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Revista Digital de Investigación en Docencia Universitaria

versão On-line ISSN 2223-2516

Rev. Digit. Invest. Docencia Univ. vol.10 no.2 Lima jul./dic. 2016

http://dx.doi.org/10.19083/ridu.10.466 

http://dx.doi.org/10.19083/ridu.10.466

ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

¿Qué características psicológicas valoran los estudiantes universitarios de sus profesores?

Which Psychological Features do College Students Value in their Professors?

Quais são as características psicológicas valorizadas pelos estudantes universitários dos seus professores?

 

Sonia Casillas Martín* Marcos Cabezas González **, Ana María Pinto Llorente ***

*, ** Facultad de Educación, Universidad de Salamanca, Salamanca, España

*** Facultad de Educación, Universidad Pontificia de Salamanca, Salamanca, España


RESUMEN

Desde hace más de tres décadas se utiliza la evaluación de la labor docente basada en la percepción de los alumnos. Considerado como uno de los modelos con mayor historia y utilización en las instituciones. Este artículo trata de identificar el concepto de buen profesor universitario de acuerdo con las características psicológicas valoradas por los alumnos. Para ello se llevó a cabo un estudio longitudinal cuantitativo que investigó una muestra de más de 6000 estudiantes, de manera repetida, a lo largo de un período de 10 años. El instrumento utilizado para la recogida de la información fue un cuestionario compuesto por una escala de adjetivos con opción de respuesta tipo Likert, sometido a un estudio piloto y juicio de expertos como procedimientos de validación. Los resultados obtenidos identifican las características psicológicas que los alumnos proponen para definir un buen profesor, las cuales se relacionan con características personales básicas, valores personales, así como con la sociabilidad y la participación, aspectos psicosociales y de relaciones interpersonales.

Palabras clave: universidad, docencia, eficacia del docente, evaluación del docente, características psicológicas.


ABSTRACT

For more than three decades, teaching work assessment based on the student’s perception has been used. This is considered one of the most classical and most used models within institutions. This paper seeks to identify the concept of a good college professor according to the psychological traits valued by students. To this end, a longitudinal, quantitative study was conducted on a sample of more than 6000 students, in a repeated manner, over a 10-year time period. The tool used for gathering data was a questionnaire composed of an adjective scale with a Likert-type option. It underwent a pilot study and was evaluated by experts as validation procedures. The results obtained identify the psychological traits proposed by students to define a good professor. These are related to basic personal traits, personal values, as well as to sociability and participation, psycho-sociological aspects and interpersonal relationship aspects.

Keywords: college, teaching, professor efficiency, professor assessment, psychological features.


RESUMO

A avaliação do ensino baseado na percepção dos alunos é usada por mais de três décadas. Considerada um dos modelos com mais história e uso nas instituições. Este artigo visa identificar o conceito de bom Professor Universitário, de acordo com as características psicológicas valorizadas pelos alunos. Foi realizado um estudo longitudinal quantitativo que pesquisou com uma amostra de mais de 6000 estudantes, repetidamente, durante um período de 10 anos. O instrumento utilizado para a coleta da informação foi um questionário composto por uma escala de adjetivos com resposta tipo Likert, com um estudo piloto e o julgamento de especialistas tais como procedimentos de validação. Os resultados identificam as características psicológicas que os alunos propõem para definir um bom professor, que se relacionam com características pessoais, valores pessoais, bem como com a sociabilidade e participação, aspectos psico-sociais e relações interpessoais.

Palavras-chave: Universidade, ensino, eficácia do professor, avaliação do professor, características psicológicas.


Desde hace más de tres décadas se viene haciendo referencia a la evaluación de la labor docente basada en la percepción de los alumnos, considerado como uno de los modelos con mayor historia y utilización en las instituciones, ya que escuchar cuáles son las características mencionadas por los estudiantes para identificar a buenos profesores sirve para colaborar en la comprensión de lo que es una buena enseñanza y puede guiar la toma de decisiones en el aula (Sgrecciay & Cirelli, 2015).

Son numerosas las investigaciones sobre el concepto de buen profesor (Abadía et al., 2015; Álvarez, García & Gil, 1999a, 1999b; Casero, 2010; Casillas, 2006b; Casillas & Cabezas, 2010; Debesse & Mialaret, 1980; De la Orden, 1990; Gallego, 1988; Gargallo, Sánchez, Ros & Ferreras, 2010; Kulik & McKeachie, 1975; Mañú, 1996; McKeachie, 1983; Rebolloso & Pozo, 2000; Romero, Gleason, Rubio & Arriola, 2016; Sepúlveda, Opazo, Sáez & Lemarie, 2015; Tejedor & Montero, 1990; Wotruba & Wright, 1974). La mayoría de ellas se centran en recopilar cualidades, habilidades y comportamientos que debería exhibir el profesor universitario en su labor docente y describen generalmente las relacionadas con la buena comunicación y las habilidades didácticas, de organización y estructura de la materia. Suelen enfatizar las características que se refieren al desarrollo de las clases (claridad en la exposición de los contenidos, preparación y dominio de la materia, evaluación, interés y motivación por la asignatura, flexibilidad, atención a los alumnos, buenas relaciones, crear buen clima en el aula, entre otras), pero son menos las que se centran en algunas características psicológicas o personales y siempre lo hacen proponiéndolas junto a un amplio abanico de dimensiones, factores, criterios y variables que recogen de manera más específica los rasgos de un buen profesor. En general, los estudios referidos a la percepción del alumnado sobre sus profesores, coinciden en que "el alumnado universitario, independientemente de los estudios que realice o del país donde los curse, coincide en demandar de ese buen profesor unas explicaciones claras, que domine su materia, que sea respetuoso y que muestre interés (Hamer, 2015, p.229).

Cuando hablamos de características psicológicas, nos referimos a aquellos rasgos de personalidad que los alumnos valoran en lo que consideran un buen profesor. Si revisamos el estado de la cuestión, podemos encontrar investigaciones en las que se tienen en cuenta las características psicológicas del profesor como otro elemento más a la hora de elaborar el juicio sobre la calidad docente, y así abordan entre sus dimensiones alguna referida con estos rasgos de personalidad de un buen profesor universitario. Diferentes estudios señalan que para los estudiantes un buen profesor es: abierto con los alumnos, amable, asertivo, autocrítico, cercano (actitud de confianza, saber escuchar, llamar al alumno por su nombre), con buen humor, comprensivo, disponible y accesible fuera del aula, empático, flexible, justo, paciente, próximo, objetivo, respetuoso, responsable, etc. (Cabalín, Navarro, Zamora & San Martín, 2008; Cataldi & Lage, 2004; Gargallo et al., 2010; Hamer, 2015; Romero et al., 2016; Sayós, Pagés, Amador & Jorba, 2014). Por su parte, Casero (2010) evidencia que un buen profesor debe de transmitir seguridad (ser o parecer una persona segura de sí misma); mostrar interés (sensación de estar con un docente interesado en que el estudiante aprenda, ilusión transmitida, entusiasmo e impresión de que le gusta lo que hace) es un aspecto relevante para la percepción del alumno; la simpatía del docente se presenta como un elemento favorecedor del proceso de enseñanza-aprendizaje, y se asocia a clases amenas, divertidas, entretenidas y motivantes; y el tono anímico positivo de la labor docente parece repercutir notablemente sobre la atención y la motivación. Este autor también indica algunas características que los estudiantes no desean en sus profesores: autoritarismo, soberbia, superioridad, altanería, chulería y prepotencia.

Este artículo pretende comprobar si las creencias del alumnado de la Universidad Pontificia de Salamanca (España) con respecto al sentido y significado del buen profesor universitario, se dirigen a la selección de rasgos psicológicos; además de describir, de manera detallada, las características psicológicas que los estudiantes de las diferentes Titulaciones valoran positiva y negativamente sobre el concepto de buen profesor universitario, y buscar si existen diferencias en función de la Titulación que estén cursando.

MÉTODO

Diseño

El objetivo fundamental de este trabajo es el de identificar las cualidades psicológicas o personales positivas y negativas, que son elegidas por los estudiantes para definir el concepto de buen profesor, y comprobar si existen diferencias de percepción entre dos muestras de estudiantes, una vez pasados 10 años entre una muestra y otra.

Se utilizó un tipo de estudio longitudinal cuantitativo que investigó al mismo colectivo de manera repetida a lo largo de un período de 10 años. Concretamente se trata de un diseño de cohortes, estudios donde se puede contar con más de un grupo objeto de estudio, en este caso con dos grupos, seguidos durante un período de diez años para observar las diferentes percepciones que manifiestan ante las características psicológicas que desean que tengan sus profesores. Este tipo de estudios es muy adecuado para ver si la dimensión tiempo puede influir en las percepciones de los sujetos investigados.

Participantes

La población objeto de estudio fueron los alumnos de la Universidad Pontificia de Salamanca de todas las Titulaciones que quisieron participar en la investigación. En el momento en que se recogieron los datos tanto de la primera muestra, en el año 2005, como en el segundo momento, en el 2015, participaron las Titulaciones de Periodismo, Publicidad, Comunicación Audiovisual, Magisterio, Psicología, Logopedia, Psicopedagogía, Informática, Filosofía, Educación Social, Humanidades y Pedagogía. En el caso de los alumnos de la Titulación de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFYD) solo participaron en el 2015, por tratarse de una Titulación de nueva creación.

Las muestras fueron seleccionadas por el procedimiento aleatorio estratificado, tratándose de un muestreo probabilístico estratificado único. Para ello se eligieron dos muestras independientes, con una década de diferencia, la primera compuesta por los alumnos que cursaron sus estudios de Educación Superior en el curso 2005, que constaba de 2624 alumnos (N = 2624) y la segunda los matriculados en dicha Universidad en el curso 2015, siendo un total de 3480 estudiantes (N = 3480). La muestra participante final ascendió a 6104 estudiantes (N = 6104), de los cuales el 73,8% son hombres y el 26,2% mujeres, con edades comprendidas entre los 18 y 32 años, que estudian en 13 Facultades, de las 15 que consta dicha Universidad (ver Tabla 1 ).

La estimación del tamaño muestral adecuado nos llevó a determinar una población de 8500 estudiantes (N = 8500) en los dos años estudiados y en todas las titulaciones analizadas de dicha Universidad, lo que supone un nivel de confianza del 80%. El motivo de elegir esta Universidad para el estudio fue porque, además de contar con un gran prestigio y reconocimiento a nivel nacional e internacional, ha trabajado profundamente los temas relacionados con la evaluación y calidad de la docencia, centrándose, a su vez, continuamente en una mejora institucional. Razón muy importante para este trabajo, puesto que implica que sus profesores además de contar con una amplia y extensa trayectoria profesional y académica están inmensamente familiarizados con el tema de la calidad docente y la mejora de la Educación Superior.

Instrumento de recogida de información

El instrumento utilizado para la recogida de la información fue el “Cuestionario sobre el profesor ideal”, diseñado y validado por Villa (1985), sometido a un estudio piloto y juicio de expertos como procedimientos de validación. Después de una revisión de diferentes instrumentos se optó por este por ser el que más se ajustaba a los objetivos de nuestro estudio.

Con los datos obtenidos para este estudio se constató su elevada fiabilidad como consistencia interna. El coeficiente alfa de Cronbach resultante fue de .97; muy aceptable para este tipo de instrumentos (Morales, Urosa & Blanco, 2003).

En el trabajo de Villa, la escala estaba definida por 200 rasgos, hallados empíricamente, que los alumnos de enseñanzas medias debían valorar. En este trabajo utilizamos esta escala original, reduciéndola a 186 adjetivos, prescindiendo de aquellas cualidades que no eran adecuadas para la Educación Superior. Las opciones de respuesta son del tipo escala Likert, con valores comprendidos entre 1 y 5, siendo 1 nada importante, 2 poco importante, 3 regular, 4 bastante importante y 5 muy importante. Y se organiza teniendo en cuenta una serie de dimensiones que fueron diferenciadas en el trabajo de este autor tras la realización de un exhaustivo análisis factorial y que son: La física-deportiva, la personal y de relación, la humorística, la de imposición y exigencia y la organizativa.

Las características psicológicas que ocupan la atención de este trabajo se engloban dentro de las dimensiones que menciona Villa como: personal, de relación y la humorística. Así haremos la distinción en el apartado de resultados.

Procedimiento

Con relación a la recogida de información, los investigadores intentaron no interferir en la actividad docente universitaria y que los alumnos cumplimentaran los cuestionarios al finalizar la clase. Se redactó un protocolo de actuación en el que se especificó con detalle todos los pasos por seguir en el trabajo de campo para mantener los mismos criterios en el contacto y acceso a las aulas por parte de todos los investigadores. En el mismo se indicó el procedimiento para la recogida de información, empezando por el contacto con el profesor afectado, explicando los objetivos de la investigación y concretando el contenido del proyecto, tanto a los estudiantes como a profesores implicados.

Para la determinación final de las creencias del alumnado respecto de las características psicológicas que consideran que tiene un buen profesor universitario, se realizó un análisis descriptivo e inferencial de los resultados, a partir de una metodología de tipo no experimental (Arnal, del Rincón & Latorre, 1992; Kerlinger & Lee, 2002), por medio del paquete estadístico SPSS v.21. Como hemos explicitado anteriormente el objetivo primordial que resuelven estas técnicas utilizadas es el de ver qué adjetivos o cualidades psicológicas o personales son las que eligen los estudiantes para definir el concepto de buen profesor y además cuáles creen que no lo definirían. Para ello se realiza un análisis pormenorizado de medias en cada una de las 80 cualidades seleccionadas y relacionadas con las características psicológicas y personales, objeto de ese estudio. También se realizó un análisis de tipo inferencial a partir de una comparación de medias. Una vez comprobados los supuestos paramétricos de normalidad (prueba de Kolmogorov-Smirnov y Shapiro-Wilk) y de homocedasticidad (prueba de Levene), se optó por la utilización de pruebas paramétricas, de contraste de hipótesis, en concreto las pruebas T de Student (para dos muestras) y ANOVA (> 2 muestras), en ambos casos, por tratarse de dos muestras independientes, lo que nos permitió comprobar la existencia de diferencias en las valoraciones otorgadas con diez años de diferencia, además de si se encuentran diferencias en cuanto a las distintas titulaciones implicadas. Todo ello nos permite identificar las características psicológicas básicas más significativas e indicar las semejanzas y diferencias entre los datos.

RESULTADOS

En la Tabla 2 se presentan en orden jerárquico las características psicológicas básicas, de mayor a menor puntuación media obtenida, aspectos que los alumnos mejor valoran en sus profesores.

Los diez adjetivos mejor valorados por los estudiantes alcanzan medias de 4 o superiores, por lo que se pueden considerar que son las cualidades psicológicas que definen un buen profesor universitario para los discentes. Entre estos aspectos que destacan con las máximas puntuaciones, los estudiantes manifiestan que el profesor que les van a formar en la Universidad debe ser comunicativo, respetuoso, justo, comprensivo, accesible a los alumnos, coherente, con buen carácter, que cree clima de confianza, humano, ameno, ayudador, objetivo, sociable, democrático, que no engañe, con vocación, que reconozca sus errores, agradable, escuchador, participativo, emprendedor, amable, honrado y sincero.

Sin embargo, los estudiantes consideran que hay cualidades psicológicas que se deben evitar en un buen profesor universitario, todas ellas valoradas con medias próximas o inferiores a 2. Entre ellas destacar (ver Tabla 3) que el profesor sea serio, recto, autoritario, impulsivo, meticuloso, severo, duro, superior, orgulloso, que se perturbe fácilmente, rencoroso, chillón y dictador. Todas ellas referidas a características relacionadas con la estabilidad emocional del profesor. Sin parecerles relevante para la función docente que el profesor sea bromista, desinteresado, paternalista, irónico o cotilla. Cuando analizamos las diferentes muestras (2005 y 2015) mediante la prueba T de Student para la comparación de medias, no se encuentran diferencias estadísticamente significativas entre ambas (p > .524). En cambio, encontramos diferencias significativas en algunas cualidades de personalidad si tenemos en cuenta la Facultad en la que realizan sus estudios.

Cuando aplicamos la técnica ANOVA en función del factor Titulación en los adjetivos relacionados con rasgos psicológicos del profesor, encontramos diferencias significativas en aspectos que aparecen en la Tabla 4 (p < .048). Los estudiantes tienen en cuenta distintas cualidades en el concepto de su profesor ideal. Aspectos que seguramente van íntimamente relacionados con sus aspiraciones, necesidades e intereses no solo profesionales sino también personales y a sus motivaciones.

Como medida complementaria se ha calculado el tamaño del efecto transformando la d de Cohen en r2 (varianza explicada por el modelo). Los valores obtenidos en las cualidades de tipo personal, de relación y humorística, cuando establecemos diferencias en función de la titulación, (ver Tablas 4, 5, 6 y 7), están entre 0.05 y 0.09 en la mayoría de los adjetivos estudiados, lo que equivale a un 0.5 en la d de Cohen. Según la interpretación que hace este autor (Cohen, 1988) se considera un tamaño del efecto medio, excepto el rasgo optimista (dimensión humorística), con un valor de 0.1 equivalente a un 0.8 en la d de Cohen, considerado un tamaño del efecto grande.

Teniendo en cuenta las dimensiones establecidas tras el análisis factorial realizado por los creadores del instrumento, nos importa destacar entre ellas: la personal, de relación y la humorística, que afectan a las características de tipo psicológico.

A continuación, exponemos el análisis para cada una de las características que componen la dimensión.

Dimensión Personal

Encontramos diferencias significativas en cuanto a las características de su profesor ideal en función de la Titulación que estén cursando (ver Tablas 4 y 5).

En el caso de Periodismo, los estudiantes no consideran relevante que el profesor sea exigente. En la titulación de Publicidad consideran importante que sea eficaz y no tanto creativo, diligente o impulsivo. En Comunicación Audiovisual consideran importante que sea humano, resuelto y natural, sin que sea exigente.

En Magisterio son muchas las cualidades positivas que tienen en mente sobre su profesor ideal, destacando entre otras: consejero, disciplinado, diplomático, estable, eficaz, ingenioso, pacífico, natural, puntual, maduro y emprendedor; sin embargo, prefieren que no sea severo, no considerando el que sea coherente o no relacionado con ser un buen profesional.

Los alumnos de la Facultad de Psicología consideran que un buen profesor tiene que ser humano, participativo, natural e ingenioso, sin ser, no obstante, diligente.

En el caso de Logopedia demandan un profesor creativo, consejero, que confíe en los alumnos, humano, imaginativo, diplomático, eficaz, participativo, pacífico, democrático, que no engañe, emprendedor, original y liberal, sin que sea normativo y compasivo. En la licenciatura en Psicopedagogía los alumnos consideran que su profesor tiene que ser creativo, eficaz y emprendedor. Y no tendría por qué ser ni exigente, ni humilde, ni meticuloso, ni tampoco severo.

Los estudiantes de la Facultad de Informática consideran que un buen profesor tiene que ser activo, consejero, humano, estable, eficaz, humilde, emprendedor y democrático, aunque piensan que no tiene por qué ser ni audaz, ni exigente, ni disciplinado, ni participativo, ni normativo, ni severo.

Los de la Facultad de Filosofía piensan que tiene que ser creativo, crítico, audaz, tranquilo, estable y participativo, sin que tenga por ello que ser ni activo, ni consejero, ni intuitivo, ni normativo, ni disciplinado, ni diplomático, ni pacífico, ni severo.

Los alumnos de Educación Social piensan que el mejor profesor para ellos es aquel que es activo, humano, diplomático, participativo, pacífico, resuelto, natural, democrático, que no engañe, maduro, emprendedor, original e ingenioso. Son menos las cualidades que para ellos no tienen que ser importantes a la hora de definir un buen profesor como impulsivo, meticuloso y severo.

Los de la Facultad de Pedagogía entienden como buen profesor aquel que es creativo, activo, humano, eficaz, democrático, que no engañe, maduro, emprendedor y original; sin tener en cuenta características como coherente, audaz, intuitivo, impulsivo, meticuloso, sin preferencias y severo.

Para los que estudian Humanidades las características más importantes son las de coherente, humano, exigente, diligente, estable, humilde, meticuloso, sin preferencias, que no engañe, normativo y compasivo. No consideran importante que sea tranquilo, confíe en sus alumnos, audaz, crítico, imaginativo, intuitivo, ingenioso, natural, impulsivo, puntual, democrático, maduro, original, ingenioso, liberal o severo.

Finalmente, para los alumnos de la Titulación de CAFYD un buen profesor tiene que ser creativo, activo, humano, diplomático, estable, eficaz, humilde, participativo, natural, puntual, emprendedor, democrático, ingenioso y que no engañe. Sin embargo, piensa que no es importante la coherencia, el que sea impulsivo o meticuloso.

Dimensión de relación

Los alumnos de distintas Facultades consideran que, sin duda, características de este tipo influyen a la hora de considerar un buen profesor universitario (ver Tabla 6 ).

Los de Periodismo consideran que el profesor tiene que ser amable y agradable pero no autoritario. Los de Publicidad consideran que tiene que ser agradable e igualmente no autoritario. Los de Comunicación Audiovisual, en la misma línea que los anteriores, amable y agradable, así como también ayudador y no autoritario ni tampoco consideran necesario que sea amigo. Los estudiantes de Magisterio piensan que tiene que ser ayudador, agradable y amable; siendo igualmente no importante que sea autoritario ni tampoco amigo. Los estudiantes de Psicología y Logopedia opinan en la misma línea que los anteriores. Los alumnos de Psicopedagogía piensan que tiene que ser ayudador, cercano y accesible sin ser tan importante que sea ni autoritario ni amigo. Los de informática piensan que tiene que ser accesible y ayudador y, por tanto, no autoritario. En Filosofía bajan considerablemente las medias, aunque siguen destacando que el profesor sea agradable y que no sea nada autoritario. En Educación Social, igual que las titulaciones semejantes a su área de conocimiento, los estudiantes piensan que lo más importante es que sea amable, agradable y ayudador, y que no sea autoritario. En Humanidades, destacan todas las cualidades estudiadas por igual, con una media bastante alta. En Pedagogía los estudiantes piensan que su profesor tiene que ser amable, agradable, ayudador y cercano y que no sea autoritario. La Titulación de CAFYD va en la misma línea que Magisterio, Pedagogía y Educación Social, por ser titulaciones todas ellas afines.

Dimensión humorística

En cuanto a esta dimensión (ver Tabla 7 ), los alumnos de Periodismo piensan que su profesor ideal tiene que ser entusiasta y sociable. Los de Publicidad consideran que además de ser sociable debe ser simpático. Los de Magisterio creen que el profesor tiene que tener buen humor, ser animador, entusiasta, expresivo, sociable, simpático, alegre y optimista. Los alumnos de Psicología también aluden a que el profesor es importante que tenga buen humor, que sea animador, entusiasta, expresivo, sociable, simpático y hablador. Los Logopedas deliberan que un buen profesor debe tener buen humor, también ser animador, divertido, entusiasta, expresivo; que sea majo, sociable, simpático y optimista.

 

Los Psicopedagogos consideran que el profesor tiene que ser entusiasta, expresivo, sociable y optimista. Los alumnos que cursan Informática consideran importante que tenga buen humor, bajando considerablemente la puntuación en el resto de aspectos. Los de Filosofía piensan que lo más importante es que sea entusiasta y expresivo. Los de Educación Social piensan que es necesario que tenga buen humor, que sea animador, que sea expresivo, sociable, simpático, alegre y optimista. Los alumnos de Humanidades consideran que lo fundamental es que sea divertido y sociable y que no sea chillón. A los de Pedagogía les parece importante que sea animador, entusiasta, sociable, alegre y optimista. Y por último, los alumnos de CAFYD piensan que el profesor tiene que ser sociable seguido de optimista, alegre y simpático. Además, en muchas de las titulaciones no consideran que sea importante ser gracioso para ser buen profesor.

DISCUSIÓN

Las características psicológicas que debería tener un buen profesor para el alumno universitario, en la mayoría de los casos, se relacionan con características personales básicas, valores personales, así como que sean afines con la sociabilidad y la participación, psicosociales y de relaciones interpersonales.

Investigaciones con resultados similares se han venido realizando en la mayoría de universidades españolas. A partir de un estudio en la Universidad de Santiago de Compostela, los alumnos consideran que hay determinadas conductas que son sinónimo de calidad docente (Tejedor & Montero, 1990). Resultados muy similares fueron a los que llegaron en la Universidad del País Vasco en un estudio realizado por Apodaka, Arbizu, Grao, Hornilla & Olalde, (1990), también en la Universidad de Córdoba (Fernández & González, 2012), en la Universidad de Barcelona (Sayós et al., 2014) y en la Universidad Pontificia de Salamanca (Casillas, 2008; Casillas & Cabezas, 2009). La Universidad Complutense de Madrid realiza un estudio en esta línea, a partir de la película "El Club de los poetas muertos", concluyendo características psicológicas muy relacionadas con las que se abordan en este trabajo: "Que el profesor sea amigo, comprensivo, innovador, alegre, divertido, con creatividad, que enseñe a los alumnos a conocerse, que desarrolle las aptitudes de cada alumno, que busque formas de dar clase fuera del aula, que cree un clima festivo." (Álvarez et al., 1999b, p. 275). Sin embargo, con lo que no estarían de acuerdo la mayoría de estos alumnos sería con un profesor: "disciplinado y sistemático", concluyendo en la misma dirección que lo hace el trabajo que presentamos. Se plasman los mismos resultados a partir del trabajo realizado en la Universidad de Sevilla, por Álvarez et al. (1999b), centrándose solamente en los profesores que se encuentran entre los mejor evaluados por los alumnos. Señalan como aspectos de "buen" profesor: "…capacidad para estimular y motivar, saber establecer una relación respetuosa y fluida con el alumno" entre otros. Desde la misma perspectiva, Álvarez, García, Gil y Romero (2000), realizan de nuevo en la Universidad de Sevilla un estudio muy similar al anterior, recurriendo también a estudiar a los profesores mejor evaluados por los alumnos y centran su interés, sobre todo, en destacar la influencia del área de conocimiento, teniendo en cuenta las vicisitudes y diferencias que puede tener un profesor a la hora de desarrollar su profesión en las diferentes disciplinas. Se trata de identificar en cada área las características psicológicas docentes que podrán tomarse como propias del área en cuestión y, al mismo tiempo, establecer similitudes y diferencias entre los rasgos característicos asociados a la docencia de estos profesores y los que parecen vincularse a la docencia en otras áreas de enseñanza. Igualmente, los resultados apuntan a que cuándo se diferencian entre las áreas de enseñanzas, se concluye que estas determinan un contexto peculiar que modula la actividad docente de calidad desde la perspectiva de los alumnos y le imprime características psicológicas particulares.

En nuestra investigación realizada en numerosas Facultades y, a su vez, en numerosas áreas de conocimiento, como ya se ha expuesto, las características que definen al buen docente se aproximan, igual que en el estudio mencionado, a las peculiaridades propias de cada profesión, en cada caso, los alumnos otorgan especial importancia a aspectos propios de su profesión e íntimamente relacionados con el área de estudio. Lo que nos permite confirmar que una docencia de calidad puede adoptar múltiples formas, que responden a perfiles, estilos y estrategias docentes diversas, y que se ajustan a la disciplina o Titulación impartida (Rodríguez, Roque & Rodríguez, 2014). Cuando buscamos las características psicológicas del buen profesor de las diferentes Facultades, vemos que existen múltiples perfiles, no encontramos unas cualidades únicas. Aunque hay controversias en la búsqueda de las características psicológicas de un buen profesor por los alumnos, las diferentes investigaciones parece que coinciden en que no existen unas características únicas y que además las opiniones de los alumnos, en ocasiones, pueden sesgar la realidad al aportar opiniones muy subjetivas sobre el tema. Así que, a pesar de la importancia de la opinión de los alumnos, puesto que son los principales interesados y la fuente más directa de la docencia y de interacción con el profesor, hay que tratar con sumo cuidado los resultados provenientes de esta fuente, interfiriendo en ocasiones los intereses personales de los propios alumnos.

Otra aportación relevante de esta investigación es que los alumnos tienen ideales muy bien definidos del profesor que les gusta. En este sentido encontramos un perfil básico para los alumnos de cada una de las Facultades, manifestando las siguientes características: comunicativo, accesible a los alumnos, debe saber motivar, ser justo y ameno, coherente, humano, estable, humilde, ayudador, cercano, sociable y simpático, entre otros. Todas ellas consideradas características personales y psicológicas. Por otro lado, consideran menos importante para que la docencia impartida sea de calidad que el profesor sea tranquilo, confíe en sus alumnos, audaz, crítico, imaginativo, intuitivo, ingenioso, natural, impulsivo, puntual, democrático, maduro, original, ingenioso, liberal o severo. En cambio, si recogemos los resultados de algunos estudios como el de Mc Comas (1965), se demuestra que los estudiantes consideran características psicológicas importantes de un buen profesor: suscitar el pensamiento independiente, tener un profundo y probado entusiasmo por su tema, que tenga sentido del humor, justo en la manera de calificar, con entusiasmo y gusto por la enseñanza, muestra interés por los estudiantes, disponibilidad, metódico y estructurado, respeto a los alumnos, facilidad de palabra, habilidoso en las relaciones humanas, pensamiento personal y original. Coincidiendo muchas de estas cualidades con las priorizadas en el estudio que nos ocupa.

Estudios sobre el tema (Álvarez, 1977; Anderson, Evertson & Brophy, 1982; Cerviño & Salvador, 1995; Cohen, 1981; Feldman, 1976, 1979; Hamer, 2015; Iwanicki y Mcechern, 1984; Marsh, 1987; Marsh, Smith & Barnes, 1983; Mcnaught & Anwyl, 1992; Rodríguez & Martínez, 1979) concluyen, en el mismo sentido, en una serie de características de personalidad y psicológicas, que los alumnos más valoran de su profesor ideal: ser justo, tener sentido del humor, expresividad, escuchar, ser comprensivo, paciente, ordenado, ver el lado divertido de la vida en la interacción con los alumnos, máxima expresividad, saber escuchar con paciencia, ponerse en lugar del otro (empatía), no levantar la voz, serenidad y naturalidad, cercanía y aceptación del alumno, integridad y compromiso, contacto personal, ayuda, buen trato a los alumnos (amistad, confianza, ayuda, comprensión)… etc.

Por otro lado, hemos intentado determinar también aquellos aspectos que impiden ser un buen profesor universitario, concluyendo en algunas características psicológicas que se deberían evitar en todo buen profesor y algunas que no son relevantes para impartir una docencia de calidad; entre ellas que el profesor sea cotilla, deportista, delgado, alto, rencoroso, atleta, que haya dejado de fumar, chillón, religioso o dictador. Cuando analizamos las diferentes muestras, por un lado, los estudiantes que realizaban sus estudios en el curso 2005 y por otro los que lo hacían 10 años más tarde, en 2015, no encontramos diferencias estadísticamente significativas en cuanto a las características de orden psicológico que definen su modelo de profesor ideal. Asimismo, otras investigaciones en nuestro país (Casillas, 2006a; Casillas, Cabezas & Pinto, 2015; Cerviño & Salvador, 1995; García-Valcárcel, 1992; Fernández & González, 2012) persiguen un objetivo claro que consiste en la interpretación y descripción de los tipos de profesores partiendo de las percepciones de los alumnos, dónde se plantean la existencia de diferencias entre estas percepciones según algunas variables.

REFERENCIAS

Abadía, A. R., Bueno, C., Ubieto-Artur, M. I., Márquez, M. D., Sabaté, S., Jorba, H. & Pagès, T. (2015). Competencias del buen docente universitario. Opinión de los estudiantes. REDU. Revista de docencia Universitaria, 13(2), 363-390.

Álvarez, J. L. (1977). Investigación psicosocial sobre los profesores. Madrid: Marova.

Álvarez, V., García, E. & Gil, J. (1999a). Características de la docencia mejor evaluada por los alumnos en las diferentes áreas de enseñanza universitaria. Revista Española de Pedagogía, 57(214), 445-465.

Álvarez, V., García, E. & Gil, J. (1999b). La calidad de la enseñanza universitaria desde la perspectiva de los profesores mejor valorados por los alumnos. Revista de Educación, 319, 273-290.

Álvarez, V., García, E., Gil, J. & Romero, S. (2000). Propuestas del profesorado bien evaluado para potenciar el aprendizaje de los estudiantes. Sevilla: ICE Universidad de Sevilla.

Anderson, L., Evertson, C. M. & Brophy, J. E. (1982). Principles of small group instruction in elementary reading. East Lansing: Michigan State University, Institute for research on teaching.

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Recibido: 20/05/16

Revisado: 22/08/16

Aceptado: 28/10/16

Publicado: 28/11/16