INTRODUCCIÓN
La estancia hospitalaria prolongada constituye uno de los grandes problemas del sistema de salud, no solo de nuestro país, sino de todo el mundo, generando impacto sobre este al aumentar los costos de atención por paciente, saturando los servicios, aumentando la espera en las salas de urgencias y el riesgo de complicaciones o enfermedades intrahospitalarias1.
El promedio de la estancia hospitalaria de pacientes es utilizado como indicador de eficiencia, porque resume el aprovechamiento de la cama y la agilidad de los servicios prestados en los hospitales y este se refiere a los días promedio de permanencia de los pacientes que egresaron en un determinado período de un servicio o centro hospitalario2.
El estudio de los procesos de atención en salud, así como el conocimiento de las características y perfiles de los usuarios, es uno de los aspectos al que las autoridades de salud, han prestado gran interés pues permite no sólo garantizar los recursos necesarios para la atención del paciente, sino realizar ajustes respecto a la oferta y demanda de los servicios de salud3.
Los ingresos hospitalarios se asocian con ciertas condiciones de salud o enfermedad; además, dependen de variables como morbilidad, factores políticos, socioeconómicos, culturales, cambios demográficos, e incluso por las características de los profesionales e instituciones4.
Por lo tanto, el conocimiento del perfil de los usuarios de salud con estancia hospitalaria prolongada permitirá planificar las inversiones en infraestructura, logística, equipamiento y dotación de recursos humanos, además de facilitar la correcta asignación de recursos disponibles, elemento clave para mejorar la oferta y calidad del servicio, además de optimizar los tiempos de estancia hospitalaria por paciente. Para adoptar medidas de esta índole se necesita conocer el perfil nosológico de los pacientes e incluso la demanda en diferentes espacios temporales5.
A ciencia cierta no se ha encontrado un punto de corte estándar de estancia hospitalaria prolongada, y a pesar de ello, Benavides A. menciona en su trabajo como el estándar de estancia prolongada aquella que sobrepasa los 9 días de hospitalización3.
Sin embargo, en el servicio de Cirugía General del Hospital Nacional Almanzor Aguinaga Asenjo la estancia hospitalaria prolongada se define, según el departamento de estadística del Hospital Almanzor Aguinaga EsSalud, como una estancia mayor o igual a 9 días de estancia hospitalaria total en dicho servicio14.
Ceballos T. y cols (Colombia, 2014), enumeran las causas más comunes encontradas en la prolongación de la estancia y sus factores causales más encontrados fueron: la demora en la realización de procedimientos quirúrgicos y diagnósticos, necesidad de atención en otro nivel de complejidad, situación sociofamiliar y edad del paciente. Se concluye que para analizar el problema de la estancia hospitalaria es conveniente realizar un "ajuste por riesgo", y que una metodología adecuada es la simulación, para la identificación de puntos críticos en el proceso de atención8.
Actualmente no se ha encontrado información detallada sobre esta problemática y las características sociodemográficas, administrativas o clínicas del paciente durante su estadía en un centro de salud9 Por lo expuesto, el objetivo del presente trabajo fue determinar las características de los pacientes con estancia hospitalaria prolongada en el servicio de Cirugía General del Hospital Almanzor Aguinaga Asenjo, Essalud, Chiclayo, 2017.
METODOLOGÍA
Tipo de investigación: Estudio no experimental, transversal, prospectivo, descriptivo con enfoque cuantitativo.
Población y muestra: La muestra fue el total de la población. Se utilizó un muestreo de tipo censal, que consideró a los pacientes que cumplan con criterios de selección entre los meses de Agosto y Noviembre del año 2017.
Criterios de inclusión y exclusión: Inclusión: Pacientes que tengan estancia hospitalaria prolongada, más de 9 días, en el servicio de Cirugía General del Hospital Nacional Almanzor Aguinaga Asenjo.
Exclusión: Pacientes con estancia hospitalaria prolongada en el servicio de cirugía general pero que hayan estado a cargo de otros servicios.
Métodos, técnicas e instrumento de recolección de datos: Se pidieron los permisos respectivos a la universidad de San Martín de Porres y al Hospital Nacional Almanzor Aguinaga Asenjo. Así, pedir las historias clínicas respectivas al servicio de cirugía general para recolección de datos. Para esta recolección, se confeccionó una ficha con las variables presentadas.
Se visitó el servicio una a dos veces por semana durante los meses de estudio de las 12:00 horas, hora donde suelen finalizarse los trámites de alta.
Las historias clínicas se obtuvieron en el servicio de cirugía general inmediatamente después de realizada la visita médica, verificando en la historia los datos de filiación, antecedentes, diagnósticos probables, tramites de interconsulta, programación de procedimientos quirúrgicos y diagnósticos definitivos. Siguiendo el relato cronológico en la historia clínica se constató si el paciente ingresó por emergencia, con la respectiva verificación del formato de historia de emergencia.
Así mismo se tomó el tiempo de hospitalización en días desde la fecha de ingreso a hospitalización del servicio de cirugía general constatado en el ticket de ingreso.
Para la toma de días de demora en realización de procedimiento quirúrgico se tomó en cuenta el tiempo desde la fecha de ingreso hasta la fecha de realización del procedimiento.
Además para el tiempo de demora en respuesta de interconsulta, se tomó en cuenta el tiempo en días desde la fecha de ingreso hasta la fecha de respuesta de interconsulta.
El diagnóstico definitivo se tomó del informe post operatorio y verificó en las posteriores evoluciones diarias de cada paciente siguiendo si éste había presentado o no complicaciones asociadas a dicho procedimiento.
Además mediante la observación al paciente, se corroboró el grado de dependencia y el uso de sondas nasogástricas y/o urinarias.
Descripción de los instrumentos: Se desarrolló una ficha de recolección de datos basado en los aspectos sociodemográficos, clínicos, administrativos y eventos adversos relacionados al paciente y su tratamiento durante la estancia hospitalaria.
Validez y confiabilidad de los instrumentos: La ficha de recolección de datos fue un instrumento auto confeccionado, el cual fue revisado por dos expertos en Cirugía General y dos asesores metodológicos.
Técnicas para el procesamiento de la información: Para el análisis univariado, se presentaron tablas de frecuencia. Las variables numéricas fueron presentadas en medidas de tendencia central y en gráficos de Box Plot.
Aspectos éticos: El presente trabajo contó con los permisos necesarios en el hospital y en la universidad para su realización. Así mismo, los riesgos de participación en el estudio fueron mínimos.
El estudio no requirió el empleo de un consentimiento informado ya que la información fue sacada de las Historias Clínicas. Se guardó la confidencialidad de los datos personales usando sus números de historia clínica y mediante la observación se constató el grado de dependencia funcional y el uso de sondas urinarias, nasogástricas y vías centrales o periféricas.
RESULTADOS
Ver Figura 1, Tabla 1, Tabla 2 y Tabla 3.
*I: Independiente II: Dependiente leve III: dependiente moderado IV: dependiente severo. Según escala de Barthel
El 48% de los pacientes en estudio presentaron como diagnóstico operatorio alguna neoplasia del tracto gastrointestinal.
El 68% de los pacientes en estudio presentaron un tiempo de respuesta de interconsultas mayor a 24 horas.
DISCUSIÓN
Según lo encontrado en el presente estudio, parece ser necesario un ajuste en las programaciones para procedimientos quirúrgicos en el servicio, además de exponerse una problemática bastante común en nuestro país, donde la cercanía a un trabajador dentro del sistema tiende a agilizar los procesos debido a la preferencia por estos pacientes recomendados, incluso cuando algunas de estas veces se vea el "síndrome del recomendado", generando complicaciones operatorias y uso de recursos innecesarios12.
Se encuentra una máxima de 28 días en la realización del procedimiento quirúrgico, con una media de 6 días de tiempo de espera. Con respecto al tiempo de respuesta a interconsultas, se encuentra un máximo de 7 días y una media de 2 días. Además que un 74,0% de los pacientes en estudio no tuvieron cercanía a algún trabajador dentro del sistema de salud. Estos hallazgos evidencian la necesidad de mayores niveles de eficiencia y calidad en la administración hospitalaria, similar a lo que se encontró en un estudio de metodologías de intervención que usó simulaciones para estimar factores influyentes en la duración de estancia hospitalaria, teniendo entre los resultados la demora de realización de procedimientos quirúrgicos diagnósticos, atención en otro nivel de complejidad y situación socio familiar del paciente6,7.
Es conocido dentro del servicio y en general en el hospital de estudio, el reducido número de especialistas en anestesiología, cuyo dato esta estadificado en el documento del MINSA donde se recopila información sobre la necesidad de especialidades médicas y quirúrgicas en EsSalud y MINSA en las diferentes regiones del territorio nacional8. Este hallazgo presumiblemente tiene mucho que ver en el flujo de procedimientos quirúrgicos en el servicio, que al ser un servicio que gira en torno a la sala de operaciones, se ve altamente influenciado por la falta de estos especialistas. En un estudio realizado por González- Arévalo A., et al9, en el que se analizan las causas de cancelación y retrasos en la realización de procedimientos quirúrgicos, se muestra la asociación entre la falta de especialistas que conforman el equipo quirúrgico y la demora en la ejecución de los respectivos procedimientos.
Los ingresos hospitalarios se asocian con ciertas condiciones de salud o enfermedad; además, dependen de variables como morbilidad, factores socioeconómicos, culturales, e incluso por las características de los profesionales e instituciones13,14.
Con respecto a la edad de los pacientes en estudio, se encontró que en un 58,0% se encontraban en un rango mayor a los 65 años, siendo 95 la edad máxima y 25 la edad mínima dentro de los resultados. En un estudio hecho por Mcmullan R.10) se encuentra una asociación positiva entre la edad y la estancia hospitalaria prolongada.
Los pacientes con sexo femenino se encuentran en un porcentaje superior a los de sexo masculino, 54,0 y 46,0% respectivamente. Tal relación se encontró también en un estudio longitudinal realizado por López P., et al11, en el que se halló un porcentaje de 64,8% de mujeres en la población estudiada y se asoció el sexo femenino a un mayor riesgo de estancia hospitalaria prolongada.
Al ser la estancia hospitalaria un indicador de la calidad de atención12) ya que mide la eficiencia de los servicios y la utilización de los recursos, la estancia prolongada afectaría directamente la calidad de atención porque genera costos elevados para los hospitales, en términos económicos, por aumento de la utilización de recursos en un número inferior de pacientes a lo esperado, y también para los usuarios, en términos de disminución de productividad laboral15.
Dado que se usó un muestreo tipo censal, solo se incluyeron pacientes encontrados que cumplieron con los criterios de inclusión durante el tiempo que duro el estudio, este motivo, hubiese sido ideal ampliar más el tiempo de estudio.
Por la naturaleza de este estudio descriptivo, no fue posible hallar la asociación de las variables con la estancia hospitalaria prolongada. Por ello, sería importante que se realicen más estudios analíticos que puedan concretar factores de riesgo de estancia prolongada hospitalaria propios de la institución.
Debido a que el hospital del presente estudio se encuentra en un nivel asistencial III-I las características de la población encontradas no son extrapolables con el resto de la población atendida en otros establecimientos