Señor editor:
La salud mental es un tópico importante en el desarrollo de la pandemia del cual se deben centrar mayores esfuerzos concomitantes a los manejos clínicos de los cuales se instauran cotidianamente, puesto que cobran igual relevancia para el desarrollo óptimo y rehabilitación del paciente1.
El advenimiento de la coyuntura y/o crisis sanitaria global generada por la aparición de la SARS-CoV-2, ha generado no solamente un impacto biológico o clínico considerable en quien la padece, si no también gran repercusión en otras circunstancias o aspectos claves, que suponen la esfera mental y conductual del paciente persé2. Dichas repercusiones no son solamente de carácter individual si no también con afectación directa al núcleo familiar del paciente. Las repercusiones económicas, biológicas y sociales tuvieron gran impacto en la salud mental en etapas iniciales de la pandémica, puesto que las medidas de confinamiento estaban reforzadas ante el desconocimiento de las secuelas y evolución clínica que pudiera ocasionar la infección por SARS-CoV-2 en ese entonces2. Consideramos de gran importancia la descripción de las implicaciones psiquiátricas generadas en Colombia en este periodo de contingencia global, puesto que abarcan no solamente al paciente, si no a gran parte del personal sanitario.
En Colombia se realiza cada quinquenio, la encuesta nacional de salud mental3, la cual busca dilucidar la situación en salud mental de los últimos cinco años de la población colombiana, la última encuesta realizada fue durante el año 2015, la correspondiente al quinquenio siguiente, es decir, al año 2020 no fue posible realizarse por las medidas encaminadas a la contención y mitigación del virus, lo cual dejo al país con grandes vacíos durante los últimos 3 años en materia de salud mental.
En Colombia según datos extraídos de la base de datos de las diferentes EAPB (Entidades Administradoras de Planes de Beneficios de Salud ) se evidencio un aumento considerable de pacientes que consultan por causas atribuibles a su salud mental cerca de un 34,6% en los últimos 5 años, Paradójicamente se observó una disminución en el registro de atenciones en salud mental entre el 2019 y 2020 en lo que concierne a pacientes con trastorno mental por consumo de sustancias psicoactivas y con diagnóstico de epilepsia en un -32% y -14% respectivamente, probablemente asociado a la situación de la contingencia global generada por SARS-CoV-21,2. La caracterización de la población sigue revelando datos en los cuales el sexo femenino es el más afectado en atenciones por patología mental, Se presento un mayor número de atenciones en la consulta psiquiátrica en el sexo masculino en edades tempranas aproximadas entre los 10 a 14 años, en su mayoría en relación a trastornos mentales por consumo de sustancias psicoactivas. En población pediátrica las cifras suelen ser preocupantes, puesto que la población con más incidencia de trastorno mixto de ansiedad y depresión, se encuentran en grupos etarios sobre los 6 años de edad2.
Dentro de las secuelas mayormente descritas en la literatura, se encuentra la presencia de síntomas asociadas a estrés postraumático y síntomas depresivos asociados a otros síntomas como angustia y mala calidad de sueño. Un estudio publicado en la revista THE LANCET por Harrison y colaboradores en el año 2020 se pretendió evaluar las asociaciones bidireccionales entre SARS-CoV-2 y trastorno psiquiátrico, en una cohorte retrospectiva de 62354 pacientes, los hallazgos son reveladores cuando se obtiene que el diagnostico más frecuente después de ser diagnosticado de SARS-CoV-2 fue trastorno de ansiedad (HR 1,59-2,62, p <0,0001). Dentro del espectro de trastornos de ansiedad se encontró en mayor proporción el trastorno de adaptación y el trastorno de ansiedad generalizada y en menor medida se hayo el trastorno de estrés postraumático y trastorno de pánico (IC del 95%: HR 1,7-2,4 p <0,0001). El trastorno de ánimo más frecuentemente diagnostico fue el episodio depresivo (1,7 %, IC95%: HR 1,4-2,1 p <0,0001). Otros estudios revelaron manifestaciones neurológicas como cefalea y trastornos del sueño5.
Un estudio realizado por Iqbal, Yousaf y colaboradores, pretendieron describir y comparar características clínicas y sociodemográficas de diagnóstico de delirio respecto a otros tipos de afecciones psiquiátricas en pacientes con diagnóstico de COVID-19, los resultados mostraron que el trastorno psiquiátrico mas frecuentemente hallado en esta población fue delirium, el síntoma más común fue la agitación. Otras variables de interés mostraron algunas características sociodemográficas con asociación causal al diagnostico de delirium en esta población como: Edades avanzadas, menores índices de saturación, estancias hospitalarias prolongadas, reactantes de fase aguda elevadas6.
Otro estudio realizado por Losifescu, Andrei L y Colaboradores, en el año 2022, analizaron datos de más de 18000 pacientes con diagnóstico de SARS-CoV-2 vs pacientes con diagnóstico de influenza, con la finalidad de detectar la presencia de secuelas neurológicas asociadas a la infección por SARS-CoV-2 y gripe. Los resultados obtenidos relacionaron a los pacientes con diagnostico por SARS-CoV-2 presentaron con la presencia de síntomas como ansiedad, depresión, dolor de cabeza, Los pacientes infectados por SARS-CoV-2 mostraron mayor incidencia de alteración de su estado mental, con una instauración más rápida de síntomas y requirieron mayor terapia farmacológica (p<0,05)7.
Otro grupo a tener en cuenta está relacionado a los pacientes con enfermedades mentales previas, puesto que sus patologías psiquiátricas de bases podrían incrementar el riesgo de infecciones probablemente debido a un deterioro cognitivo, conciencia de riesgo baja, pocos esfuerzos de protección respiratoria y/o personal. Este grupo de pacientes podrían tener más barreras para atender a los servicios de salud, por otra parte, la pandemia generada por SARS-CoV-2 ocasiona en este grupo de paciente síntomas que agravan su condición previa al estar asociado a síntomas como: estrés, depresión y ansiedad1.
El rol del psiquiatra y del equipo de salud mental en el manejo de la pandemia por SARS-CoV-2 es crucial para el manejo médico, la rehabilitación y pronostico del paciente, puesto que esta entidad infectocontagiosa tiene gran impacto en la esfera mental del paciente4.