INTRODUCCIÓN
Los "espasmos infantiles" fueron descritos originalmente en 1841 por el Dr. West en su propio hijo de 4 meses, y sus detalladas descripciones siguen siendo la base para la definición de la nosología de esta enfermedad. Se caracteriza por ser un trastorno convulsivo con características clínicas y electroencefalográficas definidas (hipsarritmia)1). Junto con el sindrome de Lennox-Gastaut constituye una forma de encefalopatía epiléptica severa dependiente de la edad2.
El síndrome de West se define por la asociación de espasmos e hipsarritmia con o sin retraso mental3. La aparición de este síndrome se produce durante el primer año de vida, generalmente entre los 10 meses y los 3 años de edad, y tiene una variedad de etiologías. Éstas incluyen una amplia gama de causas adquiridas y congénitas y pueden clasificarse como sintomáticas (causa conocida), criptogénicas (trastorno cerebral evidente, causa desconocida) e idiopáticas4,5.
El retraso mental es común en el síndrome de West y puede preceder a la aparición de espasmos en aproximadamente el 70% de los pacientes. Con el tiempo, casi el 90% de los niños diagnosticados con el Síndrome de West desarrollan un cierto grado de retraso mental y/o deterioro cognitivo4,6.
Se ha informado de antecedentes de síndrome de West en un 10 a 25% de los pacientes con síndrome de Lennox-Gastaut, la forma de evolución más grave del síndrome de West7. El síndrome de Lennox-Gastaut se caracteriza por una etiología variable, crisis mixtas y deterioro cognitivo en la mayoría de los pacientes 8,9,10,11,12. En nuestro medio en un estudio sobre 37 pacientes con seguimiento a 4 años únicamente 3 evolucionaron para Síndrome de Lennox-Gastaut.13, sin embargo la data no es suficiente para evaluar si el tratamiento con ACTH pudo influenciar en el resultado.
El Síndrome de Lennox-Gastaut se manifiesta entre los 2 y los 7 años de edad, y es más común en los niños que en las niñas9,10. Tiene una baja incidencia (aproximadamente 2:100.000 niños nacidos vivos por año) y el Síndrome de Lennox-Gastaut representa del 3 al 10% de todas las epilepsias infantiles, con una tasa de mortalidad del 3 al 7%12,14,15,16.
Para el tratamiento de los espasmos infantiles se han utilizado diversos esquemas de tratamiento, entre ellos las benzodiazepinas (especialmente el nitrazepam), el valproato de sodio, la vigabatrina, los corticosteroides, la hormona adrenocorticotropa, la dieta cetogénica, la vitamina B6, la gammaglobulina intravenosa, un cóctel de benzodiazepinas y carbamazepinas, el topiramato y la zonisamida17.
La aparición de frecuentes espasmos infantiles durante la infancia sugiere que la inmadurez neurológica puede ser importante en su patogénesis. El eje cerebro-adrenal también puede estar involucrado. Se ha postulado que diferentes factores de estrés en el cerebro inmaduro producen una liberación anormal y excesiva de la hormona liberadora de corticotropina, causando así espasmos. La respuesta clínica a la hormona adrenocorticotropa y a los glucocorticoides puede explicarse por la supresión de la producción de la hormona liberadora de corticotropina 18. En años recientes ha cobrado importancia la hipótesis del rol importante de las vías inflamatorias tanto en la patogénesis como en el tratamiento del SW y el hecho de que la activación de estas vías pudiera contribuír a la transición entre SW y SLG 19. Esta transición también ha sido descrita a propósito del uso de vigabatrina que aumentaría los niveles de ACTH, en un estudio de 130 pacientes con seguimiento a 10 años y de los cuales únicamente el 10.4% de los pacientes evolucionaron a sin LG luego del uso de vigabatrina 20.
El tratamiento más común del síndrome de West es la administración de la hormona corticotropina por vía intramuscular. Un estudio epidemiológico en 1991 mostró que el 86% de los neuropediatras en los EE.UU. utilizaban la hormona adrenocorticotropa para el tratamiento de este síndrome 21.
El éxito del tratamiento ha sido analizado en diferentes estudios desde diversas perspectivas; mientras que algunos autores han analizado la reducción de las crisis, otros han evaluado las mejoras en el EEG, la recaída de las crisis y el desarrollo o la recurrencia de la epilepsia a corto y largo plazo.
Nuestro enfoque fue evaluar el uso de la hormona adrenocorticotropa como un elemento importante en el esquema de tratamiento y analizar la reducción de la progresión del Síndrome de West a una forma más severa de evolución de la enfermedad (Síndrome de Lennox-Gastaut).
MATERIALES Y MÉTODOS:
Se realizó un estudio de cohortes retrospectivo de los datos recogidos en las historias clínicas de 139 pacientes que cumplían los criterios clínicos del Síndrome de West y que fueron evaluados en dos unidades de Neuropediatría (una correspondiente a un consultorio hospitalario y la otra a una unidad de práctica neuropediátrica privada) en la ciudad de Lima entre 2000 y 2010.
Se utilizó la definición de Síndrome de West según la Liga Internacional contra la Epilepsia (International League Against Epilepsy - ILAE), que considera la clásica tríada de a) presencia de espasmos masivos, b) retraso o detención del desarrollo psicomotor y c) hipsarritmia en el electroencefalograma.
Los pacientes del estudio incluyeron niños de 12 días a 42 meses. El diagnóstico se estableció durante la evaluación por un neurólogo pediátrico.
Se recogió la siguiente información de los registros médicos: sexo, edad de inicio de las crisis, frecuencia de las crisis (clasificada en tres grupos: menos de 10 crisis/día, 10-20 crisis/día y >20 crisis/día), tiempo entre el diagnóstico y el inicio del tratamiento, tipos de crisis (definidas como sintomáticas, criptogénicas o idiopáticas según la definición de la ILAE), etiología, examen neurológico, retraso mental, tipo de patrón electroencefalográfico, tratamiento con hormona adrenocorticotropa y progresión a un síndrome grave.
La exposición medida fue el uso de la hormona adrenocorticotropa en la terapia farmacológica posterior al diagnóstico; los pacientes que no utilizaron la hormona adrenocorticotropa en su esquema terapéutico utilizaron agentes anticonvulsivos como terapia de primera línea (valproato de sodio, cóctel de benzodiacepina-carbamazepina) u otro régimen, como una dieta cetogénica. Los períodos de seguimiento de los pacientes duraron 10 años o hasta la progresión del Síndrome de Lennox-Gastaut. Además, se evaluaron las asociaciones entre la frecuencia de las crisis, los tipos de crisis y la etiología del síndrome de West como factores de riesgo que contribuyen a la progresión hacia el síndrome grave de la enfermedad.
Se utilizó la prueba exacta de Fisher para las variables categóricas y la prueba t de student para las variables continuas, y las diferencias significativas entre los grupos se definieron como p<0,05. Se utilizó un análisis del tiempo transcurrido hasta el evento, en el que se estableció el tiempo transcurrido entre el primer seguimiento después de que los pacientes comenzaran el tratamiento farmacológico (esquema terapéutico con hormona adrenocorticotropa u otros anticonvulsionantes) y el desarrollo del Síndrome de Lennox-Gastaut (resultado). Las variables que presentaban diferencias significativas se utilizaron para realizar un análisis bivariado, en el que se utilizó la prueba de Kaplan Meyer para determinar la aparición del síndrome de Lennox-Gastaut en los pacientes que utilizaban la hormona adrenocorticotropa y se determinó la incidencia del síndrome de Lennox-Gastaut según la frecuencia de las crisis, los tipos de crisis y la etiología del síndrome de West.
Se utilizó la prueba de regresión de Cox para determinar la asociación entre la hormona adrenocorticotropa y el síndrome de Lennox-Gastaut, y se obtuvieron valores proporcionales de hipótesis de riesgo relativo para cada variable.
La prueba de regresión de Cox multivariante se utilizó para construir modelos enlazados a fin de determinar qué variables eran relevantes para el modelo de referencia. Se utilizó una prueba de relación logarítmica de máxima probabilidad con p<0,05, y se determinó que las siguientes variables eran pertinentes para el modelo de referencia: el uso de la hormona adrenocorticotropa, los tipos de crisis y la frecuencia de las crisis. En consecuencia, éstas se incluyeron en el modelo final; dado que las variables de etiología, sexo y edad al inicio de las crisis se consideraron variables de confusión del diseño del estudio, éstas se añadieron al modelo final para su ajuste según estas co-variables. El modelo final fue sometido a un riesgo proporcional y resultó en un p>0,05, demostrando que este supuesto era necesario para la regresión de Cox en el modelo final. Para realizar estas mediciones se usó el programa SPSS versión 28.
RESULTADOS
Características basales
De los 139 registros médicos evaluados, 7 no se incluyeron debido a que los datos eran incompletos. La cohorte de pacientes con síndrome de West consistía en 85 (64,4%) pacientes varones, y la edad media al comienzo de las crisis (± desviación estándar) era de 5,8 ± 5,5 meses, con un rango de 0,4 a 42 meses. El tiempo medio de seguimiento después del diagnóstico del Síndrome de West (± desviación estándar) fue de 43,86 ± 40,24 meses (rango de 10 a 192 meses). La progresión del Síndrome de West al Síndrome de Lennox-Gastaut se produjo en 77 de 132 pacientes (58,33%).
Cincuenta y tres (40,2%) pacientes experimentaron más de 20 crisis convulsivas, 54 (40,9%) comenzaron el tratamiento inmediatamente después del diagnóstico y 3 (2,3%) comenzaron la terapia más de 12 meses después del diagnóstico. Las crisis mixtas fueron el tipo de crisis más común en la cohorte (25,8%); la etiología fue sintomática en el 78,6% de los pacientes, y el 88,6% no informó de ningún antecedente familiar de Síndrome de West (Tabla 1)
Características | N=132 (%) | ||
---|---|---|---|
Sexo | |||
Masculino | 85 (64.4%) | ||
Femenino | 47 (35.6%) | ||
Edad de inicio de las crisis (meses)* | 5.8 ± 5.5 | ||
Frecuencia de las crisis | |||
>20 crisis/día | 53 (40.2%) | ||
10-20 crisis/día | 30 (22.7%) | ||
<10 crisis/día | 49 (37.1%) | ||
Tiempo de inicio del tratamiento después del diagnóstico | |||
Al mismo tiempo | 54 (40.9%) | ||
Menos de 3 meses | 53 (40.1%) | ||
De 3 a 12 meses | 22 (16.7%) | ||
Más de 12 meses | 3 (2.3%) | ||
Tipos de crisis | |||
Parcial | 30 (24.59%) | ||
Tónica | 14 (11.48%) | ||
Mioclónica | 2 (1.64%) | ||
Mixta | 34 (27.87%) | ||
Ninguna | 42 (34.43%) | ||
Etiología | |||
Sintomática | 103 (78.6%) | ||
Criptogénica | 22 (16.8%) | ||
Idiopática | 6 (4.6%) |
* Media ± desviación estándar
Terapia inicial
Treinta y cuatro pacientes de la cohorte (25,76%) utilizaron la hormona adrenocorticotropa como terapia de primera línea, y los 98 restantes (74,24%) utilizaron otros esquemas. Doce (35,3%) pacientes que utilizaron la hormona adrenocorticotropa y 65 (66,3%) que utilizaron otras terapias progresaron al Síndrome de Lennox-Gastaut (Tabla 2).
ACTH (n=34) | Otra terapia sin ACTH (n=98) | Valor p | ||
---|---|---|---|---|
Sexo | 0.965 | |||
Femenino | 12 (35.3%) | 35 (35.7%) | ||
Masculino | 22 (64.7%) | 63 (64.3%) | ||
Edad (meses)* | 5.7 ± 0.57 | 6.2 ± 0.89 | 0.338 | |
Frecuencia de las crisis | 0.750 | |||
> 20 | 14 (41.1%) | 39 (39.8%) | ||
10-20 por día | 9 (26.5%) | 21 (21.4%) | ||
<10 por día | 11 (32.4%) | 38 (38.8%) | ||
Inicio del tratamiento después del diagnóstico | 0.329 | |||
Inmediatamente | 11 (32.4%) | 43 (43.9%) | ||
<3 meses | 18 (52.9%) | 35 (35.7%) | ||
>3 meses | 4 (11.8%) | 18 (18.4%) | ||
>12 meses | 1 (2.9%) | 2 (2.0%) | ||
Tipo de crisis | 0.044 | |||
Parcial | 9 (26.5%) | 21 (21.4%) | ||
Tónica | 2 (5.9%) | 12 (12.4%) | ||
Mioclónica | 1 (2.9%) | 1 (1.0%) | ||
Generalizada | 1 (2.9%) | 9 (9.2%) | ||
Mixta | 4 (11.8%) | 30 (30.6%) | ||
Ninguna | 17 (50.0%) | 25 (25.5%) | ||
Etiología | 0.009 | |||
Sintomática | 21 (61.8%) | 82 (84.5%) | ||
Criptogénica | 9 (26.5%) | 13 (13.4%) | ||
Idiopática | 42 (11.7%) | 2 (2.1%) |
* Media ± desviación estándar
Etiología del Síndrome de West, tipo de crisis y frecuencia de las crisis
Entre nuestros pacientes, 64 (84,2%) casos de Síndrome de West fueron categorizados como de tipo sintomático, 11 (14,5%) criptogénicos y 1 (1,3%) idiopáticos.
En nuestra población, las crisis mixtas fueron el tipo más común (40,3%), mientras que el 16,9% de los pacientes tuvieron crisis tónicas, el 12,9% crisis parciales, el 5,2% crisis generalizadas y el 2,6% crisis mioclónicas.
Treinta y seis casos (46,7%) mostraron una alta frecuencia de crisis, 18 (23,4%) casos mostraron una frecuencia intermedia y 23 (29,9%) casos tuvieron una baja frecuencia de crisis (Tabla 3).
SLG (n=77) | Sin SLG (n=55) | Valor p | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Sexo | 0.208 | ||||||
Femenino | 24 (31.2%) | 23 (41.8%) | |||||
Masculino | 53 (68.8%) | 32 (58.2%) | |||||
Frecuencia de las crisis | 0.097 | ||||||
>20 | 36 (46.7%) | 17 (30.9%) | |||||
10-20 por día | 18 (23.4%) | 12 (21.9%) | |||||
<10 por día | 23 (29.9%) | 26 (47.2%) | |||||
Inicio del tratamiento después del diagnóstico | 0.260 | ||||||
Inmediatamente | 33 (42.9%) | 21 (38.2%) | |||||
<3 meses | 26 (33.7%) | 27 (49.1%) | |||||
>3 meses | 16 (20.8%) | 6 (10.9%) | |||||
>12 meses | 2 (2.6%) | 1 (1.8%) | |||||
Type of Crisis | <0.001 | ||||||
Parcial | 10 (12.9%) | 20 (36.4%) | |||||
Tónica | 13 (16.9%) | 1 (1.8%) | |||||
Mioclónica | 2 (2.6%) | 0 (0.0%) | |||||
Generalizada | 4 (5.2%) | 6 (10.9%) | |||||
Mixta | 31 (40.3%) | 3 (5.4%) | |||||
Ninguna | 17 (22.1%) | 25 (45.5%) | |||||
Etiología | 0.064 | ||||||
Sintomática | 64 (84.2%) | 39 (70.9%) | |||||
Criptogénica | 11 (14.5%) | 11 (20.0%) | |||||
Idiopática | 1 (1.3%) | 5 (9.1%) | |||||
La ACTH como terapia de primera línea | |||||||
No | 65 (84.4%) | 33 (60%) | 0.002 | ||||
Sí | 12 (15.6%) | 22 (40%) |
Asociación de la etiología, frecuencia de las crisis y tipo de crisis con el Síndrome de Lennox-Gastaut
Las etiologías criptogénica e idiopática del síndrome de West no se asociaron con una progresión hacia el síndrome de Lennox-Gastaut (CR: 0,89, IC del 95%: 0,47-1,71, p=0,743 y CR: 0,23, IC del 95%: 0,03-1,64, p=0,142, respectivamente).
Los pacientes con altas frecuencias de crisis mostraron un mayor riesgo de desarrollar el Síndrome de Lennox-Gastaut en comparación con aquellos con una baja frecuencia de crisis (CR: 1,80, IC 95% 1,04-3,12, p=0,035).
Además, se observó un mayor riesgo de progresión al síndrome grave en aquellos casos con antecedentes de crisis mioclónicas (CR: 6,78, IC 95% 1,52-30,00, p=0,012) así como crisis tónicas y mixtas (CR: 4,58, IC 95% 2,19-9,56, p<0,001 y CR: 2,54, IC 95% 1,40-4,61, p=0,002, respectivamente) (Tabla 4).
RR bruto | IC 95% | Valor p | RR ajustado* | IC 95% | Valor p | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
La ACTH como terapia de primera línea | 0.45 | 0.24-0.83 | 0.011 | 0.56 | 0.29-1.08 | 0.085 | ||||
Frecuencia de las crisis | ||||||||||
<10 por día | 1 | NA | NA | 1 | NA | NA | ||||
10-20 por día | 1.45 | 0.77- 2.76 | 0.252 | 1.18 | 0.61- 2.29 | 0.616 | ||||
>20 por día | 1.80 | 1.04-3.12 | 0.035 | 1.11 | 1.04-3.12 | 0.737 | ||||
Tipo de crisis | ||||||||||
Ninguna | 1 | NA | NA | 1 | NA | NA | ||||
Parcial | 0.79 | 0.35-1.79 | 0.583 | 0.73 | 0.32-1.69 | 0.467 | ||||
Tónica | 4.58 | 2.19-9.56 | <0.001 | 6.14 | 2.77-13.66 | <0.001 | ||||
Mioclónica | 6.78 | 1.52-30.00 | 0.012 | 4.99 | 1.07-23.29 | 0.041 | ||||
Generalizada | 1.36 | 0.39-4.66 | 0.628 | 0.99 | 0.29-3.47 | 0.996 | ||||
Mixta | 2.54 | 1.40-4.61 | 0.002 | 1.83 | 0.95-3.53 | 0.068 | ||||
Etiología | ||||||||||
Sintomática | 1 | NA | NA | 1 | NA | NA | ||||
Criptogénica | 0.89 | 0.47-1.71 | 0.743 | 0.75 | 0.35-1.61 | 0.465 | ||||
Idiopática | 0.23 | 0.03-1.64 | 0.142 | 0.25 | 0.03-1.95 | 0.185 |
* Sexo, edad de inicio de las crisis, frecuencia de las crisis, etiología y tipo de crisis.
Asociación entre la terapia inicial y la progresión al Síndrome de Lennox-Gastaut
Se encontró una asociación protectora entre el uso de la hormona adrenocorticotropa como terapia de primera línea y el desarrollo del síndrome de Lennox-Gastaut en comparación con los pacientes que utilizaban otra terapia (CR: 0,45; IC del 95%: 0,24-0,83; p=0,011).
Cuando se ajustaron los factores de riesgo restantes (frecuencia de las crisis, tipo de crisis y etiología) y los factores de confusión como la edad y el sexo, la asociación entre el síndrome de Lennox-Gastaut y el uso de la hormona adrenocorticotropa como tratamiento de primera línea no fue estadísticamente significativa (CR: 0,56; IC del 95%: 0,29 a 1,08; p = 0,085). Los antecedentes de crisis tónicas y mioclónicas frecuentes siguieron asociados como factores de riesgo con la progresión al Síndrome de Lennox-Gastaut después del ajuste de las restantes co-variables (CR: 6,14, IC 95% 2,77-13,66, p<0,001 y CR: 4,99, IC 95% 2,77-13,66, p=0,041 respectivamente) (Tabla 4).
DISCUSIÓN
Los informes de Heiskala H. y Beaumanoir A. con diversos tamaños de población y duración de los estudios estimaron que entre el 20 y el 50% de los casos de síndrome de West progresaron al síndrome de Lennox-Gastaut22,23.
En este estudio, el riesgo de progresión a SLG fue 55% menor en los pacientes sometidos a terapia con hormona adrenocorticotropa en comparación con el grupo que recibió terapia sin hormona adrenocorticotropa; el 58% de los pacientes con síndrome de West progresó a SLG, mientras que sólo el 15,6% de los pacientes sometidos a terapia con hormona adrenocorticotropa lo hizo. Estudios previos han reportado frecuencias entre 25-40%24,25.
Encontramos una asociación entre el tipo de crisis y la progresión al Síndrome de Lennox-Gastaut, principalmente con los tipos de crisis mioclónicas (2,9%), mixtas (40,3%) y tónicas (16,9%)25.
En este estudio demostramos que el efecto protector de la hormona adrenocorticotropa se vuelve no significativo cuando se considera la influencia de todos los factores de riesgo para la progresión al Síndrome de Lennox-Gastaut; los estudios publicados hasta la fecha han considerado el efecto aislado de cada factor de riesgo y la terapia pero no demostraron la influencia de todos los factores de riesgo como posibles factores confusores en la relación entre la hormona adrenocorticotropa y el Síndrome de Lennox-Gastaut5,25.
En nuestro estudio, no se encontró ninguna asociación de riesgo entre el género y la progresión al Síndrome de Lennox-Gastaut, lo cual es consistente con reportes previos, incluyendo el estudio de You SJ25. No encontramos una asociación entre la etiología de la enfermedad o la edad temprana de aparición de la enfermedad y la progresión al Síndrome de Lennox-Gastaut. Nuestro estudio proporciona información con respecto al tratamiento del Síndrome de West, con énfasis en el uso de la hormona adrenocorticotropa como terapia de primera línea. Los pacientes que no usaron la hormona adrenocorticotropa fueron tratados sólo con un anticonvulsivante o una combinación de ellos.
Por lo tanto, en base a nuestros resultados, el uso temprano de la hormona adrenocorticotropa puede ser recomendado para prevenir el desarrollo de formas de enfermedad más severas e incapacitantes como el Síndrome de Lennox-Gastaut.
Sin embargo, reconocemos que nuestro estudio tiene ciertas limitaciones. Este estudio se basó en una revisión retrospectiva de los registros médicos. La elección del tratamiento no fue aleatoria, sino que se basó en factores como la disponibilidad del producto, la carga financiera y la facilidad de administración; como consecuencia, encontramos sólo un pequeño número de sujetos que utilizaban la hormona adrenocorticotropa como terapia de primera línea. El número de sujetos de la muestra no era suficiente para analizar ciertas categorías variables, como el tipo de crisis y la etiología y, dada su naturaleza biológica, la imposibilidad de fusionar las categorías limitaba el hallazgo de asociaciones significativas. Un aspecto importante de nuestra presentación, es el tiempo de seguimiento que tuvieron los pacientes.
Entre las terapias sin hormona adrenocorticotropa, no se especificó qué droga había utilizado cada individuo o qué drogas se habían utilizado además de la hormona adrenocorticotropa, lo que impidió evaluar los efectos independientes de ésta.
En base a los resultados obtenidos y lo que conocemos actualmente acerca del papel que juega la inflación en el sistema nervioso central, en la aparición de crisis que pertenecen al espectro de las Encefalopatías epilépticas, podemos decir que el uso temprano de ACTH es recomendable para prevenir en los pacientes con Sindrome de West, el desarrollo de una de las formas más severas de este tipo de encefalopatías, el síndrome de Lennox-Gastaut.