Señor Editor:
Es de gran interés brindar aproximaciones terapéuticas en relación al paciente que consulta al servicio de urgencias bajo el contexto de intoxicación por monóxido de carbono. Esta entidad supone inicialmente una sintomatología insidiosa y poco específica, representando un gran potencial mortal, frente a sus afectaciones a diferentes órganos, principalmente: corazón y sistema nervioso, generando complicaciones agudas o crónicas propias del cuadro clínico1. Se han descrito en la literatura múltiples repercusiones, desde daño neuronal irreversible asociado a la gran afectación de la corteza cerebral, sustancia blanca y ganglios basales, hasta complicaciones neuropsiquiatrícas como la aparición del síndrome neuropsiquiatrico tardío, causante de aparición de cuadros asociados a depresión, ansiedad, deterioro cognitivo, mutismo, acinesia, enfermedad de Parkinson e incontinencia de esfínteres.2
Su aspecto lectal se asocia a sus características intrínsecas del gas, al considerarse hasta 240 veces más afín a la hemoglobina que el mismo oxígeno. Los datos epidemiológicos obtenidos sobre esta entidad resultan abrumadores, solamente en Estados Unidos ocurren más de 4 millones de envenenamientos y por consiguientes más de 300.000 hospitalizaciones, generando aproximadamente 30.000 muertes por año. 3
La intoxicación por monóxido de carbono resulta continua representando un reto diagnóstico para el personal de salud, puesto que las concentraciones de carboxihemoglobina que suelen encontrarse no guardan proporcionalidad del cuadro clínico que se presenta, por lo cual los esfuerzos metódicos de terapéutica y diagnostico clínicos se ven esforzados en la identificación de factores de riesgo para prevenir más tiempo de exposición a la noxa. Se han descrito marcadores bioquímicos interesantes como: lactato sérico, proteína S100B, enolasa neuronal especifica (ENE), Interleukina-6(IL-6), albumina-A-modificada, entre otros. Lo anterior debido a valores predictivos considerablemente aceptables en el diagnóstico de los pacientes intoxicados por monóxido de carbono. Se hace necesario el abordaje diagnostico guiado por imágenes en cuanto se tenga disponibilidad de las mismas como: Imagen de difusión (Difusion Tensor Imaging) por resonancia magnética nuclear (RMN), ideal para la cuantificación de cambios en la sustancia blanca. Otra ayuda diagnostica en la modalidad de imagenología altamente relevante en estos cuadros clínicos es la tomografía axial computarizada (TAC) de emisión de foto único, ideal para determinar anomalías en la circulación/flujo cerebral. 2
Los síntomas asociados a la intoxicación por monóxido de carbono suelen mejorar con el retiro de la exposición del contaminante y la administración de oxígeno normobárico e hiperbárico, como piedra angular en el tratamiento de estos pacientes, ya que el oxígeno es responsable del acortamiento de la vida media del monóxido de carbono, por consiguiente genera su eliminación. Su administración se ha asociado a una reducción en la concentración de radicales libres, como la disminución de secuelas asociadas a la intoxicación, mejorando el tiempo de egreso de paciente, pronostico y rehabilitación. 4 (Tabla 1)
Tabla 1 Indicaciones de terapia de oxigeno hiperbárico de la Sociedad de Medicina Hiperbárica.
INDICACIONES DE TERAPIA DE OXIGENO HIPERBÁRICO |
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Signos neurológicos |
Inconsciencia transitoria o prolongada |
Disfunción cardiovascular |
Acidosis grave |
Edad mayor de 36 años con exposición igual o mayor a 24 horas (Incluyendo la exposición intermitente) o con un nivel de carboxihemoglobina igual o mayor al 25%. |
No existe una indicación clara en pacientes embarazadas, pero se debe tener en cuenta que la mortalidad fetal es superior al 50% en casos de envenenamiento severo. |
Tomado de: Bartolomé-Navarro MT, et. al.1.