de plantearse nuevos escenarios para el ofrecimiento de un servicio educativo de calidad, presentación en el plano social como una organización socialmente responsable que pretende basar su accionar en valores sociales, democráticos y ecológicos (^{Andia et al., 2021}).

A partir de los párrafos mencionados, la RSU es una política de gestión universitaria que atiende las nuevas demandas y desafíos del siglo XXI acordes al desarrollo de la Educación superior (^{Gaete, 2023}), basándose en 4 ejes articuladores: campus responsable, gestión social del conocimiento, participación social y formación ciudadano-profesional (^{Bahena y Morales, 2019}). Este tipo de estudios contribuyen a la comprensión de la literatura sobre la RSU para promover el desarrollo de la calidad educativa, resaltando la importancia de mantenerse al tanto de las últimas investigaciones efectuadas en dicho campo. La presente revisión sistemática tiene como objetivo principal analizar la literatura existente sobre la responsabilidad social universitaria durante el periodo 2019 a 2023. A través de la recopilación y síntesis de la evidencia disponible en la literatura académica, se busca identificar las prácticas más efectivas en este ámbito proporcionando recomendaciones claras y fundamentadas para educadores como profesionales en el campo de la gestión, calidad, acreditación y afines.

Metodología

La metodología de esta revisión sistemática se sustenta en la aplicación de criterios de inclusión y exclusión específicos para la selección de estudios relevantes. Se llevó a cabo una exhaustiva búsqueda en bases de datos académicas, seguida de un proceso de evaluación de la calidad metodológica de los estudios seleccionados. La síntesis y el análisis de los resultados permitirán la identificación de patrones y tendencias emergentes, aportando una visión general sobre las prácticas más destacadas y efectivas en el desarrollo de la responsabilidad social universitaria.

Los criterios en los cuales se basó el estudio fueron los siguientes:

La investigación consistió en una revisión sistemática de carácter descriptivo que se enfocó en artículos científicos. Esta exploración se basó en la revisión de literatura científica desde el año 2019 hasta el 2023. En línea con una visión cualitativa y descriptiva, se utilizó la declaración PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta Analyses) como metodología para la estrategia de búsqueda. Se recopilaron todos los estudios que potencialmente podrían responder al objetivo propuesto, buscando el texto completo y con acceso libre. Se llevó a cabo el flujo de la revisión sistemática para el proceso de selección de estudios. Las búsquedas electrónicas se efectuaron en diversas bases de datos en línea: Scopus, ERIC y SciELO, utilizando las siguientes palabras clave en inglés: “University social responsibility”, “University social policy”, “Higher Education”, “Relevance of education”, “Peru” y “Latin America”.

Los criterios de exclusión fueron: la no pertenencia a artículos científicos, la falta de criterios de calidad, la duplicidad y el idioma. Los criterios de inclusión se centraron en el título, resumen, objetivos y resultados de los artículos, así como en los participantes, que eran estudiantes de Educación superior de pregrado de varios países durante los últimos cinco años.

Inicialmente, se identificaron un total de 6,944 registros relevantes en las bases de datos seleccionadas. Posteriormente, tras remover los documentos duplicados, se obtuvo un conjunto final de 6,942 registros para su evaluación de elegibilidad.

Durante la fase de elegibilidad, se realizó una revisión exhaustiva de los títulos y resúmenes de los registros. Como resultado, se excluyeron 6,862 registros que no cumplían con los criterios de inclusión establecidos para este estudio. Se seleccionaron 80 registros para una evaluación más detallada.

Finalmente, se llevó a cabo una evaluación exhaustiva de los artículos completos identificados. Se excluyeron 50 artículos debido a motivos externos, como inaccesibilidad o falta de relevancia temática. Como resultado, se incluyeron 30 artículos completos para su análisis y síntesis de resultados (Figura 1).

En los siguientes apartados, se presentarán los hallazgos obtenidos a partir de la revisión sistemática, centrándose en la responsabilidad social dentro de la Educación superior universitaria. Estos resultados brindarán una perspectiva holística de las prácticas más destacadas y efectivas que pueden desarrollarse en este campo, de este modo surgen recomendaciones fundamentadas y claras para agentes del quehacer educacional y profesional en el campo de la RSU.

Figura 1 Diagrama de flujo de selección de artículos (adaptación PRISMA). 

Resultados

En la Tabla 1, base datos ERIC, se hallaron 12 estudios en función a la responsabilidad social universitaria, los mismos que resaltan la importancia de la responsabilidad en los entornos educativos, lo cual implica ofrecer oportunidades centradas en los aprendizajes y orientadas hacia el futuro, abarcando los cambios disruptivos de la sociedad. La implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS en adelante) en las universidades bajo un enfoque de responsabilidad social a nivel internacional también es destacada, considerando diversas áreas como geografía, educación y aprendizaje.

La Responsabilidad Social Universitaria (RSU) se ocupa de estudiar y promover las funciones sustantivas de la universidad en el ámbito de la sociedad y el entorno global. La investigación desempeña un papel fundamental en los avances de la Responsabilidad Social Universitaria (RSU), pues, en primer lugar, se destaca que la investigación proporciona un marco práctico para medir la RSU en el contexto latinoamericano y su alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para 2030. Esto subraya cómo la investigación contribuye a la evaluación y medición de los esfuerzos de RSU, lo que permite una comprensión más profunda de su impacto. Esto indica cómo la tarea investigadora se utiliza para desarrollar enfoques más efectivos y basados en evidencia en el ámbito de la RSU, lo que contribuye a la mejora continua de la educación y la gestión universitaria.

Con base a los resultados, se determina que, la utilización de modelos que fomenten la mejora en la evaluación y programas de educación superior destacan aspectos como la eficacia, responsabilidad, sostenibilidad y operatividad; contribuyendo a la reflexión sobre el desarrollo de conocimientos y experiencias desde una perspectiva social, y considerando la influencia de elementos culturales en las instituciones de educación superior.

Por lo tanto, los hallazgos encontrados sostienen la relevancia del desarrollo y validación de instrumentos en entornos de educación superior, especialmente en relación con la satisfacción y compromiso académico. También se aborda cómo los administrativos en la educación superior perciben el vínculo entre la sustentabilidad y acreditación, incorporando el aspecto de la calidad de los procesos como un desafío actual dentro de la responsabilidad social universitaria.

En la Tabla 2, base datos SCOPUS, se hallaron 5 estudios en función a la responsabilidad social universitaria. El análisis nos demuestra que, se realizan abordajes de manera exhaustiva y significativa la temática de la Responsabilidad Social Universitaria (RSU) en el contexto de América Latina. Se destaca la identificación de una serie de actividades que las universidades llevan a cabo como parte de su iniciativa de responsabilidad social y se analiza cómo estas acciones impactan en las partes interesadas.

Con base a los resultados, se determina que, la responsabilidad social, vinculada con los componentes de educación superior, proporciona a la comunidad universitaria habilidades y capacidades para contribuir significativamente en campos como la investigación, la divulgación y las operaciones. Esto subraya la relevancia de la RSU como una herramienta para fortalecer el papel de las universidades en el desarrollo sostenible.

Por lo tanto, los hallazgos encontrados sostienen que las actividades e iniciativas de responsabilidad social llevadas a cabo por las universidades tienen un impacto significativo en las partes interesadas, enfatizando la importancia de la sociedad como agente de cambio en la internalización de la gestión educativa. Además, se reconoce el potencial de la RSU para capacitar a la comunidad universitaria en el desarrollo sostenible y se resaltan las estrategias implementadas en las instituciones de educación superior. Por último, se subraya la contribución positiva de las universidades en la preservación y desarrollo sostenible en la región latinoamericana.

En la Tabla 3, base datos SciELO, se hallaron 13 estudios en función a la responsabilidad social universitaria. El análisis nos demuestra que, es importante que los centros de estudio destinen esfuerzos para desarrollar políticas, prácticas y acciones que fomenten un comportamiento socialmente responsable entre los estudiantes. Además, se subraya la relevancia de que el modelo educativo universitario se caracteriza por desarrollar competencias desde una perspectiva de responsabilidad social durante la formación académica.

La RSU se muestra como una praxis social que educa y mantiene conocimientos actuales, proporcionando experiencias significativas para los estudiantes. Además, se resalta la importancia de contar con escalas de medición que permitan evaluar la responsabilidad social universitaria y su viabilidad en el contexto de las universidades latinoamericanas.

Con base a los resultados, se determina que, los programas de extensión universitaria concretan la responsabilidad social al vincularse con las demandas sociales, y también se señala una desatención en el fomento de pautas para regular el comportamiento de las instituciones de educación superior en relación con la RSU. Del mismo modo, es relevante la utilidad de las escalas para estudiar la percepción sobre la RSU, lo cual contribuye al diseño de estrategias y políticas que satisfagan las necesidades de los estudiantes.

Por lo tanto, los hallazgos encontrados demuestran una diversidad de enfoques y temáticas que abarcan la responsabilidad social universitaria desde diferentes perspectivas y áreas de estudio, lo que resalta la complejidad y riqueza de este campo en el contexto de la educación superior. Además, se reconoce la RSU como una estrategia de gestión en instituciones educativas, que requiere la participación de los actores organizacionales para replantear postulados y criterios.

Discusión

A partir de la revisión sistemática realizada a los 30 artículos con relación al objetivo de estudio analizar la literatura existente sobre la responsabilidad social universitaria durante el periodo 2019 a 2023, se estableció que la responsabilidad social universitaria es considerada como un pilar fundamental en el contexto de la educación superior en América Latina. Este hallazgo refleja la creciente conciencia de las instituciones académicas sobre su responsabilidad en la sociedad y su compromiso con los desafíos que enfrenta. Además, la percepción de la RSU como un enfoque práctico y necesario para abordar cuestiones sociales, ambientales y económicas resalta la evolución de la RSU más allá de una mera declaración de principios, convirtiéndola en una estrategia de gestión integral.

Por consiguiente, se destaca su importancia como un enfoque práctico y necesario para abordar los desafíos sociales, ambientales y económicos de la región. La RSU se visualiza como un puente que vincula a las universidades con los ODS, promoviendo un compromiso con la implementación de políticas y prácticas responsables en las instituciones educativas. Se valora la RSU como un catalizador que ofrece oportunidades para el crecimiento y desarrollo de competencias entre los estudiantes, preparándolos para enfrentar los cambios de la sociedad y contribuir a la investigación y divulgación de conocimientos con un enfoque empírico. Esto no solo contribuye a la formación de profesionales éticos sino también al alineamiento de las instituciones académicas con objetivos de impacto social positivo.

Por lo tanto, es una herramienta relevante para evaluar y mejorar programas en educación superior, así como para reflexionar sobre el impacto socioambiental y los desafíos que presenta en la gestión universitaria. En definitiva, la responsabilidad social universitaria es percibida como una estrategia de gestión integral, que busca promover una formación ética y ciudadana en los estudiantes, fortalecer el vínculo con la sociedad y la comunidad, y posicionarse como agentes de cambio positivo en Latinoamérica. Asimismo, la RSU se revela como un vehículo crucial para el crecimiento y desarrollo de competencias entre los estudiantes. Su enfoque empírico impulsa la participación activa de los estudiantes en la investigación y divulgación de conocimientos, preparándolos mejor para enfrentar los cambios en la sociedad. Esta dimensión de la RSU va más allá de la teoría y promueve una educación más sólida y aplicable.

En ese sentido, las universidades deberían centrarse en atender la responsabilidad universitaria debido a su papel fundamental en el desarrollo integral de la sociedad. Al asumir un enfoque proactivo en la responsabilidad universitaria, las instituciones pueden contribuir significativamente a la solución de problemáticas sociales, ambientales y económicas. También, al promover una cultura de responsabilidad, las universidades forman profesionales éticos y comprometidos con el bienestar colectivo.

Sin embargo, en este contexto de discusión, también es necesario reconocer los desafíos que enfrenta la RSU en América Latina. Estos incluyen la necesidad de establecer métricas claras para medir y evaluar el impacto de las iniciativas de RSU, así como la importancia de garantizar una participación efectiva de la comunidad universitaria en la toma de decisiones relacionadas con la RSU. Además, la colaboración interinstitucional y la integración de la RSU a nivel regional y global son áreas que requieren un mayor desarrollo y coordinación.

Finalmente, atender la responsabilidad universitaria también fortalece la vinculación con la comunidad y promueve la participación activa de los estudiantes en la búsqueda de soluciones sostenibles y socialmente justas. Centrarse en la responsabilidad universitaria posiciona a las universidades como agentes de cambio positivo y promotores del desarrollo sostenible en el ámbito local y global; por lo que se resalta la necesidad de abordar los desafíos pendientes y trabajar en la consolidación de políticas y prácticas que fomenten una RSU más efectiva y sostenible.

Conclusiones

El estudio de la literatura previa proporciona una base sólida de conocimientos y experiencias acumuladas en el campo de la RSU, lo que permite comprender su evolución, desafíos y logros a lo largo del tiempo. Esta tendencia se caracteriza por una creciente conciencia de las instituciones académicas sobre su rol en la sociedad y la necesidad de contribuir al bienestar general. A medida que las universidades han adoptado enfoques más holísticos y orientados a la comunidad, se ha producido un aumento en la integración de la RSU en sus misiones y programas.

Los esfuerzos en RSU buscan un compromiso más profundo y sostenible con cuestiones sociales, culturales y ambientales. La tendencia actual es que las universidades están asumiendo un papel más activo en la solución de problemas locales y globales, trabajando en colaboración con diversas partes interesadas. Sin embargo, el nivel de desarrollo en RSU todavía varía ampliamente entre las instituciones y las regiones del mundo.

A pesar de los avances notables, la RSU sigue siendo un desafío en constante evolución que requiere un compromiso continuo por parte de las universidades para alcanzar su máximo potencial en la promoción del bienestar social y la sostenibilidad. Por ello, se pueden identificar ciertos vacíos que aún persisten en este campo. Desde la perspectiva de los avances significativos, uno de los principales vacíos radica en la falta de una definición universalmente aceptada de RSU, lo que puede dar lugar a interpretaciones diversas y a la implementación de prácticas fragmentadas en diferentes instituciones.

Además, existe una brecha en la medición y evaluación efectiva de los impactos de las iniciativas de RSU, lo que dificulta la identificación de las mejores prácticas y la comprensión de su verdadero alcance. La participación de la comunidad universitaria, incluidos estudiantes, docentes y personal administrativo, a menudo no está completamente integrada en los procesos de toma de decisiones relacionados con la RSU, lo que puede limitar su efectividad. Asimismo, la colaboración interinstitucional y la integración de la RSU a nivel regional y global aún son áreas que requieren mayor atención y desarrollo. Por ende, para avanzar en la RSU, es esencial abordar estos vacíos y trabajar en la creación de un marco conceptual sólido, sistemas de evaluación y una mayor involucración de la comunidad universitaria y la cooperación interinstitucional, a fin de lograr un impacto más significativo en la sociedad y la sostenibilidad.

Es fundamental establecer normas claras para el desarrollo formativo de los estudiantes y su vinculación con las universidades. Estas normas deben guiar la formación ética y ciudadana de los estudiantes, promoviendo valores como la responsabilidad social, el respeto a la diversidad y el compromiso con el bienestar común. Además, es fundamental que las universidades integren la RSU en su planificación curricular, proporcionando oportunidades para que los estudiantes se involucren en proyectos y acciones que contribuyan al desarrollo sostenible de la sociedad. El vínculo entre los estudiantes y las universidades en materia de responsabilidad social implica la creación de espacios de participación y diálogo, donde se promueva la conciencia social y se fomente el compromiso activo con los desafíos del entorno.

El presente estudio sugiere que en América Latina se promueva una colaboración estrecha entre las instituciones educativas, los gobiernos y las comunidades locales. Mediante alianzas estratégicas, las universidades pueden identificar y abordar las necesidades y desafíos sociales y ambientales de manera más efectiva. Además, es importante que las universidades integren la RSU en su planificación estratégica y curricular, fomentando la formación de profesionales comprometidos con el desarrollo sostenible y la responsabilidad social. Asimismo, se debe promover una cultura institucional que valore la transparencia, la rendición de cuentas y la sostenibilidad, para que la RSU sea un pilar fundamental en todas las actividades y decisiones universitarias. Finalmente, se alienta a compartir buenas prácticas y lecciones aprendidas entre las universidades de la región, para enriquecer y fortalecer el enfoque de la RSU en América Latina.