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Revista Peruana de Ginecología y Obstetricia

On-line version ISSN 2304-5132

Rev. peru. ginecol. obstet. vol.60 no.4 Lima Oct./Dec. 2014

 

SIMPOSIO PREECLAMPSIA, VIEJO PROBLEMA AÚN NO RESUELTO: CONCEPTOS ACTUALES

 

Actualización en la epidemiología de la preeclampsia

Epidemiology of preeclampsia: update

 

Sixto E. Sánchez 1,2,a

1 Jefe del Departamento de Gineco Obstetricia, Hospital Nacional Dos de Mayo, Lima, Perú.
2 Profesor de Epidemiologia, Investigación y Tesis, Escuela de Post Grado, Universidad San Martin de Porras, Lima, Perú.
a Médico Gineco Obstetra, Máster en Salud Pública (MPH), Doctorado en Salud Pública.

 


RESUMEN

La preeclampsia es una complicación del embarazo que se caracteriza por una inadecuada placentación, con la resultante isquemia fetal y el compromiso de varios órganos maternos. Es una de las condiciones más graves en el embarazo y una importante causa de morbimortalidad materno perinatal. Se ha encontrado varios factores de riesgo asociados al desarrollo de preeclampsia, así como algunos factores protectores. Finalmente, las mujeres que desarrollan preeclampsia durante un embarazo, tienen mayor riesgo de presentar en el futuro diabetes mellitus, hipertensión arterial y complicaciones cardiovasculares. En este artículo se hace una actualización sobre la epidemiología de la preeclampsia.

Palabras clave: Preeclampsia, prevalencia, factores de riesgo, factores protectores, complicaciones, mortalidad maternal, mortalidad perinatal.

 


ABSTRACT

Preeclampsia is a complication of pregnancy characterized by inadequate placentation, resultant ischemia and failure of several maternal organs. Preeclampsia is one of the most serious conditions in pregnancy and a leading cause of maternal and perinatal morbidity and mortality. Various risk factors and some protective factors have been reported associated to preeclampsia. Finally, women who develop preeclampsia during pregnancy are at higher risk of future diabetes mellitus, hypertension and cardiovascular complications. In this article an update on the epidemiology of preeclampsia is presented.

Keywords: Preeclampsia, prevalence, risk factors, protective factors, complications, maternal mortality, perinatal mortality.

 


INTRODUCCIÓN

La preeclampsia es una complicación del embarazo caracterizada por alteración en la fisiología de las células endoteliales de las arterias espirilares del útero, produciéndose una inadecuada invasión del citotrofoblasto en estas arterias; esto altera la placentación y se desarrolla el síndrome isquémico en el tejido placentario y el compromiso de varios órganos maternos.

Se ha postulado mecanismos fisiopatológicos de tipo hipóxico, metabólico, inmune y genético(1), con aumento de los factores anti-angiogénicos(2), estrés oxidativo placentario por desbalance de los prooxidantes y antioxidantes maternos(3) y expresión aberrante de las citoquinas, lo que ocasiona una respuesta inflamatoria sistémica exagerada(4).

FRECUENCIA

La preeclampsia es la complicación médica más frecuente del embarazo. Se la ha encontrado en 1,91%(5), 3,3%(6), 4,2%(7) y hasta 12% de los embarazos(8). Ananth(9) halló en Carolina del Norte una incidencia de 3,6% y Ostlund(10), en Suecia, la encontró en 2,4% de los embarazos.

La incidencia de eclampsia varía entre 2 y 13 por mil partos(6.9.11,12). Liu(13) halló que la incidencia de eclampsia disminuyó drásticamente desde 12,4 por 10 000 partos en 2003 hasta 5,9 en 2009.

En el Perú, los desórdenes hipertensivos leves a severos han sido encontrados desde 4,11%(14), 4,8%(15), 5,36%(16), 6,6%(17), 7,9%(18) hasta 10,8%(19) en gestantes que acuden a hospitales peruanos. La eclampsia ha sido hallada en 2,8 por mil(18) hasta 7,9 por mil nacidos vivos(20).

COMPLICACIONES

La preeclampsia es una de las condiciones más graves para la mujer embarazada y el feto y una importante causa de morbimortalidad materno perinatal.

Mortalidad materna

La mortalidad materna debida a preeclampsia es alta(21-26), variando desde 1,5%(27) hasta 2,9%(28), siendo las principales causas la hemorragia posparto, desprendimiento prematuro de placenta, coagulopatía, insuficiencia renal, encefalopatía hipertensiva, hemorragia intracerebral, síndrome Hellp y rotura del hematoma hepático(9,23).

En el Perú, la hipertensión inducida por el embarazo se ha encontrado entre las tres causas más importantes de mortalidad maternal desde la década de los 90 (Ludmir 1995)(13). En esa década, la mortalidad debida a preeclampsia representaba 15,8% de todas las muertes maternas en el Perú(16). La mortalidad materna especifica debida a preeclampsia ha sido 237/10 000 recién nacidos(15). Pacheco(30) halló una mortalidad materna en 18,9% de los casos cuando se complicaba con eclampsia.

Durante el periodo 2002-2011, la razón de mortalidad materna atribuida a preeclampsia fue 24,6/100 000 nacidos vivos, ocupando el segundo lugar como causa de mortalidad materna en el Perú. Sin embargo, a nivel urbano, la preeclampsia superó a la hemorragia durante ese periodo como principal causa de mortalidad materna(31).

Mortalidad perinatal

Del mismo modo, la mortalidad perinatal es alta(9,32), y las principales causas son prematuridad, restricción del crecimiento intrauterino(5,33) y peso bajo al nacer(34-36). Rasmussen(36) describió que la restricción de crecimiento intrauterino se presenta básicamente si el parto se da antes del término.

En el Perú, la mortalidad perinatal ha ocurrido en 1% y 7% de los recién nacidos de madres con preeclampsia leve y severa, respectivamente(17). Pacheco(30) halló que la preeclampsia fue la tercera causa de muerte y fue responsable del 13% de la los casos de muerte fetal. Los desórdenes hipertensivos ocuparon el segundo lugar como causa de mortalidad perinatal (23,6%) en el Perú y en otros 5 países en vías de desarrollo(37).

FACTORES DE RIESGO DE PREECLAMPSIA

En la literatura mundial, se ha identificado varios factores asociados al desarrollo de preeclampsia, los cuales se menciona a continuación.

Primigravidez(38-41)

Cambio de paternidad(42)

Preeclampsia previa(38,41-43)

Historia familiar de preeclampsia(43,44)

Raza negra(38,41,45,46)

Hipertensión crónica(38)

Edad materna joven (< 20 años)(47)

Edad avanzada (>35 años)(26,40,48,49)

Índice de masa corporal aumentado(38,43,50)

Embarazo múltiple(38,40)

Diabetes mellitus pregestacional(38,40,51)

Hiperhomocisteína(52)

Resistencia a la insulina(53)

Tabaquismo: efecto protector(54)

Reproducción asistida(38)

A continuación mostramos algunos hallazgos en los estudios de investigación.

Antecedente de diabetes e hipertensión arterial

En un estudio poblacional realizado en Suecia(10), se encontró que la presencia de diabetes gestacional estuvo asociada al desarrollo de preeclampsia (aOR: 1,61; IC95%: 1,39 a 1,86). Funai(40), en su estudio de cohortes de 82 436 gestantes, halló que la diabetes era un factor de riesgo bastante importante para el desarrollo de preeclampsia (OR 5,64; IC95%: 4,33 a 7,35).

En un estudio de 190 pacientes con preeclampsia y 373 controles, Qiu(51) encontró que el riesgo de preeclampsia fue 1,9 si la madre era hipertensa, 1,8 si lo era el padre y 2,6 si fueron los dos. En las mujeres que tenían por lo menos uno de los padres y un hermano con hipertensión arterial, el riesgo de preeclampsia fue 4,7 (IC95%: 1,9 a 11,6). Otros estudios continúan hallando una relación significativa entre la presencia de diabetes mellitus y el desarrollo de preeclampsia(55).

Sánchez S(56) y colaboradores observaron en Lima que las mujeres con antecedente de diabetes mellitus en por lo menos uno de los padres, tuvieron 3,4 veces (IC95%: 1,4 a 8,4) mayor probabilidad de presentar preeclampsia y que el antecedente de tener familiares con diabetes o con hipertensión arterial aumentó el OR a 4,6 (IC95%: 0,9 a 23,0). Sin embargo, esta diferencia no fue significativa, dada la pequeña cantidad de casos.

Obesidad

En un estudio de cohortes prospectivo en base comunitaria(57), 3 480 mujeres con obesidad mórbida definida como un índice de masa corporal mayor de 40 fueron comparadas con mujeres de peso normal (IMC: 19,8 a 26), encontrándose un alto riesgo de desarrollar preeclampsia (OR: 4,82; IC95%: 4,04 a 5,74). En un estudio de cohortes (58) que comparó a mujeres con IMC de 21 o menos, el OR ajustado para preeclampsia se duplicó si hubo IMC de 26 a 29,9 (OR: 2,1; IC95%: 1,4 a 3,4]) y casi se triplicó si el IMC fue 30 o más (OR: 2,9; IC95%: 1,6 a 5,3).

En un estudio multicéntrico de 2 637 gestantes, se halló que el sobrepeso y la obesidad fueron los factores de riesgo más importantes para preeclampsia y preeclampsia severa, con riesgo atribuible porcentualizado de 64,9% y 64,4%, respectivamente. Las gestantes con IMC de 25 a 30 kg/m2 tuvieron OR de 1,65 (IC95%: 1,13 a 2,41), aquellas con IMC 30 a 35 un OR 2,34 (IC95%: 1,51 a 3,61), las con IMC 35 a 40 un OR 3,59 (IC95%: 2,13 a 6,03) y aquellas con IMC mayor de 40 un OR 6,04 (IC95%: 3,56 a 10,24). Hubo una relación dosis respuesta en la relación entre IMC y preeclampsia y preeclampsia severa(38).

En un estudio de cohortes prospectivo de 1 200 mujeres con embarazos únicos, las mujeres con índice de cintura/cadera >0,85 e IMC >25 kg m2 medidos en las primeras 12 semanas de gestación tuvieron RR 2,3 (IC95%: 1,26 a 4,27) y 3,3 (IC95%: 1,6 a 6,86) para desarrollar preeclampsia(7).

Peso de la madre al nacer

En un estudio de 181 casos de preeclampsia y 349 controles, Dempsey(59) encontró que el riesgo de preeclampsia disminuyó a medida que el peso materno al nacer aumentaba (p=0,01).

Después de ajustar para confusores, halló que las mujeres con peso bajo al nacer (<2 500 g) tenían 2,3 veces mayor riesgo de experimentar preeclampsia (IC95%: 1,0 a 5,3) comparadas con las mujeres que pesaron entre 2 500 y 2 999 g al nacimiento. Los autores también hallaron un sinergismo con la obesidad. Las mujeres con sobrepeso y que habían pesado menos de 2 500 g al nacimiento tuvieron casi 4 veces mayor riesgo de preeclampsia (OR: 3,8; IC95%: 1,1 a 13,8).

En un estudio en base comunitaria de 2 180 casos con preeclampsia y 22 955 controles, en Nueva York(60), el riesgo de preeclampsia respecto al peso materno al nacer dibujó una forma de U, con el mayor riesgo para las que habían nacido con menos de 1,5 kg, OR: 2,1 (IC95%: 1,1 a 3,9), asociación que se fortaleció aún más (p para tendencia < 0,0001) cuando se controló otros factores perinatales.

Antecedente familiar de preeclampsia

La preeclampsia fue más frecuente si la mujer nació de una madre preeclámptica o que tenía una hermana que sufrió de preeclampsia en alguno de los embarazos(44,61-63).

Skjaerven(64), en su estudio de registros básicos de 438 597 unidades madre-hijo y 286 945 unidades padre-hijo, en Noruega entre 1967-2003, encontró que: 1) las hijas de mujeres que habían sufrido de preeclampsia durante el embarazo tenían un riesgo de preeclampsia mayor de dos veces (OR: 2,2; IC95%: 2,0 a 2,4); 2) los hombres nacidos de un embarazo complicado con preeclampsia tuvieron un moderado incremento de riesgo de inducir un embarazo con preeclampsia (OR: 1,5; IC95%: 1,3 a 1,7); 3) las hermanas de hombres o mujeres afectados y que nacieron de embarazos no complicados por preeclampsia, tuvieron también un incremento en el riesgo (OR: 2,0; IC95%: 1,7 a 2,3); y, 4) los hombres y mujeres nacidos de embarazos complicados con preeclampsia tuvieron mayor probabilidad de inducir preeclampsia en sus propios embarazos (o de sus parejas), OR 3,0 (IC95%: 2,4 a 3,7) para las madres y 1,9 (IC95%: 1,4 a 2,5) para los padres. Los autores concluyen que los genes maternos y fetales del padre o la madre pueden inducir preeclampsia, que esta asociación es más fuerte con la madre que con el feto, y que la asociación familiar predice una preeclampia más severa.

Antecedente de preeclampsia

La preeclampsia fue casi 9 veces más frecuente en las mujeres que tuvieron un embarazo anterior complicado con preeclampsia(42). Mostello(65) encontró que el antecedente de un embarazo con preeclampsia confería mayor riesgo de preeclampsia en el segundo embarazo y que este riesgo era inversamente proporcional a la edad gestacional del primer embarazo (OR ajustado 15,0, IC95%: 6,3 a 35,4 si el primer embarazo alcanzó solo 20 a 33 semanas; OR ajustado 10,2, IC95%: 6,2 a 17,0 si fue de 33 a 36 semanas; y OR ajustado 7,9, IC95%: 6,3 a 10,0 si fue de 37 a 45 semanas).

Antecedente de infección a C. Pneumoniae

Las mujeres con preeclampsia tuvieron una seroprevalencia de IgG a C. pneumoniae significativamente mayor que las mujeres sin preeclampsia. Estos datos preliminares sugieren una asociación específica entre infección a C pneumoniae y preeclampsia(66). Sin embargo, otros autores no han encontrado evidencias consistentes con este hallazgo(67,68).

Dislipidemias

El aumento de ácidos grasos, triglicéridos, el aumento de LDL y la disminución del HDL están relacionados al desarrollo de preeclampsia(69). La hipertrigliceridemia está asociada a disfunción endotelial y con la elevación de la presión arterial y proteinuria. Las lipoproteínas ricas en triglicéridos contribuirían en la fisiopatología de la preeclampsia(70). Varios autores han encontrado asociación positiva entre el nivel de triglicéridos en sangre y la presencia y severidad de la preeclampsia(71-74).

Factores genéticos

La presencia de polimorfismo del gen ACE I/D afectó el flujo uteroplacentario y del cordón umbilical y la recurrencia de efectos adversos del embarazo en mujeres con historia de preeclampsia(75). El alelo T del gen TNF-alfa puede modificar el riesgo individual de preeclampsia, protegiendo contra el desarrollo de esta complicación(76). En un estudio realizado en Finlandia se halló que regiones en los cromosomas 2p25 (P=,0007) y 9p13 (P=,0007) tienen genes susceptibles para preeclampsia(77).

Ng(77) piensa que el ARN fetal estaría incrementado en el plasma materno de la mujer con preeclampsia. Concluye que el CHH mARN representa un nuevo marcador molecular de preeclampsia. El ARN plasmático materno es independiente del género y polimorfismo, y puede permitir la expresión de un gen no invasivo en un feto.

En un metaanalisis(78) de 11 estudios para explorar la asociación entre el polimorfismo del gen para IL 10 (interleuquina 10), se encontró que dos polimorfismos estuvieron asociados a la preeclampsia; el IL-10 -819C/T (C versus T) obtuvo OR 1,28; IC95%: 1,08 a 1,50, P = 0,003, y el IL-592C/A (C versus A) tuvo OR = 1,28; IC95%: 1,03 a 1,59, P = 0,03).

Riesgo de preeclampsia asociado al cambio de paternidad

En mujeres multíparas en Dinamarca(79) encontraron, en un estudio de 364 casos y 281 controles, que la prevalencia de nueva paternidad fue significativamente mayor (P<0,0001) en las mujeres que desarrollaron preeclampsia y pacientes con HELLP (OR 8,6; IC95%: 3,1 a 23,5, y 10,9; IC95%: 3,7 a 32,3, respectivamente), en comparación con un grupo control de normotensas. Los autores concluyen que las mujeres que cambiaron de compañero sexual deben ser consideradas como si fueran mujeres primigrávidas para los efectos de valoración de riesgo de desarrollar preeclampsia. Este resultado también fue hallado por Saftlas(80) con lo que respecta a abortos, pues los embarazos seguidos de un aborto del mismo compañero sexual estuvieron asociados a una reducción en el riesgo de preeclampsia (aOR = 0,54; IC95%: 0,31 a 0,97). Sin embargo, si el aborto previo fue de un compañero sexual diferente, existió el mismo riesgo de desarrollar preeclampsia como cualquier primigrávida sin antecedente de aborto (aOR = 1,03; IC95%: 0,72 a 1,47). Pero, Trogstad(81) encontró que el cambio de paternidad es un factor protector y aduce que el sesgo hallado en otros estudios es debido al insuficiente control de la variable intervalo internatal.

Riesgo de preeclampsia asociado a fertilización in vitro con esperma de un donante

En un metaanálisis realizado en 2014 por González-Comadran(82) se comparó 2 342 embarazos productos de donación espermática con 8 556 productos del esperma del compañero sexual, encontrando que en el primer grupo existió significativamente mayor riesgo de desarrollar preeclampsia (OR: 1,63; IC95%: 1,36 a 1,95).

Chen(83) comparó 1 357 mujeres expuestas a FIV con 5 190 controles, hallando que la preeclampsia fue 1,78 veces más frecuente en el primer grupo (IC95%: 1,05 a 3,06). Sin embargo, Watanabe(84), después de aplicar el análisis pareado del score propensity, encontró que la asociación entre fertilización in vitro y preeclampsia desaparecía, concluyendo que esa aparente asociación podría ser debida a factores confusores residuales no medidos.

Migraña y preeclampsia

Marcoux(85) observó mayor prevalencia significativa de migraña en gestantes complicadas con preeclampsia (16%) que en controles (8%), OR 2,44; IC95%: 1,42 a 4,20.

Adeney(86), en 2006, al hacer una revisión bibliográfica de la relación ente migraña y preeclampsia halló que 8 de 10 estudios habían encontrado una asociación positiva entre migraña y el desarrollo de preeclampsia.

Violencia de género y depresión materna durante el embarazo

Sánchez(87) encontró que al comparar aquellas mujeres no expuestas a violencia, las que habían sido víctimas de violencia por el compañero sexual durante el embarazo tuvieron 2,74 mayor probabilidad de desarrollar preeclampsia (OR=2,4; IC95%: 1,9 a 3,9).

Con respecto a la depresión materna, Qiu(88) halló que aquellas gestantes con depresión moderada tuvieron 2,3 veces mayor probabilidad de desarrollar preeclampsia (IC 95%: 1,2 a 4,4), riesgo que aumentó a 3,2 veces (IC95%: 1,1 a 9,6) en los casos de depresión severa. Otros autores también han encontrado esta asociación(89).

FACTORES PROTECTORES DE PREECLAMPSIA

Antecedente de embarazos a término

En un estudio de cohortes prospectivo basado en la comunidad, de 140 773 partos entre 1993 y 1999, en 49 hospitales en la parte norte y central de Alberta, Canadá(90), se encontró que la incidencia de preeclampsia fue marcadamente menor en multíparas que habían tenido un parto a término (0,9%), comparado con la incidencia en primigrávidas (2,9%, OR 0,29; IC95%: 0,26 a 0,33). Los OR ajustados de preeclampsia para mujeres con 1, 2, 3 y más de 4 embarazos previos a término fueron 0,32 (IC95%: 0,28 a 0,36), 0,27 (IC5%: 0,22 a 0,34), 0,22 (IC95%: 0,15 a 0,33) y 0,21 (IC95%: 0,12 a 0,35), respectivamente. Los autores concluyen que la historia de embarazos a término (> o =37 semanas) confiere una protección sustancial contra la preeclampsia en los embarazos subsecuentes.

Factores dietéticos y suplementos vitamínicos

En un estudio realizado en Noruega entre 1999 y 2008(91) se encontró que las mujeres que tenían gran adherencia a una dieta rica en vegetales (coles, papas, avena, granos enteros, berries), pescado, leche y agua tuvieron riesgo bajo de desarrollar preeclampsia (OR 0,86; IC95% 0,78 a 0,95) y preeclampsia temprana (OR 0,71; IC95% 0,52 a 0,96).

El suplemento de antioxidantes (vitaminas C y E) en mujeres con riesgo de preeclampsia hizo que los índices metabólicos, los índices de disfunción placentaria y el estrés oxidativo llegaran a niveles encontrados en mujeres con riesgo bajo de preeclampsia(92).

Aspirina

En un estudio clínico de 3 294 primigrávidas aleatorizadas a aspirina 100 mg o placebo, no se encontró reducción en la incidencia de preeclampsia. Contrariamente, se observó una mayor incidencia de complicaciones hemorrágicas(93).

En un metaanálisis en el cual se incluyó 14 estudios clínicos importantes, se halló un efecto protector de la aspirina (OR: 0,79; IC95%: 0,64 a 0,96), pero básicamente en mujeres con historia de preeclampsia anterior(94,95).

En una revisión sistemática y metaanálisis que incluyó 4 ensayos clínicos(96), se halló que la administración de aspirina antes de las 16 semanas disminuye la probabilidad de preeclampsia severa, pero no de la leve.

Bujold(97), en un metaanálisis que incluía 34 ensayos clínicos, encontró que dosis bajas de aspirina iniciadas a las 16 semanas o menos estuvo asociada a una significativa reducción de preeclampsia (RR: 0,47; IC95%: 0,34 a 0,65), especialmente la severa (RR: 0,09; IC5%: 0,02 a 0,37). Esta reducción de riesgo no fue encontrada cuando se inició la administración de aspirina después de las 16 semanas.

La U.S. Preventive Services Task Force(98) recomienda el uso de dosis bajas de aspirina (81 mg/d) como medicación preventiva después de las 12 semanas de gestación en mujeres con gran riesgo de preeclampsia.

Actividad física

En un estudio caso-control que comparó 201 preeclámpticas y 383 normotensas, las mujeres que desarrollaron actividad física regular antes de las 20 semanas, comparadas con aquellas inactivas, tuvieron disminución del riesgo de preeclampsia en 35% (OR: 0,65; IC95%: 0,43 a 0,99). Las mujeres que desarrollaron actividades físicas más vigorosas (puntaje metabólico de 6 o más) tuvieron un 54% de disminución en el riesgo de desarrollar preeclampsia (IC95%: 0,43 a 0,99). El subir las escaleras estuvo inversamente asociado con el riesgo de preeclampsia (p para tendencia linear: 0,039). Los autores concluyeron que la actividad regular física, particularmente cuando se realiza durante el año previo al embarazo y durante estadios tempranos del embarazo, están asociados con una reducción del riesgo de preeclampsia(95).

En una revisión sistemática y metanálisis donde se combinó 15 estudios de casos y controles, Aune(99) encontró que la actividad física antes del embarazo reducía el riesgo de preeclampsia (RR: 0,65; IC95%: 0,47 a 0,89), reducción mayor a cuando la actividad física se hacía durante la primera parte del embarazo (RR: 0,79; IC95%: 0,70 a 0,91).

PRONÓSTICO DE LAS MUJERES CON PREECLAMPSIA

Recurrencia de la preeclampsia

En un estudio realizado en Finlandia, se observó una recurrencia de preeclampsia del 15% en gestantes que la presentaron en su primer embarazo. En este estudio se halló también que si no se desarrollaba preeclampsia recurrente, no existían problemas con el peso fetal, distrés fetal o prematuridad; sin embargo, la tasa de cesáreas fue mayor(100).

En un estudio de cohortes de 19 811 mujeres que tuvieron un parto único en Tanzania, 3 909 volvieron a gestar a los 2 a 10 años. En estos embarazos, el riesgo absoluto de recurrencia de preeclampsia fue 9,2 veces mayor (IC 95%: 6,4 a 13,2) en aquellas mujeres que tuvieron preeclampsia en el embarazo previo comparado con aquellas que no tuvieron tal complicación(101).

Enfermedades cardiovasculares en mujeres con preeclampsia

Muchos factores de riesgo (y también protectores) lo son también de la enfermedad cardiocoronaria. Las mujeres con preeclampsia tienen mayor riesgo de enfermedad coronaria posterior(102). En el estudio de Sattar(103), se encontró que las mujeres con preeclampsia tuvieron mayor presión diastólica (p<0,05), mayores concentraciones de molécula 1 de adhesión de células endoteliales y molécula 1 (ICAM-1) de adhesión intercelular (p<0,03) y mayores niveles de insulina (p:0,08) en ayunas y hemoglobina glicosilada (p=0,004).

Usando un estudio de base comunitaria en Finlandia(104), donde se siguió 5 889 mujeres desde 1966, las mujeres que habían tenido un embarazo complicado con preeclampsia (n=49) a los 31 años de edad habían aumentado significativamente su presión arterial en comparación con las mujeres que habían sido normotensas durante la gestación; esto persistió aún controlando la variable índice de masa corporal (P<0,023). Estas mujeres también tuvieron mayor circunferencia de cintura, índice cintura/cadera, índice de masa corporal, niveles de insulina y el índice glucosa/insulina. Esta asociación permaneció aún controlando las variables edad gestacional y el peso de la mujer al momento del nacimiento.

Irgens(105), en 2001, encontró que el riesgo de muerte por causas cardiovasculares entre mujeres con preeclampsia y un embarazo pretérmino fue 8,12 veces mayor (IC95%: 4,31 a 15,33). Los autores concluyeron que son los factores genéticos los que incrementan el riesgo de enfermedad cardiovascular y estarían relacionados también con la preeclampsia.

En una revisión sistemática, Drost(105) halló que el riesgo de hipertensión en mujeres que tuvieron preeclampsia en el pasado fue entre 2 y 10, comparado con mujeres que no habían desarrollado preeclampsia.

Riesgo de diabetes mellitus en mujeres con preeclampsia

En un estudio en base poblacional de 1 010 068 mujeres gestantes que tuvieron su parto en Ontario, Canadá, entre abril 1994 y marzo 2008, Feig(106) encontró que después de 16,5 años de seguimiento, las mujeres que habían desarrollado preeclampsia tuvieron 2 veces mayor probabilidad (CI 1,97 a 2,19) de desarrollar diabetes en relación a aquellas que habían tenido un embarazo sin esta complicación.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Conflictos de Interés. Declaro que no tengo conflictos de interés relacionados con el tema de este artículo.

Lugar de correspondencia:
Dr. Sixto E. Sánchez
Av. De los Ingenieros 541, Dpto. 101, Urb. Casuarinas Sur, Santiago de Surco, Lima, Perú.
sixtosanchez@gmail.com

 

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