Señor editor,
En la actualidad se vive una coyuntura preocupante a nivel internacional y nacional. A la llegada al Perú desde el primer caso el 15 de marzo se estableció el Estado de Emergencia Nacional por las graves circunstancias que afectan la vida de la Nación a consecuencia del COVID- 19, conllevando a un aislamiento social obligatorio. Teniendo como grupos de mayor riesgo laboral en esta pandemia al personal de salud1, entre ellos tenemos a los profesionales tecnólogos médicos de las diferentes áreas de la carrera profesional de Tecnología Médica: laboratorio clínico, radiología, terapia física y rehabilitación, Terapia de lenguaje, terapia ocupacional, optométria.
El decano del Colegio de Tecnólogo Médico del Perú, reafirma su compromiso en la lucha contra el coranovirus, haciendo mención que el profesional tecnólogo médico representa el 70% de profesionales de la salud se encuentran en la lucha contra el coronavirus Covid-19) el cual solicita solidez y sostenibilidad política en el sector salud2.
Así mismo, entre las competencias del tecnólogo Médico en Terapia Física y Rehabilitación en el Perú tenemos: es un profesional independiente, altamente capacitado, con espíritu crítico, que actúa directamente con las personas, realizando la evaluación, diagnóstico físico-funcional, programación y tratamiento para la promoción y prevención, mantenimiento y/o restablecimiento funcional en problemas de salud3, el cual pertenece a la carrera de Tecnología Médica amparado bajo la Ley 28456.
La pandemia por Covid-19 está modificando el perfil de discapacidad por varias razones: el aumento de déficits secundarios propios de la enfermedad, el incremento de déficit funcionales en pacientes que han dejado de atenderse y el impacto del descenso en la actividad física por el confinamiento, principalmente en las personas de la tercera edad, frágiles o con discapacidades, el cual es un nuevo reto y una oportunidad4.
La participación del especialista en terapia física respiratoria, se propende por realizar intervenciones, para minimizar los efectos funcionales en dichos pacientes con Covid-19, juega un papel primordial, no solo en la fase aguda de la enfermedad por Covid-19 en las unidades de cuidados intensivos y en los pacientes hospitalizados. Así mismo es la piedra angular en el equipo interdisciplinar de salud para la recuperación de las secuelas que esta enfermedad pueda dejar a nivel de función pulmonar y de capacidad funcional5.
Los efectos secundarios a consecuencia del reposo prolongado, las secuelas sobre el sistema respiratorio y otros sistemas, como el neurológico o cardiovascular en los pacientes afectados de Covid-19, nos convierte en las siguientes fases de la enfermedad, 1 en profesionales esenciales en la recuperación de la autonomía y la calidad de vida6.
El contexto de aislamiento social por Covid-19 conlleva adquirir estilos de vida no saludables como: Inactividad física, actitud a tener una vida sedentaria, lo que podría incrementar el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles a largo plazo y traer consecuencias negativas para la salud frente a la pandemia de la COVID-197.
El confinamiento domiciliario decretado por los gobiernos dificulta la participación en los programas de rehabilitación, cuando la duración del confinamiento es incierta, se deben encontrar opciones de acceso a necesidades de rehabilitación que podrían conllevar a una disminución funcional no reversible o complicaciones graves8.
Por último, la terapia física y rehabilitación no solo está presente en la fase de emergencia, así mismo está enfocada en: En la población de riesgo para el Covid-19, personas de edad avanzada y con comorbilidades, durante el periodo de confinamiento inicial, paciente crítico, pacientes hospitalizados, pacientes dados de9 alta que padecen Covid 19 , destacando el trabajo del tecnólogo médico en terapia física y rehabilitación con apoyo del equipo multidisciplinario para poder hacer frente a este problema que aqueja tanto a nivel internacional como nacional.