Según la OMS, las guías son un conjunto de “recomendaciones cuyo fin es ayudar a que los usuarios puedan tomar decisiones bien fundadas sobre la conveniencia de realizar intervenciones específicas, ensayos clínicos o tomar medidas en materia de salud pública, y dónde y cuándo hacerlo. Las recomendaciones también ayudan a los usuarios a seleccionar y priorizar entre una serie de posibles intervenciones” 1. Existen diferentes tipos de guías; sin embargo, las usadas como apoyo a la toma de decisiones se denominan guías basadas en evidencia, se desarrollan a través de una metodología rigurosa basada en revisiones sistemáticas de la literatura conocida como metodología GRADE 2. El año 2015, el Ministerio de Salud (MINSA) del Perú aprobó el Documento Técnico de metodología para la elaboración de guías de práctica clínica 3, posterior a ello con la creación del Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud (IETSI) en EsSalud, se formuló una directiva que establecía el proceso de elaboración de GPC en EsSalud 4, teniendo como referencia el documento técnico para la elaboración de GPC basada en evidencias del MINSA. Hasta enero del 2021, IETSI ha elaborado 50 guías de práctica clínica con metodología GRADE.
La Directriz para el fortalecimiento de los programas nacionales de guías informadas por la evidencia 5 nos menciona que los beneficios de las guías de práctica clínica basadas en evidencia son visibles desde tres perspectivas: a) pacientes, b) profesionales de la salud y c) sistemas de salud. El beneficio para los pacientes, porque las GPC recomiendan intervenciones previa evaluación de su eficacia y seguridad, que han demostrado reducir desenlaces críticos como: disminución del riesgo de mortalidad, el riesgo de infecciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Desde la perspectiva de los profesionales de la salud, mejora la calidad de las decisiones clínicas, genera alertas sobre prácticas clínicas con escaso valor científico, provee información que sustenta y genera pautas para la investigación. Para los sistemas de salud, tanto las GPC pueden ser útiles para mejorar la eficiencia en el uso de recursos mediante la estandarización de la atención con terapias de beneficio probado y costo-efectivas al reducir las tasas de admisión, la duración de la estancia hospitalaria y los costos hospitalarios. Además, la adherencia a GPC mejora la visibilidad de las instituciones al garantizar un compromiso con la excelencia y la calidad.
Las guías son parte de un conjunto de herramientas de práctica basadas en evidencia que, transformadas en recomendaciones prácticas, tienen el potencial de mejorar tanto el proceso de atención como los resultados de los pacientes 6. Por ejemplo, una mayor adherencia a las pautas se ha asociado con una disminución de la morbilidad por apendicitis complicada, mejores resultados en pacientes con trastornos psiquiátricos, mejores resultados en el funcionamiento físico y menos uso de atención para el dolor lumbar 7,8,9.
Sin embargo, aunque las pautas pueden verse como herramientas importantes que respaldan la toma de decisiones, junto con el juicio clínico y las preferencias del paciente, todavía hay una falta de cumplimiento de las pautas en todo el mundo en diferentes condiciones y niveles de atención. Los estudios de diferentes países han demostrado una adherencia subóptima a las pautas para el dolor lumbar en la atención primaria, incluido el uso de intervenciones con poco o ningún beneficio10. Entre los nutricionistas australianos que brindan atención clínica a pacientes con cáncer, la evidencia indica que solo un tercio de las pautas se siguen de manera rutinaria 11. En Suiza y Noruega, un estudio encontró un bajo cumplimiento general de las pautas de práctica actuales y una gran variación en el uso de la terapia nutricional en pacientes que se sometieron a un trasplante de células madre12.
En el Perú, uno de los estándares para la acreditación de establecimientos de salud y, contempla como criterios de evaluación la adherencia a guías de práctica clínica13. A partir de ello, desde el 2012 se considera dentro de los instrumentos de supervisión de IPRESS, sin embargo, sólo como un ítem de una lista de chequeo. Asimismo, la directiva sobre el sistema de gestión de la calidad del seguro social de Salud considera la evaluación de la adherencia a GPC como uno de sus componentes14, bajo estos antecedentes y IETSI ESSALUD considera necesario la elaboración de una normativa que permita y establezca el proceso de evaluación de la adherencia de guías de práctica en EsSalud. Tras la aprobación de este documento normativo que faculta a IETSI como el líder del proceso de evaluación de la adherencia de GPC en la Seguridad Social, en julio del 202115. Este proceso que se describe en la Figura 1, inicia desde la elaboración de cada GPC, con la selección de recomendaciones trazadoras por el grupo elaborador. Posterior a la aprobación de cada GPC se elaboran los indicadores para cada recomendación con su respectiva ficha técnica que permitirá su medición teniendo como fuente de información la historia clínica electrónica de EsSalud. La evaluación de la adherencia inició con la Guía de Práctica Clínica para Manejo del COVID-1916, se seleccionaron 13 recomendaciones trazadoras con sus respectivas fichas técnicas de indicadores, se realizó la medición considerando el periodo previo a la aprobación de la GPC de enero a mayo 2021, en todos los pacientes hospitalizados con el diagnóstico del COVID-19. En esta primera medición que se realizó a nivel nacional, se observó una baja adherencia (< 50%) al no uso de antibióticos en pacientes con COVID-19 durante las 48 horas posterior al ingreso hospitalario. Además, se reportó aún el uso de medicamentos que no se encuentran recomendados en la GPC, como uso de ivermectina (3.5%), hidroxiclorquina (0.1%) y azitromicina (6.5%). Actualmente nos encontramos en la evaluación del periodo de mayo a junio del 2021, esperamos mejoras en la adherencia a estas recomendaciones y que se establezcan planes de acción a diferentes niveles de las redes asistenciales y prestacionales para mejorar la adherencia de estos indicadores, así como iniciar con la medición de la adherencia de las GPC publicadas previamente.